Soy el Hermano K y nuevamente con ustedes y en ustedes.
Además de todo lo que hemos expresado hoy, quisiera traerles un último elemento que les permitirá sanar del sueño, pero que ya conocen.
Más allá de todo lo que hemos dicho, no olvides que la regla esencial, para vivir la vida y sanar del sueño, son y serán siempre estas dos virtudes –por así decirlo– que son la humildad y la sencillez. Cuanto más humildes y sencillos sois, más oportunidades os presentará la Inteligencia de la Vida, de la Luz, para sanaros del sueño.
Esta humildad y sencillez reflejan por supuesto la ausencia de pretensión hacia este mundo, y especialmente la ausencia de pretensión de desempeñar un papel o función. Cuando escribes... (cortar)
Cuando comienzas a experimentar la Realidad, cuando estás en esta humildad y esta simplicidad, ya no puedes reclamar nada dentro de esta sociedad y este mundo. Vives la vida tal como se presenta, disponible para acoger lo que se presente. Así es como escaparéis del juicio mismo de este mundo.
La ausencia de exigencias hacia la sociedad, hacia los seres queridos, hacia los amigos, hacia la familia, te trae libertad. No dije que la libertad sea fácil, a veces tiene un costo, pero cualquiera que sea ese costo, palidece en comparación con lo que está disponible para ti.
Cuanto más te recuperes del sueño, menos pretensión o reclamo podrás ejercer. No se trata de tener una vida perfecta o un cuerpo perfecto sino que es mucho más importante seguir las líneas de menor resistencia (…)… tu vida.
Lo que otro anciano llamó Indiferencia Divina debe estar cada vez más presente en el escenario. Cualesquiera que sean tus sentimientos de impaciencia o desesperación, nunca pierdas de vista el hecho de que estás desempeñando un papel y un juego, y que nada de esto es absolutamente cierto.
Podría darte esta frase que también es la más importante: ''Hagas lo que hagas no saldrás con vida''. Pero esto debe estar presente en tu mente en cada minuto de tu vida. Esto no significa que tengas que aceptar el sufrimiento, simplemente significa que cuanto menos te resistas, menos sufrimiento habrá. Esto no siempre es inmediato, pero depende de ti demostrarlo, demostrarte esta verdad a ti mismo.
Cuanto más aceptes incluso lo que te parece inaceptable, más libertad y autonomía ganarás y más te sanarás del sueño. No hay mejor momento que cada momento que está aquí. Enfrentarse a sí mismo en algún lugar con la ilusión y con la Realidad en el mismo momento de su vida, en alguna parte debe conducir a la autodesprecio. Nunca olvides que nada es serio, y que aquel cuyas palabras quisieran devolverte esa seriedad, no ha comprendido nada de la burla de la vida.
Esta humildad, esta sencillez, acompañada de espontaneidad, os hará experimentar el Fuego del Soplo del Espíritu, donde no dependéis de nada, ni de una estructura, ni de un recuerdo, ni de un pasado y menos aún de un futuro. Y simplemente dependes en alguna parte del Momento Presente y de tu posicionamiento en este Momento Presente. Así dan gracias a lo Real, así reemplazan toda acción/reacción por la acción de la Gracia de la Libertad.
Recuerda también que debe haber momentos dentro de tus días para estar a solas contigo mismo, para desempeñar plenamente el papel de observador de ti mismo, de modo que ya no estés involucrado en ninguna emoción o pensamiento, porque en realidad no eres ni tus emociones ni tus pensamientos. . Así, detendrás toda identificación con el personaje, no para negarlo, no para ignorarlo, sino para expresarte verdaderamente desde el Corazón del Corazón.
La humildad, la sencillez hacen tus días simples. Observa tus propios pensamientos, no los detengas, simplemente pasan de largo. Acepta de igual forma las emociones que te atraviesan, no tienes que reprimirlas, solo tienes que verlas e identificarlas.
