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Soy Gemma Galgani. Hermanas y hermanos en humanidad, permitidme honrar
vuestra presencia y rendir gracias al Amor. Antes de que empiece a expresarme como
Estrella Unidad, instalémonos juntos en la Paz del corazón de la Teofanía, y en
la Felicidad.
…Silencio…
Me ha sido pedido por María venir, no para explicaros lo que va a pasar
entre el equinoccio de otoño y el 29 de septiembre; bien evidentemente, no voy
a hablar de los acontecimientos que todavía no hayan pasado sino que voy a
detallaros las condiciones de vuestra conciencia durante este período.
Uriel y María os han dado algunos elementos que afirman que la intensidad
de las diferentes radiaciones de la Luz vibral que os alcanzarán durante este
período, serán sin igual con lo que ha pasado hasta ahora en esta tierra. Entended
bien que estos acontecimientos interiores serán acompañados bien evidentemente,
en este mundo, por unas reacciones, por unas resistencias. Entonces voy a situar
un poco el estado de vuestra conciencia, vengáis de donde vengáis, estéis donde
estéis, durante este período.
El Comendador de los Ancianos os ha a menudo hablado del miedo o el Amor.
El miedo es lo que inmoviliza vuestra conciencia porque os proyecta a los
recuerdos del pasado, o al miedo al futuro. Esto está inscrito en el mismísimo
seno de vuestras estructuras efímeras. Sólo el Amor puede vencer el miedo, no
vencer un miedo sino, diría yo, el arquetipo del miedo. El miedo es únicamente
la marca del ego, del efímero; el Amor es la marca esencial de la Eternidad.
Existe efectivamente una especie de rivalidad que se juega a cada instante, que
seáis conscientes de ello o no en vuestra vida, entre el miedo y el Amor.
Cualquier instante condicionado, cualquier instante proyectado, cualquier herida,
reactiva en vosotros el miedo, y entonces lo que llamaría la retracción de la
conciencia. Mientras que con el Amor, a la inversa, desencadena, lo sabéis, una
expansión de la conciencia que desemboca primero, como fue ampliamente
explicado, sobre la Unidad de la Infinita Presencia, e inmediatamente después
sobre lo que habéis nombrado, creo, el Absoluto.
Entended bien que durante este período anunciado, lo que será lo más
flagrante en la pantalla de vuestra conciencia, independientemente de los
acontecimientos y de las experiencias, interiores como exteriores, verá la
prevalencia del miedo o la prevalencia del Amor. Es esto lo importante de
entender, más allá incluso de los acontecimientos en sí. Debéis de volver a los
mecanismos iniciales que ocurren en cada uno de nosotros cuando estamos
encarnados.
No es por nada que el Comendador, como otros Ancianos, han evocado con
insistencia sobre esta noción de miedo o de Amor. Porque cuando hay Amor,
realmente, no puede existir ningún miedo. En cambio, tan pronto haya el menor
miedo, sea cual sea su naturaleza, el Amor se aleja. Os podéis imaginar que con
este flujo de Luz y de experiencias que es propuesto, el único modo, a nivel
colectivo, de bloquear la difusión de este Amor, de esta Gracia, de esta
beatitud, a nivel planetario, va a ser bien evidentemente parándolo con miedo.
Dicho esto, ahora veamos, en el interior de cada uno, lo que ocurre con
esta noción de miedo o de Amor. Vais a constatar en primer lugar que si
existen, como para cada cual que esté encarnado, unos miedos que se
manifiestan, entonces habrá una imposibilidad de instalarse en el Amor. Y
recíprocamente, instalándoos en el Corazón del Corazón, dejando ser lo que es
de toda eternidad, ningún miedo puede emerger en el seno de la conciencia. Mi
vida fue la ilustración de ello, así como muchas de mis hermanas. En este Amor incondicionado,
para nosotras, como esposas de Cristo, el miedo no podía tener ninguna influencia
ni ninguna acción. Sea cual sea el origen de este miedo, que esté en la
pantalla interior o en la pantalla del mundo, no puede imponerse tan pronto el
Amor haya nacido.
Entonces no se trata de desvelaros lo que no conozco, sino el humor y el
estado interior que prevalecerá durante este período. De hecho María os ha
evocado una fecha, que está extremadamente presente en la historia de la
humanidad hoy, pero que en definitiva, sean cuales sean las configuraciones
astronómicas y astrológicas, no corresponden, como sabéis, al Amor. El Amor
sabe que, lo que es visto en el cielo con vuestros ojos de carne no corresponde
a ninguna realidad tangible en el seno del Amor y de la Eternidad, que esta
mecánica celeste a la cual todavía estáis sometidos, sólo es una parodia y sólo
atañe al alma y a la persona, y no al Espíritu.
Seguís siendo cada vez más numerosos en vivir, con diversas intensidades,
el Fuego Ígneo del Amor que os acerca cada vez más a la verdad de vuestra
eternidad. El período que va a abrirse dentro de unos días ante vosotros,
representa en cierto modo el apogeo de la confrontación entre el miedo y el
Amor, sabiendo, y lo sabéis, que el Amor no se opone a nada y que, en el estado
de Amor, ningún miedo puede subsistir, puede frenar o refrenar lo que sois.
