Mi nombre es HERMANO K. Hermanos y Hermanas encarnados, presentes aquí y en otra parte, instalemos-nos, en primer lugar, en estado de Paz propicio, permitiendo más allá de las palabras que voy a transmitirles, de vivir el impacto Vibratorio sobre la conciencia.
... Comunión del Don de la Gracia...
Las palabras que tengo que transmitirles, así como la Vibración y la conciencia que las llevan, van a tratar de hacerles tocar la misma esencia de lo que se produce cuando el Corazón habla. Esto se inscribe directamente en los mecanismos que corresponden a la activación de lo que es llamado el Corazón Ascensional, a través de la Merkabah.
No evocaré los procesos Vibratorios, ni de localización. Pero, más bien, voy a darles los elementos, que son esperados, en cuanto a las modificaciones visibles en el desarrollo de la conciencia, tanto del Yo como del Sí. El mecanismo de activación del Corazón Ascensional, relacionado al conjunto de los procesos que les fueron librados, estos últimos meses (y que tal vez vivieron, en su intensidad, en su carácter global, por experiencia, o en algunos momentos), va a realizarse, incluso antes de hablar de transición, de Ascensión o de Translación dimensional, de cambios, objetivos y concretos, de los mecanismos de funcionamiento de su conciencia.
Describir estos mecanismos, obtenidos por la puesta en marcha del Corazón Ascensional, permite también de situarlos en relación a estos mecanismos y para, eventualmente, ajustar su conciencia ordinaria en relación a lo que se produce cuando el Corazón Ascensional, y la Liberación, se efectúa, o se efectuó. En este momento, la conciencia que se expresa no es más la conciencia de la personalidad, incluso si la personalidad, por supuesto, todavía está presente, por el momento, allí donde están. Pero lo que se expresará, lo más a menudo, no será más el ego de la persona, ni la estructura egoica de base, sino el Corazón de la persona.
Cuando el Corazón habla, entonces las palabras no tienen más el mismo alcance. El Verbo creador permite, por el Aliento él-mismo, y por la Vibración de las palabras pronunciadas, de tener una eficiencia bien más allá de las zonas de comprensión del lenguaje, pero directamente sobre el aspecto Vibral. Es así, además, que numerosos interventores, en el seno de esta estructura, pudieron hacerles probar y vivir experiencias y estados profundamente diferentes de conciencia, más allá del sentido de las palabras. La Vibración llevada por las palabras (cuando el corazón Ascensional está en acción, cuando la Onda de Vida ha realizado su camino, del mismo modo, el Canal Marial) ha permitido los Encuentros con nuestras Dimensiones. Se ponen en marcha, entonces, un cierto número de procesos, dicho Energéticos o Vibratorios. Pero se pone, también y sobre todo, en marcha la modificación de la conciencia, fácilmente perceptible. Estas modificaciones de la conciencia van a hacer que el conjunto de los modos de comunicación, de los modos de intercambios y de relaciones, no van a ser más definidos en el marco de la estructura egoica de base sino, directamente, por el corazón. Y las consecuencias no serán observables de allí. Veamos pues, si ustedes lo quieren, cualesquiera que sean estas consecuencias.
Cuando el Corazón habla, la conciencia del ser del que el Corazón habla no puede, en ningún caso, cualesquiera que sean las situaciones, buscar cualquier ventaja, en cualquier nivel que sea, en relación a la expresión de lo que él es, la expresión de lo que pide, la expresión de lo que comparte. Los comportamientos espontáneos, ligados al Don, se manifiestan, yo diría, a espaldas de la conciencia egoica de base. La conciencia se encuentra entonces, a nivel de la persona, a dar y abrir, de manera mucho más espontánea, lo que, antes, sólo se podía dar en algunas acciones o Encuentros. La instalación de la Transparencia le da la capacidad, a aquel cuyo Corazón habla, de expresar palabras que no vienen, de pensamientos, ni de ideas, ni del mental, sino directamente lo que podría ser llamada la Voz del Corazón o la Voz Interior o del Niño Interior. Lo que se expresa, entonces (y de manera como dije, espontánea y autónoma), es cada vez menos en referencia a la experiencia personal o una cualquiera apropiación o demostración personal, de lo que sea.
