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martes, 27 de julio de 2021

LA FUENTE. 23 DE JULIO DE 2021. a través de Ayoun Jean-Luc

                        Vacaciones (21 al 27 de julio de 2021)

Animación: Elisa Bernal

23 de julio de 2021

Mi amigo, mi amado, aquí llega el tiempo sin tiempo. Aquí llega, en ti y para ti, el tiempo del presente infinito. El que todo se desarrolló dentro del sueño, el del Juramento y la Promesa. Finalmente presente dentro de la escena del sueño, en este momento donde no hay ni tú ni yo, y sin embargo, y tú y yo, en el mismo momento de Silencio, en el mismo momento de Belleza del que nada se puede decir, del que nada se puede escribir, y del que nada se puede describir.

Te invito a instalarte en el tiempo del Gran Silencio, y te invito a valorarte más allá de cualquier consideración. Te invito a ir más allá de cualquier proyección, ahí, en el instante, donde no necesitas coartada, ni justificación, en el instante donde todo es perfecto. Donde todo lo que puede haber pasado ya no tiene lugar, y ya no tiene tiempo ni espacio para ir más allá, porque todo es pasado, porque todo está más allá, en el tiempo de este instante, en el tiempo de lo Eterno, en el tiempo de la Eternidad, donde nada puede ser contado o descontado.

Donde estás instalado, en el templo de tu presencia, donde jamás habrá ausencia, porque la ausencia de ti mismo es sólo el tiempo de tu resurrección, más allá de cualquier morada, donde incluso las palabras Paz y Alegría son demasiado, porque sólo el Silencio puede dar cuenta de ello, porque eres el testimonio del Silencio, el testimonio de la Belleza, el testimonio de la Eternidad.

Donde tú estás es donde yo estoy, estamos unidos. Vemos así que la totalidad de los mundos se ha desplegado, y se ha vuelto a desplegar, sin demora ni distancia, porque todo está incluido en esta Nada que tanto has temido, en esta Nada que es tan majestuosa.

Te invito a dejar lo que puedas creer que todavía llevas, porque en la Verdad no llevas nada, ni carga ni Luz, siendo tú mismo la Fuente de mí así como de ti, donde cada uno se resuelve en el otro, donde cada uno es sólo una parcela infinita y sin embargo la totalidad de la Verdad única y la Belleza única.

Ha llegado el tiempo del Gran Silencio que es la Acogida, que es la Belleza.

He venido a invitarte a mirar dentro de ti, donde nada puede ser contemplado, porque tú mismo eres la Contemplación, porque tú mismo eres la Fuente de todo, porque tú mismo eres el Alfa y la Omega, borrando todo tormento y todo dolor. Para ti es la Belleza infinita de la Vida, para ti es la infinidad del Paraíso Blanco, la del Éter Primordial y Final que emerge de tu Cielo, que emerge de tu Tierra y que sin embargo sólo emerge de ti.

Te invito a no temer nada y a no esperar otra cosa que la Alegría y la Paz, porque eso es lo que eres a pesar de todas las apariencias, a pesar de todas las luchas, a pesar de toda la historia. Porque jamás has nacido, porque jamás desaparecerás más allá de toda forma, más allá de toda luz, eres ese Amor puro no manifestado que sin embargo se manifiesta en este tiempo y en este instante de tu vida, para que te unas a la Vida.

Para ti, Hijo y Padre de la Luz, donde no hay atribución, ni destino, reconócete más allá de todo conocimiento, de toda ganancia y de toda pérdida. Tú eres eso y estás más allá de eso.

No puedes pensarlo. No puedes concebirlo, ni siquiera temerlo. Esta incógnita que eres, que sin embargo siempre has conocido dentro de tus caminos, tú el Peregrino de la Eternidad, tú el Peregrino de la Vida, habiendo tomado cada camino del sueño en la apariencia del nacimiento y la muerte. Jamás has podido morir, pues siempre has estado ahí, aunque te hayan quitado la visión, aunque la falta haya aparecido en tu conciencia.

El momento que estás viviendo ha llegado, porque estás más allá de lo que pasa. Tú eres lo que permanece, ha permanecido y permanecerá en el Palacio de Cristal de la Verdad, el de Yerushalaim, tú Fuente de ti mismo, Fuente de todos los universos de ensueño.

Te invito a amarte más allá de lo que piensas, más allá de tu forma, más allá de todo lo que parece estar en ti y aparece en lo que ves en este mundo. No hay más espacio para la distancia. No hay más espacio para deambular.