Es durante este período de intensa Luz enlazada desde el Sol Central, enlazada
desde el Sol, desde la Fuente, desde Sirius también, por supuesto, y después,
desde lo más profundo debajo de vuestros pies, desde el núcleo cristalino de la
Tierra, es durante este período de innumerables bendiciones que los elementos,
ligados al miedo y a lo desconocimiento del Amor, entrarán en acción de
diversas maneras. No hablo aquí de la acción de los Elementos sino más bien de
los elementos, por desgracia, muy humanos, que pretenden manteneros bajo el
yugo del miedo, tanto a nivel individual como a nivel colectivo.
Acordaos de esto, es esencial: cuando el Amor es verdadero, incondicionado,
cuando el Corazón del Corazón es manifestado, no puede haber el menor
intersticio para el menor miedo. Esta ausencia de miedo desemboca en lo que hemos
nombrado la Paz, la Felicidad, y por supuesto, el Fuego Ígneo del Corazón.
A nivel colectivo, por supuesto los instrumentos de medición de la ciencia
actual han podido detectar, mucho antes que nosotros, una particular secuencia de
tiempo que corresponde a este período de una semana entre el equinoccio y la
fiesta de los Arcángeles. En vuestra intimidad, ¿qué va a pasar más allá de las
experiencias que muchos de vosotros vais a vivir con relación a lo que es el
Amor, su verdad, su intensidad, su humildad?
En la pantalla del mundo, más allá de la acción, lo vuelvo a precisar,
absolutamente normal de los Elementos, tal y como fue anunciado por algunos Ancianos
desde hace muchos años, así como por las profecías, es con esta actividad
Elemental que el Amor nace o reaparece. Pero es también durante este período que
lo resistente al Amor, desmultiplicará en cada uno de vosotros, como a nivel
colectivo, unos elementos que podríamos llamar de “miedo”. Así entenderéis que
todo dependerá, durante esta semana, de vuestro posicionamiento de conciencia,
de vuestra capacidad a no estar afectados por lo que ocurra en el exterior, sino
más bien de resguardaros, en todos los sentidos del término, en el interior de
vuestros corazones.
Acordaos también que vivir el corazón hoy, no es solamente un estado
vibratorio o un estado de conciencia, sino que es ante todo la vivencia de la
Gracia, permanente, donde el ego ya no tiene ningún sitio y donde la
Inteligencia de la Luz ha tomado el relevo, por las sincronicidades, por la
evidencia de la Gracia, por la ligereza. Esto significa, sin siquiera hablaros de
acontecimientos precisos, que durante este período bendito y particular, las
fuerzas opuestas a la Luz van a intentar, por todos los medios imaginables, ralentizar
y frenar esta ola cósmica, galáctica y terrestre, de Luz y de Verdad.
Tal y como tal vez sabéis, hace muchos años el Comendador os había hablado de
las capas aislantes de la Tierra y del encierro de la Tierra. Os ha ampliamente
explicado, desde el año 2011, que a causa de la liberación del núcleo
cristalino de la Tierra, la permeabilidad de vuestra conciencia y la de la
Tierra era de nuevo posible, entre lo que sois en eternidad y lo que aparentáis
en lo efímero. Así se ha realizado, para muchos de vosotros, una especie de
alquimia donde lo que estaba en el escenario del teatro, como decía nuestro
querido Bidi, se encuentra simplemente borrado y trascendido por el observador
mismo, y sobre todo por la irrupción Del que ha llamado a la puerta y que
llamará a vuestra puerta de manera cada vez más iterativa.
Vuestra vivencia, ahora, a nivel individual, durante este período, va a
depender de vuestra capacidad a ignorar en cierto modo, los estímulos
exteriores a vosotros, y a solamente vivir lo que es propuesto en vuestro
interior, que no depende de ninguna circunstancia, de ninguna edad, de ninguna
condición previa. Y os recuerdo que para vivirlo, sobre todo no hay que hacer nada,
tal y como, creo, os lo había explicado hace poco tiempo uno de los Ancianos,
Osho. “Ser” es exactamente lo contrario de “hacer”.
Bien evidentemente, en el seno de este mundo, mientras la totalidad de la
Luz no se haya desvelado a vosotros, mientras no seáis, como fue llamado, unos liberados
vivientes, sois susceptibles, en cualquier momento, y lo vivís, de oscilar
entre la Felicidad, la Paz, y el miedo. Acordaos que no depende ni de vuestras
memorias ni de vuestros miedos del futuro, sino que es un miedo arquetípico que
corresponde simplemente a los mecanismos de funcionamiento de la dualidad.
Resolver la dualidad, esto fue ampliamente explicado, no puede hacerse
trabajando sobre la dualidad o conociendo las leyes de la dualidad, sino
pasando de la ley de acción-reacción a la ley de acción de Gracia,
característica de los hijos de la ley del Uno.
Entonces os he contado, hace muchos años, mi camino en encarnación. Fuimos algunas
hermanas en presentaros y en desvelaros la intimidad de nuestra vivencia en
encarnación. Entrar dentro de sí no es un movimiento, no es un “hacer”, es un
abandono, es un sacrificio libremente consentido, de vuestro efímero a vuestra eternidad.
