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domingo, 9 de noviembre de 2014

No Ojos - Acción Recta y la Clara Visión 1 de novienbre de 2014 Selen Om con audio compartir



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Que el soplo del Gran Espíritu resuene en el espacio interno y externo en cada alma aquí presente, presente aquí! Yo soy aquella que fue conocida en la historia de este mundo como No Ojos. Una denominación, que sirve muy bien para expresar la actuación de mi radiación y la virtud que mi Presencia impulsa y encarna en este planeta: la Visión del Corazón, la sagrada y clara visión. Bendiciones y paz, hermanos y hermanas!

Esta virtud del gran Espíritu encuentra morada en su cuerpo, encuentra expresión es su expresión, cuando su posición se alinea con el centro pulsante de la sabiduría en su interior. La visión como virtud del Gran Espíritu, no se refiere a la percepción sensorial. La visión del corazón, no se refiere a un mecanismo de una percepción visual, como se comprende en encarnación, donde la visión es llevada a una imagen y a un movimiento.

La visión del corazón les permite percibir a través y más allá de la imagen y del movimiento. La visión del corazón, en una sola palabra: lucidez. La visión del corazón es la Lucidez encarnada y expresada en la vida diaria.

Un momento muy particular es vivido por este planeta, y esto ya fue hablado muchas, muchas veces. Y de esto ustedes tienen más que consciencia, tienen diariamente pruebas reales, porque de hecho se vive un momento inigualable, ya sea que ustedes tomen como medida el tiempo de su presente encarnación. O que ustedes tomen como medida el no tiempo universal.

Si, lo que se procesa aquí es de una extraordinaria belleza. Lo que se procesa aquí posee efectos imperceptibles, para la percepción sensorial, pero que están delante de la Visión del Corazón.

Hermanos y hermanas míos, yo lo impulso al reconocimiento de esta virtud. Hoy, esta virtud asume preponderancia, no sólo respecto a su vivencia interna, a la revolución de la conciencia y a la rectificación de su posición como percibidores.

Esta virtud, hermanos míos, está relacionada con la capacidad creadora, co-creadora de cada uno de nosotros. Esta visión del corazón, no se aplica solo a una percepción lúcida por detrás de la apariencia de entidades, por detrás de la apariencia de lo que creemos ser. Esta virtud se aplica hoy, y está disponible para cada uno de ustedes como herramienta para la concretización de su propósito, Aquí y Ahora.

Ahora, nosotros siempre hablamos con ustedes de una transición planetaria. Siempre les hablamos respeto de una transición, no solamente de era, de una transición de estado de conciencia, una transición del espectro de expresión de la potencia anímica. Hermanos, esto se refleja en ustedes es su posición, Aquí y Ahora. Esto se refleja en su posición delante de cada situación que viven, y ahora me refiero al cuadro ilimitado de su experiencia física.

En esta oportunidad me gustaría abrir un espacio entre nosotros, todas las almas aquí presentes, presentes aquí y más allá de este lugar, en que esta visión del corazón, esta virtud del Gran Espíritu sea comprendida, sea percibida como una herramienta práctica, una herramienta actuante para cada alma en encarnación.

Por detrás de la apariencia de este mundo, un nuevo mundo se revela, y cada corazón aspira a la Visión clara, a la experiencia directa de esta realidad que surge por detrás del velo aparente. Cada corazón clama y reclama su posición co-creadora en la manifestación de esta realidad.

Pero yo les digo: la acción que parte de esta clara visión, no es de hecho acción, es condicionamiento. No es acción recta, libre e incondicionada, es solo reacción. Cada uno de ustedes en sus vidas cotidianas, son confrontados en mil y una situaciones con diferentes personas, con diferentes momentos, en que hay necesidad de un posicionamiento y una respuesta, a aquello que se presenta. La historia de esta humanidad desde hace muchos milenios, hace muchos ciclos, se resume en una constante reacción a estímulos presentados, una reacción ciega, una reacción no iluminada por la visión sagrada del corazón.

¿Y cómo es posible manifestar lo nuevo, cuando la respuesta que se da a aquello que se presenta delante de sus puertas de percepción, es siempre la misma? ¿Cuándo la respuesta que se da, es siempre repetida? ¿Cuándo la respuesta que se da, parte siempre de la misma premisa que sustenta un mundo tal cual ustedes viven?.