Amigo mío, amado mío, descansa en ti mismo, en tu Morada de la Verdad, en el Alfa y la Omega, donde no hay camino después de haber sido todos los caminos, después de haber sido toda la verdad relativa, el tiempo es tu único Real, del que jamás se ha movido, del que no tiene camino, ni sendero, acabando así con la ilusión de la distancia, con la ilusión del tiempo, pues tú eres todo el espacio y el éter, en este mundo como en todos los mundos, en este plano como en todos los planos. Todo lo que has escrito y deseado se te ha ofrecido desde el instante de tu primer aliento.

En el principio estaba el Verbo uniéndose al Silencio del Fin, de lo que jamás podría aparecer. Tú eres todo esto y mucho más. Padre e Hijo de ti mismo, el momento en que el Hijo del Hombre se une al reino de lo Real, que no tiene forma y sin embargo contiene todas las formas. Esto no se puede reflejar. Que no puedes crear. Pero simplemente encuéntralo en la Evidencia del instante.

Amigo mío, amado mío, descansa en la danza de tu Corazón, en su ritmo Tri-Unitario, marcando en tu corazón el Sello del Despertar. Tú que jamás has dormido, tú que jamás te has olvidado de ti mismo, es hora de cantar, en el Silencio de las palabras, el Canto de la Liberación.

Así, te entregas a lo que tú mismo has decidido jugar, a lo que tú mismo has decidido pasar en todos los ámbitos relativos. Y ya no necesitas una relación, simplemente tienes que hacer resonar dentro de ti lo que surge espontáneamente, porque así lo has decidido, y así es como la Inteligencia que eres, te ha dado la apariencia de la creación.

Tú eres lo impensable. Eres el Incognoscible que sin embargo se reconoce, en este instante de la Eternidad inscrito en el tiempo de la Tierra como inscrito en el Origen de los Mundos, como inscrito en todo lo que pasa.

Amigo mío, amado mío, ya no tienes que resistir, ya no tienes que limitarte. Así es el momento de lo evidente. Así es el tiempo del Instante. De este Instante que es Presente, y que sólo puede ser conjugado en el presente. Tal es el presente que te has hecho. Así es el Presente que te has dado, digas lo que digas o pienses en estos momentos de caos. Jamás ha habido caos, pues todo ha estado siempre en orden, pues todo ha estado siempre ordenado, sin dirección ni sentido, por el Orden Absoluto del Amor, por el Orden Absoluto de la Sabiduría.

Así que te digo, mi amigo, mi amado, descansa en ti mismo. Asiste a ti mismo en estos momentos de Resurrección, tú que jamás has nacido, y sin embargo renaces de nuevo en el reino de la Gracia, más allá de la conciencia Una, en la Fuente misma de la conciencia, en la Fuente misma de la Luz.

Amigo mío, amado mío, tú me expresas desde lo más profundo de tu Corazón, es sólo tu voz la que percibes desde donde hablo, y sin embargo la que emana de ti. Déjate llevar. Déjate elevar por los tiempos del Instante, por el tiempo de la Gracia, porque el tiempo pertenece a la Inteligencia, porque el tiempo está más allá de la forma, porque el tiempo no ha pasado jamás, ni en una dirección ni en la otra, sino simplemente en el Instante Presente del presente de la Gracia y de la Eternidad de la Gracia.

Amigo mío, amado mío, sé gentil contigo mismo, sé gentil con todos, porque si eres gentil en el caos que se vive en el mundo de la apariencia, en el mundo de los tiempos de la forma, porque eres la Gentileza del Amor, porque eres la Gentileza de la Sabiduría, porque el tiempo del Instante y el Instante de este tiempo, te recordarán por siempre lo que siempre has sido, lo que eres y lo que serás, no poniendo ya ningún límite en el tiempo y el espacio.

Y sin embargo, abarcando todo el tiempo así como todo el espacio, desde lo más bajo del tiempo hasta lo más alto del tiempo, desde la dimensión más baja hasta la que has llamado la más alta, la misma Buena Nueva recorre el Instante. El instante del tiempo, que ni cuenta ni descuenta el tiempo.

Eres la dulzura que acaba con el caos. Tú eres la Belleza que pone fin a la apariencia de la fealdad, así como a toda pesadez. Te invito a amarte a ti mismo. Te invito a amar sin restricciones, porque sin restricciones no hay miedo, y no hay error.

