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Hijos e hijas, encarnaciones de mi principio sobre esta Tierra, ustedes son las puertas a través de las cuales esta Paz infinita, esta Presencia ilimitada, esta alegría y este gozo vienen a tocar la ilusión de este mundo, haciendo desmoronarse la estructura efímera que aun se sostiene frente a sus sentidos.
Es verdad que el proceso de este planeta en sus múltiples facetas, en sus múltiples aspectos es acompañado por diferentes equipos, por diferentes impulsos, por diferentes directivas de la consciencia Universal. Pero ninguna de estas acciones desvaloriza o desmerece vuestro papel sagrado y el cumplimento sagrado de su propósito en esta encarnación.
La vida es una sola, la forma es una sola. A pesar de lo que los sentidos groseros puedan mostrarles, la unidad es la única realidad por detrás de todas las apariencias. La substancia es indivisible, la substancia no es fragmentable y, sin embargo, la substancia Luz viva, Fuego vivo, se refleja, se expresa, se expande en si misma de innumerables e incontables formas y modos.
Reconozcan, hijos e hijas, la diversidad en la unidad. Reconozcan que la danza aparente, fenoménica es transitoria, frágil, pasajera. Reconozcan, al mismo tiempo, la esencia intocable, inmutable que anima a esta danza. El principio de la vida, el principio de resonancia, el principio de Amor, el principio de la voluntad ígnea.
Trasciendan la dicotomía espíritu y materia, trasciendan en su íntimo la dicotomía de un mundo exterior e interior. Trasciendan todas las visiones, pero trasciéndanlas por un acto vivo, por un acto lúcido y consciente. Trasciendan por la espontaneidad del corazón flameante que se desdobla, que se devela en su interior y a través de su radiación, engloba la radiación de este planeta, sellando la unidad de cada partícula, sellando el campo unificado de la consciencia Universal en este Reino, en este nivel de expresión material.
Bien amados, ustedes se encuentran en el umbral de una realidad completamente nueva. Al mismo tiempo que atraviesan este umbral, éste les da señales, les da una certeza interna que no puede ser cuestionada por lo nuevo que se instala, el paso de este umbral también viene a revelar la fragilidad de todas las construcciones, viene a revelar de qué, este mundo está constituido.
La travesía de este umbral puede ser demasiado desestabilizador si su atención continúa vuelta hacia el escenario efímero, hacia el escenario ilusorio y cambiante de las interacciones superficiales de los elementos. Querer que estas relaciones se apliquen a un ámbito colectivo, querer que estas interacciones se apliquen a sus relaciones cotidianas en su círculo más limitado.
Es preciso, amados, instalarse en la visión clara, en la clara visión del Corazón Sagrado. Es preciso hacer una elección, que de hecho no es una elección, si no un posicionamiento. Un impulso que se transmite a la materia que ustedes animan, por la Paz, por la disolución y trascendencia del conflicto, de la contienda.
Solo el reconocimiento de la esencia amorosa, es capaz de transmutar y reabsorber todas estas formas de energía, todas estas formas de expresión distorsionadas, construidas bajo un pilar falso, el de la separación.
Mi voz resuena en sus corazones como una invocación por la Paz. Mi voz retumba en sus corazones como un llamado a la trascendencia de lo efímero. Mi presencia en vuestra presencia los invita amorosamente: es hora de soltar las armas, olviden el sueño ilusorio de la perfección de este mundo tal cual es.
Amados, la sacralización de este planeta pasa por la disolución de las bases equivocadas sobre las cuales este mundo fue construido. Y no se avanza, hijos e hijas, desperdiciando energía en la tentativa de modificar el mundo superficial, si no son abordadas las bases que sustentan este mundo superficial.
Los invito a abrir su visión a otras posibilidades de actuación y de acción en este mundo, porque su cuerpo se encuentra manifestado aquí, su presencia irradia aquí, es de su mente el intento, y el propósito de cumplir con su parte en la danza que se lleva a cabo.
Abran su corazón, abran su mente a la infinitud de posibilidades que coexisten con ésta: una acción distorsionada basada en el sentido de separación.
Amados, mi voz clama en sus corazones por el reconocimiento de la Paz y de la resonancia que nos une en esencia, y en forma también. De irradiación a irradiación unidas en una telaraña, en una misma malla cristalina, planetaria, solar, galáctica, cósmica. De horizonte a horizonte, el Fuego de nuestro corazón Uno, se expande entonando para todo el Cosmos el canto de la sacralización, el canto de la liberación, el canto de la reversión de este mundo.
Láncense al campo, láncense a la cosecha, pues el suelo es fértil. Por más que la apariencia de este mundo parezca aterradora, por más que esta realidad parezca más distante que nunca del verdadero arquetipo de este planeta, yo les aseguro, nunca este planeta ha estado tan cerca, en este gran ciclo de ignorancia, de su arquetipo original.
El suelo es fértil para la manifestación de esta malla cristalina planetaria. El suelo es fértil, pues la materia cada día se torna más sensible, respondiendo más a la expresión de la fraternidad planetaria. Cada día esta materia se torna más sensible, hijos e hijas, y eso se expresa tanto por la violencia de como los procesos vividos están siendo manifestados en la masa colectiva, como también por la extrema fluidez y profundidad de sus contactos, de sus momentos de Silencio y alineamiento.
Pero es preciso, amados, que retiren gradualmente o de una sola vez su atención en los vórtices de las fuerzas ciegas, de estos mecanismos cristalizados, de esta matriz falsificada y conduzcan su atención para la instalación, la reactivación, el despertar completo de la matriz Divina cristalina y Una.
Es hora de dar un paso más allá de las pequeñas amarras que aun los mantiene en estos vórtices de contienda, conflicto y disensión. Ustedes son capaces de este paso y el Fuego de mi presencia en su presencia instalada los impulsa hacia esto.
Los amo com Amor infinito. De mi corazón a vuestro corazón, un cristal, una flor y un canto son instalados. Hagan resonar el canto de la unidad, primero desde el punto más profundo en su interior, permitiendo que fluidamente y espontáneamente este canto se revele curando la idea de separación, del sentimiento de separación y de la acción también.
Permitiendo la expresión y una acción recta en completa sintonía con su palpitar interior. Pues, hijos, yo no les pido la obediencia a un mandamiento externo, no les pido obediencia ciega a un código de leyes o reglas. Yo los invito a la autonomía, los invito a la experiencia de la existencia libre e incondicionada, los invito a que den oídos al llamado de su "yo" más interno, de su realidad luminosa.
Únanse a mí en Silencio y en canto. Únanse a mí en la fusión del Agua y del Fuego.
Únanse a mí en el re-despertar del espíritu planetario de esta Tierra. Bendecidos son, bendiciones del mundo! Mi Amor los envuelve y mi Paz los fortalece, y mi poder creador es su poder creador, y los rehabilita para la manifestación de un Planeta Sagrado.
Esta es su realidad. Esta es la realidad de hoy. Bendiciones y paz. Aní Maritumi!
Participantes: Aní Maritumi!
Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.
Mensaje canalizado por Selén - http://www.escolaluzviva.com.br/
Traducción: H. N.
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