Soy Gemma Galgani. Hermanos y hermanas presentes en esta tierra. Vengo hasta vosotros hoy, por petición de María, como la Estrella Unidad en la Luz Blanca. Hoy, en este día de la Tierra, vengo a transmitiros el Fuego Ígneo y a llevarlo por mi Radiación a lo más profundo de vuestro Corazón.
No he venido a contaros mi vida ni incluso a daros grandes discursos, sino simplemente, por mi Presencia y por vuestra Presencia, por la gracia del Fuego Ígneo, tratar de explicaros, con mi propio ritmo por este Fuego Ígneo, lo que surge en este período, sobre lo que sois.
En este período de finalización de vuestro año 2017, vengo a mostraros, no con mis palabras sino por las propias experiencias en vuestra Presencia y mi Presencia, lo que sucede cuando aceptáis sin condiciones el Fuego Ígneo, el de vuestra Resurrección, el de la Alegría y del Amor sin objeto, sin sujeto, sin condición; este Amor desnudo que os lleva y transporta al corazón de la Verdad, al corazón del Amor.
Lo que está sucediendo ahora y en estos días hasta finales de este año, es mucho más que conocer a Cristo, a María o encontrarse con un Arcángel o una Estrella; es el encuentro total y definitivo con lo que sois más allá de toda forma y de toda identidad. No se trata de sentir el Amor y aplicarlo a este mundo sino ser trasportados por el Amor para asentaros en la Verdad, la que os llevará a constatarlo, como es el caso -yo sé que lo es para muchas hermanas, más que hermanos de momento, porque lo femenino es más apto para captar y vivir esos descensos tan intensos del Fuego Ígneo. Pero hoy, nuestros hermanos humanos se unen también a nuestras hermanas humanas, en la misma experiencia que yo llamaría, porque tenéis que encontrar palabras más allá de mi Presencia, la “consumación de Amor” que termina irrevocablemente, para vuestra conciencia, con toda atracción hacia este mundo, con cualquier rol y función dentro del mundo. Porque en la Eternidad, como lo viviréis, no puede permanecer ninguna ilusión, nada de lo pasajero que todavía está presente. Es una total desnudez y conocer lo que sois, ¿qué puede permanecer de atracción a este mundo o a cualquiera de sus juegos? No queda más que la Verdad y la Verdad no necesita ningún escenario, ninguna vida particular en este mundo.
Entonces, entre mis palabras que se espaciarán, vengo a ofreceros este Fuego Ígneo. Todos vosotros, sin ninguna condición, podéis decidir en el momento en que me leáis, me oigáis, me escuchéis, desde el instante no pidáis nada, si no es acoger y desaparecer y, entonces, el Fuego Ígneo os consumirá.
De momento, algunos de vosotros, especialmente las hermanas humanas, habéis sentido esta afluencia del Fuego, preferentemente en Europa a partir de las 20:00 horas hasta la noche. Hoy vengo a anunciaros que la bendición del Fuego Ígneo que precede a la Llamada de María y al retorno de Cristo en vuestro Corazón, de manera colectiva, ha llegado. Muy pronto os daréis cuenta que ya no hay horarios, que hay ciertos momentos privilegiados para cada uno de vosotros, no siempre a la vez, donde el mandato de la Luz llega a vosotros para derribar las últimas ilusiones de ser este cuerpo, esta vida, de poseer algo que os posee de hecho. Es el momento que se os ofrece, antes incluso de que María se exprese a toda la humanidad, para realizar la Verdad totalmente.
Solo puedo esperar que el mayor número de hermanos y de hermanas humanos, acceda desde hoy a esto último que viene a disolver todos los apegos, las cargas, las creencias que este mundo pudo poner en vuestra persona e incluso en vuestra espiritualidad. El Amor desnudo, bruto, completo, pleno y total, cuyo único marcador dentro de vuestro efímero, más allá de las vibraciones de las que no hablo para dirigirme al mayor número de seres, os permite descubrir esta Alegría inefable que nunca puede detenerse.
