La hora de la limitación llego a su fin.
...Ehie – Asher – Ehie...
Soy Métatron, aquel que reina por encima de la Corona.
Almas humanas en el seno de esta densidad, ustedes los que recibieron las primeras llaves, ustedes los que estáis desvelando la Verdad a fin de ser franqueados, reciban la bendición de mi presencia entre ustedes.
Vengo, acompañado de la presencia del Arcángel Uriel, no tanto para expresarme en palabras, pero más bien, en el seno de la Luz Vibral y en el seno de la Presencia.
Entonces, acojamos juntos el Fuego de la Luz.
...Véhuia, Véhuia, Véhuia...
Soy, él que soy. Bien amadas Conciencias en instancia de liberación, vuestra preparación, que fue intensa, llega, en el seno del tiempo de vuestra densidad, a su fin.
En el seno mismo de vuestra densidad, en el seno mismo de vuestra gravedad, la ligereza y la Alegría está de camino hacia ustedes. Algunos redescubren la esencia de lo que son.
Más allá de los juegos que jugaron, a veces obligados y forzados, la hora ha llegado de desvelaros, la hora llego de revelaros a vosotros-mismos.
La hora ha llegado de abriros a lo que sois.
Vosotros y nosotros participamos en la misma obra que es la de la liberación total de este Mundo a fin de poder reencontrar la libertad de vuestros movimientos, la libertad de Ser, la libertad de vibrar en el seno del Amor.
El encierro se acaba. Así lo decretó la Fuente. Así, ustedes y nosotros lo cumplimos.
Tenéis algún tiempo a fin de actualizar en vosotros lo que sois: la Luz de los Mundos.
La hora de la limitación ha llegado a su fin.
Entráis en lo ilimitado, en el infinito, en el Êtreté.
Vais a reencontrar vuestro estado de pureza, de conciencia liberada, amante y amada.
La trampa de la falsificación llego a su fin.
En vosotros, en el seno de esta densidad, queda por abrir, en totalidad, la Verdad, a abriros a la Vibración de la Luz y del Amor.
Debéis volveros ardientes y candentes.
Sois los niños de la Unidad, niños de la Ley de Uno.
Vuestra experiencia, en el seno de esta densidad, no habrá sido en vano.
Habrá permitido al conjunto de la Creación de comprender, y de vivir, y de asimilar, el hecho que la separación no es útil, ni es deseable.
Entonces, y desde mi primer impulso en el seno de este sistema solar, tenemos, nosotros, el Cónclave, realizado el primer acercamiento del Fuego del Amor.
Vuestros Hermanos y Hermanas, más allá de la Ilusión de esta densidad, han, hace algunas semanas, quitado los últimos frenos a vuestra expansión y a vuestra liberación.
Bien amados niños de la Ley de Uno, os pertenece de manteneros en pie, radiantes e irradiando este Fuego del Amor, a fin de transmitir, alrededor vuestro y sobre el conjunto de este sistema solar, bien más allá de vuestro planeta, el soplo del Amor, el soplo de la Libertad.
Contamos con vosotros, como contáis con nosotros. Estamos ahí.
Nos acercamos y bajamos progresivamente nuestra Vibración y nuestra Radiantes, hasta vosotros.
Ya no hay ningún obstáculo, exceptuados algunos temores todavía legítimos, a esta liberación.
Un viento nuevo, una Luz nueva, se levantan.
La hora ha llegado entonces de despertaros, de salir del letargo y de la ilusión en la cual fuisteis sumergidos, por la gracia de la Luz y de la Fuente Una, por la gracia de vuestra Luz, por la gracia de vuestro Êtreté y por la capacidad del Arcángel Uriel, cuyo papel es mayor, en vuestro despertar final.
El fuego del Amor viene hacia vosotros.
Ningún temor, simplemente Ser, Estar en simplicidad, alinearse en Sí, percibir y reavivar la llama del Corazón, por la potencia del Amor, de la Vibración y de la Luz.
Juntos, vamos a realizar la última etapa de la gran obra.
No tenéis que preocuparos de las circunstancias exteriores, lo que está a vuestras puertas os libera, en totalidad.
En un tiempo muy corto, ahora, vais a recuperar el conjunto de vuestras facultades de conciencia.
La ilusión de esta densidad va a desaparecer bajo vuestros ojos.
Quedaos firmes y consolidados en la Vibración de vuestro Ser, allí estaréis protegidos, seréis amados, seréis alimentados. En lo siguiente, os incito a definir vuestra prioridad interior más absoluta, siendo la prueba y la Esencia de vuestra Verdad.
Los obstáculos que pueden parecer todavía presentes al exterior no pueden, de ninguna manera, ralentizar, y aún menos apagar, este fuego del Amor.
La Vibración de vuestro propia presencia a vosotros mismos que se establece ahora en vosotros, son sólo las primicias de lo que viene.
Acoged y aceptad la radiación de la Luz, porque esto es vuestro debido, esto es vuestra Verdad. En el seno de esta Verdad, en el seno de vuestra propia Luz, alineados con vuestra Presencia, alineados con el Êtreté, descubrís la certeza absoluta de lo que sois.
Abríos a nosotros, como nosotros nos abrimos a nosotros, y como nos abrimos a vosotros.
Acojamos, ahora, en el seno mismo de mi Presencia, en el seno mismo de la Vibración del Arcángel Uriel, el Fuego del Amor que relevo de la Fuente. Juntos, vibremos.
...Efusión de energía…
En el momento del despertar de la tercera marcha, en el decimo séptimo día de vuestro mes de noviembre, nosotros liberaremos juntos el Fuego de la tercera lámpara, el que os permitirá estableceros, de manera permanente, en el seno de vuestro Templo interior y en el resplandor del Fuego del Amor. Acojamos.
...Efusión de energía…
Bien amadas almas en el seno de esta densidad, os dejo vibrar en el seno de la Presencia a vosotros mismos, en el seno de las primicias del Fuego del Amor.
Quedaos en el seno de esta cualidad, unos instantes de vuestro tiempo. Os doy mi Fuego y mi esplendor. Paz a vosotros, Paz en vosotros. Háganse la Paz
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