Bueno, Bidi está con vosotros y os saluda. Vamos juntos, si queréis, a continuar expresando la verdad de lo que sois. Así que espero vuestras preguntas.
Pregunta: ¿Puede extenderse sobre la vía de la devoción?
Ser devoto, ser un seguidor, no es la devoción. La devoción se impone ella misma como un medio de olvidar, de hacer desaparecer a la persona y dejar paso a la Verdad. Vosotros lo sabéis, la vida, donde quiera que esté, en cualquier experiencia como en cualquier dimensión, es un juego. La devoción y el servicio, son uno de los medios, y no el único, para avanzar en el descubrimiento de la Verdad. La dinámica y el sentido del movimiento son totalmente diferentes. En la persona normal todo se reduce al pequeño sí y se inscribe en lo efímero.
La vía de la devoción consiste en olvidarse de sí mismo y colocar a los demás como a uno mismo. El movimiento y el sentido de la energía no tienen nada que ver. Dando todo, vuestra presencia, vuestro servicio, facilitáis de alguna manera el descubrimiento de lo que sois, olvidándoos de vosotros mismos y actuando no para sí, sino para el otro, para dar servicio. El camino de la devoción es especialmente factible, para todos aquellos que no pueden olvidarse, para todos los que quieren ir rápido y así, escapar al tiempo, a su propio mental, a sus propias emociones, no como una huida sino devolviendo la energía al otro y liberando así los programas memoriales, los programas kármicos vinculados a la persona. La devoción es un medio poderoso, no solo para olvidarse y desaparecer, sino también para acelerar el descubrimiento de la Verdad.
Este camino, no es para todos. Es preciso ser ya, portador de gran humildad, de gran simplicidad; la devoción perfecta no puede acomodarse a ningún otro propósito de la vida. Dicho de otra forma, la devoción no es el servicio que ofreces a una persona sino a todas las personas de este mundo, sin distinción y sin diferencias. Básicamente requiere que la humildad esté presente, aunque esté disfrazada por la timidez o cualquier otro sentimiento de no estar cómodo con el entorno y con los demás.
La devoción consiste en poner al otro, delante de sí. Eso entraña necesaria y obligatoriamente, la desaparición de todo objetivo en la persona y en el ego. El ego se achica por el servicio y la devoción. Con la devoción alumbráis la Verdad y, sobre todo, evitáis la precedencia del ego. Pero, repito, este camino no es recomendable para todo el mundo. No podéis elegir la devoción, es ella la que os elige a vosotros, por las características mismas de vuestra persona y de vuestro Sí. Se requiere que el retorno de la energía y de la conciencia, hacia sí o hacia el otro, sea efectiva y suficientemente nítida y clara para vosotros.
La devoción auténtica no puede acomodarse a ningún objetivo de la persona, a ningún propósito de ganar algo en el plano material. Distrayendo a vuestro mental, derivándolo de vuestra persona, llegáis a olvidar la propia influencia de vuestro mental sobre vosotros mismos, así como vuestras emociones. La devoción es un camino que necesita una constancia, una permanencia en el don de sí, de forma que no puede existir ninguna reivindicación relativa a la persona. La devoción, dicho con otras palabras, no puede ser un acto de voluntad sino justamente un acto de abandono de toda reivindicación personal, que os permite salir rápidamente de la historia personal.
Pero para vosotros, los Occidentales, debe reconocerse que todas las estrategias elaboradas por la sociedad, no permiten a menudo ejercer la devoción con tranquilidad, porque las leyes de las culturas occidentales, desde hace mucho tiempo me parece por ejemplo que han eliminado el sentar al pobre a vuestra mesa. Las organizaciones, las más prestigiosas como las más modestas, se han hecho cargo de ello, y os dan un sentimiento de satisfacción al donar dinero. Pero no es el dinero lo que hay que dar; la verdadera devoción es un don de sí y no está acompañada de ningún don de dinero.
La verdadera devoción es libre y espontánea en algunas almas cuando descubren el Sí, en parte, las almas que respiran, antes de su disolución, un sentimiento de tener que trabajar sobre la materia, sobre el perdón. El sentido del don, si aparece en uno de vosotros la devoción, refleja la disolución del alma, pero una vez más, no se trata de una regla general; todo depende de la coloración del alma, de su polaridad y de su manifestación.
Más allá de la devoción, el servicio, la acogida del otro se vuelve esencial porque el alma o el Sí, descubren entonces que el otro no es más que uno mismo, en una forma diferente, ciertamente, en una historia diferente, pero con una conciencia Una, nacida y generada en el mismo lugar, que reposa (independientemente de las apariencias) sobre el Único, sobre el Absoluto. En estos tiempos de finalización de ciclo en que el ajetreo predomina por todas partes de forma cada vez más visible, es mucho más fácil que antes, ver esta verdad. El otro no es más que vosotros en una forma diferente, en una expresión diferente, pero eso es la apariencia. En la devoción, las apariencias se desvanecen y desaparecen. Repito, eso no depende de la voluntad, ni física ni espiritual, sino del reconocimiento de la Vida y su Inteligencia y del mismo Absoluto, aunque no se viva todavía.
La devoción hacia otra cosa, por ejemplo, a un ídolo, a una representación de Dios, al hogar en India, no es lo mismo. La devoción de la que hablo es una devoción a los vivos, a los hermanos y hermanas, sea cual sea su condición, porque más allá de la palabra “hermano” hay real y concretamente, la percepción directa del otro y de sí, que solo son uno, a pesar de todas las apariencias, a pesar de todos los discursos y sean cuales sean los antagonismos de las creencias o de las religiones.
Recordad que mientras os declaréis “cristiano”, “budista” o “hinduista”, os comportáis de manera violenta porque profesando eso, excluís las demás religiones. Desde el momento en que decís: “soy francés”, “soy alemán”, ocurre lo mismo porque os definís como pertenecientes a un tipo de comunidad que excluye de forma violenta las demás. El ser dulce, el ser humilde, no puede ser violento; no diferencia entre los creyentes, no diferencia entre el que está despierto y el que está dormido, no diferencia según la ropa, la riqueza o la edad.
La devoción no puede ser dirigida. En ese sentido os dije: “la devoción hacia los dioses, las imágenes, tiene ciertos efectos, pero no os lleva nunca a encontrar la Verdad; eso son paliativos”. Ellos alivian, tranquilizan; los dioses y sus imágenes pueden responder a vuestras demandas, pero las demandas son siempre las de la persona. La verdadera devoción se expresa, repito, naturalmente, cuando la coloración de vuestra alma es la adecuada.
La devoción no puede estar dirigida y en ese sentido también os decía: “la devoción no busca jamás ningún tipo de ventaja y no puede haber ventajas más que en el plano denso; la única verdadera ventaja se vivirá en la conciencia. La devoción también, como he dicho, no puede ser calculada, sino que debe ser espontánea. La devoción puede expresarse de manera muy puntual, por ejemplo, en casos de accidente al ir en ayuda de un herido. No os planteáis ninguna cuestión; la naturaleza humana, incluso personal, hace que vayáis espontáneamente a ayudar y dar socorro.
