Soy Ma Ananda. Hermanas y hermanos en humanidad, permitidme primero de comulgar con vuestro Corazón...
Instalémonos juntos
primero en la Paz...
… (Silencio)…
Mi venida entre vosotros está directamente en resonancia con lo
que llevo y que también lleváis; la alquimia del Fuego, que os lleva a vuestra
morada de Eternidad de manera tan evidente y tan intensa como lo ocurrido hace
algunos años para muchos de entre vosotros, en resonancia con la Onda de Vida.
Hoy en día tal como lo
comprobáis desde las Teofanías y las Emanaciones, así como en el proceso de
Ascensión de la Tierra que ha comenzado, os resultará más evidente y vivir con
más facilidad los procesos llamados místicos.
La Teofanía es un
medio para adentraros en vosotros, en vuestra Eternidad, ella os permite vivir
– y algunos lo viven ya, con distintas intensidades – la beatitud, la éntasis o
éxtasis, arropándoos en Espíritu más allá de las contingencias de este mundo,
llevándoos, a vuestro regreso, a constatar que ese estado de beatitud se
refleja incluso en las actividades de vuestra persona.
Esas beatitudes, esas
éxtasis y las éntasis, tienen obviamente innumerables repercusiones sobre la
Tierra, sobre el conjunto de la humanidad y por supuesto en vosotros, pues al
reencontraros con lo que Sois en verdad y en Eternidad, podéis constatar las
diferencias existentes y que son cada vez mayores y más flagrantes entre lo que
es vuestra conciencia común y lo que constituye, de algún modo, el acceso a la
Eternidad y vuestra Presencia.
Todo procede y todo
proviene del Espíritu, como sabéis, y ese Espíritu se devela en vosotros de
todas las maneras posibles, llevándoos – de manera fulgurante o bien progresiva
– a reencontraros aquí-mismo en ese cuerpo, en lo que experimenté y he descrito
en numerosas ocasiones respecto a mi propia vida en un cuerpo carnal. Lo mismo
os ocurre hoy en día. Lo que vivís, repito, con distintas intensidades, es
exactamente lo que viví en mi encarnación.
Eso implica, en este
particular período de la Ascensión de la Tierra y de la Llamada de María y de
vuestra liberación final, de ajustaros cada día, a cada instante, con el
Espíritu de Verdad a vuestra eternidad, posicionando lo que queda de persona
para estar en total armonía con lo que Sois en eternidad, incluso a través de
la forma que usáis aún.
Así se vive para
muchos de entre vosotros, cada vez más frecuentemente e incluso sin intención,
la dicha del Corazón, la dicha de vuestra Eternidad. Eso implica muchos cambios
que se dan por sí mismos en vuestra persona, en sus modos de funcionamiento.
Hay una real transformación de vuestra persona, borrándose cada vez más y más
frente a la Gracia y la belleza de la Eternidad, al mismo tiempo que se
modifica para adaptarse, en las condiciones de vuestro mundo, a vivir lo que
corresponde vivir de manera inminente y muy pronto.
Así, en este período
en que las Teofanías ya han comenzado desde hace algunas semanas, se os
presentan muchas posibilidades de reajustes extremadamente finos, llevándoos,
cualesquiera que fuesen las situaciones, de manifestar primero lo que Sois en
eternidad, antes que cualquier interés personal ligado a vuestra vida en este
mundo o a los lazos que habéis establecido. Así es cómo descubrís la felicidad,
la Autonomía, la Libertad, sean cuales sean las contingencias aún presentes en
este mundo.
Y es en ese estado de Teofanía – que se instala en forma
permanente, como María lo ha dicho – que se realiza en vosotros la mejor
ubicación de vuestra conciencia global, la mejor ubicación de vuestra persona
respecto a lo que se está celebrando.
Muchos – liberados,
despiertos o dormidos todavía – se liberan en este mismo momento de la
influencia final de esta matriz, dándoos a ver directamente y sin pena las
ilusiones de este mundo, sus lados efímeros y tan pesados, llevándoles a veces
a decidir los últimos cambios que son impulsados por la Luz y no por vuestras
propias decisiones.
