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sábado, 23 de septiembre de 2017

YVONNE-AIMÉE DE MALESTROIT Septiembre 2017

   

Soy la hermana Yvonne-Aimée, Estrella KI-RIS-TI. Hermanas y hermanos en la carne, dignaos acoger la Paz de Cristo, la alegría de la Luz y la verdad del Amor.

…Silencio…


Vengo a vosotros y en vosotros, para completar lo que os han dicho mis queridas hermanas Gemma y Teresa, a petición de María, no tanto para decir palabras sino para revelar y despertar en vosotros a KI-RIS-TI, que viene a soplar sobre las brasas de vuestro corazón para avivarlas.

Como ya se os ha anunciado y explicado, no tenéis nada que hacer, nada que preparar ni anticipar, sino simplemente estar ahí, presentes y lúcidos ante lo que está sucediendo en vuestra intimidad.

Los impulsos múltiples de la luz que tienen que producirse en los próximos días, representan en su conjunto, en su cantidad y en su multiplicación, a Aquel que viene como un ladrón en la noche a llamar a vuestra puerta y a pedirte ser lo que eres, más allá de todo lo que puedas creer, más allá de lo que puedas vivir o experimentar.

Como muchos de vosotros, mis hermanas y hermanos, aquí como en todas partes del planeta, sentís sin poder precisarlo, algo que está sucediendo, algo que está desarrollándose. No hay necesidad de saberlo, pero es esencial vivir en vuestra intimidad, estos eventos de Luz de forma preeminente sobre cualquier acontecimiento de la tierra o de vuestra vida.

La única pregunta que aún debéis plantearos es si habéis dicho “sí” al Amor, “sí” a la Verdad, “sí” a la Eternidad y no para ajustar nada dentro de vuestro personaje, de vuestra historia, así como de vuestras experiencias, sino para encontrar de manera plena y total lo que sois dignos Hijos Ardientes del Sol.

No hay nada que reflexionar, nada que pesar o sopesar, solo aceptar cualquier eventualidad sabiendo que sean las que sean estas contingencias probables y de la naturaleza que sean, detrás de la apariencia está lo inefable, lo que no puede ser traducido en palabras ni en conceptos, ni incluso en lo que llamáis “vibraciones”. Todo lo que estáis llamados a vivir, unas y otros, no puede ser referenciado ni categorizado con nada que podáis apreciar en este mundo o que hayáis experimentado a menudo.

Más allá de lo que os han explicado Gemma y Teresa, más allá de la “Unidad” y de la “Profundidad”, el Silencio se instala en vosotros, tanto si lo habéis descubierto como si no; Silencio que se traduce por acontecimientos abruptos a nivel de vuestro cuerpo, de vuestra conciencia y de vuestra memoria. El silencio es el resultado de todas las preguntas que pueda plantearse vuestra persona. Eso corresponde también a lo que se ha llamado “la aceptación incondicional” de esta Verdad que llega.

La alquimia especial que se producirá en el “cara a cara” entre lo Eterno y lo efímero, personal y colectivo, independientemente de las reacciones de la persona o de la sociedad humana, no representarán nada frente a la verdad de este Silencio, de esta perfección que ningún pensamiento humano o herramienta humana, puede crear o recrear.

En las profundidades y en vuestra unidad, El que llama a vuestra puerta, viene a abrazaros, a desposaros y a acompañaros a cada uno y a cada una, con la misma intensidad y el mismo Fuego.

Lo que os puedo decir es: “no tengáis miedo y permaneced tranquilos”. La Alegría que se os ha prometido, no podrá compararse con lo que hayáis podido vivir hasta ahora, si os quedáis en la humildad, en la neutralidad y en la benevolencia.

…Silencio…


Dejando consumarse lo que debe ser consumido por el fuego del Amor, se iluminará desde dentro lo que sois, haciéndoos vivir, sentir, realizar este don de la Gracia más plena y gozosa.

La Luz y el Amor llamarán a vuestra puerta de diferentes maneras, en diferentes movimientos y diferentes etapas. Más allá del silencio, de la aceptación, más allá de seguir el corazón y la profundidad, si tenéis la oportunidad, estad solos con vosotros mismos en un entorno lo más natural posible; pero si eso no es posible, es que debe ser así y serán las mejores condiciones para que viváis lo que tenéis que vivir.