Cuando el Corazón habla, las palabras se hacen más importantes, no en el sentido de las que son empleadas, pero más bien, en lo que es llevado, incluso por las palabras comunes. Bien más allá de su comprensión, el impacto es pues Vibratorio, y sobre la conciencia del individuo a quien la relación se dirige.
Cuando el Corazón habla, no hay ninguna ventaja personal que puede ser retirada, ni buscada.
Cuando el Corazón habla, no pueden existir ni implicaciones emocionales, ni implicaciones referenciadas en relación a su propio mental, es decir a una referencia del pasado. La acción, la palabra, la expresión, se hace, cada vez más a menudo, libre de toda contingencia, de toda regla social, de toda regla moral, para expresar la Unidad del Corazón. Toda noción de habladuría (en el sentido de intercambio estéril concerniendo a un Hermano o Hermana que está ausente) es eliminada automáticamente de la conciencia egoica de base. El sentido del servicio, el sentido de devoción, no es una obligación, sino se hace una necesidad imperiosa, directamente emitida por el Corazón, haciendo que el servicio del don de Sí se realiza de solo, sin intervención alguna de la voluntad o de voluntad de hacer bien.
Cuando el Corazón habla, las estructuras Vibrales del que habla se activan, dando las percepciones (sobreviniendo, de modo concomitante) de zonas de activación, precisas, de una de las Coronas, de una de las Puertas, al mismo tiempo que las palabras son pronunciadas.
Cuando el Corazón habla, no puede más ser tolerado, en el seno de la conciencia egoica de base, la menor distorsión de comunicación, ligada a la interpretación o en un sentido erróneo de lo que es transmitido o recibido.
Cuando el Corazón habla, aquel que se coloca, entonces, en la escucha, será impregnado, no por el sentido de las palabras, sino bien por la Vibración de las palabras, añadiendo a la Transparencia y a la incapacidad de modificar o de interpretar el sentido de las palabras pronunciadas.
Cuando el Corazón habla, comulgar a su propio Corazón, como comulgar con nuestras Presencias, se vuelve cada vez más fácil.
Cuando el corazón habla, no puede existir el menor rastro de seducción o de predación en las declaraciones tenidas, tanto en su sentido como en su Vibración.
Cuando el Corazón habla, ninguna palabra esta más ligada a un cualquier tiempo. Lo que quiere decir que las palabras y las frases pueden expresarse, y volverse a tomar una vez después, sin que el sentido sea alterado. El Corazón tiene por costumbre de hablar y de expresarse, a través de la conciencia egoica de base, a menudo por metáfora, por imagen que no pueden prestar confusión en cuanto al sentido de su interpretación. Las palabras pueden ser definidas como las más justas y las más adaptadas, no a la conciencia egoica de aquel cuyo Corazón habla, sino de aquel a quien son enviadas estas palabras. Hay pues un empleo del vocabulario que no viene de los conceptos del que habla, sino, más, bien del que recibe, con el fin de que la comprensión y el sentido de lo que es emitido, por la Vibración y el sentido de la palabra, no pueda ser alterado.
Cuando el Corazón habla, toda voluntad o todo supuesto que pretende acusar al otro, se borra totalmente. Hay una forma de reajuste de la palabra. Quien es expresado, es el Ser interior, y no cualquier crítica del Hermano o de la Hermana que está enfrente. Ejemplo muy simple: imaginen que están en la conciencia egoica de base, y que el Corazón habla, un Hermano o una Hermana, cualquiera que sea su lugar de su entorno, los hiere. Lo que van a sentir, y lo que van a expresar, no es: «me heriste» sino, simplemente: «lo que expresaste me hirió». Hay pues una despersonalización, en cierto modo, de la relación egoica de base. En este caso, el otro no es más concebido como un adversario, un competidor, o un ser distinto: no hablarán más de él, sino del efecto de sus palabras sobre ustedes. Y el efecto de sus palabras no representa lo que él es.
