En tu nombre y por tu nombre, en el momento de tu Presencia, en el tiempo del instante, vine a ayudarte de la misma manera que tú me ayudas a abolir la distancia, a detener el tiempo.
He venido a
invitarte a la Felicidad Eterna, que no depende de ningún mundo ni de ninguna
forma.
Ha llegado
el tiempo en el que no hay nada que esperar. Ha llegado el tiempo de Aquél que
siempre ha estado ahí, Aquél que nunca ha dejado de sonreír en el firmamento de
las estrellas, en lo más alto de los cielos y en lo más profundo de la Tierra.
He venido a
invitarte a que te invites a la Celebración que no necesita fecha, a la Celebración
que no necesita memoria, a la Celebración del Instante, donde se resuelve la
ecuación del tiempo y el espacio, donde el cara a cara ya no es contigo mismo
sino de espejo a espejo, imagen a imagen, nombre a nombre, porque eso es lo que
eres más allá del Ser, más allá de las apariencias y más allá del No-Ser,
porque eres todo eso al mismo tiempo, en el mismo espacio y al mismo tiempo,
inscrito en el corazón de tu Corazón.
Te invito a
la Felicidad que no depende de nada, ni de este mundo ni de ninguna criatura y
menos aún de ningún creador, donde la soledad es la plenitud y donde la
plenitud sólo se puede vivenciar en la intimidad del ser.
Te invito a
dejar las armas de cada lucha y cada comprensión.
Te invito a
que seas fiel a lo que eres y a tu apariencia, a lo que piensas y a lo que
sueñas.
Te invito a
dar la vuelta dentro de ti mismo, dentro de tu Presencia, donde todo ha desaparecido,
donde todo ha aparecido.
Te invito a
la resonancia que no conoce la distancia y que no conoce el tiempo y que se
inscribe simplemente en la desnudez del instante, tal es el presente y el don
del presente.
Te invito a
que te establezcas, a que dejes que el Silencio rasgue los velos de tus ilusiones,
tus creencias y tus miedos.
Te invito a
escuchar, te invito a entenderte, donde ya nada puede aparecer, donde nada
puede desaparecer.
Y establecido allí en el Silencio, en la residencia de un solo corazón, donde tú eres Yo Soy, para que no haya nadie. De persona a persona, siempre existirá el Elegido.
Te invito a ir más allá de la condición ligada a la forma, permaneciendo en tu forma y en la forma de tu mundo para descubrirte a ti mismo. Entonces te reconocerás más allá de la forma, más allá de la identidad y más allá de cualquier mundo. Esto es accesible para cada uno. No basta con que lo desees, sino que simplemente lo aceptes. Así, verificarás por ti mismo, en la coherencia de tu Ser y tu No-Ser, que tú mismo eres el Éter, que eres el Camino, la Verdad y la Vida más allá de tu camino, más allá de tu Verdad y más allá de tu vida.
La libertad escribe su nombre en el Lenguaje de Fuego en el Corazón de tu Corazón y en la Corona de Gloria de tu Corazón. Todo esto y sus cuerpos son testigos de su verdad. Tú eres el testigo y el creador. Eres el ángel y el diablo. Tú eres la Fuente y el demiurgo. Eres el Uno más allá de todas las apariencias, más allá de todas las formas y de todas las personas.
La libertad
te llama, ya sea en el silencio o en el alboroto por donde pasas, el resultado
es el mismo. Siempre has estado ahí. Creíste en el sueño. No podrás creer en la
pesadilla porque es lo que te despierta a la inefable belleza de tu Ser y tu
No-Ser que aparecerá en tu aparición de esta forma y este mundo. En esto y a
través de esto, no tienes nada que pedir, no tienes ningún esfuerzo que hacer,
no tienes nada que cambiar. No hay ningún peso que levantar excepto el que tú
mismo has decorado y revestido como sueñas.