La devoción no debe hacer de vosotros un salvador o un salvavidas. El otro está al mismo nivel que tú porque es el mismo, más allá de las apariencias, más allá de las costumbres, de sus creencias o de su pertenencia a la comunidad que sea. Si establecéis una diferencia, en ese momento la devoción no es pura, se desvía en función de las formas y en función de la persona. Diría que la devoción más útil es la devoción a la humanidad sin distinción. Todo lo demás frente a los ídolos, los dioses, refleja necesariamente una desviación de la devoción donde la óptica personal, camuflada por el ego, está presente. Tened en cuenta la noción de espontaneidad que se expresa sin esfuerzo, donde el desinterés está ya impulsado por la misma alma.
…Silencio…
Otra pregunta.
…Silencio…
Pregunta: En los tiempos actuales, ¿existe otro camino?
Todos los caminos son posibles; yo he dicho que la devoción concierne a ciertas almas -y ciertamente no a todo el mundo. El Absoluto no requiere un camino, es simplemente la revelación de la Verdad, sin búsqueda, sin movimiento, pasando posiblemente a través del observador o del testigo, por la Última Presencia, por las Vibraciones. Es un cara a cara, una superposición y una disolución, por fusión de dos funciones a priori opuestas: la voluntad de vida, el fuego vital, y la voluntad del Espíritu o Fuego Ígneo. Este Espíritu no es personal, no es identificable a una forma. Creo que habéis recibido algunos elementos; la diferencia es la que puede existir entre lo que se ha denominado “El Espíritu del Sol” que está vinculado a una forma, y el “Impersonal” que no está vinculado a ninguna forma.
Un camino será siempre exterior a sí mismo. Recuerda que no hay nadie a quien seguir, solo hay que ser, descubrir el “yo soy” y dejar el “yo soy”, para dar paso al “yo soy Uno”. Pero mientras consideres que hay un camino, estás en el exterior de ti. No olvides que la persona y el ego, harán siempre todo mientras no hayan claudicado, para haceros volver al exterior, distrayéndoos con las religiones, con los gurús, con los maestros por lo que estáis en un proceso en este momento de la expresión de la conciencia o incluso de la supra conciencia, pero, ¿te has encontrado a ti mismo? No olvides que el investigador no es lo investigado. Mientras no hayáis comprendido eso, giraréis en redondo, en esta vida como en el Samsara y en la reencarnación, justificándoos, diciendo que debéis mejorar. Pero, ¿qué mejora? Quien dice eso es la persona, mostrando por ella misma que estáis atrapados en esta ilusión.
No olvidéis que en esta bolsa de comida en la que estamos sumidos todos, sin excepción, al mirar y al juzgar al otro e incluso a la misma sociedad, si no os volvéis a vosotros mismos para comprobar que sois independientes de todas las circunstancias de vuestro cuerpo, de vuestra vida, de vuestra salud y de vuestro dinero, ¿cómo queréis ser libres? Recordad que ser libres es estar liberados de la persona y nada más. Eso requiere, no sabiduría, sino una aceptación total, sincera e incondicional de no ser esta persona ni ninguna de las personas que están dentro de la Ilusión.
Recordad que no me dirijo a la persona, incluso en mis respuestas; me dirijo al que puede comprender porque eso lo mismo y de momento no lo oís algunos de vosotros. Ved más allá de las simples palabras lo que os ocurre frente a estas palabras.
La Verdad no sufre ningún compromiso, ninguna desviación. La Verdad es la Verdad, penséis lo que penséis y viváis lo que viváis. No hay otra verdad, todo lo demás son diversiones de las escenas de teatro en cualquier lugar, en cualquier plano, en cualquier dimensión. Es vuestra libertad, por supuesto, pero recordad aquí en la Tierra, que el velo del olvido vinculado a los maestros de la Ilusión, no os permiten encontrar el resultado, en vuestra persona. No hay ni salvador ni verdugo, solo vosotros. Mientras estéis seducidos por las formas, por los pensamientos, por el placer, no sois libres, estáis encadenados.
La verdadera felicidad no depende de ninguna circunstancia exterior, sea la que sea, no depende más que de vosotros. Para eso debéis volveros al interior de vosotros mismos, no para mirar y acariciar a vuestra persona sino, como dije en mi época, para refutar todo lo pasajero. Vuestras emociones pasan, vuestra vida pasa, vuestros recuerdos pasan, vuestro mental pasará cuando la bolsa de comida desaparezca. ¿Qué os lleváis? Absolutamente nada de la Ilusión, ni progreso, ni fracaso, ni mejora, ni evolución.
La vida y la muerte no son más que un instante fugaz, así como este mundo que no tiene ninguna importancia ni ninguna utilidad. Esto no quiere decir que neguéis la vida sino justamente, como dije ayer, que estéis vivos. No podéis estar vivos y ser vuestra vida, agarrándoos a ella. Mientras vuestra conciencia esté ligada al cuerpo, mientras vuestra conciencia esté ligada a vuestra persona, a vuestra historia, a la justificación de vuestra presencia o de vuestro cuerpo, no podéis ser de verdad, Nada de lo que concierne a la persona, nada de lo que concierne a cualquier historia, es lo que sois porque todo eso es pasajero.
Vosotros queréis la paz, vosotros reclamáis la paz, queréis vivir la conciencia, las vibraciones, el Fuego -y lo habéis experimentado la mayoría. ¿Qué esperáis para volveros hacia vosotros mismos? ¿Qué esperáis para sumergiros? Sumergiros en lo que sois, allí, en el corazón del Corazón, como he dicho. No necesitáis a nadie, ninguna referencia, ningún propósito. Despojaos de todo eso, sed verdaderos en vosotros mismos. No disfracéis nada, no proyectéis nada ni interpretéis nada, estad simplemente presentes, sin propósitos, sin ideas y sin objeto -y sin sujeto. Solo podéis vivirlo. No os atéis a los conceptos, a las creencias o a las historias; si no, no hay ninguna libertad.
El peso de vuestras historias, el peso de vuestra persona es justamente lo que podrá impedir y obstaculizar que os encontréis. Porque es mucho más fácil hoy, con esta noción del tiempo que se os ha concedido realmente, para descubriros, no en una historia, no en una conciencia de eso o aquello, sino en la Verdad. La Verdad no es una conciencia, la Verdad no es ninguna palabra; hablo solo de la Verdad que es única, eterna y que no pasará nunca.
Por tanto, sean cuales sean los caminos que puedas tomar en un momento dado, debes aceptar verte como eres, no en esta forma, no en esta vida, sino justamente verte más allá de toda visión, es decir, el Parabrahman.