Esto no tiene que hacerse una regla, sino es una regla que se establece ella-misma cuando la conciencia del Corazón habla. En lo que llevan, actualmente, en lo que le es dado a vivir y a experimentar, la inteligencia de la Luz les dará siempre las circunstancias de vida para verificar, por ustedes mismos, de manera cada vez más instantánea y lógica, la diferencia entre el hecho que la personalidad expresa y lo hace que su Corazón habla (que les habla a ustedes o a cualquier otro interlocutor). Las palabras se hacen más raras porque son portadores de Vibraciones: siendo portadores de Vibraciones, el sentido es inmediato y no depende más, de ninguna manera, de un aspecto interjectivo o proyectivo.
Cuando el Corazón habla, los ojos hablan, al mismo tiempo, antes de la boca. Existirá entonces, cada vez más fácilmente y espontáneamente, una capacidad, no de leer los pensamientos, sino de leer la mirada del otra. Bien más allá de lo que va a ser dicho y mucho más justamente que lo que puede ser dicho por este otro.
Cuando el Corazón habla, lo hace con sabiduría. Todo lo que esta ligado a la reacción, al impulso (considerado como lógico en el corazón egoico de base) se hace ilógico cuando el Corazón se expresa. Cualquier vivido que sea, en cualquiera relación que sea, no puede existir más la posibilidad o la capacidad, para aquel de cuyo Corazón habla, de estar herido, de ser alcanzado o manipulado por cualquier expresión o intención, viniendo de lo que es llamado “el otro”. Esto, sin necesitar protegerse, sin necesitar prevenirse, sin necesitad interpretar lo que sea.
Cuando el Corazón habla, el sentimiento de plenitud, y de acuerdo total Interior, es omnipresente. En ningún momento, aquel cuyo Corazón habla no puede poner en tela de juicio sus palabras o el sentido de lo que es dicho, no respeto a él, sino respeto a la relación y al otro mismo.
Cuando el Corazón habla, será también posible de observar, desde la conciencia egoica de base, una modificación de la inflexión, de las entonaciones, del timbre, y de la intensidad de la voz.
Cuando el Corazón habla, no puede entonces existir incomprensión, porque incluso aquel que no comprende, de todos modos, registró, en él, la Vibración. Así lo era cuando Cristo hablaba: la metáfora, la parábola, tenían un sentido que era captado instantáneamente, independientemente hasta palabra pronunciada. El espíritu que es animado por el Corazón, incluso en parábola, y habla en Espíritu, y al Espíritu.
Aquel cuyo Corazón habla, no pasa pues más por el filtro de la conciencia egoica de base (la suya, pero también a la de su interlocutor), lo que explica que hay más capacidad a tocar el Corazón del otro cuando el Corazón de uno se expresa. El conjunto de estas observaciones, primero, les será localizable extremadamente fácil, segundo, puede darles también a escudriñar (sin juicio) lo que sale de ustedes, y lo que es emitido por ustedes, en el seno de toda relación y de toda interconexión, humana o con otros planos.
Cuando el Corazón habla, la Alegría crece. Cuando la conciencia egoica deja expresarse la personalidad, la Alegría se borra.
Cuando el Corazón habla, cuando la resonancia es justa y total, entonces, el sonido percibido en el seno del Antakarana aumenta. Mientras que, cuando la conciencia egoica de base se expresa, el sonido disminuye, se reduce. Estas modificaciones de los sentidos acostumbrados del hombre (ligadas a la puesta en marcha del Corazón Ascensional, así como los mecanismos que tuvieron relación, y que serán descritos, de manera más justa, por Sri AUROBINDO) se traducen, para ustedes, en modificaciones (fundamentales, globales y directas) de sus relaciones a lo que llaman entorno, en el sentido más amplio (humano, como espiritual).