Las Teofanías, las Endofanías, las múltiples citas de comuniones, han sido la oportunidad de acercaros a este momento. Os invito también a cada uno de vosotros, en colaboración con el Arcángel Uriel que como sabéis, llevamos sustancialmente la misma Radiación. Así que hoy, me uno a él, así como todos los días desde ahora para estar a disposición de todos vosotros, pero no habrá medias tintas. Esto no será simplemente un sentimiento efímero de la Alegría, sino el momento en que despertaréis, a veces de manera abrupta, de vuestro largo sueño, de vuestro olvido, donde el bálsamo de la Alegría, vendrá a borrar todo lo que todavía se puede creer, imaginar o pensar acerca de la importancia de vuestra persona, de esta sociedad, de vuestra familia, de vuestros maridos y mujeres y de vuestros hijos.
Los contactos con nosotras, Hermanas Estrellas, van a volverse muy intensos, ya estemos en nuestras naves, ya estemos en la Tierra, no a través de palabras ni explicaciones, sino simplemente por nuestra Presencia. El Fuego Ígneo podrá actuar en ese momento.
Cristo os dijo: “cuando estéis reunidos en mi Nombre, Yo estaré entre vosotros”. Y allí no está Cristo, es el Fuego Ígneo el que estará presente con vosotros y en vosotros, incluso a través de las Teofanías, las Endofanías, sea cual sea la resonancia que hayáis encontrado con Nosotros. Así pues, como sabéis y viviréis, comprobaréis por vosotros mismos que solo hay Amor y que todo lo demás no merece la menor atención, la menor atracción, el menor interés, pero sintiendo y viendo una Alegría… esa Alegría que no puede superponerse a ningún placer de este mundo, incluso el más perfecto.
Vais a descubrir esta Radiación del Amor perpetuo en vosotros, que no se detendrá nunca más, mostrándoos como acabo de decir, la inutilidad de todo lo relativo a la sociedad, a vuestra persona, a vuestros seres queridos, para descubrir estos días, la verdadera Libertad aquí mismo, en este cuerpo. Recordad que no se necesita, aunque sé que el Arcángel Anael y otros, os han comunicado medios muy simples para reforzar esto, pero eso se volverá tan obvio que muy pronto será vuestra verdad natural, sin pensar en ello, sin quererlo, sin buscar, sin desear, sin temerlo, porque es tan evidente que reemplazará todas vuestras experiencias incluso las más majestuosas, las más reconfortantes, para dejar sitio, en vosotros, a la Eternidad, a esa plenitud de la vacuidad, a este Amor indecible donde nada puede decirse porque lo que se diga será siempre disfrazado por las mismas palabras.
Entonces, sí; he venido a deciros que no importa vuestro posicionamiento hoy, no importa cuanta alegría o desesperación haya en vosotros, cuántas molestias o cuántos placeres tengáis en vuestra vida porque no representan absolutamente nada, porque el momento ha llegado. Y lo que nosotros vemos, porque como sabéis, ahora estamos más cerca de vosotros, no solo en vosotros, en vuestros canales mariales, sino también en nuestras naves más próximas a la Tierra, nosotros vemos el proceso de la Resurrección que ya está teniendo lugar, antes incluso de la Llamada de María, para muchos de vosotros. Y os he dicho que muchas hermanas que no eran privilegiadas, sino que sus estructuras eran más aptas para vivir esto.
Hoy, ya no hay diferencia entre hombre y mujer, solo hay una disponibilidad real para la Luz y el Amor, más que para cualquier otra cosa. No sois vosotros los que decidís liberaros de vuestra vida, de vuestras relaciones, de vuestras obligaciones, sino que es la Luz la que os está pidiendo con insistencia, la que os urge a que respondáis a su mandato por medio del Amor. Así que es ahí donde podéis ver por vosotros mismos si amáis más a este mundo, a vuestro personaje, a vuestra historia, a vuestro marido, a vuestra mujer, a vuestro dinero, a vuestra casa, o si habéis elegido real y definitivamente la Verdad que nada tiene que ver con este mundo. Dicho de otra forma, no hay tiempo ahora para lidiar con este mundo, con vuestras obligaciones, no hay tiempo para lidiar con nada, porque no sois vosotros los que decidís desde el momento en que acogéis y aceptáis el Fuego Ígneo.
Así que, cuando lo vivís, seréis finalmente liberados vivientes, eso no tiene ninguna duda. Y seréis más los que lo viváis, aunque como podéis imaginaros, esta experiencia no puede acomodarse, y cada vez menos, con los marcos de referencia de este mundo. Pero ahí está la única Verdad y ahora es el momento de dejarla ser, de dejarla mostrarse más allá de toda palabra, más allá de toda experiencia, de toda voluntad, porque cada uno de vosotros es recibido de la misma manera que vuestra acogida del Fuego Ígneo.
Esta última revelación, que es más que una gracia, porque esto sobreviene, antes incluso de la Llamada de María, a muchos de vosotros, cuantos más seáis, más se suavizará el choque de la humanidad. Recordad que no hay nada que desear, nada que pedir, tampoco hay nada que preparar, nada que poner en funcionamiento si no es “acoger”, ponerse a disposición de los mandatos de la Luz, sea cual sea su intensidad. No hay ninguna obligación de este mundo que a partir de ahora esté por delante de la verdad de vuestro Corazón, de vuestra Eternidad.
No os pido que os adhiráis a estas palabras, sino que las viváis de verdad, que las experimentéis a través de vuestra conciencia, a través de vuestra carne, porque todos sin excepción, sois Estrellas, de forma que no hay ninguna diferencia en vosotros como alrededor de vosotros. Experimentaréis realmente, la verdad de la Unidad antes incluso que este mundo se borre completamente de vuestra conciencia, porque, como sabéis, no sois vosotros los que desaparecéis, sino este mundo. Vosotros no desapareceréis nunca, sea cual sea vuestra elección, sea cual sea vuestro devenir, pero puedo aseguraros que desde el momento en que el Fuego Ígneo os toque por el impulso Metatrónico, al nivel de la cabeza, directamente conectado con el Corazón, podréis vivir la evidencia de las palabras que pronuncio y no su comprensión o su aceptación intelectual.
Frente al Amor, dentro de este mundo, ninguna estructura, ninguna creencia, ninguna ilusión ni ninguna mentira, puede mantenerse ni manifestarse. Esto es a lo que asistís muchos de vosotros, primero en vosotros y después, por supuesto, en el momento final, que será evidente y experimentado por aquellos que no querían vivirlo, por miedo, por seducción de las experiencias, por las razones que sean, no importa. El mismo Amor está disponible para todos, no hay límites ni restricciones al Fuego Ígneo del Amor. El testigo es la Alegría, esa Alegría inagotable que os hará sonreír permanentemente, no como una postura o una máscara, sino como la realidad de vuestra vivencia en la que nada de este mundo puede encadenaros, arrastraros o ralentizaros, porque solo importa la Luz, porque la Luz toma todo el lugar, porque el Amor es omnipresente. Y diría incluso que cuanto más alejados os sintáis hoy, más estaréis en la Alegría desde el momento en que acojáis, no en vuestra cabeza, sino en el lugar donde se deponen todas las armas de vuestras luchas, de vuestros combates, de vuestras heridas, de vuestros sufrimientos, de vuestras esperanzas, de vuestras desesperaciones, de vuestras penas y de vuestras alegrías.
Os lo digo porque lo viviréis como yo lo he vivido y os lo he contado. Ya no podréis dudar más, no podréis volver atrás a vuestras costumbres, a vuestros apegos; ellos desaparecerán por ellos mismos ante la evidencia del Fuego Ígneo y, especialmente, por el bálsamo de la Alegría. Recordad que no tenéis nada que hacer, nada que pedir, simplemente acoger y ser sincero, no frente a este mundo o a vuestras obligaciones, sino sinceros con vosotros mismos, allí donde no hay ningún escenario, allí donde no hay lugar para nada más que para el Gran Todo, que desde vuestro punto de vista no es más que la nada y la incertidumbre.
Ya no es tiempo de comprender, no es tiempo de resolver nada en vuestra vida. El mandato de la Luz, desde el 8 de diciembre de este año 2017, es cada vez más urgente y os llama a la Alegría eterna y os llama a la Verdad y no a mantener, de ninguna manera, este mundo, algo que habéis hecho con gran mérito, algunos de vosotros, estando abiertos y liberados, desde hace tantos años. Como sabéis, todo está cambiando de manera radical al mismo tiempo y como sabéis también que cuanto más evidente, flagrante y devastador se convierta el caos de este mundo, de la ilusión, más estaréis en la Alegría. Porque paralelamente al sufrimiento, hay Amor y ese Amor viene a destruir literalmente, los intentos de sufrimiento que surgen todavía por vuestra implicación en este mundo, ya sea a nivel familiar, a nivel social, al nivel que sea; incluso dentro de lo que llamáis “espiritualidad”. Ninguna espiritualidad puede llegar a la altura del tobillo del Fuego Ígneo y del Amor.
No es cuestión de conocimiento, no es cuestión de comprensión, no es cuestión de búsqueda ahora. No es cuestión de arreglar lo que sea, es cuestión de ser verdadero y la única Verdad no es de este mundo. Recordad que sean cuales sean las experiencias que hayáis vivido, que sean cuales sean vuestros conocimientos, vuestras vibraciones, vuestro estado hoy, si os falta el Amor, no sois estrictamente nada. Entonces, si aceptáis no ser nada dentro de este mundo, de todos los roles que tenéis, entonces el Amor estará ahí para vosotros. El Fuego Ígneo aplicará su bálsamo sobre todo lo que creéis haber dejado y cedido y veréis que no hay ninguna pérdida porque en el Amor no puede haber ninguna pérdida, solo la Verdad y esta Verdad no puede acomodarse ahora con ninguna pretensión de este mundo de la naturaleza que sea.
Pero, por supuesto, tenéis entera libertad de aceptar o rechazar; es el juego de vuestra conciencia, pero no podréis escapar a la revelación en el momento de la Llamada de María, pero, ¿por qué no hacerlo desde ahora? Porque, os repito, cuantos más seáis los que acojáis la totalidad del Fuego Ígneo, más resultados veréis no para vosotros, porque no os importa, vosotros ya habéis renacido, estáis muertos a vuestro personaje, estáis muertos a la historia, estáis muertos a este mundo y estáis realmente vivos.
Eso está en camino ahora y está sucediendo en algunos países ante vuestros ojos. Muchos estamos con vosotros, en vuestros Cielos y eso se nota. Los cambios de estructura de la tierra, están aumentando de forma considerable todos los días, los trastornos asociados con los elementos, a su acción en vosotros y sobre la escena de este mundo, se vuelven más patentes y más intensos.
He venido simplemente a invitaros por mi radiación, por mi Presencia y por el Fuego Ígneo a cortar absolutamente todo lo que debe ser cortado y que no resistáis a nada. Y recordad que no hay ningún esfuerzo que hacer, solo ser verdaderos, humildes, simples; todo lo demás solo está referido a vosotros mismos y no podéis tomarlo solo para vosotros, sino simplemente para descubrir que no es verdad y entonces, en ese momento descubriréis que eso se vuelve verdadero. Así que debéis aceptar el momento en que estáis ahora, ya estéis sufriendo, en pérdida, en duelo o en la alegría; no hay diferencia. La aceptación de vuestra eternidad ya no puede ir aparejada con la aceptación de vuestra persona y de este mundo.
Por tanto, no debe haber negación, rechazo o acción contra este mundo. “Dejad a los muertos enterrar a los muertos” y es todo. No os preocupéis por nada que no sea lo que está sucediendo; así es el Fuego Ígneo. Como he dicho, os deleita en Éxtasis, os deleita en Felicidad, sonreiréis permanentemente a la Vida, pero no a este mundo. Recordad que a este nivel no podéis engañaros o disimular nada tanto a vosotros mismos como al resto del mundo. Entonces, es inútil jugar, sean las que sean vuestras experiencias, la intensidad de vuestras funciones, de vuestros roles tanto en la materia como en el espíritu; no juguéis más, sed felices, sí; pero sin objeto, sin imagen, sin otra cosa que la Verdad desnuda. Y así, seréis trasportados a los palacios de la Eternidad, allí donde todo es pura Luz, allí donde no hay ninguna forma.
Estaréis en el origen de la conciencia y eso llena todo, y eso, pone fin de manera definitiva, a los sufrimientos, a la persona y a este mundo para finalmente estar en la Vida y no estar sometidos a la muerte, al olvido a la esperanza, a la desesperación, a la alegría y a las tristezas. Esta es la Promesa que se hace realidad en este mismo momento. No hay retrasos, no hay que buscar ni día ni hora. Es en este momento, cada hora y cada minuto, a cada respiro y todos estáis afectados, independientemente de lo que hayáis vivido antes; os repito, solo debéis acoger, aunque tengáis la impresión de no acoger nada.
Os recuerdo que todos los cuerpos de Eternidad están aquí y que todos entran en manifestación, lo aceptéis o no, lo hayáis reconocido o no; eso no cambia nada esta verdad. Así que, si aceptáis no jugar más en la escena de teatro, dejar de ser el observador de lo que sucede en esa escena, entonces, el Fuego Ígneo vendrá a deleitaros en Éxtasis. Y la palabra “deleitar” es correcta porque se trata de un ´deleite sin fin y eso no es mañana, ni después de vuestra muerte, ni después de la Llamada de María, ni en ninguna próxima vida; es ahora. Es aquí y ahora.
Una vez más, la claridad va a ser suficientemente importante para que, en el momento de la Llamada de María, sea cual sea la sorpresa, incluso visible en vuestros cielos, nadie pueda decir que no lo sabía; no por mis palabras, sino por la acción del Fuego Ígneo, que está más allá de las vibraciones, más allá de las experiencias, de las visiones, de los contactos multidimensionales. Es el Amor desnudo, como os he dicho, sobre todo, el bálsamo de la Alegría. ¿Es eso lo que queréis o preferís mantener vuestra pequeña persona, vuestras pequeñas obligaciones, vuestras responsabilidades, vuestras necesidades de ganar dinero, de dormir bajo un techo, de estar protegidos? ¿o entonces elegís el Manto Azul de la Gracia?, ¿el Fuego Ígneo, ese Fuego devorador de Amor que no admite ninguna ilusión? La elección debe ser ahora, franca y precisa, no habrá otro momento, no habrá otro retraso, digan lo que digan y piensen los que mantienen todavía una parte de este mundo.
Todos los tiempos que tenían que cumplirse, se han cumplido. Todas las revelaciones que tenían que ser dadas, fueron dadas, las demás revelaciones que pueden salir en el seno de vuestra persona, de vuestra vida, de la vibración, de la energía, de la observación de este mundo, no deben ocupar vuestro tiempo, porque realmente hay ahora una verdadera urgencia a ser verdaderos, y a dejar el Amor ser lo que sois, y no a jugar con vuestra persona, con vuestros deseos, con vuestras pulsiones, con vuestros razonamientos, con vuestros sentimientos, con vuestras vibraciones.
Entended bien mis palabras y más allá de mis palabras, estoy aquí para esto. Dejad el Fuego Ígneo invadiros, sanaros de todas las ilusiones, de todos los apegos, de todos los problemas dondequiera que estén situados. En el Fuego Ígneo, no puede existir el menor problema ligado a vuestra edad, a vuestras carencias sean cuales sean, a vuestros problemas sean cuales sean. Lo dijimos, Nosotros, las Hermanas Estrellas, os dimos el testimonio de nuestra vivencia. Hoy estáis llamados a vivir exactamente la misma cosa, dije que tal vez con todavía hasta hoy, un poco más de facilidad para nuestras hermanas humanas que para nuestros hermanos, pero está cambiando. Incluso el hombre hoy, en su componente humano, se está girando en su interior, reencuentra efectivamente su Masculino Sagrado, su Femenino Sagrado que no puede acompañarse de ninguna pantomima de este mundo, de ninguna religión de este mundo, de ningún salvador, de ninguna construcción, de ningún símbolo, de ninguna imagen.
¿Queréis estar en la Felicidad? ¿Queréis estar en la Felicidad perpetua? Es la única pregunta que sea todavía posible de hacerse hoy, por así decirlo. Entonces, si queréis estar en la Felicidad, primero hay que abandonar el «querer», y dejar que la Felicidad sea. Acordaos de esto, es una acogida, no es algo que vaya a manifestarse en el exterior en la forma que sea, tampoco es una experiencia, no es un estado que pasa, ¡es la Verdad! No hay otra, digáis lo que digáis hoy, penséis lo que penséis, afirméis lo que afirméis. Os reiréis de vosotros mismos en unas horas, en unos días, desde ya. En el Amor no hay ninguna estrategia, no hay ningún desarrollo.
Desde hace tantos años, el trabajo de la liberación ha permitido llegar hasta hoy. Ya no hay tiempo para volver atrás con las preguntas que sean, porque en definitiva las preguntas sólo atañen a la persona y alumbra la persona para permitirle tal vez, acercarse a la Verdad, pero hoy la Verdad está ahí sin tapujos, sin rodeos, sin velos, sin demora, y no es una palabra en vano. Sois muchísimos en averiguarlo y los testimonios han empezado a llegar de todas partes, que sea de hermanos, de hermanas que viven la misma Gracia, con una instalación más o menos delicada, más o menos evidente, pero cuya finalidad siempre es la misma, esta Felicidad indescriptible, esta sonrisa permanente y eterna que trasciende todas vuestras formas, e incluso vuestro cuerpo de Eternidad.
De la misma manera que no sois este cuerpo físico, tampoco sois el cuerpo de Etreté que es un vehículo de Luz. Sois anterior a esto, muy anterior, cada uno de nosotros somos esto, y es esto lo que se vive ahora, ya no puede haber ninguna historia que contar, no puede haber ningún guion que escribir, no puede haber ninguna relación que os impida ser lo que sois, ni ninguna condición sea cual sea su naturaleza perteneciente a este mundo, que pueda bloquear la Verdad, que pueda refrenar el Fuego Ígneo. Entended bien el alcance de mis palabras, entended bien el alcance de mi Radiación y de mi Presencia.
Entonces sí, en el Fuego Ígneo está la Paz, sea cual sea el estado del mundo, sea cual sea el estado de vuestra vida, de vuestro cuerpo. Y esta Paz, esta Felicidad, este Amor, este Fuego Ígneo no admiten ninguna comparación, es tan verdadero, es tan real, es tan permanente, es tan ligero y tan denso al mismo tiempo. ¿Cómo queréis que vuestras historias de este mundo tengan la menor utilidad a partir de ahora? Os incumbe verlo, sois libres de permanecer en las visiones, en las experiencias, en la persona, pero sois libres también de libraros de esto, espontáneamente, sin ningún proceso previo, tal y como tal vez muchos de vosotros lo habéis vivido desde hace más de 30 años. No hay ninguna condición previa, dondequiera que estéis, sea cual sea el dolor en el cual estéis, o sea cual sea la historia falaz y espiritual que seáis, sólo está la Verdad, no hay ningún sitio donde esconderse porque no hay nada que esconder. Entended bien esto, sólo depende de vosotros y sólo de vosotros, independientemente de Nibiru, independientemente de la llamada de María, independientemente del asa-planeta.
Muchos de vosotros ahora viven realmente y concretamente, no sólo que ellos no son de este mundo, sino que ya no tienen nada que hacer allí, nada que emprender allí. ¿Cómo queréis emprender algo cuando vivís la Verdad? ¿Cómo queréis perseguir un ideal, sea cual sea, cuando vivís la totalidad de la Verdad? Nosotras, las Hermanas Estrellas, lo hemos ilustrado, hablamos de ello, algunas permanecieron mucho tiempo en su cuerpo, porque tenían algo que cumplir y habéis visto sus obras. En cuanto a mí, en cuanto a mi hermana Teresa y a otras, desconocidas hoy, no nos ha importado no hacer nada en este mundo.
A través de lo que os digo hoy, ¿percibís la futilidad de todos vuestros compromisos sean cuales sean, sin ninguna excepción? Veis, mi discurso hoy es muy diferente. Siempre os dijimos, hasta hace poco tiempo, de siempre permanecer en vuestras vidas y hacer lo que la Vida os pedía hacer. Hoy no es la Vida que os pide hacer o no hacer, es el Fuego Ígneo que se apodera de todo, que quema todo. Ya no hay ninguna demora, lo repito, nada puede sostenerse ante este Fuego, si no las resistencias que ponéis delante. Y si esto no os concierne, si esto no resuena en vosotros, entonces no os ocupéis de esto. Pero ya no podéis pretender buscar la Luz, ya no podéis pretender tener más experiencias para mejoraros, no podéis correr tras un objetivo y ser al mismo tiempo lo que sois, esto se acabó, irremediablemente acabado.
Entended bien el alcance de mis palabras y de mi Radiación, os incumbe verlo porque es vuestra libertad, y esta libertad no podrá expresarse más en este mundo de esta manera, sean cuales sean vuestros deseos. Estad disponibles, no por momentos, no a veces, no cuando la llamada al orden de la Luz esté ahí, sino que estad disponibles en cualquier momento para este Fuego Ígneo, y cuando os arrebate, vosotros mismos lo veréis, no podréis resistiros, sino tumbaros y vivir este Éxtasis, no podréis hacer nada más, ni realizar nada más en el seno de este mundo. Es cierto que podréis resistiros pero decíos que si el Fuego Ígneo se vive en vosotros, digáis lo que digáis, penséis lo que penséis, no hace ninguna diferencia y de hecho la evidencia de este Fuego Ígneo, de esta Felicidad, de este Amor es tal, que verdaderamente el término arrebato es exactamente la palabra exacta.
Estando arrebatado, todo lo demás puede desaparecer porque es ilusorio y es visto por lo que es, es visto como unas cosas que sólo pasan, inscritas entre el nacimiento y la muerte. Penséis lo que penséis, aunque seáis adeptos a ciertas espiritualidades, sean cuales sean, intentáis encontrar una cierta lógica. La lógica del Amor no tiene nada que ver ni con vuestra lógica, ni con la lógica de la encarnación; la lógica del Amor es la ley del Uno, es la Gracia permanente, ahí donde no hay ningún espacio ni ningún sitio para el sufrimiento, para la muerte, para la pena. Entonces escoged, ahora, definitivamente. ¿Qué queréis, sin quererlo? ¿Qué buscáis? ¿A qué juego jugáis? ¿El juego de la persona que acoge la Luz o el juego de la Luz que ya no ve la persona?, los resultados no son los mismos.
Algunos de vosotros han tenido unas experiencias a veces amargas y dolorosas a lo largo de todos esos años pasados, pero ahora no hay ninguna demora y lo repito firmemente: ya no hay tiempo para jugar, ya es hora de estar en la Felicidad, ya no hay tiempo para cumplir algo, si no es la Verdad. No hay ninguna excusa que valga, no hay ninguna coartada que pueda presentarse, no hay ninguna convicción que pueda imponerse. A partir de allí, ¿qué hacéis? A partir de allí, ¿acogéis la Verdad, o permanecéis -desde mi punto de vista y de aquellos que están liberados- en las quimeras, las experiencias?, es cierto que os alimentan, es cierto que os acercan a la Luz, os permiten ver la Luz, os permiten experimentar la Gracia, la Felicidad, pero ¿es permanente, es completo?
Sólo el Fuego Ígneo lo puede y es ahora. Y no me digáis que tenéis cosas que cumplir, que arreglar, porque no hay nada que arreglar cuando la Luz está ahí. No hay nada que no pueda estar listo, si no es tal vez la persona que tiene miedo de eso, o que se aferra a su personaje, a sus visiones, a sus historias, a sus vibraciones, a sus memorias y se aferra a la carne, a la materia, es su elección, es su libertad. Pero una vez más, qué puede haber más intenso y más verídico que el Fuego Ígneo del Amor, que no tiene ninguna comparación posible con ninguna de las experiencias intensas que hayáis podido vivir o que todavía vivís. Acordaos: en el Fuego Ígneo, en el bálsamo de la Felicidad no hay ni mundo, ni cuerpo, ni persona, ni identidad. Sólo está la Verdad y no admite ninguna confusión, ninguna negociación, y tampoco ningún error.
Entonces tal vez es el momento ahora, que permanezca con vosotros unos instantes, es cierto que todavía con algunas palabras, para enseñaros y daros a vivir la Evidencia de lo que sois. Algunos de vosotros en este instante, como en cualquier otro instante, podrán acceder a ello totalmente e irremediablemente, otros levantarán una esquina del velo y otros se apartarán, es su libertad, el Fuego Ígneo no juzga.
Entonces, ¿qué hacer? Nada, simplemente estar ahí conmigo en este instante, dejar el silencio de mis palabras establecerse progresivamente y sobre todo acoger sin avidez y sin deseo. Si preferís, os digo entonces, poneos en una posición interior de acogida sin condición, sin objeción, sin comprensión, y veréis: Esto es ahora.
Bien amados hermanas y hermanos humanos, por nuestra Presencia Una en nombre de Cristo, en nombre de la Luz, en nombre de la Verdad y en nombre del Fuego Ígneo, sed bendecidos esta vez en la Eternidad y por la Eternidad.
Silencio…
Nos instalamos ahí donde ninguna palabra es necesaria, ni las mías ni las vuestras, donde sólo el Silencio es la majestad porque es la antecámara del Verbo y del Espíritu.