Mis palabras en este día están espaciadas, deliberadamente, porque lo que tengo que deciros a cada uno, no reside en las palabras que utilizo, aunque estas palabras sean llevadas por el Verbo y el Paráclito. Lo importante en este momento, aquí como en cualquier parte, cuando tengáis la ocasión de leerlo, de oírlo, es simplemente estar en silencio para acoger sin condiciones y sin resistencia a Aquel que viene.

No esperéis ver, no esperéis ningún escenario, solo la iluminación completa de lo que es la conciencia, de lo que es la vida, de lo que es la Alegría. Como mis queridas hermanas os han dicho, a medida que se desencadene un aparente desorden, estaréis más iluminados. Esta iluminación no es para aclarar ninguna historia sino lo que sois de verdad, lo que todos nosotros somos antes incluso de haber tomado la primera forma y haber realizado la primera experiencia libre. Eso corresponde, para muchos de vosotros, de manera previa a la Llamada de María, la realización de KI-RIS-TI y también no estar ya afectados por ninguna vicisitud de vuestro cuerpo, de vuestra conciencia efímera o de este mundo. Se ha dicho y repetido: “el miedo o el Amor”, eso va a volverse cada vez más cierto, más patente, más obvio.

El Hijo Ardiente del Sol no puede experimentar ningún miedo, ninguna aprehensión porque, en cualquier circunstancia, él permanece en la alegría perpetua de la Eternidad, sin importar lo que acontezca o dónde acontezca. El Silencio y la Paz son marcadores esenciales de donde emerge la alegría infinita de la felicidad sin causa y sin objetivo, la Alegría para la Alegría, el Amor para el Amor, más allá de todo escenario y de todo problema, haciéndoos experimentar de manera más intensa, la Libertad y la Verdad.

Mi hermana os ha dicho que no hay nada que preparar, penséis lo que penséis y creáis lo que creáis. Cada uno y cada una, está listo a su manera. Y diría incluso, que el que dice que no está preparado del todo, está más preparado que el que se cree estarlo. No os pido que me creáis, sino que os informéis simplemente. Esto no es, en absoluto, una advertencia, sino un anuncio gozoso, aunque no captéis todavía el significado de estas palabras, ni viváis el aspecto vibratorio.

En este espacio de Alegría, no puede surgir ningún temor. Vuestro corazón, de alguna manera, está en vuestra eternidad, es vuestro salvoconducto, la única verdad. Así que todos vosotros estáis listos, la Tierra misma está lista, el Cielo mismo, está listo. Las condiciones óptimas están reunidas para que el proceso final de la Ascensión de la Tierra se produzca ahora de manera palpable, visible y evidente. Sean cuales sean las reacciones relativas a eso, sabed que una reacción no dura más que un tiempo y las interaciones de la Luz a través de los procesos descritos, permitirán a cada impulso, alejar las últimas dudas, las últimas negaciones, las últimas iras, pero también, las últimas negociaciones porque no hay nada que negociar ante tal don, el don de la vida y de la Eternidad.

¿Qué más se puede pretender tras la Llamada de María, si ya durante esta semana, la alegría de este mundo podrá rivalizar de una u otra manera con la Alegría de la Eternidad? Independientemente de vuestros apegos, vuestros proyectos, vuestras obligaciones, lo que será resuelto por la acción del Arcángel Uriel y de la Confederación y también por la Tierra y sus Elementos, será de tal intensidad, de tal verdad que nadie de vosotros podréis volver a lo anterior, aunque muchos de vosotros, permaneceréis en la Tierra, durante un lapso de tiempo después de la Llamada de María, como sabéis, para apaciguar lo que se necesita y que no forma parte de vuestra conciencia sino simplemente de la rutina, de las creencias residuales de este mundo sobre su mejora, sobre su posible evolución. Lo que es perfecto no puede evolucionar, lo que es perfecto solo puede permanecer perfecto en cualquier experiencia desde el momento en que el Juramento y la Promesa se reactiven en vosotros y el Corazón del Corazón entre en combustión de Amor.

El Amor es un fuego devorador, muchas de las Estrellas hemos intentado acercaros, incluso por conceptos y también por la vibración, a lo que puede ser. No hay ya tiempo para buscar porque la Luz os ha encontrado; es tiempo de Alegría, esa Alegría que no depende de ninguna circunstancia ni de ninguna condición para florecer en vosotros.

