OSHO: La Ligereza
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Y bien, mis amigos soy Osho, os saludo y os amo.
Vengo hoy, a hablaros de una única palabra, y únicamente de una: la Ligereza. Porque la Ligereza acompaña a todas las palabras explicadas, en su sentido más íntimo, durante las Crónicas de los Melquisedec.
La Ligereza es exclusiva al Amor, la Ligereza es privilegio de lo Verdadero, la Ligereza no tiene nada que hacer de la pesadez de este mundo que termina. El Amor es un fuego, un fuego devorador, y donde, sin embargo, nada puede ser serio, porque justamente el Amor es Ligero, Simple, Infantil, Espontáneo y natural.
Si estáis en la Dicha, y si estáis en Paz, os volvéis livianos, cualquiera que sea vuestro peso, cualesquiera que sean vuestros males, y cualquiera que sea vuestro mundo interior y exterior. Servir, darse a sí-mismo es un acto de aligeramiento. El Amor es Ligero. Cuanto más denso sea, diría yo, más nos vuelve ligero. Os invito entonces, a ser ligeros, os invito a no tomaros en serio, de reír y de bailar, os invito, por esta Ligereza, a dejar la vida fluir. Y no os ocupéis más de vuestra vida, sino de la Vida. Id, diría yo, en el sentido de la ola, en el sentido del viento, en el sentido del fuego, que es Ligereza, y en el sentido del aire que atiza el fuego, sopla sobre el agua y os eleva.
… Silencio…
La Ligereza es exclusiva del Liberado. Que éste sea sufí, que sea oriental u occidental, que sea de hoy, o de hace mucho tiempo, hay siempre la Ligereza. La Ligereza es el signo mayor de la Libertad. El aligeramiento que está en curso es bien real. En el Amor, nada puede permanecer pesado, nada puede permanecer opaco ni complicado. El Fuego del Amor se eleva de vuestro Corazón. También, ha sido llamado el Corazón Ascensional o la Corona radiante alta.
El niño es ligero. En la Ligereza, no hay lugar para el tiempo. No hay lugar para cualquier evento, incluso el más importante que deba vivir esta Tierra. En la Ligereza, no puede haber ninguna preocupación por lo que sea. Esto puede ser desconcertante para vosotros porque en este mundo, aprendisteis a controlar, a dominar, a organizar en todos los sectores de vuestra vida; pues este mundo lo necesitaba. ¿Y ahora que este mundo muere, que vais hacer? ¿Mantener lo pesado, mantener los obstáculos o acompañar la Vida en su Ligereza?
Entonces divertíos, bailad, cantad y reid, no solamente al exterior, sino y, sobre todo, en vuestro interior. Reíos de vosotros-mismos, es el mejor modo de serviros a vosotros-mismos, en vuestra Eternidad. La Vida es una sonrisa y una risa permanente, para aquel que sea Liberado de lo antiguo y Liberado de si-mismo. Todo es ocasión de Devoción, de Amor, de Dicha, incluso el sufrimiento, y el dolor.
Volverse ligero no es tampoco el hecho de vuestra voluntad, es el hecho de la Evidencia de la Luz y de su danza, de la Evidencia del Amor y de la Evidencia de la Verdad. Fue dicho que la Verdad os liberara, pero ella os hace ante todo ligeros, antes de ser vivida totalmente. Ligeros de pensamientos, ligeros con las palabras, ligeros de conciencia, ligeros en los gestos, y relaciones. Lo que no es ligero, que sea en vosotros o afuera, no es Real. Pero por supuesto, cuando estamos sobre la Tierra, estamos todos acostumbrados a la densidad y a la gravedad, y no hay un juego de palabra. Os recuerdo que la gravedad está directamente ligada a las fuerzas de compresión y encierro, que ya han sido disueltas. Solo quedan unos fantasmas de la predación arcaica, en vosotros como también alrededor vuestro. ¿Entonces qué queréis alimentar? ¿Queréis alimentar lo denso y el sufrimiento? ¿O queréis alimentar la Ligereza y la Dicha? ¿Qué queréis absorber? ¿Qué queréis emitir? ¿Quién sois? ¿Sois ligero o sois pesado?