Lo mismo ocurre con tus percepciones, tus visiones, tus sentimientos. Cuanto más te acercas a la espontaneidad, más experimentas la Realidad y menos necesitas sentimiento y percepción. Entonces, en ese punto, ya no podrás dejarte llevar hacia decisiones que dependan únicamente de tus sentimientos. Además, tendrás cada vez menos para elegir. Existe la verdadera Libertad, la ausencia de elección.
Este es el momento en el que dejas que la Vida se desarrolle, donde el observador deja que la elección se establezca, sin referirse a lo que podría ser bueno o malo para ti. Hay una noción esencial a través de esta humildad y esta sencillez que es la confianza, no la confianza en uno mismo ni la conciencia de los demás, sino la conciencia de lo que es, la confianza en lo que es.
Así adquiriréis una gran libertad, así sanaréis cada vez más profundamente de todos los sueños. El testigo y el observador deben estar presentes en cada minuto de tu vida. Debes mirarte con humildad, pero también debes mirarte con sinceridad. No tienes nada que condenar, ni en ti ni en el otro. Sólo tienes que observarlo y entonces serás libre. No podrás evitar estar presente en el sueño, no podrás evitar estar donde estás, en el momento en que estás, pero la forma de vivirlo y percibirlo será profundamente diferente.
Finalmente, sed humildes y amables con vosotros mismos, sed humildes y amables de la misma manera con todos los que encontréis, porque incluso aquel que conocéis y que os molestaría mucho, es sólo una parte de vosotros mismos que aún no ha sido reconocida en vuestro interior. uno mismo.
Recuerda que el amor es simple, recuerda que la Verdad es muy simple, no necesita historia, no necesita referencia, no necesita comparación, simplemente tiene necesidad de estar ahí. Y estar ahí ciertamente es no juzgar nada. Estar ahí es simplemente estar ahí, presente y observador y testigo al mismo tiempo, sabiendo que ni siquiera eres eso, sino que ese testigo y este observador y esta presencia también participan del juego y del sueño de la creación.
Y en estas condiciones, cuando el sueño se transforme completamente en pesadilla, no tendréis dificultad en reíros de ello y volver a la Realidad. Escuchen más allá de mis palabras, porque la cualidad que llamarían vibratoria, que se establece en este momento, es mucho más importante que las palabras que digo en este momento.
Ámate a ti mismo. Y si te amas sinceramente, entonces ya no podrás rechazar nada fuera de ti, y comprenderás en ese momento que tú también eres el enemigo, y que realmente nada está fuera de ti, allí donde no hay nada. Queda por proteger, donde ya no queda nada que defender. Así volverás a ser niño y lo que entonces se llamaba el Reino de los Cielos será tuyo. Es un reino sin dominio, es un reino donde no tenéis nada que dominar, es el reino de la Morada de la Paz Suprema.
En ese momento, espontáneamente te encontrarás en la unión del sueño y la Realidad. Estaréis disponibles para lo Real, no habrá más ganas de soñar. Ya no os dejaréis engañar por vuestra forma, como cualquier otra forma, porque comprenderéis que sois todos formas y, al mismo tiempo, que no tenéis forma. Saldrás de la ilusión del tiempo y el espacio, aquí mismo, dentro del sueño. Comprenderás que todo lo demás es sólo una proyección y un escape del momento. Ya no podrá manifestarse ningún deseo de escapar.
Y es con estas palabras que el hermano K os tiene cerca de su corazón. Y es con estas palabras que el Hermano K regresa al Silencio. Les digo Para siempre, tanto en la Morada de la Paz Suprema como en la Bienaventuranza de Parabrahman. Todo mi Amor os acompaña y todo mi Silencio está dentro de vosotros.
Gracias a usted. Adiós.
El equipo de transcripción
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Todo nuestro agradecimiento a Jean-Luc Ayoun y Elisa Bernal,
así como a todo el equipo de transcripción (Les petits mains).
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