Como sabéis, en
diferentes oportunidades, en diferentes circunstancias, la Luz se hace cada vez
más presente y más preeminente, pese a lo que veis, en la pantalla de vuestra
vida y alrededor vuestro, como en el mundo entero, el efecto de las
resistencias al Amor que también se hace más evidente a vosotros y quizás más
molesta para algunos de nuestros hermanos y hermanas aún no despiertos.
Quisiera deciros, y lo
sabéis, que la Inteligencia de la Luz es mucho más inteligente que todo lo que
podéis conocer, y que todo debería celebrarse para vosotros, individualmente,
según la evidencia de la Gracia y la Inteligencia de la Luz, con la menor
implicación posible en lo que constituye vuestro efímero, dándoos a descubrir
la majestad de la Gracia, la majestad de la Luz, la majestad del Amor que no es
de este mundo y que sin embargo se infunde en este mundo.
La comunión de Corazón
a Corazón, la comunión con vuestra propia Eternidad es el único camino posible
en lo sucesivo para no estar afectados por vuestro cuerpo, por este mundo, pase
lo que pase. Vuestro Corazón del Corazón, vuestro estado de conciencia en
resonancia con el Etreté es la única ayuda que pronto quedará, y sabéis que es
en el Corazón del Corazón, donde está tanto el mundo como vuestra Eternidad,
mundo que vive su final del sufrimiento, de las ilusiones, de la sed, la de la
Verdad y de quienes Sois.
A través de mi
vibración portadora de la función de la Estrella AL, ya lo expliqué hace
algunos años, la reversión del alma y su consumación por el Espíritu. Hoy en
día es directamente vuestra conciencia efímera la que es consumida por la
Eternidad, llevándoos efectivamente a reajustar a veces finamente vuestros
mecanismos de pensamiento, vuestros mecanismos generales de interacción con
todos los componentes de este mundo.
Muy pronto, si aún no lo experimentáis, comprobaréis que el
único verdadero alimento es el Amor y a medida que os entregáis a través de las
Teofanías, os entregáis por completo a la Luz y aceptáis el sacrificio de lo
que tan sólo pasa y no dura.
La alquimia de los
diferentes Fuegos que se producen actualmente a través de las Teofanías y por
el impulso Metatrónico final, ya ha permitido que muchos de entre vosotros
entiendan que son el Camino, la Verdad y la Vida, en toda humildad y en
simplicidad.
Os va a aparecer cada
vez más claramente que no solamente la única verdad es la Eternidad, sino que
sobre todo que el único posicionamiento posible está en el Corazón del Corazón,
pues ahí seréis alimentados, y encontraréis el Gozo, la Paz, encontraréis la
Ligereza y al mismo tiempo ese fuego voraz del Amor inextinguible.
La éxtasis sucederá
sin ninguna preparación, ni fase previa de meditación, de alineación o de
oración, porque esa será vuestra naturaleza, la única posible. A medida que
pasen los días en este mundo hasta la Llamada de María, vais a crecer en esa
beatitud. Para aquellos de mis hermanas y hermanos que aún no lo viven, no os
preocupéis, ni temáis pues lo sabéis, todos tenéis prometida la misma
Liberación, cualesquiera que sean los mecanismos para cada uno.
El «Velad y orad» de
Cristo, apunta a mantener a la vez una atención y a permanecer en el Corazón
del Corazón y al mismo tiempo a un abandono de todo lo superfluo y pasajero.
Son estos mecanismos
de reajustes finales que facilitan, para quienes no perciben nada, el comienzo
de un proceso de reversión del alma y de su absorción de la misma por el
Espíritu, porque es el Espíritu, el Cristo, quien llama a vuestra puerta a fin
de magnificar y develar, si aún no está hecho, las virtudes de la Eternidad y
del Amor incondicional.
Paradójicamente, en el
alboroto de este mundo que se apaga, en sus últimas convulsiones, en sus
últimas ilusiones, es en este período cuando se os hace más fácil estar en el
Gozo y en la Eternidad.