Hasta ahora, aunque algunos hayan vivido la disolución del efímero a la vez
que mantenían un cuerpo efímero, os era imposible, para la gran mayoría, el
vivir el Fuego Ígneo en su totalidad. Es durante este particular período que se
abre a vosotros ahora, dentro de unos días, que vais a tener la posibilidad de
resolver, en cierto modo, esta ecuación entre el efímero y el Eterno, para aquellos
que no la hayan resuelto, y ver lo que representan en vosotros los miedos. Estos
miedos están presentes en cuanto vuestra mirada y vuestra conciencia estén
giradas hacia el exterior. Porque todo, en este mundo, en el seno de la ley de
acción-reacción, os obliga, por así decirlo, a evitar las situaciones de
sufrimiento y de miedo. Pero el miedo del que hablo no es un miedo memorial,
ligado a unas desgraciadas experiencias, ni siquiera a un miedo del futuro, es
el arquetipo, diría yo, arcóntico, principal. Es el elemento que forma parte, a
nivel individual, de las consecuencias del encierro de este sistema solar.
El único bálsamo al miedo es el Amor, y este Amor no puede ser buscado. Sólo
puede ser acogido, porque siempre ha estado ahí y siempre estará ahí, a pesar
del encierro, sea cual sea el modo de expresión de vuestra conciencia, en cualquier
mundo.
Acordaos que durante este período que está ante vosotros, el único modo
posible de no estar confrontados con ningún miedo, que sean los vuestros,
íntimos, o que sean los ligados a la ira del Choque de la humanidad, a la negación,
más giraréis vuestra mirada hacia el interior, hagáis lo que hagáis durante
este período según vuestras obligaciones, más seréis felices, en amor y en paz.
La menor mirada exterior o hacia vuestro pasado, o la menor mirada de vuestra conciencia
hacia el día de mañana, sólo ralentizarán y frenarán la revelación de vuestra
eternidad en cada uno de vosotros. Acordaos que no tenéis que oponeros a estos
miedos, que se impongan desde el exterior por el acontecimiento que sea, o que
nazcan dentro de vosotros a causa de estos acontecimientos, o por vuestra
incapacidad aparente a vivir desde el corazón.
Acordaos sobre todo que durante este período que viene, es conveniente no
buscar nada, ni explicaciones ni comprensión, sino de instalaros lo más posible
en el instante presente, hagáis lo que hagáis, y hasta diría, como dijo mi
hermana Teresa, si os encontráis en unas obligaciones o unas ocupaciones, que
sean profesionales o las responsabilidades que sean, no las descuidéis porque es
justamente al tener vuestra atención focalizada en estas obligaciones que
también dejáis que el corazón emerja, por así decirlo. Si la Inteligencia de la
Luz y de la Vida os ha puesto, durante este período que viene, a descansar y no
existe ninguna obligación formal, entonces aprovechadlo, aprovechadlo para
girar todas vuestras miradas, todas vuestras atenciones, hacia vuestro corazón,
no como concepto sino como un espacio situado en medio de vuestro pecho, es
decir localizado en este cuerpo de carne.
De hecho me parece que el Comendador, hace algún tiempo, y otros
intervinientes, hablaron de golpearos vuestro corazón para sentirlo. Aunque sea
la carne lo que sentís, habrá una resonancia con lo que sucede en el Corazón
del Corazón. El marcador de esta Paz del corazón, lo sabéis los que vivís las
vibraciones, es la Corona radiante del corazón, el Fuego Ígneo, y para los que
no viven estos aspectos vibratorios, también será lo mismo porque el marcador
será una paz que rellenará cada espacio de vuestra conciencia, y cuanto más
aceptéis esta paz, menos estaréis confusos por lo que pueda jugarse en el
escenario del mundo.
Esta noción de miedo o de Amor, os aparecerá como algo que ya no es solamente
una comprensión mental o una vivencia intelectual, ni siquiera una vivencia
vibratoria, sino más bien, puedo decirlo, lo esencial de lo que representa la
conciencia, lo esencial de lo que representan la Luz y el Amor.
No os tenéis que premunir de nada, no tenéis que anticipar nada, para
instalaros con más facilidad en la Unidad y en la Verdad. Muchos consejos se
han prodigado con respecto a la Autonomía, a la Libertad, a la Vía de la
Infancia y de la Inocencia, como también por ejemplo otros elementos que fueron
ampliamente explicados durante este año, y que van a encontrar toda su
aplicación y todas sus vivencias durante este período. Se ha dicho también que
cada uno está en su justo sitio, piense lo que piense, diga lo que diga. Efectivamente
no podéis sustraeros a ningún elemento, porque lo que debe llegar, llegará ineluctablemente.
No hablo, y no interpretéis mis palabras, de algún acontecimiento en concreto,
tanto de la Luz como de la oscuridad, sino del conjunto de elementos y de
circunstancias que desembocarán, en cierto modo, en una agudeza de la
confrontación en vosotros, entre lo que puede quedar de efímero y vuestra
eternidad que se instala.
El efímero está marcado por el miedo, la Eternidad está marcada por el
Amor. Esto es tan verdadero que todo está hecho, hoy más que nunca en la
sociedad llamada occidental en la cual la mayoría de vosotros vivís, para
premuniros del miedo. Que sean los seguros de cualquier naturaleza, que sean
las obligaciones, que sean morales, afectivas, sociales, todos estos elementos
que sin embargo os proporcionan lo que nombráis la seguridad, sólo son unos
paliativos al miedo que está omnipresente siempre y cuando la conciencia esté
instalada en el ego, o mientras el ego predomine en la conciencia.
Vivir la totalidad del corazón, es realmente desaparecer
a este mundo, tal y como lo viví y os lo describí, o entonces someterse a este
mundo desapareciendo, tal y como os lo ha explicado Teresa, con la Vía de la
Infancia, que de hecho intervendrá después de mí. Acordaos que durante este
período, la espontaneidad, lo inesperado, deben ser acogidos integralmente en
cada uno de vosotros porque es así, con este mecanismo de acogida, que el Amor,
que tal vez no ha nacido todavía en medio de vuestro pecho, aflorará y se
manifestará. Aceptad de no entender, aceptad, durante este período, de no
explicar, aceptad de no conocer lo que pasará, aceptad de estar plenamente
presentes a vosotros mismos en detrimento de este mundo, aunque tengáis unas
obligaciones.
El mecanismo que obrará, permitirá ver la
eficacia que se vivirá en cuanto decidís, incluso con vuestro mental, de ir
dentro de vuestro corazón, de regresar al corazón o de dejar el corazón
emerger, sin nada más. En ese momento constataréis, de diferentes maneras pero se
volverá evidente, que el ego es regido por el miedo, incluso en el seno del Sí,
mientras que cuando el Amor está ahí, sin siquiera hablar de ser liberado o de
haber vivido los procesos vibrales de la Liberación, vuestra conciencia
captará, por así decirlo, de manera formal, la diferencia esencial entre la
vivencia del miedo del ego y la vivencia del Amor en el corazón. Es esto lo que
representa, en cierto modo, un milagro colectivo.
Por supuesto, y María lo dijo, no es la Llamada
de María; de todos modos sabéis que antes de la visibilidad y la Llamada de
María, algunas señales deben presentarse, no solamente en vosotros sino también
para el conjunto del colectivo humano. Lo que quiere decir que al día de hoy, es
muy poco probable que el período del 22 al 29 de septiembre se viese la
visibilidad de Nibiru o la aparición de las Trompetas y entonces todavía menos
la Llamada de María, pero sin embargo se trata de un giro importante, no en el
plano de los acontecimientos colectivos sino en el plano del desarrollo de
vuestra conciencia en su acceso a la Verdad.
La Luz, las diferentes radiaciones que os
alcanzarán, son esenciales para permitiros posicionaros, justamente, más allá
del miedo, no por voluntad propia, no luchando, sino realmente dejando que el sagrado
sacrificio se realice en vosotros, con el fin de mostraros, directamente por
vuestra conciencia, la antinomia y la oposición formal del arquetipo “miedo”
con relación al Amor. De hecho, en los testimonios que os hemos aportado acerca
de nuestras experiencias de vida, os hemos explicado que en el seno de este
Amor y de esta Unidad, de esta Blancura que llevo, no hay ningún sitio para la
menor oscuridad, para el menor reflejo y para la menor resistencia. Así es el
corazón, así es la Verdad.
Así que no hay ningún mérito, no hay nada que
vencer, no hay nada que buscar. De hecho, en cierto modo hay que deponer las
armas del ego, encomendar vuestro Espíritu a la Verdad, y simplemente estar ahí,
no depender de ningún factor de miedo colectivo, o de acontecimiento colectivo,
sea cual sea su naturaleza, y justamente aprovechar de estos eventuales acontecimientos,
que son casi seguros, para refugiaros ahí donde está la belleza, ahí donde está
la Verdad.
Vuestro mental, vuestras emociones, vuestras reflexiones,
incluso vuestros movimientos, hablo de los físicos, no os serán de ninguna
utilidad. La única cosa que os será útil, será de situaros realmente y
concretamente en el corazón. De hecho, durante estas experiencias, según cómo os
vengan y que os son específicas y no son colectivas, es en esos momentos que
vuestro pensamiento más simple de regresar al corazón será, por así decirlo, seguido
por unos efectos, y os mostrará la verdad de vuestra conciencia, la verdad de
la Vida, y la ilusión de este mundo.
En ese momento, los miedos serán menos presentes,
menos activos, y sobre todo, los que vengan del exterior o incluso de algunas
costumbres todavía presentes en vosotros, no podrán para nada descentraros,
desestabilizaros, y hasta diría, todo lo contrario. A medida que estos miedos
colectivos o individuales podrán nacer ‒ no es obligatorio ‒, constataréis la
evidencia de vuestro corazón, la evidencia de la Verdad, que no se acomoda con
ninguna referencia en el seno de este mundo, con ninguna referencia en el seno
de la vida que tenéis, con ninguna referencia en el seno de los procesos llamados
vibratorios. La conciencia entonces, en ese momento, se llama, y lo sabéis, la
conciencia pura. Es una conciencia de felicidad que nuestros hermanos y nuestras
hermanas orientales llaman, Sat Chit Ananda o Shantinilaya.
Paradójicamente, es en esos momentos interiores
como exteriores, cuando algo inédito irrumpe en vuestra realidad ‒ y no hablo
de la visibilidad de las señales celestes ‒ que vuestra conciencia tiene más
capacidad a la vez de ser sacudida pero también de emerger como Eternidad, y de
dejar de estar sometida a las leyes y a las vicisitudes de la ilusión de este
mundo.
Sea cual sea vuestro emplazamiento hoy, sea cual
sea vuestra vida hoy, sean cuales sean vuestras vivencias durante este período
que se abre ante vosotros, tendréis numerosos elementos, numerosas llaves, por
así decirlo, que os llegarán directamente a la conciencia. Entonces percibiréis,
más o menos distintamente pero de manera cada vez más segura, que sólo el Amor
es verdadero y que todo lo demás, vuestro personaje, este mundo, las
interacciones en el seno de este mundo, las nociones incluso espirituales ligadas
a este mundo, sólo son unas ilusiones que os mantienen y os encierran en esta
ilusión.
Es efectivamente pues, no la última reversión, la
que será realizada por el Arcángel Uriel, tal y como él dijo, sino más bien un
reposicionamiento para muchos de vosotros, acerca de la Verdad, independiente
de cualquier deseo, independiente de cualquier creencia, independiente sobre
todo de cualquier miedo. Y aceptaréis entonces que el Amor no puede acomodarse
con ningún miedo y que el miedo aleja el Amor, sea cual sea este miedo. Que sea
el miedo a faltar, que sea un miedo visceral sin objeto, que sea un miedo ligado
a unas heridas, que sean unos miedos ligados a la necesidad de premunirse de lo
que sea, el miedo a la muerte en sí desaparecerá en muchos de vosotros. Pues habrá
una irrupción de la Eternidad.
Obviamente, tanto en la superficie de este mundo,
por la acción conjunta de los Elementos que ya veis en acción como fue
estipulado por el Comendador de los Ancianos, durante muchos años, como en los
eventos interiores, se os mostrará la diferencia entre el miedo y el Amor,
miedo que bloquea, que os aleja del corazón y del Amor que os hace vivir el
corazón, independientemente del tipo de miedo, ya esté relacionado con lo que
está sucediendo en la superficie de este mundo, o esté relacionado con algunos
hábitos vinculados también al miedo. El hábito, las
costumbres, no son simplemente un medio de conformar una higiene o normas de
vida, sino, ante todo, elementos relacionados con miedos enmascarados,
totalmente inconscientes que forman parte de vuestra estructura llamada
“inconsciente colectivo” y “subconsciente personal”.
En este mundo, se
hace todo desde tiempos inmemoriales para poner el miedo por delante del Amor.
Tanto en las religiones, en la sociedad, como en las relaciones íntimas y
personales, en las relaciones entre padres e hijos, a pesar del Amor, prevalece
el miedo. Esta prevalencia del miedo es la que se va a transformar en muchos de
vosotros y os recuerdo que, si no vivís el corazón o el Amor, no es porque no seáis
dignos, ya que todos vosotros y nosotros tenemos el mismo Espíritu, todos somos
los hijos de la ley de Uno, lo aceptemos o no.
Todos nosotros somos
perfectos de toda Eternidad y, solo el ego y el alma mortal, y no inmortal, os
encierra en los ciclos de reencarnación y en las creencias de que sois
imperfectos y que debéis mejorar algo al nivel de la persona. Esta es la más
grande de las mascaradas, a nivel individual, que mantiene el confinamiento
realizado por los Arcontes a nivel galáctico y, sobre todo, dentro de este
sistema solar.
Tomar conciencia de
vuestros miedos, es verlos, dejarlos pasar, volverse humilde, volverse
transparente y, sobre todo, dejar emerger el Amor que está aquí desde la
Eternidad, pero que está hoy, más cerca que nunca, de vuestra realidad ilusoria
de este mundo.
Debo precisar
también que, si en vuestro entorno hay miedos extremos, no olvidéis que
vosotros no podéis, ni con palabras, ni con discursos ni incluso con gestos,
modificar ningún aspecto de este miedo. Por el contrario, estando vosotros
mismos en el corazón, simplemente presentes, entonces, por resonancia que será
real en este período, el hermano, la hermana, el amigo, la mujer el marido, los
padres, los hijos, los que están en vuestro entorno en este período, se
tranquilizarán porque la resonancia de vuestro corazón encontrará una
resonancia en cada uno. No se trata de una acción consciente, es simplemente la
realidad del Amor que se manifestará dentro de la Ilusión debido a las
distintas radiaciones cósmicas, debido a la radiación solar y debido a la emisión
del núcleo cristalino de la Tierra.
Desde luego, podrían
ser descritos algunos aspectos vibratorios (ese no es mi tema), pero podéis
imaginar lo que fue llamado “Onda de Vida”, los chakras, las Coronas, que
presentarán para los que las viven y perciban, una nueva intensidad, con la
capacidad de esos aspectos vibratorios para formar vuestra propia conciencia,
llevándola espontáneamente hacia el corazón, algo que vuestro mental nunca
podrá hacer, ni vuestros conceptos, ni vuestras emociones, ni vuestras experiencias,
como sabéis.