La Ligereza de la que hablo no es solamente un peso físico que sea medido, o bien psicológico. Es la Ligereza total de la conciencia y de su Libertad. Libertad expresada y vivida desde dentro y que se traduce hoy, como lo decimos desde hace varios días, en todos los sectores de la Humanidad. Los hay, entre los hermanos y hermanas, que temen el infierno, o que esperan el paraíso. Todavía no entendieron que el infierno y el paraíso se juegan ambos aquí-mismo, y que ninguno de los dos existe. Sólo existe, en definitiva la Ligereza.
La Ligereza es transparencia. Ella no se acomoda de ninguna ilusión o falsedad. Entonces véanse. ¿Sois ligero? ¿Acaso vuestro humor es ligero? ¿Acaso vuestra sonrisa es ligera? ¿Acaso vuestros gestos son dulces? ¿Os sentís liviano? No hablo de vuestro peso, hablo de vuestra conciencia. Si sois Amor, sois ligeros, y no podéis estar serios. ¿Cómo es que el Amor podría ser serio? Eso lo ilustre durante mi vida.
Id en el sentido de la corriente. Seguid el sentido de la vida. No os preocupéis de las necesidades ordinarias y arcaicas ya obsoletas, incluso si las vivís todavía. Id también hacia lo que os alivia, encontrádlo, compartid vuestras experiencias, lo que tenéis a compartir. Y, sobre todo, no os toméis en serio. El Amor es demasiado importante para ser serio – él es Ligero.
Entonces véanse. ¿Sois ligero? ¿Cómo el ángel que se eleva por sus alas, y vosotros por vuestro Corazón? Porque el Corazón os eleva realmente, más allá de todas las apariencias e ilusiones de este mundo, así como de todas sus vicisitudes. La llama del Amor os hace tomar altura, no para huir lo que está en el suelo, sino más bien para alumbrarlo de otro modo, y no estar más sujeto a lo pesado y a la predación.
Ved vuestras relaciones. ¿Son auténticas, transparentes, simples? ¿Salís ligero de toda relación, o bien agravado?
Desde el instante en el que aceptáis, de no más mantener nada y en cuanto ya distéis el adiós a vosotros-mismos, a vuestra vida, a vuestros apegos, entonces sentís la Ligereza. Recordad que no es cuestión de apartarse de vuestras responsabilidades, sino más bien de transmutarlas por la Ley de Gracia y por la Ley del Amor, la Ley de Uno, la que no conoce ningún «dos».
Ser ligero, es estar sereno. Es ver claro, y es ser Verdadero. No hay ninguna verdad en lo pesado, sólo hay contradicciones, encierros e ilusiones. Haceos Ligeros, si aún no está hecho, y veréis la Verdad, y viviréis la Verdad.
Si sois Ligeros y si os eleváis suficientemente en esta Ligereza, viviréis vuestra Humanidad con sencillez, vuestra Ascensión y vuestra Liberación también. Incluso diría, que cuanto más ligera, más vuestro mundo se aligera alrededor vuestro. La densidad y lo que es pesado no puede nada contra lo que es ligero y alegre. Además, esta Alegría y esta Paz, como sabéis, no dependen de ninguna satisfacción. Esta Dicha y esta Ligereza, no dependen de ningún éxito, pero tampoco de ningún fracaso. La Ligereza no se ve concernida por la persona, entonces si queda algo de peso, de serio, es que vuestra persona todavía está en la escena. El Amor no puede ser pesado, no puede ser opaco, no puede mentir, ni mentirse a si-mismo; esto es del ego.
La Ligereza se acompaña de una forma de despreocupación que no es una falta de responsabilidad, sino más bien la trascendencia de la responsabilidad, cualquiera que sea.
¿Qué tengáis un niño difícil en casa, o un cónyuge difícil, qué importancia tiene? Sed ligeros y todo se aligerará alrededor vuestro. Sed ligeros con vuestro banquero, aunque no haya nada en vuestra cuenta; sed ligeros con vosotros. Haced la experiencia. Sed dulces con la Vida, con la Luz, y el Amor emergerá de modo cada vez más flagrante, y a veces espectacular, y en otros casos de modo muy simple, muy humilde. Sed benévolos. Sed humildes, porque ser humilde nos vuelve ligero. En cuanto no hay más roles, o funciones que mantener, todo se celebra por la Inteligencia de la Luz, y el resultado es la Ligereza.