No podéis, repito, apoyaros sobre ningún conocimiento, sobre ningún pasado, sobre ninguna proyección. Es lo que llamáis en Occidente, “el instante presente”. No podéis estar en el “instante presente” y proyectar algo, ya sea una meta o un objetivo del tipo que sea. Repito, no os pido que me creáis, verificadlo por vosotros mismos. Verificar no quiere decir investigar algo, sino reconocer la Evidencia. Más allá de toda forma y de toda conciencia, vosotros sois tanto Dios, como yo, como cualquier otro -y yo diría que el que llamáis “el Diablo” que no es otra cosa que Dios.
Pero todo eso no son más que palabras y toda palabra es una proyección; creo que estaréis de acuerdo. Hay, lo que podríamos llamar la intimidad de la conciencia en el corazón del Corazón que podrá probar que el Absoluto es la única Verdad. Pero la prueba, la experiencia, no serán nunca el estado de Liberado. El Liberado no necesita experiencia de ningún tipo, está simplemente presente en su humanidad y en su eternidad, sin voluntad alguna de cambiar a quien sea o a lo que sea. No tiene otro objeto, otra función ni otro punto de vista que manifestarse en la forma sabiendo que no es esta forma y que, llegado el momento, saldrá de ella.
La Vida no es un impulso, la Vida es una Evidencia, incluso dentro de la Ilusión. La Ilusión no es la Vida, vosotros sois la Vida. Cristo os dijo que vosotros sois “el Camino, la Verdad y la Vida”. Vosotros también podéis decir: “Yo y mi Padre, somos Uno”, pero ninguna persona puede decirlo. Por otra parte, no hay nada que decir, nada que preguntar. Cuando sois libres, no os planteáis la cuestión de la Liberación porque no la habéis buscado, ella os cae encima o dentro, más exactamente, porque todos los velos de la persona que actúan en la forma, en las pulsiones, en las relaciones, en las emociones, en el mental, en el causal, simplemente ya no existen.
Diría entonces, que cuando estáis liberados, la forma está vacía, sin embargo, vosotros os servís de esta forma, no como una misión, no como un rol que cumplir, sino como la única evidencia posible. No podéis hablar en este momento para toda la humanidad porque debéis respetar la libertar y la ignorancia de cada uno, pero hablad para aquellos que pueden oír, no con las orejas, no con la cabeza, sino directamente con el Corazón.
El Absoluto no tiene ningún camino porque el camino es ya una manifestación y vosotros sois anteriores a toda manifestación como a toda conciencia. Mirad dentro sin ver, porque no hay nada que ver, pero os daréis cuenta por vosotros mismos que no sois realmente este cuerpo ni, incluso, esta conciencia que se expresa y que se trata de vehículos. Todo cuerpo, toda forma, así como toda conciencia, son únicamente vehículos del juego del Absoluto. No hay más que una conciencia. La conciencia es mayor que el espacio, mayor que el tiempo, mayor que las dimensiones y los mundos; por tanto, no es nada porque se basa en ella misma sobre el Parabrahman.
Así que, en definitiva y en verdad, solo hay una conciencia y un solo Absoluto. Simplemente, cuando estáis encarnados, os manifestáis en una forma; las palabras pueden ser diferentes, pero la experiencia es idéntica. ¿Cómo podría ser de otra manera? Las palabras solo reflejan la cultura residual y el contenido residual que existe en el cerebro, en las memorias.
…Silencio…
Continuemos.
…Silencio…
Incluso lo que llamáis “Vibral”, en definitiva, no es la verdad porque se trata de una proyección del supramental. Volved allí. El Absoluto no puede verse, puede vislumbrarse en sus primeras manifestaciones, pero no podéis apoderaros de lo que vosotros sois, por supuesto; solo podéis vivirlo y, constataréis entonces que no podéis apoderaros de nada. Vuestra vida, vuestra conciencia dentro de esta forma como la misma forma, se convierte en una ligereza, una armonía tal, que ninguna medicina, ninguna tecnología, puede proporcionar.
…Silencio…
Y, por tanto, debe haber necesariamente, un día u otro, una reversión de todo lo que ha sido manifestado por la conciencia, hacia la no-manifestación, lo que la persona llama “la nada” y las personas más torcidas, “la sombra”. No hay ninguna entidad, no hay ni sombra ni Luz, eso son juegos de la conciencia. No hay ninguna vibración; la Vibración es simplemente el medio de expandir la conciencia hasta el supramental, pero el supramental no es la Libertad. Todos los que están detenidos en el supramental o en el Sí, han elaborado siempre proyectos para el futuro. Mirad al Comendador, mirad a Sri Aurobindo. El único que ha escapado a eso ha sido Hermano K.
Hay, como dije, una multitud de maestros y de gurús, pero ¿quién fue capaz de convertirse en satguru, es decir, liberado incluso de este papel o de esta función? Que no necesita ningún adorno, ningún turbante, ninguna guirnalda de flores, ningún decorado. Miradlo detenidamente: en cuanto haya un decorado, en cuanto haya una indumentaria, hay una postura y hay una mentira. Daos cuenta por fin de esto, giraos hacia vosotros mismos. Dejad de proyectaros en unas vías, en unos caminos, en unas historias, sean cuales sean. Encontrad la Paz. Sólo el Silencio lleva a la Paz, ninguna actividad de la conciencia puede llevar durablemente a la Eternidad, sólo podéis experimentarlo.
Es por esto que hubo el Juramento y la Promesa de la Fuente para despertar en vosotros lo que sois, porque incluso vuestra vida en este mundo, sin siquiera hablar de los maestros de la Ilusión, puede en ningún caso estar libre. Estáis sometidos a la influencia de los planetas, estáis sometidos a la sociedad, estáis sometidos a todo tipo de radiaciones, estáis sometidos a la historia. ¿Cómo queréis ser libres? Y cuanto más buscáis, menos libres estáis. Entendedlo. El sufrimiento no está en ninguna otra parte que en la ignorancia acerca de vuestra verdadera naturaleza y de quiénes sois.
Estáis seducidos por las apariencias, estáis seducidos por la ganancia, estáis seducidos por vuestra vida, estáis seducidos por vuestros encuentros, incluso los sutiles. Es perfecto, pero no os detengáis allí, estáis a medio camino. ¿Lo entendéis? Y como siempre, ¿qué es lo que está delante, incluso cuando se habla de amor? El miedo. La persona sólo existe por el miedo. Toda la vida sólo es una adaptación y unas estrategias con los miedos. Entonces algunos huyen en la meditación para no tener miedo, pero, no hay que huir, hay que ser. Ser no se acompaña de ningún movimiento, el Jnani no necesita ninguna experiencia de ningún tipo, ni de ningún consejo, es libre. Esta Libertad no requiere ningún marco de referencias, ningún rol, ninguna función, ninguna misión.
¿Queréis realmente ser libres o preferís el juego de la conciencia? No habrá ninguna diferencia llegado el momento, que sea lo que llamáis vuestra muerte o la muerte de este mundo. ¿Cómo es que la ilusión puede nacer o morir, ya que es una ilusión? Reflexionad.