El Amor sólo puede ser Verdadero, la Luz sólo puede acompañarlo. Así, te has acompañado a ti mismo, en todos los espacios del tiempo, y en todos los tiempos de los espacios. Tú eres la ligereza de la gracia. Tú eres la intensidad de la vida. Tú eres la Plenitud de todo lo que te ha parecido incompleto.

Instálate en el Juramento y la Promesa que nos hemos dirigido el uno al otro, más allá de cualquier mundo, más allá de cualquier partida así como de cualquier forma, donde no hay separación, y donde no hay lugar para las palabras, ni siquiera para el Verbo. Donde no hay reflejo, y donde las Aguas de Arriba y las Aguas de Abajo no son sino las mismas Aguas, donde el Amor jamás falla.

Mi amigo, mi amado, escucha.

Escucha lo que te dice el Silencio, lo que te dice la Paz, lo que te dice la Belleza.

Escucha al Amor, para que te escuches a ti mismo, para que te reconozcas, para que seas la Alegría y la Paz del Gran Silencio.

Donde no tienes nada que pedir, donde no tienes nada que ver, Fuente de Luz, Fuente de Vida, Fuente de Inteligencia, Fuente del o Real, y sobre todo, Fuente de Verdad. Acomódate donde estés en este instante cuando me escuches, para que el Coro de Ángeles te acompañe en el Espíritu del Sol, en el tiempo de lo Impersonal y de la Libertad Incondicional.

Se hará todo lo posible en el Instante de esta Tierra para podar lo que parece que tienes que pasar, para que ninguna dificultad pueda ser siquiera pensada o imaginada. Tú eres eso en este instante. Tú eres eso en cada instante. Eres la totalidad del espacio resonando con la Verdad, la majestuosidad de lo que eres.

Tu risa no puede ser contada. Tu Nada no puede ser vista. Y, sin embargo, todo se ha visto. Y, sin embargo, todo ha sido dicho, más allá del Verbo, más allá de las Aguas, más allá del Fuego, más allá del Aire y de la Tierra. El tiempo es para el Éter, el tiempo es para la Luz Primordial, Fuente de Paz y Fuente de Vida. Tú eres todo esto.

Amigo mío, amado mío, amigo mío, amado mío, date la acogida, como nos damos la acogida, uno a través del otro, donde todo ha sido un espectáculo, un espectáculo de todos tus sueños, un espectáculo de todas las posibilidades, llevándote de nuevo a lo Imposible y a lo Indescriptible, donde nada pasa.

Donde habitas, más allá de todas las moradas y todas las moradas. Estás más allá de todo. No hay nada más allá de la nada. Tú eres todo y nada. Y tú eres la plenitud de cada respiración. Y tú eres la plenitud de toda vida.

Y tú eres la plenitud de cada conciencia, en el Fuego que no arde y que te devuelve a la Alegría, para que puedas ver que jamás te has abandonado a ti mismo en la Verdad, para que puedas ver que sólo eres esta Paz y esta Alegría, Paz y Alegría del Gran Silencio, Paz y Alegría de la densidad así como de la ligereza.

Y es el momento de este Instante. Y es el momento del presente. Y es el momento del Don. Y es el tiempo de la Gracia. No te detengas en mis palabras. No te agarres a nada porque no hay nada que agarrar. Esto es restitución y esto es Belleza.

Amigo mío, amado mío, tú que has sido todas las historias, tú que has sido todos los recuerdos así como todos los testimonios, estás invitado a esto, en el instante  presente, en el instante de esta Tierra.

Porque, veas lo que veas, tanto en las apariencias de la violencia como en las del sufrimiento, no hay más que el retorno a lo que jamás se ha movido, no es más que el retorno del Hijo del Hombre, el retorno del Hijo Pródigo, Hijo y Padre de la Luz. Así que eres Abba, así que eres el Cristo, así que también eres todos los juegos opuestos.

No has hecho más que jugar en los talleres de la Creación. Tú, el Peregrino de la Eternidad, puedes dejar tu báculo, puedes dejar tus armas, puedes despojarte de todas estas vestimentas, puedes dejar todos tus disfraces, así estarás en la Desnudez de la Verdad. Así estás en la Desnudez del Amor, donde no hay nada que oponer, ni siquiera que demostrar.