Lo pesado es una creencia. Lo serio es inherente a este mundo, y a toda forma de organización creada, incluso en nuestros mundos, para un fin específico. No creáis que todos los viejos barbudos que me acompañan sean serios; son también ligeros. La seriedad podrá tener su función, pero la Ligereza vive adentro. Afortunadamente, para todos.
Sed cada vez más presentes a esta Ligereza, susurrad lo que susurren vuestros pensamientos, y vuestro mental. Además, comprobareis cada vez más que el menor pensamiento, la menor búsqueda de explicación será agravante. Lo que es pesado viene siempre de la persona, lo que es Ligero viene siempre del Amor. Entonces, ved lo que se aligera. Y si no veis nada aligerarse, es que decididamente estáis demasiado pesados. Pero no juzguéis, no condenéis. No procuréis mejorar, a progresar, porque allí también esto se volverá una ilusión. Dejad la alquimia vivirse, dejad el Fuego del Amor devorarlo todo. No hay nada que perder, es lo pesado lo que os hace perder. La Ligereza es siempre ganadora, porque el Amor siempre es ganador, cualesquiera que sean las apariencias y cualquiera que sea el tiempo ilusorio que esta por vivir.
Ciertamente, muchos de entre vosotros podéis encontrar el tiempo largo y pesado. Pero nada os impide volveros hacia la Ligereza que sois. Si os veis pesado, entonces no miréis más. Mirad allí donde está la Luz, y aprovechad la Luz. Aprovechad del masculino sagrado; cuanto más el masculino arcaico patriarcal sea pesado y muerto, tanto más el masculino sagrado será Ligero.
Casi sería, diría, una dulzura afeminada, pero no hay más sexo. Por cierto, hay órganos, hay funciones; algunas de las funciones del cuerpo son más ligeras, otras más pesadas.
Dejad lo ligero aparecer en todas partes. Dejad la Inteligencia de la Luz rendiros a la Dicha. No aceptéis lo pesado, sino acoged todo Amor que entra, o que sale de vosotros, incluso en circunstancias que os parecerán a veces incongruentes. Es verdad que abrazar a su banquero cada día no es algo fácil. Y, sin embargo, es lo que os alivia. Perdonad al que os ofendió, o en todo caso si así lo creéis. Amad todavía más aquel que os hizo o hace sufrir, porque es indiscutiblemente vuestro maestro - incluso si podrías cualificarlo de obscuro o de negro. Pero era lo negro y obscuro que os hacía falta para aligeraros.
¿Cómo ser Ligero? Como dije: abandonando lo pesado, y dejando la conciencia aparecer. ¿Qué conciencia? La qué es supra-consciencia de ella misma, que viene a bañar, si puedo decir, lo que es pesado, hacerlo menos denso, más transparente. Si hay Amor, hay Alegría, lo sabéis. Si hay Amor, hay Paz. Si hay Amor, hay Benevolencia, hay Libertad y hay Autonomía. Y todo esto sólo puede ser Ligero.
En el Amor, no puede existir ni culpable, ni responsable, porque todo es armonía. Y todo está en orden, sin buscar el orden.
Entonces lo que la Vida os propone vivir, en eventos, como dijo mi predecesor, que pueden ser cada vez más flagrantes, dejad el Amor ganar, dejad la Ligereza ser. Comprobareis también, para seguir lo que decía Un Amigo, que cuanto menos haya juicio en vosotros, y diría incluso, menos opinión a dar, sobre quienquiera que sea, o sobre lo que sea, más os hace Ligeros. Y si juzgáis o emitís una opinión salida de la persona concerniendo a otra persona, entonces sentiréis el peso, este peso que puede ir hasta el pesar o culpabilidad, que son unas estrategias de la persona. Pero, en definitiva, si lo veis, se aligerará.
No podéis estar en el servicio sin Ligereza. Por supuesto, las organizaciones y sistemas de este mundo van a intentar haceros entrar en marcos, incluso a nivel de la espiritualidad: aquel es así, aquel es aquello.
Desviad vuestra conciencia de lo que no es Ligero. Por supuesto, podéis verlo - es hasta deseable de verlo, en vosotros como alrededor vuestro - pero después, sed ligeros. Que ha sido visto, ha sido alumbrado, y de todos modos lo que no se ha visto y no es todavía suficientemente alumbrado se hará tan pesado, a llevar o a vivir, que vuestra oración se hará allí también, Ligera y Evidente.