Los elementos de la naturaleza les aparecerán como vivientes, no solamente como una visión poética, sino bien como la realidad, la posibilidad, de un intercambio Vibral entre estos elementos de la naturaleza y aquel cuyo Corazón habla. Observarán que, espontáneamente, podrá aparecer el sentimiento de hablar, de pronunciar algunas palabras, que esto sea hacia el Sol, hacia los vegetales, hacia los animales. En este momento, es el Corazón que habla: la conciencia egoica de base no tiene ninguna razón de hablar a los árboles o a los animales, si no es con sus animales domésticos.
Una nueva banda de percepciones y de intercambios se hace entonces posible. Los sentidos habituales (la vista, el tacto, el gusto, el olfato, y el oído) se completan por una sensibilidad eléctrica y magnética. Un aumento o un ensanche de la percepción consciente (así como de lo que es emitido por la palabra, por los comportamientos) se hará cada vez más evidente a percibir para aquel cuyo Corazón habla. Pero también para el otro, situado en la conciencia egoica de base, que no sabe que el Corazón puede hablar. Porque el impacto será mucho más rápido, mucho más inmediato, mucho más sensato, mucho más lógico, independientemente de toda voluntad.
El reconocimiento de lo que yo podría llamar la firma eléctrica y magnética de un ser humano, para aquel cuyo Corazón habla, se hará manifiesto por los efectos vibratorios, por los efectos sobre la conciencia, directamente, y no más por el filtro de los sentidos normales, sino muy directamente por los nuevos sentidos eléctricos y magnéticos, correspondientes a la modificación de la recepción de la Luz por las células, por los chakras, por la conciencia ella-misma.
Cuando el Corazón habla, comprobarán que, nunca, cuando el Corazón habla puede cansarse, ni cansar, que esto sea en sí, como en lo que es llamado al otro.
Cuando el Corazón habla, no puede existir la menor violencia, o el menor supuesto violento, en lo que es emitido. Las diferencias entre el momento en que el Corazón habla y los momentos en que la conciencia egoica (y pues la personalidad) se expresa, serán perfectamente diferenciadas y separadas. Las implicaciones sobre el cuerpo (por la Vibración, e incluso por el estado de forma y de humor) serán profundamente diferentes en los momentos en que su Corazón habla, y en los momentos en que su personalidad habla, dándoles, allí también, marcas más grandes para ajustarse, sin dificultad, con el fin de dejar el Corazón hablar.
Cuando el Corazón habla, por fin, no puede existir posibilidad de inducir al otro en un cualquier error. El reconocimiento de sus debilidades, el reconocimiento de la insuficiencia de la personalidad, o incluso de los medios de las expresiones de la conciencia del Corazón, no serán más escondidos detrás de coartadas, pretextos, o falsas-apariencias.
Cuando el Corazón habla, hay crecimiento de la Alegría interior.
Cuando el Corazón habla, el Éxtasis no está lejos para aquel cuyo Corazón vive el Corazón Ascensional. Asi que, a medida que los días y semanas fluyen, lograrán, cada vez más fácilmente, colocarse en el Corazón que habla, más que en la personalidad que se expresa. La expresión no será más simplemente un intercambio verbal, sino, más bien, una Comunión Vibratoria, más allá de las palabras pronunciadas, más allá de los supuestos, y más allá incluso de la relación humana habitual, cualquiera que sea. Hasta podrán comprobar (y sin desbordarse demasiado sobre mis prerrogativas) que será cada vez más fácil de comprobar intercambios y Comuniones que pasarán bien más allá de las palabras, instalando una comunicación de naturaleza Vibral que pudiendo incluso a veces de toda palabra. Así es el Corazón que habla.
Todo esto puede celebrarse en un tiempo muy corto, o un poco más largo, dependiendo, para cada uno de ustedes, la colocación del Corazón Ascensional. La comunicación se hará mucho más intensa cuando el Corazón habla, y cuando las palabras se callan (esto, en finalidad). Las formas, dichas primitivas, de telepatía comenzarán a aparecer. La percepción de su entorno (a través de lo que nuestro Comendador llamó tanto las Líneas de predación, como las líneas Sagradas empleadas por Séréti, o también la percepción de las fuerzas étericas en acción) se harán cada vez más evidentes, incluso antes de verlas, por la percepción directa de los intercambios, no energéticos, sino Vibrales.