Se os ha dicho de
responder a las llamadas de la Luz y a sus requerimientos. Mi consejo es de
anticiparlos. Ese «Velad y orad» ha de convertirse en una forma de tensión
hacia la Luz, que debe prender progresivamente – como ya es el caso – la
totalidad de vuestra conciencia efímera, la totalidad de vuestros pensamientos,
de vuestras jornadas como de vuestras noches y también la totalidad de vuestras
relaciones e interacciones en este mundo.
Si no vivís nada de
estos procesos por ahora, no os preocupéis, manteneos humildes y tranquilos,
haciendo simplemente lo que os corresponde hacer, lo que la Vida os propone
hacer. En cuanto a los Liberados Vivientes o que hayan vibrado una de las
Coronas, el requerimiento de la Luz os llama a apartaros progresiva o brutalmente
de todo cuanto os estorbaba.
Recordad, durante mi
encarnación no necesitaba nada, ningún deseo, y eso es perfecto así. Es lo que
vais a descubrir, los que aún no lo han hecho, no para intentar algunas
experiencias, sino para realmente instalaros definitivamente en lo que Sois,
prescindiendo – no por negación, sino porque se trata de una realidad impuesta
por la Luz – de todo cuanto os estorbaba.
Es hora de dejar todas las cargas, es hora de apartaros incluso
de todo lo que puede resistir en vosotros como en este mundo y de centraros en la única tarea – que es un
gozo – la de ser vosotros-mismos lo más tiempo posible y de manera más
permanente posible, pues es en eso como os atendéis, pero sobre todo, en eso
que os entregáis a la Vida y a la Eternidad.
Conforme las Teofanías
se van a reforzar en intensidad y en duración, que sean programadas,
espontáneas, o deseadas por vosotros mismos, entenderéis muy rápidamente, unos
y otros de otras partes, que ahí está lo esencial, que ahí está la única
Verdad, y que es una Verdad absoluta que no admite ni contestación, ni
discusión, ni rodeos. Esto se vuelve, lo dije, cada vez más evidente y cada vez
más flagrante.
¿Frente a eso, qué
pueden representar los sufrimientos, las obligaciones, las resistencias, las
penas? No es momento hoy de querer resolver algo respecto a vuestra persona y a
vuestra vida efímera, realmente es hora hoy, con las Teofanías, de entrar en
vosotros, de encontraros totalmente, y acordaos que nada de esto se encuentra
en el seno de lo conocido, en vuestras experiencias, en fin, de ninguna manera
se encuentra en lo efímero. Es eso lo que descubrís, y al mismo tiempo
descubrís la totalidad de los mundos, la totalidad de las dimensiones, e
incluso lo que se celebra en el seno de la Ilusión, es de la misma manera en
vosotros que al exterior vuestro, sin ninguna diferencia.
Existe concretamente,
una alteración importante de la noción de distancia, de tiempo, tanto para vuestro
esquema corporal como para el desarrollo de vuestros días, como para el
desarrollo de vuestras interacciones en este mundo. Es hora en cierto modo de desincrustaros de todo lo que os atrapa. Que sean las
costumbres, que sean los compromisos, o bien sean las responsabilidades
incluso, porque hoy, ya no se sostienen ante el Amor, y lo presentís, lo
sentís, o bien ya lo vivís.
Conforme se vayan
aligerando los arrepentimientos o las miradas hacia vuestro propio pasado,
conforme os alejáis de cualquier proyección en relación a una fecha o a un
acontecimiento que os concierne o concierne al mundo, la Paz crece y el Amor se
ve y se vive. Es vuestra única fuente de alimento, de confort y de Vida. El
Amor toma el relevo sobre todas las necesidades de este mundo, sobre todas las
codicias de este mundo, y sobre todas las carencias de este mundo.
Paralelamente a ésto, como mínimo la Paz, la Felicidad sin objeto y muy pronto
la beatitud será, diría yo, vuestro pan de cada día, y ya no podréis dudar ni
siquiera tergiversar, o haceros la menor pregunta sobre lo que os pueda quedar
por hacer en lugar de Ser.
Esta última reversión
que se vive no es solamente una reversión en los chacras, el paso de Puertas,
esta última reversión es mucho más el feliz duelo de todo lo que os encierra y
os limita, el duelo de todos los sufrimientos. Algunos empiezan sin quererlo a
ver desfilar su vida como en el momento de la muerte, no para interesarse, pero quizá lo
más a menudo para dejar que se celebre la película de vuestras vidas.