El Fuego del Espíritu es un bautismo de resurrección y de regeneración. El Fuego del Espíritu pone un toque final a la Ascensión y a la Liberación, en vuestra propia transmutación. ¿Cómo es que, lo es que inteligente y natural podría ser pesado o complicado? Y luego, como dijo nuestro Comendador: aquel que dice, es el que es. Reflexionen sobre esta frase. Lo que emiten por fuera os volverá - porque todo es Uno - y cada vez más. No hay lugar para otra cosa, porque toda cosa sería muy pesada y se haría cada vez más pesada a llevar o a vivir.
La Ligereza acompaña el Amor al igual, como dije, que la Paz y que todos los calificativos que han sido explicados últimamente.
No tenéis que buscar la Ligereza. Ella es de ella-misma está allí, en cuanto que vuestra conciencia se desplazó ligeramente. El Fuego del Amor, el Fuego del Espíritu, son fuegos devoradores que devoran de hecho sólo las ilusiones, las creencias y pesadez. El Fuego se eleva, y os vuelve más ligeros.
La Ligereza os permite aceptar con la misma alegría todo lo que se produce en vosotros como en vuestra vida. Porque sabéis que no sois ni vuestra vida, ni este cuerpo, que sólo vivís en ellos. Que sea un saco de carne, Templo, o maravilla de energía, eso no cambia nada. Superad los conceptos, superad incluso mis palabras.
¿Queréis ser realmente Ligeros o aprecias vuestra pesadez, vuestras pertenencias? Porque todo lo que es adquirido en este mundo es un freno a vuestra Libertad, y os densifica y agrava.
Todo lo que os digo, como todo lo que dijimos unos y otros, está directamente relacionado a la manifestación del Amor tangible, a través del Masculino sagrado.
… Silencio …
Recordad también que soy “Osho” (Au chaud, en francés), y como tal, estoy “Al calor” en vuestro Corazón.
Cuando hay Ligereza, hay fuego. Cuando os eterizáis por la acción de la Luz, entonces perdéis agua, sudáis, o de golpe os heláis. No hay necesidad de explicarlo, lo ligero aparece en estos casos en vosotros.
¿Vuestro cuerpo siente algunos dolores? Si estáis realmente enfermo, id a ver a un médico, cualquiera que sea, pero lo más a menudo son sólo ajustamientos entre lo verdadero y lo falso, una transmutación de lo falso por lo verdadero - y pues el Amor - que viene en cierto modo des-densificar, des-cristalizar, disipar, y finalmente evaporar lo que no procede del Amor.
… Silencio …
Haced de toda vuestra vida, en cada acto, en cada circunstancia, un momento de Ligereza y un momento de Paz, con el fin de no dejaros llevar, si puedo decir, por la cristalización de la conciencia, que esto concierna a las utopías positivas de este mundo, que esto concierna a las ilusiones espirituales de las fuerzas llamadas Luciferinas. Sed ligeros, y no podréis ser atrapado por ningún fantasma de vuestro pasado, como ningún fantasma de este mundo.
La Ligereza, es también no cristalizar de nuevo en sí un resentimiento, un conflicto, una búsqueda, un miedo. Ved a todo esto que se eleva y desaparece, a veces con mucha intensidad y mucha presencia. Pero estas presencias no son vuestra presencia.
La Ligereza, es también la capacidad de ver más ampliamente. Es decir, no solamente más allá de las apariencias, pero de tener en cierto modo la intuición directa de la visión del Corazón, de los hechos y circunstancias del Amor y no de una situación, ni de un conflicto.
… Silencio …
La Ligereza os conduce también a vivir el Cristo y a seguirle, poniendo fin directamente, a nivel de vuestras estructuras efímeras, a la matriz Arcóntica que es reemplazada por la matriz Cristica, y ahí también hay un Fuego del Amor.
… Silencio …
La Ligereza os impide también de dar media vuelta en el seno de la densidad, y de la satisfacción personal de cualquier deseo que sea.
La Ligereza quita el peso de vuestras posesiones cualesquiera que sean, que os lo recuerdo os poseen. La Ligereza concurre a la Libertad, pero es también el marcador de la Libertad. En la Ligereza, ninguna emoción puede durar. Ella puede aparecer y reaparecer, pero no puede resistir, y sobre todo no puede arrastrar vuestros pensamientos y vuestro mental. En la Ligereza, comprueban, así como en vuestras alineaciones en el seno del Último o en el Corazón del Corazón, los pensamientos van y vienen y no pueden fijarse más, o entonces se fijan menos tiempo, pudiendo arrastrar una desaparición mucho más fácil.