El pensamiento, él-mismo, estará sometido a este Corazón que habla. No deben asombrarse si los mecanismos del pensamiento pueden cambiar del todo, de manera bastante abrupta. Por ejemplo: tenían una afición (cualquiera que sea esta afición) y, de la noche a la mañana, el Corazón que habló les hace olvidar esta afición. Esto esta ligado al Corazón que habla. Que esto sea en sus actividades, en sus comportamientos, en sus intercambios, en sus comunicaciones, en sus relaciones, en todos los sectores de sus vida: cuando el Corazón habla, entonces todo se celebra en otro espacio-tiempo, dándoles a vivir, frente a algunas situaciones, una noción de irrealidad. Frente a ciertas personas, frente a ciertos entornos, frente algunos contextos o lugares, comprobarán con cada vez más agudeza, el sentimiento de irrealidad o el sentimiento, real, de estar sobre una escena de teatro que no existe más, propiamente hablando.
Cuando el Corazón habla (y hablará, cada vez más), corresponde entonces a la instalación del Corazón Ascensional y a la mejor de las preparaciones del mecanismo de Ascensión. Todo lo que es resistencia en el Corazón que habla se expresará entonces por el inverso: un resentimiento, una fragilidad, el sentimiento de no estar más estabilizado, el sentimiento de perder la Vibración, el sentimiento de volver a fracasar o de recaer en lo que no es más un teatro sino algo penoso.
El conjunto de estos procesos, vividos y por vivir, los llevarán así a hacer sus elección, no a nivel mental, sino, directamente, a nivel de la conciencia y de la Vibración, ella-misma, correspondiendo a lo que están viviendo sobre este mundo. He aquí lo que se puede esperar en el momento de la instalación del Corazón Ascensional y lo que será observado, por la gran mayoría y viviendo esto. Respeto a estas palabras, muy simples y concerniendo a lo que les dije, si hay necesidad de aclaraciones suplementarias, les escucho.
Pregunta: ¿lo que acaba de decir esta en relación con la Transparencia?
No exclusivamente. Esto esta en relación directa con la Transparencia, la Humildad, la Sencillez, la voz de la Infancia, y Ki-Ris-Ti. La expresión del Hijo Ardiente del Sol. El Sol da su Luz, sin discriminar. El Hijo Ardiente del Sol también hace lo mismo.
Pregunta: ¿esto se pone en marcha cuándo la Onda de Vida alcanza el Corazón?
Esto se pone en marcha en el proceso de Liberación, que esto haya sido activado por la Onda de Vida. Que esto haya sido activado por el Supra-Mental, o por un contacto en el seno del Canal Marial, por una de las Estrellas, uno de los Arcángeles o uno de los Antiguos, el resultado es el mismo.
Pregunta: ¿la comunicación Interior se establece entonces bien antes que la del exterior?
Es el momento preciso, cuando el Corazón habla, donde hay realmente lo vivido, que el exterior y el Interior sólo son uno, y que toda realidad esta inscrita, ante todo, en su Corazón, antes de ser visible, de cualquier manera, al exterior. Lo que se produce en el mundo, se produce en ustedes. Lo que se produce en el otro, se produce en ustedes.
Pregunta: ¿esto vuelve a establecer una relación de Unidad?
Es una relación de Corazón a Corazón, que acompaña la Unidad, y que acompaña el Absoluto.
- No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Hermanos y encarnados, en este espacio, todos juntos, en nuestra Unidad y Unificados, quedemos unos instantes y dejemos pues al Corazón hablar, en el Silencio de nuestra Comunión.
... Comunión del Don de la Gracia …
Soy Hermano K, y les digo hasta pronto.
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