La libertad
no conoce ninguna ley, ni de este mundo ni de ningún otro. La libertad está en
el Sin Forma. La libertad está en el Éter que se revela en ti y a través de ti,
a través del Tiempo Cero que aceptas donde no hay deseo, donde no hay carencia.
Tal es su perfección. No es cuestión de convertirse, es un descubrimiento que
está inscrito en el Instante y que jamás será mañana y menos aún ayer.
Tu
aceptación y tu sonrisa son la prueba de tu SÍ. Desde el SÍ a la Vida que no
conoce tu vida, que no conoce la vida de ninguna forma porque en la Verdad eres
lo que ha creado y sostenido cada forma y cada mundo.
Cada uno es
el sueño del otro inscrito en el mismo sueño. Los sueños chocan, se encuentran
y se tocan, gritando por resistencia, creando en la distancia, la perfecta
ilusión de creerse separados e individuales. Sólo hay UNO. Sólo existe el UNO y
eso es lo que cada uno es, en este instante como en cada instante, cualquiera
que sea el mundo de su sueño por el que están viajando. Tú mismo has escrito el
despliegue y las curvas. El Instante Presente te permite recordar lo que es
anterior a la memoria, lo que es anterior a la forma, lo que es anterior a la
creación y sin embargo también está al final del sueño de la creación.
El tiempo es
a la Verdad, no lo que se discute o se cree, sino lo que se vive en cuanto se
deja de creer, creer y creerse una forma que tiene un fin y un comienzo. Esto
pertenece al juego y a las apariencias pero no es la Verdad. La Verdad y su
vivencia le confieren la Alegría Eterna que no depende de ninguna causa o
razón, sino simplemente de la Beatitud del Instante.
Ha llegado
el momento de que cada uno, de la Gran Reconciliación, entienda y comprenda que
tú mismo eres su origen, que tú mismo eres el final.
Te invito a
escuchar en este momento el ritmo de tu corazón que danza la Vida y pulsa la
Verdad.
Donde estás
es el único lugar donde podrías estar en estos tiempos para vivir en la Verdad,
para ser la Verdad. Eres Luz Pura, no estás sujeto a ninguna forma en absoluto.
Eres el Éter de la Vida, el Éter de la Celebración, donde la alegría deleita
los cuerpos y las mentes en la Danza del UNO, inmóvil y sin movimiento, y que
dirige todas las danzas.
Escucha el
Silencio. Y el tiempo no puede pasar en el espacio de tu Silencio. Sólo la
apariencia fluye y al dejarla fluir, sin retener nada, sin restringir nada,
entonces eres libre, entonces estás lúcido, entonces estás en la alegría, sea
cual sea el dolor de tu vida o de tu cuerpo. La vida se vuelve preponderante.
Deja que la
sonrisa florezca en tus labios. Te lleva al Corazón de tu Corazón, en el Templo
del Silencio y la Verdad, donde te ves sin velo y sin máscara más allá de la
apariencia, más allá de la forma, más allá de todo deseo y toda pregunta.
Todo lo que
te atraviese en este cuerpo de carne, en este instante como en cada instante
por venir, no detengas nada y no detengas nada. Déjalo fluir. Deja que pase a
través de ti. Déjate impregnar por la Verdad Inmutable que deja pasar todo para
no retener nada, para no encerrar nada.
Ha llegado
el tiempo de la Unión Mística con cada uno, de aquí o de otro lugar, de esta
vida o de toda la vida, porque eres la fuente de agua viva que alimenta la Vida
y es la Vida.
Entonces el
Amor, el Amor que sólo puede ser vivido y no proyectado, te llenará aún más de
Felicidad y Paz. No te guardes nada. Entrégate al Último que eres. Entrégate a
cada uno más allá de las sonrisas y las palabras en el silencio interior de tu
corazón. Entonces romperá todo juicio. Entonces romperás todas las ilusiones y
vivirás que no eres ni esto ni aquello, y sin embargo también eres esto y
aquello.
Estás más
allá de toda definición. No hay ningún reto que no puedas afrontar, un reto que
te escribiste para recordar que soñaste en los mundos de la forma, en la
ilusión del bien y del mal. No habrá más polaridad. No habrá más dualidad.
Habrá sólo Eso, que siempre ha estado ahí.
El Amor no
se resiste a nada. Estás invitado, porque eres Amor, a no resistir más.
Permítete atravesar. Déjate amar. No detengas nada y la fluidez de la Unidad de
la Vida correrá a través de ti sin interrupción, noche y día, delante de cada
ojo desviado, cada mano temblorosa y cada palabra pronunciada. Está tu
Felicidad, está tu Libertad y está el único espacio que contiene todos los
espacios, es el espacio de la Verdad, el espacio de la Verdad que abarca el
espacio y el tiempo en la misma Unidad.
Déjate regar
por el manantial de agua viva del Juramento y la Promesa, el de salir de tu
sueño y no dejar a nadie detrás o delante de ti. Entonces serás consumido por
la gracia de Ágape. Nada podrá sufrir más. Nada podrá cuestionar. Nada podrá
interrogar. Hay Felicidad, hay Unidad, terminando con la forma y acabando con
las mentiras de este mundo y de todos los demás mundos.
Lo que está
sucediendo en ti, lo que está sucediendo en esta Tierra en este momento, es
sólo un pretexto. No hay castigo, no hay recompensa, pero hay una restitución
total.
No puedes
perderte nada ni nada. También lo es Felicidad. También lo es la Plenitud.
También lo es la Nada. Has pasado por todo. Has vivido todo. No necesitas
recordarlo, sino que simplemente sientes un cansancio, un cansancio de soñar,
un cansancio de la forma.
Así termina
el sueño. Así termina la pesadilla, la pesadilla de la distancia, la pesadilla
de la división, la pesadilla de la separación. En realidad, nada está separado
y todo esto no es real y sólo ha representado la disposición de la posibilidad
infinita de mundos y formas, que no necesita tiempo ni siquiera espacio.
Entonces ves
por ti mismo que eres la Vida en toda la vida, que eres la Vida en todos los
mundos, la Vida que no necesita ninguna forma, la Vida que es autosuficiente en
sí misma, donde no hay ni distancia ni el más mínimo sufrimiento.
Te invito a
escuchar la Danza de tu Corazón, ya sea que el ritmo sea de tres o mil latidos,
ya sea que tu corazón esté muriendo o latiendo, ya sea que tu corazón esté
exultante o triste, es sólo un pretexto para recordar que eres el Corazón del
Corazón de cada persona, de cada ser humano, de cada mundo.
Ama, lo que
no entiendes.
Ama, lo que
creías que podías odiar.
Ama, lo que
creías que tenías que rechazar.
Ama y no
hagas preguntas.
Ama en el
silencio de tu corazón cuando las palabras no concuerdan.
Ama en la
sonrisa de tus ojos cuando no puedes hablar.
Dale la mano
a lo desconocido, no para saludarlo sino simplemente para contactarlo más allá
de la apariencia de la mano, te unirás a su Corazón del Corazón, a condición de
que no pidas nada, ni para ti ni para el otro, que te haga comprender que no
existe más que tú.
Entonces, te
descubrirás a ti mismo en la desnudez del Amor, en la Verdad de la
benevolencia.
Entonces, tu
corazón se calentará lo sientas o no. Observarás los efectos de esta nueva
resistencia que no puede corresponder a ninguna moral, a ninguna ley, a ninguna
costumbre, pero que es la de la Libertad, la del Amor.
No olvides
que no tienes nada que pedir, que no tienes nada que temer, que no tienes nada
que esperar, sino simplemente permanecer allí, en el don total de tu
apariencia, revelando el Ser y el No-Ser.