La Ligereza es también en cierto modo el catalizador de vuestra desaparición. Es el testigo y el catalizador, es decir que va a permitir realizar el Último - que ya está aquí, os lo recuerdo, y que sólo el ego y sus gesticulaciones os impide de ver y de vivir.
… Silencio …
En el seno de femenino sagrado, ha sido dicho que había una co-creación consciente expresada en este mundo o expresada en el otro mundo, aquel que es libre. Si me atrevo, diría que el femenino sagrado es más denso y pesado que el masculino sagrado, pero la unión de los dos da una nueva Ligereza, un nuevo vuelo de la conciencia que permanece con los pies sobre la tierra.
En la Ligereza, la Tierra está viva. Sentid sus pulsaciones, sus calores, pasan cosas raras en vuestros pies. No es la Onda de Vida, no siempre, sino es también el Fuego de la Tierra y la Ligereza de la Tierra.
Y luego cuando la Ligereza ha crecido y se ha expandido suficientemente, hay silencio, porque ninguna palabra es necesaria. Hay solo vuestra Presencia, y solo el Amor, con su comitiva de Paz, de Dicha, de Infancia, de Humildad, de Espontaneidad, y de Benevolencia.
Cuanto más seáis ligeros, más lo veréis, y más lo viviréis. Lo que digo aquí no es para unos años, ni mañana; ya ha comenzado. Pero tal vez estáis demasiado ocupados con vuestros pesos para verlo y vivirlo. Pero no os inquietéis, seréis alcanzados por ello. No esperéis nada, esto se hace, una vez más, naturalmente, sin esfuerzo. Y cuanto más seréis espontáneos, menos necesitareis de reflexionar, de sopesar los argumentos uno detrás de otro. Las decisiones emanarán de vosotros de manera espontánea y natural y estaréis sorprendidos de ver que la decisión, el paso al acto, llega en condición previa a toda discusión interior intelectual nacida de vuestros conocimientos o experiencias, poniendo fin a toda ilusión de control y de dominio de vuestros pensamientos y emociones, y de vuestra vida. Complicando y embrollando, si puedo decir, lo que podrías todavía valorar en vuestra historia personal en esta vida, o en otras vidas.
Vivir esta Ligereza, es el pasaporte para la Eternidad. Es el testigo del Amor y es la encarnación del Amor.
… Silencio …
En el Amor y en la Ligereza, incluso una pena importante vuelve a ser ligera muy rápidamente. En el Amor y en la Ligereza, no necesitáis de controlar, de dirigir, porque no sois el director de orquesta, ni incluso el actor - sois la Vida. Y veis la perfección de la Vida, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestro mundo, dentro y fuera.
Todo esto se realiza, no sólo por la aparición de la Luz de manera visible sobre la Tierra, también en el trabajo de Mikaël y vuestro trabajo, así como el trabajo de la Tierra. Pero este trabajo no es pesado ni denso, no es una labor; es Libertad, y es espontáneo.
Y veis la perfección de la Vida, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestro mundo, dentro y fuera.
… Silencio …
Si todavía existe en vosotros un sentimiento o una percepción de vivir una pesadez, cualquiera que sea el origen aparentemente exterior, si está en vosotros, si es vivida, es porque lo permitiste. Y esto nunca puede ser de otro modo. Entonces a través de esto, no alimentéis la culpabilidad o una búsqueda exterior, sino que haceos ligeros. Si empleo la palabra de Ligereza o de pesadez, o de densidad, es porque es así muy exactamente como lo percibiréis en el momento cuando esto se produzca. Si esto ya se produjo, entended perfectamente esta noción de Ligereza y de pesadez o de densidad.
El Amor más ardiente, este Fuego que parece salir de vuestro corazón, incluso si os parece invasor y pesado, si os aparece así, es que la persona todavía hace pantalla, porque yo diría que el Fuego del Corazón, cuando la Corona radiante del corazón y el Corazón Ascensional está perfectamente activo, se vuelve un Zafiro ardiente de Amor, y no tiene ningún peso.