Muchos de vosotros, desde hace bastantes años, habéis vivido intensamente, las llamadas de la Luz. Ya sea a través de recordatorios al nivel del cuerpo, ya sea por mecanismos de la conciencia efímera, todo eso ya ha ocurrido realmente y se ha realizado, y os ha preparado seáis consciente de ello o no, y eso desde antes de las Bodas Celestiales, desde hace más de treinta años.

Ese Fuego ardiente de vuestro corazón, en tanto que Hijos Ardientes del Sol, es un bálsamo radical para todo lo que pueda obstruir la Verdad que viene.

Muchos habéis vivido, no llamadas al orden sino invitaciones de la Luz, a veces yo diría molestas, para conducir vuestro efímero. Hoy, en estos días, el proceso de la llamada de la Luz, que ya había llegado a algunos de vosotros como los mandatos de la Luz, se convertirá (nosotros lo deseamos) para muchos más, en la realización de vuestra eternidad. Ya no habrá un sentimiento de llamada de la Luz o de mandatos de la Luz, porque seréis la Luz, sea cual sea el devenir de este cuerpo y de esta historia.

Mis hermanas os han hablado de vuestra sonrisa y del resplandor de vuestra mirada; también podría hablar para los más sensibles, de la visión ordinaria de este cuerpo de gloria, el vuestro como el de otros hermanos y hermanas. Pero más allá de lo que se ve de la forma más natural con los ojos, hay, sobre todo, un cambio de posicionamiento de lo que se llamó, vuestro punto de vista, de vuestra conciencia.

No puedo más que repetir lo que he dicho ya desde hace muchos meses: “Permaneced tranquilos”. Lo que se juega, recordad, como os hemos manifestado con otras voces que la mía, está ya actualizado, está ya realizado sobre los planos más cercanos a la Tierra, lo que puede explicar a veces, en muchos hermanos y hermanas, ese sentimiento de algo que cambia y que modificará todo. La inevitabilidad, así como la intensidad de lo que podría llamarse “cambio”, es mucho más que cambio, es una transubstanciación; expresado en imágenes: la mariposa nace y nacerá, aunque la oruga esté todavía presente.

Nosotros hablamos extensamente de mecanismos de fusión y de disolución, de superposición de lo efímero y de lo Eterno; ahora, en muy poco tiempo, la Luz emerge de vuestra propia fuente que es vuestro corazón. Eso, por supuesto, puede ocasionar mecanismos de reajuste que corresponden a las llamadas y mandatos de la Luz, pero ahora que la Luz emerge ante vuestros ojos y a los ojos de todos, para expresar lo que sois, se encuentran pocas palabras tanto en el vocabulario oriental como occidental. Así que algunas palabras, algunos conceptos, ciertas ideas, nos permiten aproximarnos más a lo que no necesita palabras, a lo que no necesita demostración ni cuestionamiento, como es la evidencia. Así se cumple el Juramento y la Promesa. La Luz restablece su reino natural y sea cual sea la densidad de vuestras ideas, de vuestros pensamientos, de vuestro cuerpo, la ligereza de la conciencia se volverá predominante sobre cualquier otra consideración.

El Amor es nuestra naturaleza. Este Amor no necesita a vuestra persona ni a ninguna historia; es lo que sois. Lo aceptéis o no, eso no cambiará nada a esta verdad eterna e inquebrantable. Cualquiera que haya sido el encierro, la perfección se revelará a vosotros poniendo fin incluso a la noción de espiritualidad, de búsqueda, de carencia, porque en esta plenitud, ninguna carencia puede ser siquiera evocada y, repito, aunque eso no se produzca más que durante breves instantes, os permitirá vivir entonces lo que hay que vivir por todos y cada uno, durante este último trimestre del año 2017.

Así como os ha dicho María, el Comendador también y por otros canales, habéis entrado de lleno y con pleno corazón, en el fin de los tiempos que es el retorno a la Verdad que es el reinicio de la verdadera vida.

Y recordad también lo que se ha vuelto a manifestar hace poco tiempo sobre las etapas del Choque de la humanidad, sabiendo que no importa el punto de partida hoy, y después del período dado de siete días, desde comienzos del mes de Octubre, muchos elementos nuevos estarán delante de la escena, y eso será gozoso, independientemente de las apariencias y de vuestro estado efímero. Para muchos de vosotros, la preparación para el final de la historia se remonta a muchas décadas. No he venido a prometeros nada, he venido solo para aseguraros la verdad de lo que se desarrolla en vuestro Corazón del Corazón, tomando el lugar de todo lo que pueda parecer contrario a la Luz en la apariencia de este mundo y de los eventos humanos.