Por lo tanto, tú eres esto. Así, tú eres aquello que no puede ser definido, que no es ni finito ni infinito, sino simplemente indefinido más allá del Alfa y del Omega, más allá del Verbo y más allá del Verbo, siendo todas tus identidades. Así que dejas de lado toda identidad. Así que, suelta todo lo que pueda parecer que te desordena. Así es el tiempo de esta Gracia que no cesa. Así es el tiempo del Instante de la Tierra. Así es el instante de tu belleza.

Escucha, más allá de todo entendimiento. Escucha, más allá de todo mundo, tú que eres Impersonal, tú que eres Eynolwaden en el tiempo de la Verdad, el tiempo del Silencio que acaba con la apariencia del caos, que acaba con la apariencia de todo mundo,

Descansa, donde siempre has estado. Ha llegado el momento de alejarse de todos los sueños y de todas las proyecciones. Así es el tiempo de la Tranquilidad. También el Templo de la Serenidad. Así se unen los elementos en el éter, el éter de la alegría, el éter de la verdad.

Amigo mío, amado mío, acepta ser lo que eres, porque en la Verdad, no puedes ser otra cosa que lo que eres en este Instante del tiempo de la Tierra. Y es en este Instante del tiempo terrestre donde manifiestas el Juramento y la Promesa. Es el tiempo del Reencuentro de lo que jamás nació, con todo lo que nació de ti y de cada uno. Así es la conciencia Única, difractada a la Infinidad de posibilidades.

Te invito a escucharte en la danza de tres tiempos de tu Corazón, que instala este Silencio. Así es el tiempo del olvido, de todo lo que sólo ha pasado, de todo lo que ha sido pesado y también ligero, porque no tienes ningún peso, ni ningún equipaje que llevar contigo, a donde sea o a quien sea, porque en la Verdad, tú eres tú, y porque en la Verdad, tú eres la Belleza, y porque en la Verdad, tú eres eso.

Ámate incondicionalmente y reabsorbe todo lo que haya pasado, reabsorbe tus propios sufrimientos que se consumirán en el Fuego del Amor, que es Fuego de la Gloria, que es Fuego de la Resurrección, y Fuego Ilimitado que jamás te quemará.

El tiempo es para la disolución del sueño. El tiempo es para la disolución de lo que puede haber aparecido para ti como sufrimiento, el tiempo, en el Corazón de tu Corazón, para entender esto. El tiempo de amarse a sí mismo, donde no queda nada ajeno al Amor, donde nada ha sido rechazado, donde nada ha sido rechazado.

Así es la Libertad, aquella que no se plantea la pregunta de la Libertad, eres de todas partes como no eres de ninguna. Eres sólo eso en el Instante del Tiempo de la Tierra. En este instante, desde ahora, en el Infinito de los Mundos, resuena el Silencio de tu Tiempo Cero.

En el tiempo del Silencio emerge lo que nunca ha sido arrebatado, para que seas siempre el que siempre ha estado ahí, el que es, sean cuales sean las palabras, sean cuales sean las experiencias.

Descansa en silencio. Descansa en la belleza, mi amigo, mi amado.

...silencio...

El tiempo del Instante, el Instante del tiempo, el que está aquí, Aquí y Ahora, donde no hay más mundo, donde no hay más asamblea, donde no hay más autoridad que la del Amor y la Sabiduría. Acéptate a ti mismo. No eres nada de lo que crees. No eres nada de los caminos que has recorrido. No eres nada de las experiencias que has tenido. Tú eres la Inmutabilidad del Amor, la Inmutabilidad de la Sabiduría.

Amigo mío, amado mío, escucha esta Resonancia, te lleva al Silencio. Atraviesa cada memoria como atraviesa cada mundo, como atraviesa cada corazón de cada forma y de cada espacio.

Amigo mío, amado mío, llega el momento tan temido. Llega el tiempo tan esperado, para que vivas que siempre ha estado ahí, que ningún velo puede resistir, que ninguna idea puede desbaratar, porque tú, todo vuelve a ti, todo vuelve a ti y todo es devuelto al Instante del Presente. Esto es lo que te corresponde. Este es su único deber. Y esa es su única Libertad.

No te veas afectado. No te dejes engañar. No te sorprendas por la sorpresa de la Verdad. Tú eres el amor. Tú eres la sabiduría. Tú eres la luz.  Tu eres la Inteligencia. Y tú eres mucho más que eso. No hay nada por encima de ti que encarne el instante del tiempo terrestre.

