Las depuraciones están en lo sucesivo en manifestación sobre los planos físicos. La mayoría de vosotros no estáis preparados, porque os dejasteis engañar por tantos deseos insatisfechos. Vuestros deseos se expresan por tantas manifestaciones que os perdisteis. Así nació en vosotros la glotonería.
Ella es en ningún caso el placer de las carnes, sino más bien la auto-satisfacción permanente. Esto arrastra el rechazo total del amor del otro, de amar más que sí mismo y sobre todo, las ganas de servir. ¿Por qué? ¿Por qué servir al otro, al que no conozco? Porque es el único auténtico enfoque y que llamamos AMOR.
¿Qué conocéis realmente del Amor? ¿Ya tuvisteis ganas de amar sin esperar nada a cambio? ¿Quiero decir, sin esperar nada? ¿Ya disteis, pero realmente disteis, una parte vuestra? ¿Algo al cuál apreciabais realmente?
¿Ya pensasteis en la alegría de compartir, de intercambiar, de amar solo una flor, un lago, o incluso el soplo? ¿Qué hay de estos aspectos que la Vida os da y que nunca pensáis en agradecer? Por demasiada abundancia, demasiados mimos, os volvisteis niños caprichosos.
Vamos pues a remediarlo desposeyéndoos de todo lo que gustáis en lugar de amar, de todo lo que pedis a poseer todavía y todavía con el fin de saciar vuestra glotonería de posesión, de siempre más y de siempre menos Amor.
¡Oh, no penseis que se trata de un castigo! No, nada de eso. En ningún caso sois castigados, ni privados, ni regañados. Estáis simplemente a la altura misma de vuestro no amor. Es esto que veis frente a vosotros: vuestro espejo.
Reflexionad, queridos hermanos, este momento es oportuno. Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario