Saludos, hijos e hijas de la redención! Desde el Reino de Lis, desde el Jardín de la Inocencia, mi radiación se expande tocando centenas de corazones, millares de llamas, infinitas luces en la tela cristalina de este planeta.
Hoy, iniciamos juntos una canción que se desarrollará por seis semanas. Una canción constituida de seis actos. Juntos, cada tono, cada sonido, en su propio timbre, tejeremos una sinfonía magnífica, una sinfonía que se desplegará y que envolverá todo este planeta. Una sinfonía que nosotros llamaremos, el Canto de la Curación.
En cada uno de estos actos, invocaremos e irradiaremos la vibración de uno de los Jardines del Reino de Lis. Cada Jardín se ocupa de un antídoto para un veneno de la mente, y en el Jardín de la Inocencia el veneno abordado es aquel del cual todos los demás surgen: el miedo.
Niños, yo les pido, que abran sus corazones y a partir del punto más silencioso, a partir del punto más sereno, más profundo, más verdadero, más honesto y transparente, les pido que acojan la presencia del Jardín de la Inocencia que, a través de mi radiación que los envuelve ahora, extiende hacia ustedes sus hilos de resonancia.
Únanse al Jardín de la Inocencia, siempre recordando que para que nuestro Canto de Curación sea tejido y pueda realmente envolver toda la tela cristalina de este planeta, vuestra posición debe ser aquella que a un mismo tiempo sea receptividad, pero también donación. Reciben para dar, son servidos para servir y el amor es lo que da significado, es lo que orienta la cadena irrompible de la interconectividad universal.
Únanse al Jardín de la Inocencia, K'sumene'há. ...
K'sumene'há... (los participantes repiten)...
Abran sus corazones para que la fragancia del Jardín de la Inocencia llegue al corazón de toda la humanidad, usando como canal su propio corazón.
Cuán bello es el acto de donación desinteresado. Cuán luminoso es el gesto de altruismo sincero y puro. Bien amados, el miedo, el más profundo se disuelve ante el acto sagrado de donación. Aquel miedo más temido se disipa ante el acto sagrado del servicio.
Hijos e hijas, traigan a la consciencia, en este momento, todos sus miedos, los pequeños, los grandes, aquellos que no los asustan como antiguamente, pero que aun permanecen ahí como sombras muy finas, como si fueran sombras de una telaraña.
Traigan la mente, traigan ahora la conciencia, sus miedos, sus temores, sus aprensiones. Ya sea el miedo del pasado, ya sea un miedo del futuro o de un presente improbable o incluso imposible. Solo tráiganlos como objetos de su percepción en este momento, serenamente. No hay necesidad de fuerza, no hay necesidad de lucha, ni de probar nada a nadie. Solo traigan sus miedos delante del foco de su conciencia.
Sepan, mis pequeños, que estos miedos no les pertenecen. Sus miedos son compartidos. Sus miedos son aun propiedad de la humanidad a la cual están ligados. No crean que están solos en la sensación de este miedo, no son los únicos, no por causa de sus miedos. Lo que temen su hermano de al lado lo teme. Lo que les causa temor y pavor, su hermana del otro lado del planeta también teme.
Reconozcan que incluso en la sombra hay unidad. Reconozcan que en la expresión invertida y distorsionada, ustedes son uno. Por medio de este miedo, cualquier miedo, reconozcan que están íntimamente conectados con todos aquellos que están a su alrededor y que más allá de sus círculos de relaciones, todos sus semejantes y mismo aquellos que no consideran tan semejantes, también. Los seres conscientes comparten este miedo, los seres conscientes comparten el temor, oh! si, hijos de la redención, son todos hermanos!
Delante de este reconocimiento yo les pido ahora, acoger amorosamente sus miedos, como representación en ustedes de los miedos de toda la humanidad. Así como en su estado actual yo los miro y veo niños ingenuos, niños que se asustan con pequeñas sombras, niños que lloran por motivos equivocados, niños que también anhelan objetivos equivocados. Así que, yo les pido, hijos e hijas, vean sus miedos como los miedos de un niño, vean sus miedos como temores infantiles y acójanlos, ámenlos, y al disiparlos con la luz de la lucidez, al transfigurarlos en su amor por toda la humanidad que comparte esos mismos miedos, acogen a toda la humanidad en su corazón.
Pues toda la humanidad es un sólo símbolo y es el símbolo de ustedes mismos. Y ustedes son millares de símbolos, porque tienen una multitud en su interior. Y los millares de símbolos que ustedes son, son representación de toda la humanidad.
Acojan amorosamente, sin culpa, sin juzgar. Acojan amorosamente sus miedos, serenando todo el temor. En este espacio sagrado, el Jardín de la Inocencia, tocando al niño que a pesar de su ingenuidad aun es el receptáculo sagrado de su más pura inocencia. Calmándola, serenándola, acogiendo, acogiéndola en este Jardín K'sumene'há. Este Jardín de la Inocencia que abrió sus portales una vez más para envolver esta humanidad infantil en su dulce cuidado, en su amorosa Luz. Porque es tiempo, es tiempo de florecer, es tiempo, es tiempo de salir del huevo, es tiempo, es tiempo de romper la cáscara, es tiempo de abrir las alas, es tiempo de volar.
Permanezcan, hijos e hijas, en recepción de la onda de Amor y Fuego que yo emitiré para ustedes ahora. En intensa sintonía con K'sumene'há, el Jardín de la Inocencia, yo les pido: ofrecer todos sus temores y miedos, como símbolos del temor y miedo de la humanidad infantil de este planeta y permitir que ellos sean todos sacudidos, transmutados, redimidos en gloria en esta onda poderosa, implacable de Amor y Luz ígneas. Mientras mi presencia instalada en su presencia ejecuta esa alquimia, permitan que sus cuerpos físicos sean envueltos en el canto de la curación...
Alineamiento sonoro por Selén...
(Quienes quieran escuchar el canto pueden descargar el link
y a los 18.54 minutos está)
Mis amados hijos e hijas, yo los invito, los invoco incluso, a que se dispongan cada día hasta nuestro próximo encuentro a algunos momentos, algunos segundos de comunión con K'sumene'há, el Jardín de la Inocencia de Lis. Y en estos momentos, así sean breves, les pido que solo abran su corazón con veracidad, en sinceridad y lancen un pensamiento de Luz en el campo psíquico colectivo de esta humanidad. Un pensamiento de Luz cargado con el Canto de la Curación que vibramos hoy, aquí, con el antídoto de la Inocencia que compartimos como un néctar divino en este día.
Algunos segundos cada día hasta nuestro próximo encuentro es lo que yo les pido como hermana y como madre, en auxilio a mi obra. Mi presencia permanece en ustedes como la brisa suave de la comprensión de su estado, como la brisa suave que honra su servicio, que honra su sacrificio. Y que también los impele a ir más allá. Los amo, hasta pronto!
Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.
Mensaje canalizado por Selén
http://www.escolaluzviva.com.br/
Traducción: H. N.
Mãe Divina 01.02.15 - O Canto da Inocência
Mis amados hijos e hijas, yo los invito, los invoco incluso, a que se dispongan cada día hasta nuestro próximo encuentro a algunos momentos, algunos segundos de comunión con K'sumene'há, el Jardín de la Inocencia de Lis. Y en estos momentos, así sean breves, les pido que solo abran su corazón con veracidad, en sinceridad y lancen un pensamiento de Luz en el campo psíquico colectivo de esta humanidad. Un pensamiento de Luz cargado con el Canto de la Curación que vibramos hoy, aquí, con el antídoto de la Inocencia que compartimos como un néctar divino en este día.
Algunos segundos cada día hasta nuestro próximo encuentro es lo que yo les pido como hermana y como madre, en auxilio a mi obra. Mi presencia permanece en ustedes como la brisa suave de la comprensión de su estado, como la brisa suave que honra su servicio, que honra su sacrificio. Y que también los impele a ir más allá. Los amo, hasta pronto!
Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.
Mensaje canalizado por Selén
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Traducción: H. N.
Mãe Divina 01.02.15 - O Canto da Inocência
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