Seguidores

Seguir

miércoles, 20 de agosto de 2014

Philippe de Lyon. Selén Om. 16.08.14. Con audio. ¡Compartir!!!



Audio

Que la flor de la paz del Cristo Interno se abra en los corazones de todos los seres del Planeta. Yo soy Philippe de Lyon, Melchizedek del Elemento Tierra, actuando en mi estructura de consciencia llamada por vosotros como el Círculo de los Ancianos. En medio de la estructura de consciencias, arquetipo perfecto del Reino Humano de este Planeta en unificación, fusión de Corazón a Corazón, más allá de todas las apariencias, yo os saludo.

Mis hermanos y mis hermanas, la Paz de Cristo nos consume. La Paz de Cristo nos consume en un Fuego Vigoroso. Cuando despertamos al Amor Divino, cuando despertamos a la esencia más interna, esta esencia que trasciende todo entendimiento, esencia que puede recibir cualquier nombre, y aún así permanecer intocada, pura, y cuando somos lanzados a la hoguera de la Paz de Cristo – Cristo, Dios, Buda, Fuego, Vida, Amor, Luz o Naturaleza, son solamente palabras que luego, luego se disipan cuando despertamos en este Amor Divino y cuando somos lanzados a la Hoguera de la Paz. Porque al ser lanzados en esta hoguera, la apariencia se desvanece. Cuando somos lanzados en esta hoguera que arde sin quemar, los nombres, las formas, las diferencias, las distinciones se disipan, son consumidas por el Fuego de este mismo Amor. Amor que no encuentra paralelo en nada con lo que experimentamos en un cuerpo distorsionado y desviado de su Arquetipo Primero. Amor, que, sin embargo, rectifica y conduce cada partícula del mismo cuerpo a resonar con el Arquetipo Primero.

Mi Presencia entre vosotros y en vosotros viene a recordaros la verdadera devoción, viene a recordaros el verdadero sentido de entrega y de devoción al Amor Divino, viene a recordaros que no importan los nombres, las formas y las apariencias, hoy es el momento de que nos unamos en esta esencia común.

La verdadera Humildad es la ciencia de las cosas tal cual son. Esto, el Retiro Intraterreno de Lis os lo recordó con mucho amor, con mucha puntualidad, con mucha claridad. Es necesario que no permitáis que tal impulso se pierda en el olvido de vuestras memorias diáfanas. Es necesario que vosotros revistáis este recinto interno y recordéis el verdadero sentido de la Humildad.

Pues el verdadero sentido de la Humildad es la ciencia de las cosas tal como son más allá de la apariencia. Y más allá de la apariencia todos nos encontramos sin distinciones, sin distancia, en el mismo Fuego de la Paz.

Este Fuego, a pesar de la imagen que esta palabra pueda despertar en sus cerebros, no es el fuego de fricción, no es este fuego rojo, que quema violenta o suavemente.

Este Fuego da paz y electricidad sublimada, transmutadora. Este Fuego da paz es Fuego que sana. Es Fuego que atrae, es Fuego que calma y silencia la tormenta. Yo os recuerdo, amigos, el Fuego de la Paz no se encuentra distante jamás, el Fuego de la Paz es uno con la Llama Eterna que somos, el Fuego de la Paz, es a la vez radiación espontánea e inherente de la Chispa Eterna que somos.

Yo os convido al reconocimiento común, hoy, más allá de toda distinción y de toda distancia también. Reconoceros en mí como yo me reconozco en vosotros. Y por Amor, por Amor, reconoceros los unos a los otros como esencia común también.

Que las palabras, los conceptos y las formas externas no sean más motivo para que en vuestra experiencia exterior experimentéis conflicto o disidencia. Que las palabras, conceptos y formas distintas con las que cada uno os reconectáis en esta esencia común no sirvan más de disculpa, para que el conflicto se establezca en vuestra apariencia aparente.

La ciencia de la verdadera Humildad os da una clave para la transmutación de su experiencia aparente. Yo os recuerdo, mis amigos, es momento, ahora, en este instante, de asumir responsabilidad por la transmutación del mundo. No como un peso, no como un deber, pero simplemente porque cuando os recogéis en el recinto interno de vuestros corazones, no exista otra opción lógica, no exista otra línea de acción que pueda ser más placentera, que pueda ser más atractiva.

Porque, ¿qué otra razón tiene la vida sino la del servicio amoroso? ¿Qué otra razón existe para que los soles se apaguen y surjan en este océano ilimitado de la vida sino para servir? Seamos, por lo tanto, a cada día pilares de la creación. Seamos, por lo tanto, a cada día cálices en donde el Fuego-Cristo pueda verter y derramarse para beneficio de todos los seres.

No es el beneficio puramente externo y pasajero que luego se disipará en la memoria diáfana, pero aquél que beneficia y se perpetúa en nuestro Sagrado. Aquél beneficio que trasciende la distancia y que nuestros ojos nos muestran entre lo que hoy vivimos y lo que anhelamos mañana. Este Fuego-Cristo se vierte en el cáliz que somos y se derrama en beneficio de todos los seres, transcendiendo, transportándonos de una apariencia que ya se desvanece, en una mañana que ya llegó.

Si vuestros ojos no os muestran la realidad de este mañana que ya se encuentra aquí, yo os pido fe. Si vosotros no podéis encontrar aún en donde reside esta fe, yo os convido, a abrir vuestro corazón en amoroso acogimiento de aquello que se encuentra a vuestro lado y lo veréis con ojos brillantes como diamantes eternos, el otro mundo, el mañana que ya llegó.

No se contenten solamente con desear una nueva realidad, lanzaros aquí y ahora a la manifestación de esta nueva realidad, aquí mismo, con pequeños gestos, actos, palabras y, más que todo, con silencio, porque el silencio es sanador, el silencio es, siempre fue, el único espacio en dónde la primera chispa, la primera sanación sucedió.

Yo os convido a un momento de silencio para que podamos comulgar en esta Paz que nos es común. Y para que podamos adentrarnos en este Fuego-Cristo, este Fuego de la Paz de Cristo que viene a consumir todo aquello que distorsiona esta Paz.

Comunión con el Fuego de la Paz…




Yo Soy Philippe de Lyon en la Paz de Cristo, yo os bendigo y acojo humildemente vuestra bendición, de Corazón a Corazón.

Selén Om
http://www.escolaluzviva.com.br/


Traducción: Lucía Montaño Ferrer
http://yosoylucialaluzdelmundo.blogspot.com/2014/08/philippe-de-lyon-en-el-fuego-de-la-paz.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario