En el tiempo del instante presente,
en tu presencia eterna, Ágape.
En el corazón del corazón de cada
persona, donde jamás podrás desaparecer o aparecer, donde la forma jamás podrá
habitarte, donde el don de gracia es el don de cada instante, donde nada te
sostiene, estoy en el corazón de tu carne, todo en el mismo lugar, en el mismo
instante.
Donde tú te has dado el don de
gracia, el don de la verdad está marcado en ti por el sello de la libertad, por
el sello de la verdad, donde me doy en la medida en que tú te das a ti mismo,
donde tú estás, a través de esta carne y a través del instante.
En el sueño de tu forma, en el sueño
de este mundo, como en el sueño de cualquier forma, Soy, ser y no ser,
conjugado hasta el presente, donde pones todas las cargas del peso del sueño,
soy lo que tú eres, el Camino, la Verdad y la Vida.
Esta es la transparencia y la
evidencia de la verdad, que no necesita a nadie, ni forma ni identidad, donde
te llamas a ti mismo, donde te das a ti mismo, estoy.
Donde siempre has permanecido,
ignorando todo el tiempo, espacio y dimensión, donde no puede existir ningún
marco, donde no puede desplegarse ni medirse ningún tiempo o espacio, este es
el fuego de la verdad, el fuego que consume lo que sólo pasa a través de, lo
que sólo existe, en el lugar de tu corazón y en el tiempo de este
instante...".
Y es la invitación de la vida a no
limitarse más, tanto en la forma como en lo sin forma, y en toda identidad, se
revela la alegría inefable.
Donde estás asentado, donde nada
falta, Soy lo que eres, más allá de todas las apariencias, más allá de ti mismo
y sin embargo dentro de ti, el mismo silencio, la misma verdad, la misma
belleza.
Donde el silencio es un testimonio de
la indecible vivencia.
Donde la presencia y la ausencia se
fusionan a través de tu carne, en la misma magnificencia, en este momento en
que el tiempo ya no tiene que ser contado, y donde el espacio ya no puede ser
medido en distancia, sino sólo en la evidencia.
Te invito a reír y sonreír ante tu
gratitud, donde ya no tienes ningún apoyo ni punto de referencia, porque todo
está en su lugar.
...Silencio...
Y en este instante, y en Ágape, el
tiempo no puede ser medido.
Y en esta gracia, donde te reconoces
en la plenitud, donde la alegría es don y aceptación, la verdad te es dada por
el don de ti mismo, tanto a lo conocido como a lo desconocido
...Silencio...
Y allí, en el silencio de nuestra
presencia, en el intersticio de mis palabras así como en mis silencios, se
completa cualquier ilusión de carencia, en el fuego de la alegría de la verdad
vivida, se instala la inocencia que no necesita conocimiento, ni atributo
alguno.
Los acojo como me acogen, más allá de
todo deseo, donde lo desconocido, su ligereza y su alegría se revelan.
...Silencio...
Y allí, juntos, sin distinción de
forma, sin distinción de historia, edad o apariencia, sin mañana y sin pasado,
disponibles para estar, disponibles en el momento, sólo puedes darte la acogida
a ti mismo, sin límite y sin freno,
Donde no tienes nada que ver más que
plenitud y alegría.
...Silencio...
Y en este silencio, sin forma ni
visión, se revela la perfección de la verdad; fusionando el ser y el no ser, en
el corazón del corazón de cada presencia, donde te conoces a ti mismo y te
reconoces a ti mismo, sin duda alguna, dejándote librar de todas las ideas y de
todos los pensamientos y de toda la historia.
Donde ni el ayer ni el mañana pueden
sobrevivir, esta es la verdad, esta es la evidencia de todos.
Donde nada puede ser reflexionado o
discutido, donde nada puede ser opuesto, en el alfa que se está viviendo en
este instante, donde sólo se puede escuchar y oír la verdad del silencio, la
desnudez del Amor.
Donde ninguna resistencia o
reticencia puede ser levantada o evocada, donde el silencio borra la ilusión
del tiempo, como la ilusión del espacio y la forma.
Tú, que eres yo como todos los demás.
Donde hay diferencias, no se pueden
mantener o incluso subsistir.
Este es el don de gracia, donde nada
puede ser distante, separado, aumentado, dividido o multiplicado.
Los invito a reconocerse a sí mismos,
más allá de toda historia y sentimientos.
Esta es la verdad, esta es su verdad,
donde el sueño ya no tiene consistencia, donde el sueño ya no tiene densidad o
incluso forma.
Donde ya no puedes calificar nada,
donde todo es tu nombre, donde eres cada sueño, cada forma, cada mundo, donde
está la gracia de tu don, de tu vida a la vida, donde te sientes realizado sin
ninguna complacencia y sin ningún desvío.
Donde estás entero porque nada puede
ser removido, porque nada puede ser contado.
Donde el tiempo ya no pasa, donde no
hay distancia, donde sólo la magnificencia de tu evidencia permanece, en el
corazón de tu corazón, el corazón de todos danza la misma danza y canta el
mismo silencio.