...Silencio…
Reflexionar no es pensar, es girarse hacia dentro, es soltar cualquier interpretación, cualquier proyección, es permanecer en el instante. Es cierto que hace años se ha hablado del Abandono a la Luz, ¿estáis listos a abandonarlo todo por la Verdad? Es la única pregunta que valga la pena, y sois libres de decir no, sois libres de decir sí, pero ya no podéis dudar. No es uno u otro, o bien es el Todo, desde el Uno, o bien es el otro y nada. El otro siendo, por supuesto, la persona, la historia. El éxtasis más importante manifestado por nuestras hermanas orientales, una que conocéis muy bien, ¿cuál es su importancia? El que ha entendido la Ilusión y la vanidad de este mundo, ¿va a tener prisa de crear unas religiones, unas escuelas, unas enseñanzas? ¿Para qué? ¿Qué necesidad hay de hacer, en lugar de ser?
...Silencio
Hay urgencia pero tenéis toda la Eternidad, sois libres.
...Silencio
Otra pregunta.
Pregunta: durante vuestras intervenciones, somos muchos aquí a desaparecer o a quedarnos dormidos. ¿Qué podría decirnos en ese momento para acompañarnos, puesto que no estamos allí?
Pero, es lo que hay que hacer para ser.
Pregunta: entonces, ¿por qué no pasa nada para algunos?
Pero, no puede pasar nada cuando desaparecéis. Los que no desaparecen dejan el filtro de la persona. Una vez más, mis palabras no están dirigidas a las personas, sino a lo que sois. Si intentáis comprender, o si estáis molestos por la energía, por mí voz, ¿qué es lo que está molesto? Vuestra persona. El que se queda dormido o desaparece está listo para la Verdad, totalmente, sean cuales sean sus miedos, los ha visto. El que lucha está en la persona y quiere comprender mis palabras, la energía y el Verbo, pero no hay nada que comprender, al contrario.
...Silencio...
Puedes repetir el enunciado de la pregunta, verás que la respuesta está en ella.
Pregunta: durante vuestras intervenciones, muchos de nosotros aquí desaparecen o se quedan dormidos. ¿Podría darnos algún consejo para desaparecer todavía más...?
No es la misma pregunta.
Pregunta: ya he olvidado la pregunta que hice...
Entonces es perfecto, siguiente pregunta.
Pregunta: es verdad que vuestras respuestas, con vuestra voz atronadora, es como un bálsamo.
No estoy seguro de que todo el mundo esté de acuerdo con esto aquí. Pero está muy bien.
Tengo que hablar en voz alta para atravesar la persona, porque así os sacude, y lo dije ayer, sobre todo si rechazáis lo que digo, está muy bien. Estoy seguro entonces que os ha alcanzado, o que os alcanzará, si no ha sido ahora.
...Silencio...
Pregunta: ayer, gracias a usted, he experimentado un estado de choque que me permitió empezar a experimentar algo. ¿Puedo utilizar la grabación de vuestra voz para ir al final de la experiencia?
Por supuesto. Después, sólo quedará el martillo. Mis palabras, lo decía cuando vivía, lo vuelvo a decir, no pueden fallar, porque mis palabras no provienen de ninguna experiencia, sino sólo de lo que soy.
...Silencio...
Y como has dicho, lo que os digo no tiene que ser creído, y sin embargo no podéis evitar el impacto, más allá de vuestra persona, aunque no percibáis nada. No busco ningún adepto, ninguna adhesión, no busco nada. Simplemente os llevo, si es el momento, a veros de verdad, mediante todas las máscaras, todas las historias, todas las experiencias.
...Silencio...
Otra pregunta.
Pregunta: nos dice que hay que girarnos, ¿tiene algún consejo?
Pero, girarse no necesita ningún consejo, ni ninguna técnica. El único consejo es acercarse al Silencio, a la inmovilidad, a la vacuidad. Recuerda sobre todo que no hay que hacer nada. Es precisamente cuando dejas de hacer, de querer comprender algo, que la Verdad estalla. Así que, mientras sigas queriendo girarte, no va a pasar nada. Deja que la reversión se haga. Cuando digo: “mirad dentro”, de esto se trata. Dejad de mirar lo que emerge: vuestros pensamientos, vuestras emociones, vuestras vidas, vuestras historias.
...Silencio...
Cuando os habéis revertido, cuando veis lo Verdadero donde no hay nada que ver, entonces el cuerpo desaparece, al igual que la conciencia. ¿Qué más queréis? Constatáis por vosotros mismos, si no se ha hecho ya, cómo se comporta vuestra persona al volver. Desapareciendo, durmiendo, aunque no traigáis nada... y de hecho, ¿qué queréis traer? ¿Unas experiencias? No. Traéis lo que sois, es decir, un estado permanente, estable. No hace falta ninguna otra experiencia. Mirar dentro no es un movimiento, es una reversión sin movimiento. Es sobre todo cesar, no por voluntad propia, sino por el abandono, las historias, las ideas, los pensamientos. Pero acordaos que el liberado viviente, evidentemente, él también tiene unos pensamientos, pero sabe pertinentemente que no vienen de él. Los que son interesantes, puede usarlos para entregarlos, y los demás, fluyen espontáneamente. En el Liberado, nada se engancha.
... Silencio...
La Verdad es Paz eterna. Es la palabra que más se aproxima a ello.
... Silencio...
Cuando sois Absoluto, este cuerpo, aunque efímero, se vuelve hasta su desaparición, la Morada de la Paz Suprema. El saco de carne y los jugos que lo componen, cambian sus propiedades; la proporción de los tres gunas cambia. No sois vosotros quienes decidís, es la materia de vuestro cuerpo que se conforma a la Verdad, sea cual sea la edad.
... Silencio...
¿Algunas preguntas?
Pregunta: siento fuertemente la noción de despojo al escuchar las palabras que nos martillea.
Es exactamente esto. No necesitáis ningún adorno, no necesitéis ningún decorado, ni siquiera necesitáis un cuerpo. Este cuerpo ha aparecido, ¿tuvisteis algo que ver al respecto? Sí, los Maestros de la Ilusión os han hecho creer que sí. Intentad recordar algo antes de vuestro nacimiento, antes de los cuarenta días cuando vuestra conciencia empezaba a estar allí. ¿Dónde estabais? ¿Qué estabais haciendo? ¿Quién puede decirlo? Es imposible decirlo. Porque ahí donde estabais todo era perfecto: ninguna necesidad de conciencia, ninguna necesidad de cuerpo, ninguna necesidad de manifestación, ninguna necesidad de contar historias. La dificultad es que en este mundo, más allá del olvido, al igual que ha olvidado toda la humanidad, habéis creado colectivamente unas creencias, unas religiones, unas sociedades, para hacer frente a vuestros miedos. Todos lo hemos hecho, pero ¿dónde está la libertad en esto?
De hecho, ¿qué es la Libertad? No podéis estar libres sin la verdad, y sólo hay una. Todo lo demás sólo son unas quimeras y unas ilusiones que solo pasan, entonces no es eterno. El principio puede ser eterno, pero la manifestación nunca. Mirad a Cristo, mirad a Buda, mirad a Milarepa, mirad a Krishna en las escrituras, mirad a Arjuna, mirad a vuestros profetas. Pues sí, es desnudarse, desprenderse, no hay más necesidad de adornos, de decorado, de historia. Esta Verdad os llena, más allá de cualquier compostura y de cualquier historia. Así que, si os sentís despojados y desnudos, os digo: “Está muy bien, vividlo” y después, como decía cuando vivía, volved a casa, vivid vuestra vida. Sabéis, no intelectualmente sino por la experiencia, y a veces por el estado estable.
¿Qué más necesitáis para mantener la ilusión de la mejor manera que podáis mientras vuestra forma esté presente, respetando la vida, respetando la conciencia, incluso la más obtusa?; es su juego. ¿Con qué derecho vais a parar el juego de alguien que está en su experiencia en una verdad fragmentada? Sólo el juego de los grandes ciclos, como es el caso ahora, vuelve a poner los contadores a cero, incluso para los obtusos, lo quieran o no. Pero, ¿esto depende de vosotros? Salvo actuar sobre las condiciones de la persona, la vuestra como la de cualquier otro, ¿qué más podéis hacer? Nada. No podéis suicidaros, sino estáis atrapados.
Vivid la vida de la forma en el instante y en el estado. Tranquilos, sois perfectos. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Cuál es la estúpida alma que os ha hecho creer lo contrario?, si no son los Maestros de la Ilusión que son todos unos asnos, y que sin embargo amamos. Porque en definitiva, sea cual sea el juego que jugáis, eh bien, un día acabaréis de jugar. Para esto, debéis descubrir quiénes sois. No estáis inscritos en ninguna historia, nunca os habéis movido, nunca habéis nacido, nunca habéis muerto. No sois ninguna forma, no sois ninguna dimensión, sois la pura Verdad, de la cual no se puede decir nada, porque tan pronto se dice algo, es travestido y alterado.
Podéis hablar, filosofar sobre todo lo que no es Absoluto, pero no podéis decir nada del Absoluto. No hay nada que decir, ya que no está manifestado, ya que no hay ninguna conciencia. ¿Quién podría decir algo? Y es lo que sois. Todo lo demás, como he dicho, sólo son unos adornos y unos decorados de teatro, incluso la conciencia. Es una distracción, un juego, es la naturaleza misma de la conciencia.
¿Alguien quiere dar su testimonio o hacer unas preguntas?
Pregunta: quisiera simplemente expresar mi gratitud por la gran felicidad que siento.
¿Más?
Pregunta: desearía, si es posible, volver a hablar sobre lo que viví ayer.
Con mucho gusto.
Pregunta: el estado de gran vacío que sentía, era vivido a la vez como una plenitud que no quería parar.
Ahí está, lo has entendido todo y lo has vivido todo. Vas a ver, a partir de ese momento, la futilidad de la persona, la futilidad del juego. No es posible volver atrás, no hay vuelta atrás, es perfecto. El vacío está lleno, sólo la persona ve la nada, la oscuridad. Cuando la persona ya no está, este vacío es efectivamente plenitud, que ninguna plenitud de la conciencia o de cualquier mundo puede alcanzar.
Pregunta: pero al mismo tiempo, tengo la sensación de no haber ido al otro lado de la orilla.
Esto, es la persona quien lo dice, pero te aseguro que todo ha cambiado. La plenitud que describes no puede ser comparada con ninguna otra plenitud inscrita en la historia humana. ¿Puedes confirmarlo?
Pregunta: sí, absolutamente.
Eso es. Mientras no se ha vivido, sigue siendo un vacío, la nada, un agujero negro, la “oscuridad”, para aquellos que se regodean de su persona y de su historia kármica. Es un despojo, es el momento en el cual no podéis aferraros a nada. Pues efectivamente, en el umbral de la Infinita Presencia, hay una sensación de vacío, de nada, de oscuridad, pero una vez atravesado, ¿qué puedes decir del otro lado? Nada. Sólo puedes dar testimonio de este preciso instante durante el cual la conciencia vuelca en la a-conciencia: es lo que vives. A partir de ahí, la historia ha terminado. No puedes ser engañada. Vives tu vida con normalidad. Nada puede interferir.
Si me hubieses dicho que habías visto algo al otro lado, te habría tratado de mentirosa. Visto lo que me dices y lo que veo, evidentemente es la Verdad, no hay otra. No eres la conciencia, no eres la forma, es esto lo que has descubierto. La búsqueda ha finalizado. Mientras no sois nada, no podéis ser Todo, es simple. Ser nada, es ser Todo, es el despojo, es el fin del motor de sufrimiento, es el fin del Samsara, es el fin de las reencarnaciones.
En esta plenitud, ¿todo es perfecto? Sólo puedes contestar que sí. Entonces, ¿a qué esperáis para soltarlo todo? No hablo de soltar vuestra vida, vuestra esposa, vuestra profesión, es una actitud interior. No os aferréis a nada, soltad, y descubríos. No hace falta ninguna coartada, ningún decorado, ninguna historia, el Amor está más allá de cualquier historia.
¿Algún testimonio más? ¿Alguna pregunta? ¿O quieres añadir algo?
Pregunta: no, muchísimas gracias. Pensamos que es complicado y es muy simple.
Es lo que dicen todos los Liberados. Y sin embargo, era simple y evidente, pero para aquel que se niega, es extremadamente complicado, por supuesto. ¿Cómo queréis que sea simple, con todas vuestras historias, todas vuestras formas, todos vuestros pensamientos, todas vuestras emociones? Reflexionad. Y por supuesto, mientras sigáis en la persona, independientemente de lo que habéis vivido, siempre os va a resultar complicado. Pues sí, es complicado para la persona, es imposible. El único momento en que la persona desaparece, mientras tengáis esta forma, es el sueño y el Absoluto. Todo lo demás sólo son unos obstáculos que os impiden ver. Como decís a menudo: “Todo a lo que os apegáis, os ata” Cuando no estáis apegados a nada, eh bien, descubrís la Verdad, es horriblemente simple. Es de una simplicidad horrible.
¿Algo más que decir al respecto?
Pregunta: cuando lo vivimos, no hay nada más que decir.
Está muy bien.
Ser devoto, ser un seguidor, no es la devoción. La devoción se impone ella misma como un medio de olvidar, de hacer desaparecer a la persona y dejar paso a la Verdad. Vosotros lo sabéis, la vida, donde quiera que esté, en cualquier experiencia como en cualquier dimensión, es un juego. La devoción y el servicio, son uno de los medios, y no el único, para avanzar en el descubrimiento de la Verdad. La dinámica y el sentido del movimiento son totalmente diferentes. En la persona normal todo se reduce al pequeño sí y se inscribe en lo efímero.
La vía de la devoción consiste en olvidarse de sí mismo y colocar a los demás como a uno mismo. El movimiento y el sentido de la energía no tienen nada que ver. Dando todo, vuestra presencia, vuestro servicio, facilitáis de alguna manera el descubrimiento de lo que sois, olvidándoos de vosotros mismos y actuando no para sí, sino para el otro, para dar servicio. El camino de la devoción es especialmente factible, para todos aquellos que no pueden olvidarse, para todos los que quieren ir rápido y así, escapar al tiempo, a su propio mental, a sus propias emociones, no como una huida sino devolviendo la energía al otro y liberando así los programas memoriales, los programas kármicos vinculados a la persona. La devoción es un medio poderoso, no solo para olvidarse y desaparecer, sino también para acelerar el descubrimiento de la Verdad.
Este camino, no es para todos. Es preciso ser ya, portador de gran humildad, de gran simplicidad; la devoción perfecta no puede acomodarse a ningún otro propósito de la vida. Dicho de otra forma, la devoción no es el servicio que ofreces a una persona sino a todas las personas de este mundo, sin distinción y sin diferencias. Básicamente requiere que la humildad esté presente, aunque esté disfrazada por la timidez o cualquier otro sentimiento de no estar cómodo con el entorno y con los demás.
La devoción consiste en poner al otro, delante de sí. Eso entraña necesaria y obligatoriamente, la desaparición de todo objetivo en la persona y en el ego. El ego se achica por el servicio y la devoción. Con la devoción alumbráis la Verdad y, sobre todo, evitáis la precedencia del ego. Pero, repito, este camino no es recomendable para todo el mundo. No podéis elegir la devoción, es ella la que os elige a vosotros, por las características mismas de vuestra persona y de vuestro Sí. Se requiere que el retorno de la energía y de la conciencia, hacia sí o hacia el otro, sea efectiva y suficientemente nítida y clara para vosotros.
La devoción auténtica no puede acomodarse a ningún objetivo de la persona, a ningún propósito de ganar algo en el plano material. Distrayendo a vuestro mental, derivándolo de vuestra persona, llegáis a olvidar la propia influencia de vuestro mental sobre vosotros mismos, así como vuestras emociones. La devoción es un camino que necesita una constancia, una permanencia en el don de sí, de forma que no puede existir ninguna reivindicación relativa a la persona. La devoción, dicho con otras palabras, no puede ser un acto de voluntad sino justamente un acto de abandono de toda reivindicación personal, que os permite salir rápidamente de la historia personal.
Pero para vosotros, los Occidentales, debe reconocerse que todas las estrategias elaboradas por la sociedad, no permiten a menudo ejercer la devoción con tranquilidad, porque las leyes de las culturas occidentales, desde hace mucho tiempo me parece por ejemplo que han eliminado el sentar al pobre a vuestra mesa. Las organizaciones, las más prestigiosas como las más modestas, se han hecho cargo de ello, y os dan un sentimiento de satisfacción al donar dinero. Pero no es el dinero lo que hay que dar; la verdadera devoción es un don de sí y no está acompañada de ningún don de dinero.
La verdadera devoción es libre y espontánea en algunas almas cuando descubren el Sí, en parte, las almas que respiran, antes de su disolución, un sentimiento de tener que trabajar sobre la materia, sobre el perdón. El sentido del don, si aparece en uno de vosotros la devoción, refleja la disolución del alma, pero una vez más, no se trata de una regla general; todo depende de la coloración del alma, de su polaridad y de su manifestación.
Más allá de la devoción, el servicio, la acogida del otro se vuelve esencial porque el alma o el Sí, descubren entonces que el otro no es más que uno mismo, en una forma diferente, ciertamente, en una historia diferente, pero con una conciencia Una, nacida y generada en el mismo lugar, que reposa (independientemente de las apariencias) sobre el Único, sobre el Absoluto. En estos tiempos de finalización de ciclo en que el ajetreo predomina por todas partes de forma cada vez más visible, es mucho más fácil que antes, ver esta verdad. El otro no es más que vosotros en una forma diferente, en una expresión diferente, pero eso es la apariencia. En la devoción, las apariencias se desvanecen y desaparecen. Repito, eso no depende de la voluntad, ni física ni espiritual, sino del reconocimiento de la Vida y su Inteligencia y del mismo Absoluto, aunque no se viva todavía.
La devoción hacia otra cosa, por ejemplo, a un ídolo, a una representación de Dios, al hogar en India, no es lo mismo. La devoción de la que hablo es una devoción a los vivos, a los hermanos y hermanas, sea cual sea su condición, porque más allá de la palabra “hermano” hay real y concretamente, la percepción directa del otro y de sí, que solo son uno, a pesar de todas las apariencias, a pesar de todos los discursos y sean cuales sean los antagonismos de las creencias o de las religiones.
Recordad que mientras os declaréis “cristiano”, “budista” o “hinduista”, os comportáis de manera violenta porque profesando eso, excluís las demás religiones. Desde el momento en que decís: “soy francés”, “soy alemán”, ocurre lo mismo porque os definís como pertenecientes a un tipo de comunidad que excluye de forma violenta las demás. El ser dulce, el ser humilde, no puede ser violento; no diferencia entre los creyentes, no diferencia entre el que está despierto y el que está dormido, no diferencia según la ropa, la riqueza o la edad.
La devoción no puede ser dirigida. En ese sentido os dije: “la devoción hacia los dioses, las imágenes, tiene ciertos efectos, pero no os lleva nunca a encontrar la Verdad; eso son paliativos”. Ellos alivian, tranquilizan; los dioses y sus imágenes pueden responder a vuestras demandas, pero las demandas son siempre las de la persona. La verdadera devoción se expresa, repito, naturalmente, cuando la coloración de vuestra alma es la adecuada.
La devoción no puede estar dirigida y en ese sentido también os decía: “la devoción no busca jamás ningún tipo de ventaja y no puede haber ventajas más que en el plano denso; la única verdadera ventaja se vivirá en la conciencia. La devoción también, como he dicho, no puede ser calculada, sino que debe ser espontánea. La devoción puede expresarse de manera muy puntual, por ejemplo, en casos de accidente al ir en ayuda de un herido. No os planteáis ninguna cuestión; la naturaleza humana, incluso personal, hace que vayáis espontáneamente a ayudar y dar socorro.