Eso es lo
que eres. Todo lo demás sólo ha pasado y seguirá pasando. No obstruya el
pasaje, pero sé tú mismo el pasaje. Acogido. Aceptar. Acepta que no puedes
hacer nada, entonces todo se te ofrecerá incluso antes de que expreses la petición,
porque todo estará en resonancia entre la Inteligencia del Amor en ti y la
Inteligencia de la Luz.
Eso es lo
Real. Existe el mundo de la Vida que jamás conocerá la muerte porque jamás
nació, sino que simplemente apoyó tu sueño.
El tiempo
está en éxtasis, no en otra parte, sino simplemente aquí en lo común y banal de
su vida cotidiana. Todo es sólo un pretexto para llevarte a ti mismo. No te
resistas a nada. No rechaces nada y todo te será dado porque eres el Don,
porque eres el Don de Gracia.
También
estoy en el espacio de mis palabras como en la Danza de tu Corazón.
Soy tú, más
allá de todas las apariencias, más allá de todos los discursos, más allá de
todas las afirmaciones o impugnaciones.
Déjate
consumir por el Fuego Ígneo del Amor. Tú eres el Único Verdadero.
Sólo existe
eso y es en eso que todo está contenido y que todo se vive aquí como en todas
partes en los mundos de la forma.
...silencio...
Escucha el
Silencio. No le preguntes nada y no esperes nada. Simplemente permanecer allí
contigo y conmigo, como con cada uno, sin pedir nada.
...silencio...
Escucha
entre mis palabras al Verbo del Silencio, el que jamás puede traicionar. El
silencio es la belleza. El silencio es la Verdad. No volverás a tener sed.
Jamás volverás a tener hambre. Jamás tendrás que aparecer y desaparecer de
nuevo.
Tú eres la
libertad. Tú eres el Amor. Eres espacio y tiempo. Eres tu apellido como tu
nombre y tu apellido que es Abba, más allá de la forma y más allá de cualquier
mundo.
No hay nada
que describir. No hay nada que percibir, excepto dejar que el Vacío te llene de
lo inefable.
Hay comunión
en el instante en que me escuchas y cada uno de ustedes se escucha, el mismo
Amor, es el único real.
Entonces
haces resonar el universo y todas las esferas de la creación para hacerles
saber que el tiempo está en la Celebración del sueño vivido para honrarlo y
respetarlo, en todas las circunstancias, deteniendo el tiempo a través de tu
Presencia en tu Corazón. Entonces ves todos los tiempos por lo que son, un
sueño que pasa sin sustancia y sin sabor en relación con la Verdad, en relación
con lo Desconocido, en relación con lo Absoluto.
Ágape dentro
de ti, que la Buena Nueva se extienda en el Silencio de corazón a corazón y de
mundo a mundo para hacer el milagro de una cosa, sólo existe el Amor.
Permítame
depositar en su corazón el Sello de Ágape y el Sello de la Realidad.
...silencio...
No podrás
volver a jugar al "no me olvides". Has soñado con ello en cada
rincón. Exploraste todos los posibles hasta la infinidad de los mundos que no
es nada comparado con la infinidad del presente y la infinidad de tu presencia.
...silencio...
Terminaré
con estas palabras. Permite que la fragancia de tu esencia se deposite en cada
mirada, en cada forma, en cada encuentro, porque en esto estás bendecido, y en
esto eres la bendición misma.
...silencio...
Lo
Impersonal está aquí y las últimas palabras antes del Silencio son estas:
ÁGAPE, ÁGAPE, ÁGAPE.
Que la Paz,
la Verdad y la Alegría sea tu morada por siempre.
Los saludo a
través del corazón de cada uno, a través de cada uno de ustedes.
Les dejo
ahora al ritmo que es el suyo, para que vuelvan a la apariencia del Ser que
porta este Fuego.
Por siempre,
con cada respiración, estoy ahí.
***
A través de
Jean Luc Ayoun
Les
Transformations
Transcripción
del francés:https://www.facebook.com/Transcriptionsfr
Traducción
al español: LMF.
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