Donde todo está lleno y vacío al
mismo tiempo, esto es Ágape, que te da a sentir y vivir, dentro del corazón
mismo del sueño, el Fuego del Corazón
Sagrado, estableciendo el Corazón
Sagrado de tu presencia y ausencia, un momento de regocijo, un momento de
verdad, un momento en el que ya no puedes estar sediento o hambriento, donde
tus sentidos son superfluos.
Así es el atravesar lo que te
atraviesa, te llena y te despierta de lo que sólo está de paso. Esta es tu
morada que no necesita paredes ni adornos.
Esta es la libertad de Ágape, donde
todo resuena con la evidencia, tu sonrisa, tu mirada y tus sentidos.
Entonces el fuego de la verdad puede
trabajar dentro del silencio, dentro de la evidencia de lo que eres y lo que no
eres, allí en este cuerpo donde estás alojado, donde estás presente.
Tal es tu ligereza, tal es tu
belleza, tal es tu alegría, que puedes transcribir y vivir aquí incluso dentro
del sueño, donde nada puede detenerte, donde ya no puedes limitarte, ni
siquiera cuestionarte.
Donde el sueño de todos reside en ti,
donde ningún vínculo u obstáculo puede alterarte, donde todo es perfecto, donde
ya no puedes esperar nada, porque todo ya ha llegado, porque todo está ahí, en
el corazón de cada corazón, en el corazón de cada presencia, en el corazón de
cada instante.
Donde te reconoces a ti mismo, sin
espejo y sin sentido, donde te sientes realizado, donde estás completo, eso es
Ágape, donde todos los mundos sólo pasan y sólo sueñan.
Tú eres eso, y en eso eres cada uno,
y en eso eres cada mundo, eso es el presente de la vida, eso es el presente de
la totalidad.
Tu corazón resuena al unísono de los
silencios y de las palabras en el corazón de Ágape, en la belleza.
Donde escuchas y oyes, más allá de
toda intención, el silencio de la verdad y las palabras que escuchas son
pronunciadas y vividas, a través y dentro de tu forma y conciencia.
Escucha, y sobre todo escúchate a ti
mismo, y esta comprensión sólo puede ser perfección, reconóceme como yo te he
reconocido, a través de cada forma, dentro de cada mundo, dentro de cada
experiencia, a través de cada tiempo, a través de cada espacio, a través de
cada sueño y de cada potencial.
Deja que tu corazón sonría a la
verdad, deja que tu corazón te dé y te restaure a la esencia que eres.
Escucha y oye lo que tu Corazón Sagrado te dice, en el espacio y en el
tiempo del momento, la perfección de lo obvio, la perfección del no-ser y del
ser, inscrito en esta carne que habitas.
Donde no necesitas nada más, sólo
estar allí en Ágape, estar allí en la verdad, y en esto despiertas y te
revelas, en este mundo donde habita tu carne, como en tu espíritu presente en
cada mundo.
Donde nada es formal, y sin embargo
cierto, donde no hay condiciones y circunstancias más favorables que otras,
donde todo está perfectamente realizado y totalmente revelado.
Donde no puede existir ninguna
historia, ninguna historia puede cuestionarte.
Todo está ahí en este instante, todo
lo que se ha podido conjuntar en todos los tiempos y en todos los ámbitos del
sueño.
Así, te entregas a ti mismo, te
entregas a la vida y la vida fluye en abundancia, transmitiendo todas las
formas e identidades.
Así, ya no están sujetos a ningún
límite o forma, tal es la libertad, tal es la verdad.
Donde no tienes nada que medir, donde
no se puede temer nada, eso es Ágape.
Tal es tu indecible, tal es tu
presencia, tal es tu nombre.
...Silencio...
Donde jamás has podido dormir, donde
jamás te has olvidado de ti mismo, eso es Ágape.
...Silencio...
Entonces la sonrisa de tu corazón y tus
labios viene a abrazar lo que tu cabeza piensa, en Ágape, todo es una solución,
donde ningún problema puede aparecer o ser resuelto.
...Silencio...
Escucha y Oye la danza de tu corazón,
de la carne y de eternidad, porque está en la misma sinfonía, en la misma
danza, en el mismo silencio y en toda forma, en el átomo, en la célula, como en
todo el universo.
Donde no puede haber reticencias, ni
siquiera el más mínimo cuestionamiento.
Entonces el Fuego del Corazón Sagrado te enciende como un fuego de
alegría y gozo, como una celebración de fuego y luz.
...Silencio...
Todo está ahí, en cada lugar, en cada
lugar y en cada momento, con la misma intensidad, con la misma insistencia, con
la misma belleza.
Así termina el sueño, el del
sufrimiento y la distancia, el de la falta y la intolerancia.
Así termina el reinado del sueño, de
todo lo que ha sucedido.
No pasas, ni mueres y allí, en este
silencio, en cada espacio entre mis palabras, te entregas aún más a la verdad
de lo que eres, donde tu forma desaparece, donde no hay nada que perder, porque
todo se devuelve.
Donde jamás te has ido, donde no
necesitas llegar, porque siempre has estado allí, donde eres toda la densidad y
el color del arco iris, donde nada es tuyo, y sin embargo todo es tuyo.