Es una manera de
rendir gracia, es una manera de dejar de estar afectados por alguna historia que sea, de no alimentarse o bloquearse más por
ella, finalmente de volveros independientes y autónomos, de descubrir el
verdadero Amor incondicional, ya no solamente por experiencia, sino estableciéndoos, en vida permanente en este mundo, en
este Corazón del Corazón. Ningún obstáculo os podrá
desviar muy pronto de lo se celebra en vuestra Eternidad.
Cualquiera que sea el efímero de vuestro cuerpo, sea
cual sea el efímero de vuestras condiciones de vida, no sirve de nada querer
agarrarse a algún pasado o
condicionamiento que sea, porque éstos desaparecerán para siempre de vuestra
conciencia. Por supuesto, desde hace muchos años habéis vivido las primicias, pero la
acentuación de lo que sucede desde el inicio de la Ascensión de la Tierra, del 8 de marzo de vuestro año, y sobre
todo después, algunas semanas más tarde, con el inicio de las Emanaciones Arcangélicas y de las
Teofanías, firma para vosotros la
Llamada de la Luz previa a la Llamada de María.
Esta Llamada de la Luz
ya no es simplemente una llamada sobreviniendo por momentos, es una llamada constante a ser lo que Sois, aunque a veces sea necesaria que
la Inteligencia de la Luz se
ponga violenta en vosotros, para liberar lo que debe de ser
liberado a través del cuerpo.
Si permanecéis en la
Luz, sean cuales sean las quejas de este cuerpo, permaneciendo firmemente
establecidos en la beatitud y éxtasis de la Teofanía, entonces nada de lo que suceda
en vuestro entorno y en vuestro cuerpo podrá ser
una molestia para vuestra conciencia, realizando entonces que estáis sobre este
mundo pero que no tenéis nada que ver con él.
Todos estos elementos
ocurren a gran velocidad, hay un gran contagio sobre la tierra, lo que os puede dar a ver,
sobre la pantalla ilusoria de este mundo, las gesticulaciones de la oscuridad,
que en cualquier ocasión intentarán atraer
vuestra conciencia – y eso ya no funciona. Todo se revela, todo lo que ha
estado oculto en vuestras vidas como a vuestro alrededor os aparece, no para
juzgar, ni expresar
remordimientos, unos arrepentimientos o bien resentimientos,
sino más bien para verlo, y también ver que se aleja de vosotros, sea cual sea
la importancia de las
gesticulaciones en escena sobre el mundo.
Constatáis también que
gracias a las Teofanías, que sea cuando se produzcan o incluso después, ahora,
que permanecéis alineados,
centrados en vuestra Eternidad, y
lo que debe de vivirse en el seno de vuestra vida efímera se
aleja de vosotros. Vuestros gustos e intereses
se desplazan exclusivamente en vuestro Corazón, en la evidencia de esta
Eternidad que se despliega.
La mejor manera de
vivir todo lo que tenéis a vivir hoy, es realmente de dejar
que se celebre lo que se celebra para vosotros, situándoos en el
Corazón del Corazón, en la Teofanía, en la Verdad. Cualesquiera que sean; lo sacudido en vosotros, o bien alrededor vuestro, sabéis
pertinentemente y lo sabréis cada vez más, que todo esto sólo son
gesticulaciones de lo que se está muriendo, y que sin embargo se cree aún vivo.
El reino sin
posible intercambio con la oscuridad desde hace mucho
tiempo, pero sobre todo desde algunos
cientos de años, está finalizando, lo que quiere decir; que los últimos restos de predación
existente, incluso la organización de las ciudades, de la
sociedad, sea cual sea el país del mundo entero,
pronto no tendrán ningún control sobre lo que Sois, en cuanto aceptáis lo que Sois, en detrimento de todo lo demás.
Ahí está vuestra Dicha, y ahí
está vuestra Libertad.