La progresión de la Luz desde la instauración de las Teofanías, y repito, sea cual sea hoy el estado de vuestro cuerpo, de vuestro mental o de vuestra conciencia, no representará nada desde el momento en que sea vivido lo Inesperado. En este Amor, en este ardor del Fuego del Corazón, todo lo que pueda aparecer todavía hoy como importante o esencial, en vuestro efímero, será profundamente relativizado y eso, independientemente de los acontecimientos que os tocarán tanto en vuestra intimidad como en la pantalla de este mundo. ¿Qué puede suceder a aquel que descubre lo que es y que es inmortal, que nunca nace y nunca morirá?, ¿qué puede suceder cuando todo es ya perfecto y todos los juegos son posibles hasta la saciedad y que la Eternidad del reposo de la forma también es accesible del mismo modo?

…Silencio…


Recordad también que, para muchos de vosotros, desde ahora, no tomaréis nada de este mundo, porque en la Resurrección nada de este mundo puede servir ni aportar nada.

…Silencio…


Todo lo que pueda quedar al final de este período, de elementos que se pudieran calificar de sombras, de preguntas, de resistencias o hábitos, serán barridos muy pronto por el canto de la Resurrección, llamado: “Trompetas” y el “Tambor de la Tierra” o el “Tam-tam de la Tierra”. Al no estar prisioneros de una forma corporal, aunque se permanezca en ella, la perspectiva cambiará totalmente. Lo que a veces podía resistir por el sufrimiento, por las preguntas, no podrá mantenerse ante la evidencia. Estáis invitados desde mañana y de la manera más completa e ininterrumpida posible, a volveros hacia vosotros mismos, hacia vuestra profundidad. Todo lo demás será tratado por el Corazón y sin esfuerzo, sin ninguna intención.

Algunos de vosotros ya no os resistís a nada, os dais cuenta desde las Teofanías e incluso antes, de una forma de regeneración corporal y de la conciencia; esa es la acción de la Luz sobre vosotros, sea cual sea vuestra edad, la belleza de vuestra forma y vuestra emanación, sea cual sea la apariencia que presentáis al mundo.

La Ascensión de la Tierra corresponde a la transubstanciación de la misma materia de la Tierra en un mundo que ya no será carbonado sino silíceo, e incluso, los acontecimientos que os han sido anunciados hace mucho tiempo por el Comendador de los Ancianos, antes incluso que fuera Comendador, en el momento en que Orionis estaba al cargo de esta función… Y sabéis perfectamente que todo depende siempre del punto de vista de la conciencia. Si tomo solo un ejemplo, el fuego de los volcanes cubre la tierra y lo cubrirá cada vez más por lo que llamáis “sílice” y no “carbono”, cuyo espectro de manifestación es mucho más etéreo que lo que llamáis “materia” y, por tanto, hay siempre una forma de corporeidad. Esta transubstanciación de la materia de la Tierra, pero también de vuestros cuerpos efímeros, es el proceso más adecuado que os permite vivir lo que os es propuesto por vosotros mismos, por la Luz, por la vida.

…Silencio…


Mis hermanas os han dicho también que dejéis a la Alegría tomar su lugar sin entrar en excitación o exultación, porque esta Luz, este Amor, esta Alegría, esta Verdad, son de tal intensidad, de tal ligereza que ninguna reacción dentro del personaje puede traducirla sin disfrazarla, sin amputarla.

Mi hermana Teresa ha insistido extensamente sobre la humildad y la Vía de la Infancia. Sabed, y os he hablado de ello en parte, que, aunque yo manifesté en mi encarnación, los carismas más increíbles que jamás fueron expresados por un ser humano, no me alejé de mi humildad y de mi simplicidad, al contrario, porque cuanto más se desplegaba la majestad, la belleza, la verdad del Amor, más se evidenciaba la humildad. Porque ninguna función de este mundo, ningún rol como ninguna misión, incluso entre los maestros que encarnaron, sería eficiente si se pusiera delante la persona. La humildad es, por tanto, natural para el que la vive y sois muchos los que la viviréis.