Ustedes pueden reclamar, pueden señalar la sombra, la limitación y el sufrimiento, pero hermanos! ¿Qué esperan ustedes ver y vivir si sus razones parten de una premisa falsa? ¿Si sus razones parten de la premisa de que el sufrimiento, la sombra y la limitación son reales? ¿Y qué les permite transformar tal acción? ¿Diciendo mejor, qué les permite actuar divinamente aquí y ahora? ¿Qué permite disolver la premisa y en consecuencia disipar el condicionamiento de la reacción y permitirles estar aquí y ahora, como actuantes divinos, co-creadores de su realidad, Yo les digo esta es la clara Visión, esta es la visión lúcida.

Mientras su visión se encuentre presa de los fenómenos aparentes, mientras su visión permanezca presa, en la falsa premisa de la limitación, y del sufrimiento, ¿que podrá ser manifestado, que no sea eso? Caminen en dirección hacia el cristal en su interior, toquen el cristal y disipen el velo. Aquello con lo cual ustedes se alinean, aquello con lo cual ustedes resuenan, aquello hacia donde dirigen su atención es lo que determina lo que crean para ustedes. Y aquí no estoy hablando solamente de la cerca, del cerco limitado de su vivencia en cuanto a un cuerpo. Yo me refiero al papel sagrado de cada uno, co-creadores de la realidad planetaria.

¿Cuánto más va a esperarse para que desde algún punto, de algún lugar, por otras manos se manifieste aquello que es el arquetipo ardiente en vuestro pecho? ¿Cuánto tiempo más habrá que esperar para que la visión, que ya es clara en su interior, sea reflejada en la tela de la experiencia externa?

¿Qué es la clara visión? ¿Qué es esta visión sagrada? El mecanismo de la visión en este cuerpo, es siempre un mecanismo de exteriorización. Siempre se ve para afuera y lo que se ve siempre está afuera. Siempre hay una distancia entre ustedes y aquello que es visto.

La clara Visión, la visión como virtud del Gran Espíritu, es la visión de que no existe tal distancia. Todo lo que los sentidos experimentan se encuentra en ustedes, en cada uno de nosotros. E incluso el "nosotros" se disuelve o es absorbido en el Uno, en este mismo Gran Espíritu.

Asuman la clara Visión como la herramienta práctica para sus vidas. Al revés de continuar reaccionando al escenario del entorno, partiendo de esta premisa falsa de que aquello que de hecho no existe, es eterno, Actúen, vayan a partir de la visión sagrada de su corazón.

¿Hacia dónde su atención, se dirige? ¿Qué nota está siendo vibrada en los hilos de la resonancia? Afinen sus instrumentes hermanos, con el arquetipo ardiente. Afinen sus instrumentos, esta forma, su intelecto, su sentimiento, con el arquetipo ardiente, en su corazón.

La clara Visión, no es la visión de los ojos, la clara visión no es tampoco la percepción sutil, energética o cualquier otra cosa que quieran denominar. Cada uno de estos sentidos es sagrado y cumple su papel, pero la Visión, virtud del Gran Espíritu, es la única cosa que puede permitir, que estas herramientas no les transmitan impulsos engañosos, turbios, retorcidos.

El movimiento es muy simple, en vez de alinearse con eso que está afuera, alinéense con el arquetipo ardiente en su corazón. En vez de alinearse con el eje, el eje de las experiencias efímeras fragmentadas, el norte de la vida ilusoria, fragmentada, alinéense y oriéntense por el eje vertical de la Presencia aquí y ahora, de la presencia infinita e ilimitada. Esta es la clara visión. A partir de esta visión su mundo cambia. A partir de esta visión su acción es rectificada. A partir de esta visión, sagrada visión, la reacción es disuelta y substituida por la expresión recta de una acción pura y divina.

Esta virtud se encuentra en ustedes. Esta virtud es la Potencia en cada uno de ustedes. Potencia esperando el mejor momento para ser expresada, para ser activa. Las virtudes del Espíritu son sus herramientas para el cumplimiento de su papel de co-creador. Las virtudes del Espíritu son frecuencias, son corrientes, son rayos de vuestro ser original.

Asuman, asúmanse como seres divinos e ilimitados, abandonen la falsa premisa de la muerte, de la limitación y de la ignorancia. Esta es la sabiduría, esta es vuestra sabiduría. Esta es la visión que les permite expresar y experimentar esta sabiduría activamente en este mundo.

La acción es resultado, la acción es consecuencia. Y una importancia exagerada a la acción, sólo los conduce aun, porque la circunstancia de este planeta permite el consumo de energía, de quedar girando, girando y girando en el mismo círculo vicioso, en el mismo laberinto.

¿Y dónde está su atención? ¿A qué ustedes dan la primacía de su resonancia?

Saludos!

Participantes: Saludos!
Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.
Mensage canalizado por Selén - http://www.escolaluzviva.com.br/

Traduccion: H. N.

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