La devoción no debe hacer de vosotros un salvador o un salvavidas. El otro está al mismo nivel que tú porque es el mismo, más allá de las apariencias, más allá de las costumbres, de sus creencias o de su pertenencia a la comunidad que sea. Si establecéis una diferencia, en ese momento la devoción no es pura, se desvía en función de las formas y en función de la persona. Diría que la devoción más útil es la devoción a la humanidad sin distinción. Todo lo demás frente a los ídolos, los dioses, refleja necesariamente una desviación de la devoción donde la óptica personal, camuflada por el ego, está presente. Tened en cuenta la noción de espontaneidad que se expresa sin esfuerzo, donde el desinterés está ya impulsado por la misma alma.
…Silencio…
Otra pregunta.
…Silencio…
Pregunta: En los tiempos actuales, ¿existe otro camino?
Todos los caminos son posibles; yo he dicho que la devoción concierne a ciertas almas -y ciertamente no a todo el mundo. El Absoluto no requiere un camino, es simplemente la revelación de la Verdad, sin búsqueda, sin movimiento, pasando posiblemente a través del observador o del testigo, por la Última Presencia, por las Vibraciones. Es un cara a cara, una superposición y una disolución, por fusión de dos funciones a priori opuestas: la voluntad de vida, el fuego vital, y la voluntad del Espíritu o Fuego Ígneo. Este Espíritu no es personal, no es identificable a una forma. Creo que habéis recibido algunos elementos; la diferencia es la que puede existir entre lo que se ha denominado “El Espíritu del Sol” que está vinculado a una forma, y el “Impersonal” que no está vinculado a ninguna forma.
Un camino será siempre exterior a sí mismo. Recuerda que no hay nadie a quien seguir, solo hay que ser, descubrir el “yo soy” y dejar el “yo soy”, para dar paso al “yo soy Uno”. Pero mientras consideres que hay un camino, estás en el exterior de ti. No olvides que la persona y el ego, harán siempre todo mientras no hayan claudicado, para haceros volver al exterior, distrayéndoos con las religiones, con los gurús, con los maestros por lo que estáis en un proceso en este momento de la expresión de la conciencia o incluso de la supra conciencia, pero, ¿te has encontrado a ti mismo? No olvides que el investigador no es lo investigado. Mientras no hayáis comprendido eso, giraréis en redondo, en esta vida como en el Samsara y en la reencarnación, justificándoos, diciendo que debéis mejorar. Pero, ¿qué mejora? Quien dice eso es la persona, mostrando por ella misma que estáis atrapados en esta ilusión.
No olvidéis que en esta bolsa de comida en la que estamos sumidos todos, sin excepción, al mirar y al juzgar al otro e incluso a la misma sociedad, si no os volvéis a vosotros mismos para comprobar que sois independientes de todas las circunstancias de vuestro cuerpo, de vuestra vida, de vuestra salud y de vuestro dinero, ¿cómo queréis ser libres? Recordad que ser libres es estar liberados de la persona y nada más. Eso requiere, no sabiduría, sino una aceptación total, sincera e incondicional de no ser esta persona ni ninguna de las personas que están dentro de la Ilusión.
Recordad que no me dirijo a la persona, incluso en mis respuestas; me dirijo al que puede comprender porque eso lo mismo y de momento no lo oís algunos de vosotros. Ved más allá de las simples palabras lo que os ocurre frente a estas palabras.
La Verdad no sufre ningún compromiso, ninguna desviación. La Verdad es la Verdad, penséis lo que penséis y viváis lo que viváis. No hay otra verdad, todo lo demás son diversiones de las escenas de teatro en cualquier lugar, en cualquier plano, en cualquier dimensión. Es vuestra libertad, por supuesto, pero recordad aquí en la Tierra, que el velo del olvido vinculado a los maestros de la Ilusión, no os permiten encontrar el resultado, en vuestra persona. No hay ni salvador ni verdugo, solo vosotros. Mientras estéis seducidos por las formas, por los pensamientos, por el placer, no sois libres, estáis encadenados.
La verdadera felicidad no depende de ninguna circunstancia exterior, sea la que sea, no depende más que de vosotros. Para eso debéis volveros al interior de vosotros mismos, no para mirar y acariciar a vuestra persona sino, como dije en mi época, para refutar todo lo pasajero. Vuestras emociones pasan, vuestra vida pasa, vuestros recuerdos pasan, vuestro mental pasará cuando la bolsa de comida desaparezca. ¿Qué os lleváis? Absolutamente nada de la Ilusión, ni progreso, ni fracaso, ni mejora, ni evolución.
La vida y la muerte no son más que un instante fugaz, así como este mundo que no tiene ninguna importancia ni ninguna utilidad. Esto no quiere decir que neguéis la vida sino justamente, como dije ayer, que estéis vivos. No podéis estar vivos y ser vuestra vida, agarrándoos a ella. Mientras vuestra conciencia esté ligada al cuerpo, mientras vuestra conciencia esté ligada a vuestra persona, a vuestra historia, a la justificación de vuestra presencia o de vuestro cuerpo, no podéis ser de verdad, Nada de lo que concierne a la persona, nada de lo que concierne a cualquier historia, es lo que sois porque todo eso es pasajero.
Vosotros queréis la paz, vosotros reclamáis la paz, queréis vivir la conciencia, las vibraciones, el Fuego -y lo habéis experimentado la mayoría. ¿Qué esperáis para volveros hacia vosotros mismos? ¿Qué esperáis para sumergiros? Sumergiros en lo que sois, allí, en el corazón del Corazón, como he dicho. No necesitáis a nadie, ninguna referencia, ningún propósito. Despojaos de todo eso, sed verdaderos en vosotros mismos. No disfracéis nada, no proyectéis nada ni interpretéis nada, estad simplemente presentes, sin propósitos, sin ideas y sin objeto -y sin sujeto. Solo podéis vivirlo. No os atéis a los conceptos, a las creencias o a las historias; si no, no hay ninguna libertad.
El peso de vuestras historias, el peso de vuestra persona es justamente lo que podrá impedir y obstaculizar que os encontréis. Porque es mucho más fácil hoy, con esta noción del tiempo que se os ha concedido realmente, para descubriros, no en una historia, no en una conciencia de eso o aquello, sino en la Verdad. La Verdad no es una conciencia, la Verdad no es ninguna palabra; hablo solo de la Verdad que es única, eterna y que no pasará nunca.
Por tanto, sean cuales sean los caminos que puedas tomar en un momento dado, debes aceptar verte como eres, no en esta forma, no en esta vida, sino justamente verte más allá de toda visión, es decir, el Parabrahman.
No podéis, repito, apoyaros sobre ningún conocimiento, sobre ningún pasado, sobre ninguna proyección. Es lo que llamáis en Occidente, “el instante presente”. No podéis estar en el “instante presente” y proyectar algo, ya sea una meta o un objetivo del tipo que sea. Repito, no os pido que me creáis, verificadlo por vosotros mismos. Verificar no quiere decir investigar algo, sino reconocer la Evidencia. Más allá de toda forma y de toda conciencia, vosotros sois tanto Dios, como yo, como cualquier otro -y yo diría que el que llamáis “el Diablo” que no es otra cosa que Dios.