Sumergíos cada vez más profundamente en
vosotros, sumergíos en esta Paz que os es propuesta, sumergíos totalmente y
completamente en la beatitud y en las comuniones que vivís, que os son
ofrecidas y que os ofrecéis. Todo lo demás pasará cada
vez más rápidamente sin ninguna posibilidad de ser alcanzados. Así vuestra
misma conciencia, ahora, más allá de todo lo que habéis vivido o no, a nivel
vibratorio, es eso lo más importante.
Sean cuales sean los
procesos vibratorios que habéis vivido y su intensidad, vuestra conciencia se
desvincula de esto por una razón
que es muy simple, siempre os dijimos que la conciencia es
vibración, pero el Absoluto, el Parabrahman no conoce ninguna vibración, ni
ningún cuerpo.
Por supuesto las percepciones vibrales ligadas al Fuego
que se celebran y despliegan en vosotros, lo sabéis y
lo vivís, son cada vez más intensas, y llegará un momento para muchos de entre vosotros, incluso antes de la Llamada
de María, y muy rápidamente – en los próximos días y semanas que vienen – os pondrá a vivir en esta beatitud
que es vuestra verdadera naturaleza.
Así se consume en la
Felicidad este mundo y vuestro efímero. La conciencia colectiva, por así
decirlo, de la humanidad, ya no está enganchada de manera tan formal a la
existencia de este mundo. De hecho si tenéis la posibilidad de tener unos
testimonios alrededor vuestro, constataréis sin ningún problema ni dificultad
que un número cada vez más grande de hermanos y hermanas descubren la verdad de
la Luz, sin poder ponerle ni palabras ni explicaciones, ni incluso vibraciones. Todo esto traduce la estasis, el
momento donde el Juramento y la
Promesa se actualizarán en vosotros de manera colectiva, pero muchos de entre vosotros están llamados a preceder el colectivo; es exactamente lo que está
ocurriendo ahora.
Os diré incluso
que cuando la Teofanía espontánea
suceda, independientemente de los programas o de las intenciones que hayáis
emitido, dejadlo todo y sumergíos en lo que se vive, y no en vuestras
ocupaciones diarias. Os incumbe elegir lo que deseáis privilegiar en vuestra
alma y conciencia, en vuestro Espíritu, y no según las contingencias de este
mundo o las costumbres de este mundo. Ha llegado el momento ahora, tal y como el Cristo
os ha dicho de dejar los muertos enterrar a los muertos porque ya no podéis
ayudarles, sólo podéis ayudara la Tierra
para permitir que las últimas Gracias de María, llegado
el momento, puedan vivirse.
Tal y como he dicho
cuanto más os sumerjáis de manera permanente en este estado de beatitud y de
Teofanía, más constataréis el alejamiento de este mundo. No es para nada una
palabra vana ni una palabra, es la realidad, como para los que ven
su vida desfilar, por escenas, por fragmentos. No se trata del balance de
vuestra vida ya que nunca volveréis en el seno de estos mundos falsificados,
sino más bien de un adiós, sin ninguna nostalgia, sino en
estado de Amor y en estado de Fuego del Espíritu. Todo esto es consumido cuando
lo veis. No requiere de vosotros ningún esfuerzo ni ninguna decisión, sólo de permanecer
lo más a menudo posible en la Morada de Paz Suprema. La Teofanía está ahí para
eso.
Mi vibración de Estrella AL permite realizar ahora, para
muchos de vosotros, lo que no se pudo hacer
durante los años 2011 y 2012, a pesar de las Bodas Celestiales, de realizarse con evidencia para un
número, ciertamente mucho más importante de lo que fue el caso al finalizar los
siete años del proceso de Liberación de la Tierra. La Tierra está lo suficientemente
estabilizada en su futura nueva dimensión
, os incumbe ahora a vosotros, de estabilizaros
en la Eternidad y es en eso que
vuestras prioridades se definen día tras día, hora tras hora.
Lo que os puede todavía parecer duro, que sea en vuestro
cuerpo, en vuestra vida o sobre este
mundo, se alejará también en cuanto
permanezcáis sin dificultad y sin necesidad de nada más, en la Morada de Paz
Suprema. Es así como el éxtasis toma todo el espacio y toda la conciencia.