Para muchos de vosotros también, la vivencia del corazón se volverá vuestra única actividad y será más gratificante, podría decirse, que todos los placeres de este mundo, que todas las posesiones de este mundo, porque habréis encontrado el tesoro que sois y que no necesita nada más y borrará lo que queda. Eso también se os ha explicado de muchas formas y desde hace muchos años.

La felicidad eterna de Ma Ananda será vuestro lote diario, esperamos que para una cantidad de seres humanos cada vez mayor y por espacios de tiempo cada vez más amplios. Y, sobre todo, si no tenéis eventos íntimos importantes que vivir, independientemente de lo que se desarrolle en la pantalla de este mundo, sea natural o provocado, tened presente en alguna parte de vuestra cabeza que muchos hermanos y hermanas encarnados como vosotros, quizá en vuestro entorno inmediato, lo han vivido.

No veáis ningún retroceso ni ninguna ventaja en lo que se produzca en cada uno de vosotros. Ahí está el mayor de los salvoconductos, la humildad y la simplicidad, sobre todo, sobre lo que se va a jugar en vuestra intimidad, porque es ahí de donde vais a sacar todos los recursos para vivir lo que hay que vivir, ya sea antes, durante o después de la Llamada de María. Sabed, que sea lo que sea lo Inesperado y, por supuesto, sus efectos de sorpresa que son necesarios, y sea cual sea la sorpresa, os aparezca como agradable o detestable, eso no cambia nada la finalidad. Entonces, felices los simples de espíritu porque el Reino de los Cielos les está abierto ahora y no solo prometido. Volver a ser como un niño, renacer de nuevo, tomará todo su sentido, porque lo vais a vivir y algunos ya lo viven.

…Silencio…


Amar sin ninguna restricción y sin ninguna condición en cualquier acontecimiento, en cualquier lugar y la persona que sea, es también una garantía para jugar el juego de la Verdad, más que el juego de la oposición a la Verdad.

…Silencio…


En este “cara a cara” a solas, en resonancia con los impulsos múltiples de la Luz, en las diferentes radiaciones que os han sido expresadas, se encuentra la solución y en nada más.

Cuando el Espíritu se revela y toma los mandos, es lo que sois. Vuestra persona no tiene que decidir si no es para las tareas cotidianas, pero en lo relativo al Espíritu que sopla donde quiere y cuando quiere, es lo que sois.

Por tanto, estad listos; no hay ninguna preparación, simplemente estar totalmente presentes, totalmente disponibles a la Luz, a la Eternidad. No hay ninguna condición humana y pronto, ninguna obligación humana que pueda ponerse delante de la verdad del Espíritu revelado. Si eso os afecta antes incluso de la Llamada de María, conviene decir también: “Padre, que tu voluntad se haga y no la mía”. La gran diferencia con relación a Cristo, es que en ese momento no podéis decir: “Elí, Elí, ¿lama sabachthani?”. “Padre mío, ¿por qué me has abandonado?”, sino simplemente: “hágase eso”, y eso es.

El alcance de mis palabras, aunque de momento parezcan muy copiadas de las escrituras, son las más apropiadas para las diversas situaciones que ahora se os ofrece vivir. Todo lo que es verdadero y ligero es verdad y Luz; todo lo que no es verdadero es carga y peso, y os arrastra fuera de vuestro corazón. Nosotros sabemos perfectamente que hoy todavía existen fluctuaciones en vosotros, de esta Luz, el funcionamiento de vuestras fatigas, de vuestros estados de ánimo, de vuestros problemas corporales o en vuestro entorno que os afectan a veces. Pronto, todo eso tampoco estará en curso. La intensidad del Amor será tal que nada más podrá tener la menor importancia. El menor relieve. El Amor tomará todo el lugar y reinará sin compartir, dondequiera que estéis, en este cuerpo o sin este cuerpo.