En esto, te reconoces a ti mismo. En
esto, son el alfa y el omega. En esto, son realmente verdaderos y plenos.
...Silencio...
Esta es la gracia que pone fin a cada
estado y a cada paso, a cada sentimiento de puerto, a cada renacimiento, a los
que jamás nacieron, a los que jamás se han movido, a los que están allí.
Ágape es la verdad, Ágape es la
bondad, Ágape es el don de la vida.
Tú sólo puedes ser honrado y honrar a
todos, esta es la verdadera celebración, una celebración de alegría y Amor, una
celebración de lo evidente.
...Silencio...
Y allí, entras en el corazón de la
alegría y en la alegría del corazón, en ese inefable que eres tú y que todo el
mundo es, en todas las formas del sueño, en todos los mundos del sueño,
cualquiera que sea la densidad, cualquiera que sea la intensidad de la
aparición de la forma, Ágape te despierta, porque jamás pudiste conciliar el
sueño hasta que no olvidaste totalmente de lo que siempre has sido.
...Silencio...
Y ahí, en el silencio tan pleno de la
verdad que no se puede decir, sino simplemente probar y simplemente reconocer,
porque está la simplicidad de Ágape, la evidencia, porque tu presencia es la
demostración de quién eres, más allá del ser, más allá de la forma, y más allá
del momento que está colapsando.
Es tu deber, es tu don, es tu regalo.
Donde todo es acogido con la misma
ligereza, con la misma intensidad, donde mis palabras mismas son sólo el adorno
de tu presencia, que acompaña el ritmo de tu corazón y que acompaña la
evidencia de la vida.
Ya no necesitas soñar, ya no
necesitas esperar, ya no necesitas temer, donde cualquier necesidad sólo sería
resistencia y malentendidos.
Donde estás disponible, totalmente y
enteramente.
Donde sólo puedes rendirte a lo que
eres, a lo que todo te es dado y todo te es restaurado, porque sólo hay ligereza
y verdad, donde eres toda vida, habiendo pasado por todos los sueños, todas las
formas y todas las circunstancias.
La vida te invita a regocijarte
porque no necesitas pruebas, porque no necesitas una palabra, sino simplemente
a ti.
Entonces sólo puedes sonreír y sólo
puedes estar de acuerdo con tanta plenitud, tanta certeza, tanta bondad y tanta
belleza.
Esa es la única verdad.
En esto, son verdaderos y auténticos,
y nada de lo que hayan pensado que les ha afectado puede permanecer, el Fuego
del Amor Sagrado quema todas las preguntas y todo lo que pensaron que les
faltaba está completo.
...Silencio...
Donde comprendes que no hay nada que
agarrar, nada que recordar, nada que quitar, nada que añadir.
En esto está la perfección de lo que
no se puede comparar, de lo que no se puede alterar, porque todo eres tú, más
allá de tu identidad, más allá de tu forma, más allá de este mundo, más allá de
lo que no está en otro lugar que no sea en el medio de tu pecho, en el medio de
tu sueño de forma y de lo formal, más allá del sueño de todo el mundo, porque
ya no puedes hacer distinciones porque ya no puedes diferenciar.
Donde el aliento y la caricia del
amante se convierten en ese Amor indecible, ese Fuego de Amor indecible.
Soy lo que eres, soy también lo que
has sido, soy lo que siempre serás cuando el sueño de la creación sea visto y
vivido, no es mañana, no es más tarde, no es una fecha, es simplemente el
instante.
No hay condición, no hay regla y eres
perfección, no hay nada que mejorar, no hay montaña que escalar, no hay océano
que penetrar, porque eres todos los territorios, todos los marcos y todos los
mundos, y ese eres tú, no sólo tú, sino solamente tu en todas sus formas, sino
verdaderamente eres tú.
Anahata Abba Mis Kaya
Atounce Kama Kaya
Entonces canto en ti el canto de lo
eterno y lo indecible, que jamás podrá desaparecer o ser restringido.
Así que te llamaste a ti mismo y este
nombre no es tu identidad sino simplemente el canto de tu despertar, el canto
de la eternidad, el canto de la belleza, el canto de lo indecible.
Me desperté en ti porque soy tú,
tanto como soy el otro, tanto como soy cada mundo, tú eres, con certeza y
firmeza, y en su totalidad.
Saludo tu presencia como saludo tu
ausencia en el corazón de tu carne, en el corazón de la vida, y mis palabras, y
mis silencios, resonarán en tus noches como en tus días, tal es la evidencia de
Ágape.
Te has revelado, Ágape eres, y ahora
estoy en silencio para que mis palabras resuenen en todos tus sentidos, en
todas tus células y en todos tus mundos, y en todos tus sueños, y en cada
minuto del tiempo que parece que pasa y en cada día que parece que pasa.
Ágape, Ágape, Ágape.
***
Entrevistas de julio de 2019 (Málaga)
Publicado por : Apotheosis
apotheosis.live
A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations
Transcripción del francès:
https://www.facebook.com/Transcriptionsfr-784909108558566/
Traducción del español: LMF