LA CELEBRACIÓN DEL FUEGO DEL AMOR JUNIO DE 2015
LI SHEN: EL BAILE DEL FUEGO
Y AL FINAL VIDEOS: Los elementos fuego y elementos de cadena y Danza del Silencio
Junio de 2015
Soy Li Shen. Salgo por última vez de mi silencio. Permitidme comulgar con vosotros.
... Silencio...
Os comuniqué hoy la última parte de la Danza de los Elementos. Pudisteis tal vez experimentar algunas, o la totalidad de las tres primeras. Hay que comprender bien que el Fuego que acaba de ser revelado es el elemento más transmutador.
Practicar la Danza de los Elementos, uno tras otro en el orden donde os han sido revelados, permitirá para muchos de vosotros percibir y sentir el corazón ascensional y el despliegue de vuestra Merkabah interdimensional, aportando por supuesto, a través del Fuego, el elemento motor diría yo, la transfiguración final que nombráis Resurrección. Así como lo sabéis, no es requerida ni obligación ni asiduidad. Solo hay que sentir y percibir la armonía de los movimientos, en la sucesión de un elemento a otro.
Si esto os es posible, después de haber realizado la Danza de los Cuatro Elementos, os sería agradable pasar un momento sentado o tumbado, con el fin de dejar vivir en vosotros lo que debe ser vivido en el momento de la llamada, por la postura y el movimiento de vuestro cuerpo, por los cuatro arquetipos de los elementos que nombráis en ciertas circunstancias Hayot Ha Kodesh, Jinetes, o de cualquier otro nombre relativo a esta noción del número cuatro.
El Fuego, si puedo decirlo así, es el agente que alimenta los otros elementos. El Fuego es lo que os va a permitir literalmente quemar, diría yo, los últimos obstáculos, las últimas resistencias, que éstas estén inscritas en vuestro cuerpo o en alguna capa de vuestros cuerpos sutiles. La acción del Fuego se realiza tanto en el cuerpo etérico como en el cuerpo causal. El Fuego es el agente de la elevación, el Fuego es el agente de la Ascensión. Este elemento, en su pureza y en su completud, va a permitiros vivir los síntomas y las señales precisas de la consumación de lo que quede por consumirse y lo que debe ser consumido.
La puesta en marcha de vuestros cuerpos a través del elemento Fuego y las posturas que os han sido dadas, así como los movimientos, es seguramente (en caso de dificultad), con la utilización de vuestro cuerpo, lo que os permitirá en el instante presente consumir las resistencias y las oposiciones presentes en forma de memorias, presentes en forma de sentimiento de falta de libertad, presentes en forma de apego sea cual sea.
Entonces, por la gracia de la Luz, por la gracia de lo que se despliega actualmente sobre esta tierra, he aquí pues una herramienta que tal vez os será más útil que cualquier otra herramienta porque no hace intervenir lo mental ni tampoco las emociones, y va dirigido directamente a vuestras estructuras causales, lavándolas, si puedo decirlo así, en el Fuego del Espíritu y el Fuego de la Verdad.
La liberación de la ilusión vivida en tiempos más antiguos a los vuestros, tanto en Asia, en Oriente como en Occidente, son los elementos más eficaces a la percepción del Fuego y al crecimiento, diría yo, de la expansión de vuestra conciencia hasta el momento en que el supramental, así como fue nombrado, vendrá para lavar, tal como está escrito en las escrituras occidentales, vuestros vestidos en la sangre del cordero.
El Fuego es indivisible de Cristo. Es la sustancia de los Hijos Ardientes del Sol. Es la sustancia de los Élohim. Es indivisible de los que no vacilan en recorrer los planos de la Creación, que no vacilan en probarse y en demostrar a toda la existencia que el Amor es más fuerte que todo, incluso en el seno del aislamiento terrestre.
Hoy, el Fuego reviste un nuevo aspecto, como lo sabéis, ahora viene del cielo. No nace solo de vuestro Templo interior. No nace solamente desde el principio elemental abarcando el Canal del Éter u otra Corona radiante, sino que es también lo que va a agregar, diría yo, una última etapa en la fusión de las estructuras vibrales que conocéis, y que os han sido nombradas, descritas y vividas durante estos años.
Por tanto, podemos hablar realmente en la sucesión de los movimientos que os comuniqué, de la capacidad que genera el Fuego para la combustión espontánea y natural del Fuego del Amor.
Debo no obstante insistir en el hecho de que, independientemente de vuestras resistencias pasadas, vuestras memorias cristalizadas o vuestros apegos, realizar estos movimientos en orden debe hacerse durante momentos de paz, o en los momentos en que estéis centrados, durante momentos en los que estáis tranquilos y preparados, diría yo, para vivirlo. Si me atreviera, casi diría, en su lenguaje: se trata de un ritual sagrado. En mi opinión, es algo más que una gimnasia que trasciende las leyes de este mundo, apoyándose sin embargo en lo que pertenece a este mundo, es decir vuestro cuerpo.
Esto no necesitará, como hasta ahora, de una práctica para algunos de vosotros, constante, sino en cuanto esté la armonía entre estos cuatro elementos en vuestro centro, la eficacia del Fuego os permitirá vivir realmente lo que ha sido descrito por ciertas Estrellas relativo al Fuego.