Recordad también las advertencias que os hemos dado unos y otros. No necesitáis palabras, no tenéis que convencer a nadie y, sobre todo, no tenéis a nadie que salvar. Él os dijo: “Los que quieran salvar su vida, la perderán”. Los que acepten lo que suceda, en intimidad como en el exterior, la ganarán y, eso, inmediatamente, sea cuando sea la Llamada de María y la visibilidad de las señales celestes. Cuanto más estéis “Aquí y Ahora” en el instante presente, con más claridad os aparecerá eso y, sobre todo, si eso os parece confuso. Lo que es confuso es vuestra persona, no la Luz que está ahí, que sois vosotros. Entonces, no juzguéis ninguna circunstancia, no juzguéis ningún problema tanto del interior como del exterior, no juzguéis ninguna relación ni vínculo, dejad ser lo que sois, dejad la Alegría y la Gracia, llenar cada intersticio, cada pregunta, cada sufrimiento. La Luz es lo que sois, vuestra persona no puede aclimatarse a ello, no puede controlar, no puede decidir. Ahí está la verdadera Libertad.

…Silencio…


Es la hora, como os ha dicho la Fuente, hace pocos días, o también durante su paso sobre la tierra en un cuerpo que él sintetizó: “El Salvador está en ti, revélalo”. No esperes nada del exterior, todo lo que se desarrolla, viene de dentro. Vuelve todos tus sentidos hacia tu corazón, vuelve toda tu conciencia hacia tu corazón y déjalo actuar en el restablecimiento de la Verdad y de la Eternidad. Ya no puedes hacer nada por ti mismo, ahora. La preparación para algunos fue muy larga y cuando os digo que estáis listos, penséis lo que penséis unos y otros comprobaréis la verdad de mis palabras en muy poco tiempo.

…Silencio…


La profusión del corazón de cada uno, aporta lo necesario e indispensable para el proceso de alquimia en progreso. Este proceso no depende de vosotros ni de ninguna voluntad, ni de un personaje, ni de ningún rol. Aceptar eso es vivirlo, es vivir la totalidad de la Verdad allí donde no hay condición ni requisitos.

Recordad también que si durante los impulsos de las radiaciones, así como de los eventos Elementales o artificiales creados por el hombre, la naturaleza y el silencio son los mejores aliados en el “cara a cara”.  Observad también lo que os dice vuestro cuerpo en relación con los alimentos, así como con el sueño, porque sea cual sea vuestro devenir, de inmediato o después de la Llamada de María, independientemente de vuestro estado debéis permanecer ligeros. La naturaleza os aligera más que los alimentos.

Solo puedo deciros que escuchéis con el corazón. Para aquellos que viven el Fuego Ígneo, lo que sucede en vuestro pecho, es vuestra guía; para los que no viven el Fuego Ígneo, la conciencia pura sabe mejor que vuestra persona, lo que se necesita. Eso no podrá ser confundido con un deseo porque como muchos de vosotros veis, lo que es la esencia del ego, es decir, el deseo, la codicia, las posesiones, las experiencias, ha cambiado profundamente. Tanto si lográis poner palabras a eso como si no, no cambiará nada la realidad de vuestra experiencia. Incluso las confusiones aparentes de la sociedad y del mundo, no son más que la traducción temporal de la llegada de la Luz de forma tangible.

Si aceptáis y cumplís los pocos elementos que os han dado mis hermanas Estrellas y yo misma, entonces os daréis cuenta por vosotros mismos, durante vuestra experiencia, la verdad de lo que os hemos manifestado y los fundamentos mismos de esa verdad.

…Silencio…


En lo relativo a los eventos temporales de este mundo, después del período de este fin de Septiembre, desde comienzos de Octubre, sin importar cuales sean nuestras comunicaciones, nada volverá a estar en relación con este mundo o estos eventos sino que el máximo estará hecho, si tenemos la ocasión de hablaros de la otra Verdad, sola y única -de los mundos libres, de la conciencia pura, del Absoluto-, porque de todas formas, muchos de vosotros no estaréis afectados por las preguntas sobre la historia, sobre las fechas, sobre los acontecimientos, sino únicamente sobre vuestra intimidad.

Yo soy la hermana Yvonne-Aimée, voy a callarme ahora y os propongo, si queréis, vivir una Teofanía juntos. Esta Teofanía tendrá impresos los elementos esenciales de KI-RIS-TI.

Nos amamos sin ninguna condición y sin ninguna restricción, estéis donde estéis. Para nosotros no hay diferencia, como será el caso para vosotros. Entonces, acojamos juntos, en Unidad y en Verdad, a KI-RIS-TI.

…Silencio…


Que mi Amor esté presente en cada uno de vosotros. Yo soy Yvonne-Aimée, en la Paz de Cristo, me retiro en vosotros.

…Silencio…


***