Gloria a la Luz en lo más alto de los cielos, como en lo más profundo de la tierra.
Gloria a la Felicidad que trasciende cualquier personaje y las loas de Amor en cada uno de vosotros.
Que la Paz, la Felicidad y el Amor sean realmente lo que sois, ahí donde no hay ni dentro ni fuera, ni pequeño, ni grande, ahí donde sólo hay lo inefable, esto es ahora.
Entonces el Fuego Ígneo, ayudado por el Arcángel Uriel ahora y Lord Metatrón en persona, es enlazado a través de mi Radiación y de vuestra Presencia.
Silencio…
Soy Gemma Galgani, y soy también ante todo, cada uno de vosotros.
Mis palabras sólo han ritmado este instante.
Silencio…
Constata por ti mismo lo que se vive.
Soy Gemma Galgani, Estrella Unidad y esposa de Cristo. Soy también la Vía, la Verdad y la Vida, como cada uno de vosotros lo es.
En este instante dondequiera que estés, el Arcángel Uriel y el Arcángel Metatrón enlazan a través de mi Presencia y de tu Presencia, el Fuego Ígneo en la intensidad más adecuada para cada uno de ti.
Silencio…
Tampoco olvidéis que estoy a la disposición de cada uno de vosotros para vivir unas Teofanías, para comulgar con vosotros, con el fin de que el Fuego Ígneo esté presente. Tuve la oportunidad de contactar con muchos de vosotros aquí o en otras partes, y constato que a pesar de mis consejos, muchos de vosotros no se han atrevido a nombrarme, a llamarme, a encontrarme. Haceos la pregunta del por qué, ¿dónde estaban vuestros miedos? ¿Dónde estaba vuestra negligencia respecto a vuestra propia Eternidad?, prefiriendo la escena del teatro de este personaje, y seguir una espiritualidad más conforme a vuestra persona. Todo esto se acabó, ya no tiene razón de ser y os vais a dar cuenta muy, muy rápidamente. Sólo queda el Amor, sólo queda el bálsamo de la Felicidad por la gracia del Fuego Ígneo.
Estoy muy feliz en estos particulares tiempos, de poder acercarme a muchos de vosotros con la misma intensidad, pero si no me prestáis atención, no puedo hacer nada, tenéis que comulgar. Vuestra vida tiene que ser una comunión perpetua a la Luz, que lo queráis o no ella misma se impondrá, y esto, es ahora mismo. No hay una mejor prueba que de vivirlo, de constatarlo, en la inmediatez de vuestra vivencia. No hay nada que esperar.
…Silencio…
Soy Gemma Galgani, ya ha llegado el momento de retirarme en vosotros con el fin de ser omnipresente, como la Luz lo es a partir de ahora.
Permitidme haceros probar ahora, no el Fuego Ígneo, sino que gracias a mi proximidad, haceros vivir lo que fue realmente mi Presencia como Gemma, antes de ser Estrella. Espero que esto os encante tanto como me ha encantado, porque a pesar de todo han quedado allí donde estoy, algunas experiencias tan fabulosas que, sólo puedo desear para cada uno de vosotros esta última experiencia que pone fin al juego de las experiencias.
Entonces, dejaos ser y permitíos acogerme en totalidad, a través de mi Radiación humana que llevaba hace ya un siglo, con el fin de enseñaros y demostraros que esto es verídico, que aunque mi cuerpo no pudo y no quiso soportarlo demasiado tiempo, porque me era imposible, también será lo mismo para vosotros. Pero recordad: la llamada de María vendrá mucho antes de que estéis cansados de esta Felicidad, porque ¿cómo podemos cansarnos de eso?
Venid, ¿estáis listos?, estéis dónde estéis. Gemma viene hacia vosotros.
…Silencio…
Entonces, yo también puedo decirte que eres mi amigo y mi amado, porque entre tú y yo no hay ninguna diferencia, tan pronto te has reconocido como me he reconocido en ti.
Soy Gemma Galgani, Estrella Unidad, Unidad que comparto con vosotros sin reserva, sin condición, con el mismo impulso, y ahora os saludo con todo el Amor de la creación, con todo el Amor de la Fuente, con todo el Amor de la Verdad.
Hasta siempre en la Eternidad. Hasta luego.