Diría que hoy, lo más importante, aunque os parezca tener todavía cosas a practicar, o hacer, para ultimar este acceso, es
únicamente la práctica de la Teofanía, y sobre todo la tranquilidad, la
inmovilidad, la vida la más natural posible que podáis vivir, más allá de las
luces de este mundo, de sus ilusiones y placeres. Veréis, no se trata de un
sacrificio respecto a estos placeres, sino de una renuncia perfectamente
aceptada ante la belleza y la majestad de vuestro éxtasis y de la Verdad.
Los impulsos de la
Luz, sin siquiera hablar del impulso Metatrónico, si os concierne, os llevarán
a veces brutalmente a dejar de estar atados a vuestras últimas ilusiones en el
seno del efímero. Así descubriréis, si no se ha hecho todavía, lo que es lo
Desconocido, que no se volverá conocido sino que se volverá vuestra única
verdad, vuestro único objetivo, si puedo expresarlo así. Todo está perfecto
así.
Hoy no podéis
convencer a nadie de la realidad del Amor por ninguna palabra ni ninguna
actitud, pero podéis en cambio dejar aparecer lo que sois en Eternidad, sin temor a ningún juicio,
porque hasta aquel de vuestros hermanos o hermanas, el más temeroso y más alejado del estado que
es el vuestro, puede ahora por la desaparición de las capas aislantes, de
reconocer y de vivir la misma cosa que vosotros, a veces de manera instantánea.
Tal es la acción de la Gracia en estos tiempos, tal es la Gracia también de la
acción de Mikael, permitiendo zanjar
con más facilidad lo que no tiene lugar de ser y que pronto desaparecerá
completamente de vuestra conciencia, incluso como historia.
Todo será reemplazado
por el Amor, todo será reemplazado por la Verdad, todo se volverá beatitud,
conforme este mundo se desintegre y desaparezca por la acción de los Elementos,
de la locura de los egos, pero también por el final del control de la oscuridad en este
mundo.
Sabéis que en la India
hablamos de ciclos. Cuando un ciclo se acaba – como es el caso, el del Kali Yuga –, a
menudo durante este cambio de ciclo puede haber la impresión de que las cosas
no avanzan. Hay unas dudas, hay unas interrogaciones, éstas dejarán de existir
incluso antes de la Llamada de María, por
vuestra simple aceptación, por vuestra simple presencia, por vuestro Amor que
no depende de ninguna condición ni de ninguna otra persona.
Los momentos que vivís
son únicos en la historia de la Tierra porque sois innumerables a vivirlo, mientras que en mi época
sólo éramos unos pocos para mantenerlo. Tal vez lo sabéis, estábamos encarnadas
como Estrellas sin siquiera saberlo nosotros mismas, es nuestra presencia, por
turno, de tres en tres, que ha permitido evitar
un desastre anterior a la llegada de la Luz. Hoy ya no hay más desastre,
sólo hay la cesación del
sufrimiento, de las ilusiones, el regreso a la integridad, la disolución del
alma y el clamor del Espíritu.
Cada minuto de vuestra
vida, a partir de ahora, os va a
proponer la elección del emplazamiento, el de lo efímero o bien el del Eterno, y de apreciar cada vez
más la diferencia de vuestra conciencia, según os situáis todavía en las
problemáticas de las personas, de las historias, o si os dirigís hacia el final de cualquier historia, hacia la
beatitud.
En esos procesos que se celebran cada día y cada minuto de manera cada
vez más extensiva, pronto no quedará el menor espacio
para la menor duda o la menor hesitación, si es que todavía dudáis.
Os lo repito, la única
salida, lo sabéis, es el Corazón.
La única posibilidad hoy, es ir hacia esta Teofanía perpetua, que no es nada
más que la emanación, la irradiación, y la presencia de vuestra Eternidad en este mundo, desvelada y
asumida totalmente. Es así como realizáis el más puro de los
servicios a vosotros y al conjunto de la humanidad. Por supuesto se os ha dicho
que las Teofanías pueden realizarse con una intención sobre un objetivo dado;
pronto comprobaréis que ya no podréis parar más la Teofanía, no podréis
dirigirla más, ella ya no podrá ser programada más o deseada, será permanente
cada vez más.