Este Baile de los cuatro Elementos, por supuesto, coincide en cierto modo y viene en cierto modo también para estabilizar la vibración del Coro de los Ángeles y unirse al Espíritu del Sol. Claro está que ningún movimiento es indispensable, lo mismo que ninguna actividad es indispensable para vivir desde ahora en adelante lo que la tierra le propone en vuestra conciencia limitada. No obstante se trata de una ayuda apreciable para los que habrían tenido hasta ahora una cierta dificultad en percibir, en sentir y en vivir lo vibral.
Se trata pues de una oportunidad de llevar a cabo lo que tal vez no ha sido vivido hasta ahora, y lo que no obstante reviste hoy, como ha sido dicho, una importancia secundaria con relación al aspecto de la conciencia pura o de lo que nombráis la a-conciencia a la que prefiero llamar Tao. Por supuesto son sólo palabras que tratan de describir, con arreglo a la época y a la cultura, la misma realidad que es transcendental y que está fuera de la realidad de este mundo.
El Fuego, que sea a través de los movimientos, que sea en el momento en el que el Fuego del Cielo os tocará, implica las mismas percepciones que conviene tal vez reconocer con el fin de no despertar algún miedo o alguna aprehensión en ese momento.
Puede existir una sensación de estar aspirado con más o menos fuerza por la parte superior del cuerpo, como si sintierais como salir por el corazón o totalmente por la parte superior del cuerpo. Esto está simplemente ligado a la Corona radiante del corazón pero también al corazón ascensional que se despliega. Por supuesto los sonidos en vuestros oídos, si están presentes, pueden modificarse de modo extremadamente importante, desembocando allí también en el Coro de los Ángeles de la Infinita Presencia. El conjunto de las manifestaciones que pueden producirse puede daros también la sensación, no de malestar pero si de desorientación al nivel del cuerpo. No se trata de un vértigo, no se trata de un malestar sino más bien la realidad del Fuego.
En el momento en que practicáis la Danza de los Elementos de manera correcta, y esto no necesita un aprendizaje muy largo, si deseáis hacerlo, os permitirá vivir los síntomas precisos del momento de vuestra Ascensión y del momento de la Llamada de María. Os permitirá también, diría yo, testearos para todos los que siguen haciéndose preguntas y así diferenciar realmente lo que queda de memorias, de lo que queda de apegos reales y concretos, dándoles a vivir y a ver, a sentir, si esto se produce en calma y en serenidad o bien con reticencia (en el momento en el que estos síntomas aparezcan), permitiéndoos tal vez también posicionaros lo más justo posible a vuestra Verdad, lo más justo posible a vuestro ser presente en ese instante.
La Danza de los Elementos, al igual que lo que habéis recibido hace años, las llaves Metatrónicas, la Danza de Los elementos es una herramienta que despliega los principios elementales y no solamente los cuerpos espirituales, pero permite vivir realmente y concretamente la quintaesencia de los Elementos. Esta quintaesencia que, os lo recuerdo, abarca la Fuente, materializa la Fuente, y está ligada a la organización de toda dimensión, de toda experimentación como de toda creación.
El Fuego finalmente en este período que vivís, por regla general, que sea el que nace de vuestra practica de la Danza de los cuatro Elementos, que sea el que corresponde a lo que se realiza de manera colectiva en la tierra en este momento, os dará las oportunidades, si puedo decirlo así, de hacer desaparecer lo que debe desaparecer con una facilidad más grande. Permitiéndoos tal vez de ver y de concienciar finalmente lo que podía quedar de errores de apreciación en el seno tanto de vuestro comportamiento como con vuestra alineación, si tal es el caso.
Por último, la Danza de los Elementos os lleva al Éter restaurado. La Lemniscata Sagrada, que conocéis, también está unida a la Danza de los Elementos cuando ésta es efectuada totalmente.
Hasta aquí unas palabras que deseaba añadir con relación a esta Danza de los Elementos y que cierran, diría yo, esta forma de enseñanza particular que pretendía sobre todo proporcionaros y haceros vivir lo que quizá no se había vivido, o insuficientemente, hasta ahora.
Acabaré con estas palabras: cualquiera que sea la importancia de los movimientos, cualquiera que sea la importancia de lo que manejáis como herramienta, recordad que son sólo herramientas, y que solo La Verdad emana de vuestro corazón, de vuestros cuatro pilares, de vuestra estabilidad, de vuestra solidez y de absolutamente nada más. Practicar los cuatro Elementos, es librarse de todo lo superfluo y acelerar en cierto modo esta Liberación, de vivir y de sentir sus primicias, si no está hecho ya gracias a la Onda de Vida.
Hay además un elemento esencial que no concierne, diría yo, vuestro aspecto espiritual pero más bien la reparación de lo que llamáis vuestro ADN, en sus aspectos fisiológicos o patológicos. Hay pues un poder resolutorio, más allá del Fuego de la transmutación y de la Resurrección de la Danza de los cuatro Elementos, que os incumbe comprobar por vosotros mismo una vez más, y de experimentar por vosotros mismo más allá de este objetivo correspondiente a la Ascensión. Esto no es nada despreciable cuando existen todavía en vosotros algunas zonas de resistencia o zonas de sufrimiento, que en cierto modo hay que trascender y no simplemente aliviar.
Li Shen vuelve al silencio y os agradece por vuestra atención.
Comulguemos, de corazón a corazón.
... Silencio...
Li Shen se retira.
https://youtu.be/wINNPg4jOHk
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