En este período,
como se ha dicho, el “cara a cara” se vive en vuestra intimidad, solos.
Evidentemente, el Arcángel Uriel, portador de la Espada de la Verdad de Mikaël,
os asistirá desde el interior. Pero no lo busquéis en el exterior de vosotros,
ni en vuestro Canal Marial, porque en este período es también el momento, en
que os daréis cuenta y percibiréis que vuestro peor enemigo en el exterior e
incluso los Arcontes, están obviamente presentes en cada uno de nosotros y que
ahí reside la creación del miedo.
Recordad que no hay
que luchar, que no hay que oponerse, que no hay que combatir, solo hay que
aceptar, en el momento en que eso se produzca en vosotros, en muchas ocasiones
durante este período, la realidad del Amor -sin llevar a cabo la menor
investigación, la menor pregunta, la menor petición de confirmación exterior a
vosotros. Cuando eso se produzca. Entrad más y más en vosotros y recordad que
vuestra conciencia seguirá a vuestro pensamiento efímero, para entrar en el corazón.
Hasta estos días,
sabéis muy bien que las Teofanías pueden volverse espontáneas. Para algunos,
son incluso permanentes; otros, tienen tendencia a espaciarlas. Constataréis
que la Teofanía, ese Fuego del Corazón, ese Fuego Ígneo del corazón, se
manifestará desde el momento en que penséis en ello. Y, por eso, es preciso que
vuestro pensamiento esté libre de miedo, de proyección, de toda cuestión.
La vacuidad, el
silencio, sean cuales sean vuestras actividades, serán en estos momentos, los
elementos capitales para dejar que la Alquimia de vuestro corazón se realice,
independientemente de toda voluntad y de toda proyección. En efecto, se trata
de una forma de alquimia especial entre el Masculino Sagrado y el Femenino
Sagrado, para llevar a ambos a la emergencia del Andrógino primordial, en
manifestación esta vez, y no solamente como punto de vibración de los nuevos
cuerpos sobre las zonas que sabéis, especialmente al nivel de la nariz.
Las referencias que
os hemos comunicado relativas a las Estrellas, las Puertas, los circuitos
vibrales, los circuitos energéticos nuevos, no entran en consideración, aunque
aparezcan ya que como os he dicho y repetido de manera formal, no de manera
constante sino en ciertas ocasiones, ocasiones relacionadas con las radiaciones,
pero también con los miedos generados al nivel colectivo, y vosotros veréis que
vuestro pensamiento será efectivo. Experimentaréis la co-creación consciente
inmediata, no para resistir, no para proteger, sino para pensar, en esos
momentos en vuestro corazón y únicamente en vuestro corazón libre de cualquier
concepto, creencia, idea, proyección e intención.
Estad listos, como
se os ha dicho, para lo inesperado, para lo imprevisto, para lo desconocido,
sin prejuicios, sin expectativas y sin aprensiones. Entonces, la Paz del
corazón, la Alegría infinita de la Infinita Presencia, se manifestarán en
muchos de vosotros.
No deis ningún valor
a esos elementos colectivos del miedo, no os dejéis abrumar ni engañar por
ningún acontecimiento terrestre. Los eventos cósmicos y galácticos son mucho
más importantes y mucho más vivos que lo que os proponga este mundo, esperando
contrarrestar de esa forma y de manera ilusoria, el despertar de la conciencia
a nivel colectivo. Además, como habéis constatado en la pantalla de este mundo
durante algunos años, pero de manera cada vez más importante, todo lo que
estaba oculto, se revela. Tanto en vuestra historia personal como en la
historia de este mundo, todas las maniobras opuestas al Amor, se aclaran. Así
pues, puedo decir yo también que después de este período, nadie podrá decir que
no lo sabía, salvo los que tengan necesidad del último choque, el de la Llamada
de María, consecutivo a las señales celestes y terrestres.
Como muchos
intervinientes os han dicho ya, habéis entrado en el núcleo del asunto, en la
actualización dentro de la conciencia efímera, en los acontecimientos relativos
al Amor, al retorno de la Libertad, como hijo de la ley del Uno. Tomad, por
tanto, estas oportunidades, ya sean exteriores o interiores para resaltar lo
que os acabo de explicar. Pensad en vuestro corazón y el Amor pondrá fin a todo
pensamiento de temor o a toda vivencia de miedo. Es importante aceptar este
concepto, aunque muchos de vosotros no hayan vivido todo lo que os estoy
diciendo, incluso siendo liberados vivientes.
Por otro lado, en
este período privilegiado, serán muy grandes las facilidades de vivir eso, a
condición de no alimentar el miedo, venga de donde venga, para no escucharlo,
para no dejar que se instale. El único pensamiento: el retorno al corazón. No
veáis en ello, un esfuerzo ni un movimiento, sino simplemente una rendición del
ego, sin condiciones y la instalación de vuestra eternidad, preparando la
disolución de lo que se ha llamado la Tercera dimensión disociada.
No necesitáis
rituales tampoco. Recordad que ese “cara a cara” es con vosotros solos, en
vuestro componente efímero en relación con vuestro componente eterno. Sed
amorosos, sed humildes, sed simples, sobre todo, al nivel de vuestros
pensamientos, al nivel de vuestro mental y al nivel de vuestra vida. No
rechacéis nada de lo que tengáis que cumplir, aunque se trate de citas en este
período, incluso las más detestables, porque serán oportunidades también
inesperadas para dejar ir a la voluntad y dejar emerger el corazón
espontáneamente.
No busquéis
explicaciones, no tratéis de evitar nada, dejaos atravesar y pensad simplemente
en esta zona en el centro de vuestro pecho que hemos llamado durante todos
estos años: “el Corazón del Corazón”. Aunque no hayáis percibido nunca la
vibración o la energía ya sea del chakra del corazón para la energía, ya sea de
la corona radiante o de la Corona Ascensional, eso no marca ninguna diferencia.
Tened en cuenta este hecho esencial: en algunos momentos a lo largo de esta
semana, el pensamiento estará acompañado de la conciencia eterna, dirigiéndoos
sin esfuerzo, a vivir el Corazón del Corazón, aunque solo sea una vez, aunque
solo sea un minuto; eso bastará para cambiar totalmente la verdad de vuestra
experiencia dentro de esta ilusión.
Así pues, este “cara
a cara” en el que estáis solos, tiene lugar como sabéis, independientemente de
los acontecimientos de este mundo, de vuestros deseos, de vuestras creencias,
de vuestros anhelos. Pero tened en cuenta sobre todo que sean los que sean los
sucesos creados de manera artificial, es decir, humana y no natural, ellos no
pueden tener ninguna incidencia sobre lo que sois en verdad, estéis donde
estéis.
Encontrar el
corazón, vivirlo, es no estar ya afectado por ningún devenir de este cuerpo,
por ninguna enfermedad, por ningún sufrimiento que os llegue o que se produzca
en la tierra. Id más allá de las apariencias, no juzguéis nada, no condenéis
nada, acoged todo lo que se presente sin ninguna excepción y dejaos atravesar,
desaparecer a vosotros mismos y eso será mucho más fácil que por los procesos
de expansión de la conciencia conectados con las vibraciones, a las Coronas, a
la Onda de Vida o al Canal Marial. Este es un proceso de la conciencia desnuda
y pura independiente de la forma, de vuestra forma ilusoria, y diría incluso,
de vuestro cuerpo de Eternidad. Es el juego de la conciencia que no está ya
atribuido a una forma y que, por tanto, no es todavía la estasis ni vuestra
resurrección en totalidad, sino para muchos de vosotros, la resurrección del
Amor. Es la resurrección de este Amor que pone fin a toda adhesión a lo
efímero.
Hasta el momento
presente se os ha pedido estar “aquí y ahora”, estar plenamente presentes en
vuestro efímero, pero debéis comprender que, ante ciertas intensidades de este
Amor incondicionado y manifestado en este mundo, no podéis más y no seréis
capaces de conducir lo efímero porque estaréis realmente en un éxtasis tal que
este mundo, vuestro cuerpo, desaparecerán de vuestros ojos y de vuestra
conciencia. Y así, estaréis establecidos en la Eternidad, estaréis
definitivamente listos para vivir la transición, vuestra liberación o vuestra
Ascensión. Así pues, se trata, en cierta manera, de un proceso de repetición de
lo que se producirá en el momento de la Llamada de María.
El despliegue de la
aproximación de las señales celestes, nos ha permitido instalar, en este
período especial, lo que os anunciamos desde hace unos días. Repito, no tratéis
de conocer los eventos exteriores, ellos serán suficientemente llamativos y
comentados por muchos hermanos y hermanas, pero mantened como esencial el hecho
de volveros hacia vuestro corazón, aunque os sea desconocido, aunque no viváis
el Fuego Ígneo, las vibraciones o las energías. Porque ese proceso, como os he
dicho, no concierne a vuestra forma, a vuestro efímero, sino a vuestra
eternidad.
Permaneced
tranquilos interiormente, o si preferís, espiritualmente; es el único consejo
útil para atravesar este período de ligereza y de plenitud. Para aquellos de
vosotros que estáis siguiendo al Sol, a las radiaciones de la Tierra, los
Elementos, veis lo que dicen las autoridades en la negación o aquellos que
tenéis miedo -que no podéis estar en la negación-, el aumento de la intensidad
del poder de los Elementos. Eso también se os había anunciado hace mucho
tiempo, por varias voces y especialmente por una de las hermanas que procede de
los indios de América del Norte.
Sin embargo, si en
vuestro “cara a cara” interior o en la pantalla de este mundo, en el lugar
donde estáis, surge el elemento miedo, no tratéis de huir. No hay nada que
proteger, solo hay que dejar que se abra lo que debe abrirse, tanto si sucede
en vuestro entorno o en vosotros. Cuando digo dejar que se abra, es que debéis
aceptar imperativamente y verifiquéis que no podéis absolutamente nada con
vuestra voluntad, con vuestro pasado, con lo conocido. Así pues, dejad todo lo
conocido, dejad todas las estrategias de adaptación o de huida y encararlo
dejándoos atravesar. Más allá de cualquier evento, se encuentra la verdad de
vuestro corazón, de manera mucho más tangible que lo que algunos de vosotros
habéis vivido, tanto en la Liberación por la Onda de Vida o por el Fuego Ígneo
más recientemente o por el Canal Marial.
La Unidad, ese
Blanco indescriptible, no tiene nada que ver con vuestra persona ni con vuestra
historia y, además, no hay nadie, hay historia porque este Amor no está allí.
Porque cuando el Amor está allí totalmente, en la Unidad y en la verdad de
Cristo, no se necesita ninguna historia, ningún escenario, ninguna búsqueda -y,
sobre todo, ningún temor, ni por vuestra salud, ni por las fuerzas invisibles y
oscuras, como las llamáis, porque en ese momento sois el Cristo, lo habéis
desposado y sois Él. Y en este estado, en esta Verdad, no puede aparecer ningún
temor, ni imponerse ni ser evocado.
Es así como lo he
demostrado y os lo he explicado, lo que he vivido cada día en mi corta vida,
independientemente de los ataques de esas fuerzas, el Fuego del Corazón, el
Fuego de la Unidad, la presencia de Cristo ha permitido, que haya vivido lo que
haya vivido, incluso en ciertos casos de los que he hablado muy poco, en que
las fuerzas oscuras han lacerado mi cuerpo, yo no estaba afectada, mi
conciencia permanecía en Sat Chit Ananda, en la Morada de la Paz Suprema.
Si hay reflejo de miedo,
reflejo de la necesidad de comprensión, os daréis cuenta por vosotros mismos,
que la alegría de vuestro corazón no está presente. Os bastará entonces,
perseguir esos pensamientos o reflejos de temor, pensar en vuestro corazón para
restableceros de manera rápida; y, repito, tanto si afecta a lo que se
desarrolla en vosotros como lo que sucede al nivel de los acontecimientos de
este mundo.
Cuando digo también
que es preferible estar a solas con vosotros mismos, eso significa, por
supuesto que no tenéis necesidad de buscar a alguien si vivís en familia, pero
tampoco necesitáis, sobre todo en este período, reuniros varios. Es realmente
necesario, si es posible, estar solos con vosotros mismos; sin falsas
pretensiones, sin falsas huidas. Sed sinceros. Se manifieste lo que se
manifieste, os bastará colocaros en el corazón y dejar al corazón situarse en
vuestro efímero como en vuestra eternidad.
Todo lo que os
decimos, tanto el Arcángel Uriel, María y las hermanas que me sigan,
evidentemente va a plantear preguntas. Nosotras dejamos, por supuesto, al
Comendador, responder a ello, pero no olvidéis que, dentro de unos días, todas
las preguntas serán inútiles y fútiles y, diría incluso, obstáculos para la
vivencia de vuestro corazón. En este sentido, se os ha ofrecido vivir de manera
amplia o restringida, las Teofanías porque, aunque vosotros no las hayáis
vivido más que una sola vez y con dificultad, eso está inscrito en vosotros y
será encontrado con facilidad sin igual durante esta semana, entre el
equinoccio y la fiesta de los Arcángeles.
Por tanto, no se
trata esta vez, de reunirse, no se trata de beneficiarse juntos, a la vez, de
la misma calidad de intensidad de radiación del Amor, sino de vivir ese “cara a
cara”. Y recordad que, si tenéis citas externas importantes en el mundo
efímero, durante este período, no es deseable cambiar nada porque eso será para
vosotros la mejor de las oportunidades, la mejor de las circunstancias para
encontraros. Aunque os parezca ser lo contrario, recordad que no es más que el
miedo que os dicta el ego, incluso en un hermano o hermana que se declaran
invencibles y sin miedo. No porque no se haya manifestado ni sea consciente,
deja de formar parte de la estructura misma del encierro de vuestra conciencia.
Así pues, no
alimentéis ningún temor, no deis crédito a ningún cambio del calendario;
cualquier condición es apropiada para vosotros al nivel de vuestro entorno
exterior. La única condición deseable es la de pensar en vuestro corazón, la de
colocaros en el corazón o regresar allí, o dejar al corazón emerger, que es
exactamente lo mismo.
Recordad que lo que
llega, de manera más amplia y no solo en esta semana especial, es únicamente
una resurrección, el retorno de la Libertad, el retorno de la Alegría, el
retorno de la Eternidad, digan lo que digan las circunstancias de vuestra vida,
digan lo que digan vuestros seres cercanos y penséis lo que penséis. No va a
cambiar nada, lo que creáis. Por tanto, os incumbe a vosotros, ser aún más
pequeños de los pequeños que habéis sido hasta ahora, para ser el más grande en
Luz. Ahí está la verdadera humildad, pero no invadiré las prerrogativas de mi
querida hermana Teresa acerca de la Vía de la Infancia, de la humildad, porque
de eso es ella quien habla mejor.
Mis palabras se
detendrán aquí, pero dondequiera que estéis, aquí presentes, leyendo,
escuchando, si queréis, más allá del día, del tiempo y del espacio, instalaos
conmigo en la comunión con la Estrella Unidad que prefigura la emergencia de
Cristo, quedamos así en el silencio, en nuestra Presencia Una, el tiempo que
queráis. Os digo hasta siempre. Os aporto todas mis bendiciones y quedamos
ahora en silencio.
…Silencio…
Soy Gemma Galgani,
portadora de la Estrella Unidad.
…Silencio…
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