Viviéndola,
comprenderéis entonces tal vez, si aún no ha sido vivido, la vanidad de
vuestros apegos a este mundo, a vuestras obligaciones, a vuestras funciones. Os
lo repito, dejad a los muertos enterrar a los muertos y dejad lo que murió
alejarse de vosotros, porque tal como se os ha dicho, sois el Camino, la Verdad
y la Vida, sois el Absoluto, sois el Parabrahman.
No existe ni mundo, ni formas, ni dimensiones, sólo
existe el Amor, que no necesita probarse a
través de una forma, de una experiencia. La verdadera Libertad es ésa, la de la
inmovilidad y de la beatitud eterna, allí donde no existen ni el tiempo, ni el
espacio, ni la forma. Este emplazamiento es anterior a la misma Luz incluso, pero contiene todas las Luces, todos
los mundos, todas las dimensiones, todo lo posible. Descubriendo esto entonces,
y viviéndolo de manera cada vez más intensa y más permanente ¿qué podrá quedar
de lo que constituía vuestra vida? Y eso, si tenéis tiempo para ello, antes
incluso de la Llamada de María.
Los momentos de requerimiento de la Luz donde desaparecéis, antes
incluso de la Teofanía, son también muy importantes. La Teofanía tiene no
obstante la ventaja de manteneros en la Infinita Presencia y de daros a ver y a
vivir lo que, para muchos de
entre vosotros, no existía por el momento, ya que erais muchos en percibir las vibraciones, la
Onda de Vida, pero a pasar de la conciencia ordinaria a la
desaparición sin poder ser informados, si puedo decirlo así, de la Presencia Infinita. Eso se acabó
hoy, esto quiere decir que tenéis toda la oportunidad y toda la posibilidad de
mantener sin esfuerzo la expresión del Amor incondicional y de vuestra
Presencia eterna en este mundo, como de desaparecer.
La rectitud de lo que está por vivirse se traduce siempre por la
Alegría, por la Ligereza, en un Corazón vibrante,
si vibráis, y por una evidencia que no sufre ninguna contestación ni alguna
justificación. Además, ¿qué
palabras podrían ser empleadas cuando estáis en éxtasis? Esto se vive sin
palabras, se vive sin conciencia, se vive sin forma, ni de tiempo ni espacio.
Es durante esos momentos cuando el alma empieza bien sea
su reversión, bien sea su
disolución definitiva, si esto no ha sido hecho, dejando el espacio al Espíritu
de Verdad, al Verbo creador, al Coro de los Ángeles y sobre todo a Cristo, y a
vosotros mismos.
Entonces en ese
momento, no tendréis ninguna vacilación en poner
vuestro Espíritu en las manos de la Fuente – que vosotros Sois, también. No puede haber una dicha más grande, no puede haber una
satisfacción en este mundo que pueda siquiera imitar esta Verdad, que sin
embargo no tiene palabras. Además ninguna palabra puede traducirlo,
porque en cuanto hay palabras o
discurso, hay necesariamente una toma de distancia, y alteración en alguna
parte. No os queda más entonces, que ser el testimonio viviente de la Vida y la
Verdad, más allá de todo concepto, de toda palabra, de toda interpretación, y
de toda prueba que haya que aportar, a vosotros como al exterior del mundo,
porque este Amor es la prueba de lo que Sois.
Más allá de mis
palabras que he pronunciado hoy, por la Gracia de mis otras once hermanas
Estrellas y por la Gracia de María, os propongo ahora, en el instante en el que estéis
ahí, en el instante en que me leeréis o bien
me oiréis, de poneros conmigo y con mis me oiréis, de poneros
conmigo y con mis hermanas en la Teofanía.
… Silencio…
Soy Ma Ananda Moyi y abrazo a cada uno de vosotros sobre mi
corazón, y rindo gracias a lo que sois.
… Silencio…
Os digo hasta siempre en la Eternidad, os digo hasta siempre en
el Amor, os digo hasta siempre en la Verdad. Todo mi Amor es adquirido por
vosotros, hasta la vista.
Cada uno de vosotros
puede decidir seguir con la Teofanía y la comunión, aquí en esta sala o en otra
parte, durante el tiempo que consideréis oportuno.
… Silencio…
* * *