CANALIZACIONES MAGISTRALES
EN EL FUEGO DEL AMOR
“EL FUEGO DEL CORAZÓN”
MIKAEL
Junio 21, 2015
… Silencio…
Como Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales vengo a declamar el retorno del Fuego del corazón y del Fuego del Espíritu convirtiéndoos en lo que nunca habéis dejado de ser, esta vez con plena consciencia: los hijos de la Fuente y de lo Absoluto. Mi Presencia y mi testimonio en vuestro corazón es también el testimonio de mi presencia en vuestros cielos y ya no solamente en las dimensiones libres alrededor del sol. Estoy bajando hasta vosotros en la forma del Fuego más puro que viene a dar cumplimiento dentro vuestro, en cada uno de vosotros, al Juramento y la Promesa. El Fuego del cielo no es otra cosa que el Fuego de vuestro corazón. Así como la última capa aislante de la tierra sufre el bombardeo de mi Presencia luminosa, asimismo vuestro cuerpo vive el mismo fenómeno y vuestro corazón también.
…Silencio…
Vengo a través de vuestros cielos a honrar aquel Amor y aquella Luz que vosotros sois.
Vengo para brillar en vuestros cielos y encender en el firmamento la hoguera del Amor y de la Verdad.
Vengo a separar vuestros cielos y a abrir el cielo.
Soy la antorcha que anuncia la llegada de la Confederación Intergaláctica en vuestros cielos y en vuestro corazón.
Vengo además acompañado por el ángel Uriel, ángel de la Presencia y de la Reversión, anunciándoles así la última Reversión, ya no la vuestra pues la habéis vivido sino la de la humanidad en su conjunto.
Vengo para encender la hoguera de Amor en vuestro corazón.
Vengo para secar las lágrimas derramadas por carencia de Luz.
Vengo para poner fin a las últimas mentiras que resisten todavía en esta tierra, en relación en especial con ciertos elementos de falsificación que agravaron la separación de esta tierra.
Vengo para poner fin a la herejía de las religiones.
Vengo para poner fin a la ilusión del ego y de lo que éste edificó a nivel colectivo.
…Silencio…
Vengo, conjuntamente con la Presencia de Uriel, para revelar la Presencia y la consciencia sin límites.
…Silencio…
Y ahí, en la intensidad del instante, el Coro de los Ángeles canta para vuestros sentidos. Y ahí, el Espíritu del Sol derrama en vuestro corazón la Pasión del Cristo.
Yo soy aquél que vacía vuestro corazón de los remanentes inútiles como reticencias, dudas y miedos.
…Silencio…
Vengo también a presenciar vuestra unión mística con la matriz Crística.
Vengo también para ser testigo de nuestra Eternidad común más allá del drama sobreviniendo en lo efímero.
Soy la roca en la que se derrama la Luz traída desde la Fuente.
Soy también el Carro de Fuego, aquél que es el motor de las «Ruedas dentro de las Ruedas» y que viene a manifestar en la forma el poder de los elementos.
Soy también la tierra nueva, que viene a sustituirse a la antigua tierra al romper la cáscara de la ilusión.
…Silencio…
Vengo a reunirme con vosotros pues –como Aquél– vosotros sois el Camino, la Verdad y la Vida. Es lo que sois pese a lo que decidáis o comprendáis.
Estoy también en el corazón del Silencio.
…Silencio…
Yo soy Mikael, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, y estoy en las inmediaciones de vuestra Eternidad.
Soy Aquel que viene a alzar vuestro corazón para traerlo frente al Trono, ahí donde Uriel oirá lo que resulte de vuestro encuentro con Cristo.
Vengo a liberar a quienes creen ser cautivos.
Vengo también para amar con mi Fuego a quienes creen ser indignos de ser amados o de manifestar el Amor.
Vengo también para consolar con mi Fuego a quienes creían en otra cosa que en lo que es.
Vengo también para entregar a algunos entre vosotros la Espada de Verdad.
Vengo para avivar el ardor de vuestra llama.
Vengo para atizar las brasas de este mundo a fin de reavivar el Fuego de la Verdad en vuestro corazón.
…Silencio…
Vengo para fraguaros en el Fuego del Amor y en la solidez de vuestra Eternidad.
…Silencio…
Vengo también en vuestros cielos a atestiguar la inminencia de Su Venida.
…Silencio…
Vengo para acabar con la algarabía ilusoria de este mundo. Mediante la gracia del Amor pondré fin y pongo fin al remedo de amor imperante en este mundo.
…Silencio…
Yo soy Mikael, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales.
Soy la roca fraguada en el Fuego del Éter que aparece así cada vez más en vuestros cielos.
Vengo también para traer a vuestros oídos al Espíritu del Sol a través de sus sonidos celestes.
…Silencio…
Y -en el espacio del silencio– el Coro de los Ángeles y el Espíritu del Sol acaban en vuestro interior con cualquier obstáculo a la Verdad.
…Silencio…
Yo soy Mikael, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Permitid que ahora deposite en vuestro corazón el Fuego del Uno para que resuene de corazón en corazón en la misma coherencia y el mismo Amor.
…Silencio…
Yo soy Mikael, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, y soy también cada uno de vosotros en el seno de «Todo es Uno», ahí donde todo es Uno y donde todo es belleza.
Yo soy el Fuego de cada corazón.
…Silencio…
Y me transportaré pronto en el Fuego del cielo para traspasar nuevamente vuestro corazón, abriendo así la puerta a todos los posibles, abriendo la puerta al Gozo eterno, ahí donde la luz del corazón y el Fuego del corazón brillan más que el más brillante de los soles.
Vengo también para mostraros que nada puede realmente oponerse al Amor.
Deposito en vosotros el sello de mi Presencia eterna.
…Silencio…
Y os digo hasta muy pronto en la densidad de mi Fuego.
Hasta pronto.
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