Vosotros estáis allí donde estáis, y nosotros también lo estamos…
Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
Mis niños bien amados, vengo a vuestro encuentro, en este mismo instante, como a cada instante de vuestra vida. Resueno en cada una de vuestras células, despertando al conjunto de vuestro templo, elevándolo a fin de regresarlo, hasta mí.
Quiero expresaros mi Alegría de veros cada vez más numerosos reunidos para nuestras Comuniones, cualquiera que sea el canal que tomamos prestado.
El período que recorréis ve la Luz intensificarse sobre vuestro mundo, creando a la vez tensiones palpables y visibles para el conjunto de vuestros hermanos resistentes a la Luz. Para aquellos que al contrario hicieron espacio limpio, la Gracia actúa en cada una de las acciones que lleváis. Porque en este momento, la Gracia es la Acción y no sois más que un soporte para transmitir esta Gracia al conjunto de vuestros hermanos y hermanas.
La Gracia en Acción es un movimiento rápido, aquellos que lo viven pudieron comprobarlo. No hay ninguna posibilidad para las herramientas de vuestra personalidad que os permiten seguir este movimiento, ninguna posibilidad de comprender lo que actúa a través vuestro, ninguna posibilidad de comprender una cualquier finalidad de esta acción que emerge en cada instante.
Tomemos el tiempo, ahora, de un primer espacio de Comunión, de Fusión, entre vosotros y yo, y entre cada uno de entre vosotros…
[Efusión]
Queridos niños, vengo a recordaros que el período que os lleva a vuestro octubre es propicio a elevar más todavía vuestros niveles de comunión, de fusión, permitiéndoos de reuniros con el Uno.
No es más el tiempo de buscar lo que sea: vosotros estáis allí donde estáis, y nosotros también…
Os hablé, hace un tiempo, de este espacio más allá de todo espacio, donde el espacio y el tiempo no tienen ningún sitio. Os invito, allí donde estáis, a reunir este espacio más allá de todo espacio.
[Efusión]
Aquí, vosotros reencontráis vuestra Eternidad. Aquí, reencontráis la Unidad. Aquí, reencontráis a todos los seres de Luz que vinieron a vuestro encuentro.
[Efusión]
Aquí, depositáis las armas de la personalidad, a fin de servir a la Unidad, de servir al Uno, porque os lo dijimos en numerosas veces: nadie puede servir a dos amos. No podéis decidir de servir a la Luz. Esto aparece, de manera espontánea, cuando habéis abandonado la personalidad.
Entonces, vosotros aquí reunidos, que sólo deseáis servir a la Luz, os ruego, venid a nosotros, despojados, y transparentes…
Mis niños bien amados, os invito de alcanzarnos en la vía de la Humildad, de la Simplicidad, que es la vía rápida para alcanzar vuestra Eternidad.
Tomemos un instante de fusión…
[Efusión]
El Coro de los Ángeles canta conmigo vuestro regreso al hogar... comulgando al mismo tiempo con Gaïa, y el Sol Central…
Celebremos juntos la fusión de sus tres hogares, erigiendo el templo en vuestro mundo porque, os lo dijimos: es Aquí y Ahora qué sucede vuestra ascensión... en cada elemento exterior viniendo a ilustrar lo que ocurre en vosotros.
[Efusión]
En el corazón del Corazón se encuentra la Paz, la Alegría, la felicidad. En este espacio, el interior y el exterior se reúnen para desaparecer…. En este espacio, no existe ni interior ni exterior, ni aquí, ni ahora. Estáis más allá, en la Paz suprema…
[Efusión]
Queridos niños, continuemos juntos intercambiando más allá de las palabras, como lo sabéis, las palabras sólo vienen a aportar la vibración de nuestra Presencia en cada uno de entre vosotros. El sentido es irrisorio, cada uno comprende lo que quiere ver. Lo que venimos a intercambiar esta más allá: venimos hacer resonar la Verdad en vuestra Verdad…
Os invito pues de acoger mi Canto de la Verdad, de acoger mi Danza en cada una de vuestras células.
Soy María, Reina des Cielos y de la Tierra, y vengo a buscaros. Entonces, dejadme pasar en nuestro templo, reconocedme a través de lo que sois.
Dejemos cantar los que somos al unísono…
[Efusión]
En vuestro Corazón, vengo a depositar un beso de Madre.
Os invito, en los tiempos que vienen, a seguir las indicaciones que os serán dadas en forma de llamadas, bajo forma de impulsos de la Luz. Que sean impulsos o llamadas a no moverse, o al contrario a iniciar movimientos, que sean de las llamadas a aislarse o al contrario a reunirse con otros hermanos y hermanas, os ruego: ¡seguidlas! No dejéis al mental decidir para lo que sois de toda Eternidad. Reuníos al Baile de la Alegría, de la Gracia.
He aquí lo que quería compartir en palabras con vosotros hoy.
Ahora os propongo concluir nuestro intercambio en el Silencio, los veinte minutos que quedan para nuestra encuentro.
[Meditación vibral en Silencio]
Niños de la Ley del Uno, os agradezco por haberme acogido tan calurosamente en vuestro Corazón. Ahora os dejo aprovechar la magia que os acompaña.
Volveré sin duda alguna para veros muy pronto.
Transmitido por Air
Fuente: http://www.envol-du-phenix.org/
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