Todo lo que se celebra en este momento, en vosotros como sobre este mundo, sólo es una invitación en el corazón, al Corazón del Corazón, y a la Ligereza, y a la danza, y a la inmovilidad.
Cuanto más vayáis o iréis en el sentido de la corriente de la Vida, la verdadera Vida donde todo es Uno, más comprobaréis la evidencia de las palabras que hemos pronunciado, que habéis leídos durante esta Crónica de la Ascensión de los Melchisédech.
… Silencio …
Cualesquiera que hayan sido vuestras experiencias y peripecias, yo diría desde mucho tiempo, diez, veinte, o treinta años según la edad, su peso y su influencia disminuyen cada día. Es por eso que os parece perder la memoria u olvidar las cosas. La Eternidad no tiene nada que hacer de vuestros recuerdos, eso lo sabéis, de vuestras experiencias pasadas, y vidas pasadas en el seno de la Ilusión. Haciéndose cada vez más ligero, comprueban que no hay ninguna progresión a buscar o que haya que buscar, que todo es perfecto de golpe, y cada vez más evidente. Si es todavía oscuro, es porque aún estáis demasiado pesados. Entonces aliviaos, y acoged. Y dejad emanar lo que Sois.
De todos modos, no tenéis nada que perder, todo lo contrario, porque todo está ya perdido en la Ilusión, incluso vuestro mundo. Basta con mirar alrededor vuestro. Pero lo que está perdido no es nada, porque lo que murió debe ser enterrado, con el fin de que la magnífica Ciudad de cristal llamada Yerushalaim aparezca - en vuestro corazón primero -, una vibración de cristal tan fina y elevada que os transporta en éxtasis cada vez más rápidamente. Y si en el momento de vuestras desapariciones, no hay éxtasis - sois liberados por supuesto -, pero esto quiere decir que vuestra persona todavía juega poco con ello. Quiero decir por ahí también que cuanto más sois ligeros, más tendréis la posibilidad de observar los mecanismos que se celebran en vuestra intimidad y en vuestra conciencia, que estéis en oración, en meditación, en sueño o en disolución.
Sed también ligeros y dulces con todo lo que encontréis, incluso un animal feroz (porque no será más feroz del todo), hasta con un enemigo, o supuesto tal (él se derretirá delante de vuestro encanto, de vuestro corazón por supuesto). Tendréis la oportunidad de verificar que nada puede oponerse al Amor, y nada se puede comparar con este Amor que no es para nada superponible a los amores condicionados por la carne, por la sangre, por los apegos, por el sexo. Hasta, diría, la antítesis. Esto aligera todas vuestras relaciones, las más dulces como las más duras.
Por supuesto, como el conjunto de mis amigos Melchisédech, hablamos en futuro, pero este futuro ya es aquí, y sois cada día cada vez más numerosos en descubrirlo, o a redescubrirlo, más bien. Entonces si esto os parece duro, o demasiado duro, sobre todo si ya conocéis un poco la Ligereza, entonces pedid a alguien de contar historias divertidas, o ved un espectáculo que os haga reír. Divertíos. La espiritualidad no puede ser seria porque si no cae en el dogma, en el sectarismo, en el dirigismo y en las religiones. La verdadera espiritualidad es la de la conciencia y nada más.
Ella no necesita modelo, necesita todavía menos religiones, y todavía menos necesidad de un salvador.
Sed cada vez más espontáneos. Espontáneo quiere también decir que a veces una palabrota llega sobre vuestros labios. No bloqueéis nada, pero sed Amor, cualesquiera que sean las palabras. Y sed ligeros, incluso si hay un resentimiento, es el único modo de hacerlo desaparecer y no de tratar el resentimiento o de encontrar la causa.
... Silencio …
Es tiempo ahora de parar mis palabras, pero me permito quedarme con vosotros. Que estáis aquí, que me leyeron, quedáos ahora con los ojos cerrados, y vamos a hacernos ligeros todos juntos.
... Silencio …
Soy Osho. Os saludo y os dejo en esta Libertad y en esta Ligereza.
Hasta la vista.
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1. O. M. AÏVANHOV LINK
2. RAM LINK
3. "El Bien y El Mal" por S. R. LINK
4. SRI AUROBINDO LINK
5. MEVLANA RUMI LINK
6. HERMANO K LINK
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