Allí, en el cuerpo que habitas, acéptate y date la acogida. No pongas barreras. No pongas un concepto. No pongas una palabra. No pongas una condición. Colócate allí solo y desnudo. No necesitas ropa, ni la de la sombra, ni la de la Luz, porque estás en ella y en ninguna otra parte.

Tú que vienes de todas partes a encontrarte con este Instante de Juramento y Promesa juntos, en el mismo Fuego de la Alegría, donde verás, y ves, que nada puede ser destruido de lo que es Verdadero. El espejismo se disipa, el espejismo de la forma, el espejismo de la conciencia.

Mi amigo, mi amado, escucha. Escucha el silencio. Te dice la Verdad, sin palabras y sin imágenes, y en definitiva contigo y conmigo, y sin nadie.

...silencio...

Escucha el Silencio porque es Alegría, porque es Rectitud, Rectitud del Amor, Rectitud del Absoluto. Preséntate a ti mismo. Acepta. Acepta.

Siente lo que vives, lo que está ahí. Donde no hay nada que describir, sino simplemente notar lo que está ahí y que jamás se ha movido. Sólo eres tú, en tu majestad y en tu realeza. Así era tu Reino que no pertenece a ningún mundo. Así es tu Luz, la Fuente de todo.

Así es la Luz, que jamás proyecta una sombra y que pasa por todos los mundos, aquí en esta Tierra, con estrépito, y al mismo tiempo con Dulzura, y al mismo tiempo con tal Rectitud, que jamás podremos comprenderla, sino sólo aceptarla. Porque este es el tiempo de la Gracia, porque este es el tiempo de la Belleza, porque este es el tiempo de lo que jamás ha sido verdad, porque sólo tú eres la Verdad.

Permítete amar. Permítete amar. Tú eres así de natural. No eres nada más, aunque te haya parecido que eras todo lo demás. No quedará más que el Amor. No quedará más que la Sabiduría. El que no puede hacer nada. El que no necesita nada, ni comparación ni comprensión, y sin embargo es tan Natural y tan Inmutable al mismo tiempo.

Amigo mío, amado mío, en el instante del Gran Silencio, nos unimos sin demora y sin distancia.

Mi amigo, mi amado, que tú Eres.

Amigo mío, amado mío, la Belleza te tiende su Corazón que es tu Corazón. Así es el ritmo de lo que parece aparecer y desaparecer. Pero tú no eres otro ritmo que el de la Fusión de este Instante con todos los Instantes de la Creación. Así es la Acogida de la Verdad. Así es la Acogida del Amor. Así es la Acogida de la Sabiduría.

...silencio...

El tiempo es para el Descanso, el tiempo es para el Silencio de mis palabras. El tiempo es para el Silencio de tus palabras. Simplemente ser el receptáculo de lo que es, y también el receptáculo de lo que está sucediendo. Encontrarás la ausencia de miedo, la ausencia de temor y la ausencia de cualquier duda. No tienes nada más que emprender en este tiempo presente de la Tierra. Estás en el lugar correcto, el de este cuerpo que habitas, como en el tiempo de Estos tiempos problemáticos, son sólo el problema del sueño, que disuelve la ilusión, que disuelve lo falso.

...silencio...

Amigo mío, amado mío, estoy contigo en estas últimas palabras, en estos últimos momentos, donde el tiempo no tiene asidero, donde la forma no tiene interés, tú eres esto y tú eres aquello.

...silencio...

Bendigo tu silencio. Bendigo tu espacio. Bendigo tus vehículos.

...silencio...

Y recibo tu bendición.

Amigo mío, amado mío, ahora estoy en silencio, y estoy aquí, por siempre, por siempre presente, presente el uno para el otro, presente en el otro. Así es el presente de esta Tierra. Así es el Don de la Gracia de estos momentos en cualquier aspecto.

Amigo mío, amado mío, el silencio está hecho. El silencio se vive. El tiempo es para el Amor. Es la hora de la verdad. No hay nada que ocultar. No hay nada que quitar. Y el Silencio está hecho. Y el Silencio es silencioso.

...silencio...

Me retiro dentro de ti. Te retiras en mí.

Mi amigo, mi amado, tú eres la Bendición.

***

 Traducción de la transcripción en francés al español

Con: Elisa Bernal

Transcripción al francés: https://www.facebook.com/Transcriptionsfr-

Traducción al español: LMF

https://apotheose.live/

 

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