Pero todo eso no son más que palabras y toda palabra es una proyección; creo que estaréis de acuerdo. Hay, lo que podríamos llamar la intimidad de la conciencia en el corazón del Corazón que podrá probar que el Absoluto es la única Verdad. Pero la prueba, la experiencia, no serán nunca el estado de Liberado. El Liberado no necesita experiencia de ningún tipo, está simplemente presente en su humanidad y en su eternidad, sin voluntad alguna de cambiar a quien sea o a lo que sea. No tiene otro objeto, otra función ni otro punto de vista que manifestarse en la forma sabiendo que no es esta forma y que, llegado el momento, saldrá de ella.
La Vida no es un impulso, la Vida es una Evidencia, incluso dentro de la Ilusión. La Ilusión no es la Vida, vosotros sois la Vida. Cristo os dijo que vosotros sois “el Camino, la Verdad y la Vida”. Vosotros también podéis decir: “Yo y mi Padre, somos Uno”, pero ninguna persona puede decirlo. Por otra parte, no hay nada que decir, nada que preguntar. Cuando sois libres, no os planteáis la cuestión de la Liberación porque no la habéis buscado, ella os cae encima o dentro, más exactamente, porque todos los velos de la persona que actúan en la forma, en las pulsiones, en las relaciones, en las emociones, en el mental, en el causal, simplemente ya no existen.
Diría entonces, que cuando estáis liberados, la forma está vacía, sin embargo, vosotros os servís de esta forma, no como una misión, no como un rol que cumplir, sino como la única evidencia posible. No podéis hablar en este momento para toda la humanidad porque debéis respetar la libertar y la ignorancia de cada uno, pero hablad para aquellos que pueden oír, no con las orejas, no con la cabeza, sino directamente con el Corazón.
El Absoluto no tiene ningún camino porque el camino es ya una manifestación y vosotros sois anteriores a toda manifestación como a toda conciencia. Mirad dentro sin ver, porque no hay nada que ver, pero os daréis cuenta por vosotros mismos que no sois realmente este cuerpo ni, incluso, esta conciencia que se expresa y que se trata de vehículos. Todo cuerpo, toda forma, así como toda conciencia, son únicamente vehículos del juego del Absoluto. No hay más que una conciencia. La conciencia es mayor que el espacio, mayor que el tiempo, mayor que las dimensiones y los mundos; por tanto, no es nada porque se basa en ella misma sobre el Parabrahman.
Así que, en definitiva y en verdad, solo hay una conciencia y un solo Absoluto. Simplemente, cuando estáis encarnados, os manifestáis en una forma; las palabras pueden ser diferentes, pero la experiencia es idéntica. ¿Cómo podría ser de otra manera? Las palabras solo reflejan la cultura residual y el contenido residual que existe en el cerebro, en las memorias.
…Silencio…
Continuemos.
…Silencio…
Incluso lo que llamáis “Vibral”, en definitiva, no es la verdad porque se trata de una proyección del supramental. Volved allí. El Absoluto no puede verse, puede vislumbrarse en sus primeras manifestaciones, pero no podéis apoderaros de lo que vosotros sois, por supuesto; solo podéis vivirlo y, constataréis entonces que no podéis apoderaros de nada. Vuestra vida, vuestra conciencia dentro de esta forma como la misma forma, se convierte en una ligereza, una armonía tal, que ninguna medicina, ninguna tecnología, puede proporcionar.
…Silencio…
Y, por tanto, debe haber necesariamente, un día u otro, una reversión de todo lo que ha sido manifestado por la conciencia, hacia la no-manifestación, lo que la persona llama “la nada” y las personas más torcidas, “la sombra”. No hay ninguna entidad, no hay ni sombra ni Luz, eso son juegos de la conciencia. No hay ninguna vibración; la Vibración es simplemente el medio de expandir la conciencia hasta el supramental, pero el supramental no es la Libertad. Todos los que están detenidos en el supramental o en el Sí, han elaborado siempre proyectos para el futuro. Mirad al Comendador, mirad a Sri Aurobindo. El único que ha escapado a eso ha sido Hermano K.
Hay, como dije, una multitud de maestros y de gurús, pero ¿quién fue capaz de convertirse en satguru, es decir, liberado incluso de este papel o de esta función? Que no necesita ningún adorno, ningún turbante, ninguna guirnalda de flores, ningún decorado. Miradlo detenidamente: en cuanto haya un decorado, en cuanto haya una indumentaria, hay una postura y hay una mentira. Daos cuenta por fin de esto, giraos hacia vosotros mismos. Dejad de proyectaros en unas vías, en unos caminos, en unas historias, sean cuales sean. Encontrad la Paz. Sólo el Silencio lleva a la Paz, ninguna actividad de la conciencia puede llevar durablemente a la Eternidad, sólo podéis experimentarlo.
Es por esto que hubo el Juramento y la Promesa de la Fuente para despertar en vosotros lo que sois, porque incluso vuestra vida en este mundo, sin siquiera hablar de los maestros de la Ilusión, puede en ningún caso estar libre. Estáis sometidos a la influencia de los planetas, estáis sometidos a la sociedad, estáis sometidos a todo tipo de radiaciones, estáis sometidos a la historia. ¿Cómo queréis ser libres? Y cuanto más buscáis, menos libres estáis. Entendedlo. El sufrimiento no está en ninguna otra parte que en la ignorancia acerca de vuestra verdadera naturaleza y de quiénes sois.
Estáis seducidos por las apariencias, estáis seducidos por la ganancia, estáis seducidos por vuestra vida, estáis seducidos por vuestros encuentros, incluso los sutiles. Es perfecto, pero no os detengáis allí, estáis a medio camino. ¿Lo entendéis? Y como siempre, ¿qué es lo que está delante, incluso cuando se habla de amor? El miedo. La persona sólo existe por el miedo. Toda la vida sólo es una adaptación y unas estrategias con los miedos. Entonces algunos huyen en la meditación para no tener miedo, pero, no hay que huir, hay que ser. Ser no se acompaña de ningún movimiento, el Jnani no necesita ninguna experiencia de ningún tipo, ni de ningún consejo, es libre. Esta Libertad no requiere ningún marco de referencias, ningún rol, ninguna función, ninguna misión.
¿Queréis realmente ser libres o preferís el juego de la conciencia? No habrá ninguna diferencia llegado el momento, que sea lo que llamáis vuestra muerte o la muerte de este mundo. ¿Cómo es que la ilusión puede nacer o morir, ya que es una ilusión? Reflexionad.
...Silencio…
Reflexionar no es pensar, es girarse hacia dentro, es soltar cualquier interpretación, cualquier proyección, es permanecer en el instante. Es cierto que hace años se ha hablado del Abandono a la Luz, ¿estáis listos a abandonarlo todo por la Verdad? Es la única pregunta que valga la pena, y sois libres de decir no, sois libres de decir sí, pero ya no podéis dudar. No es uno u otro, o bien es el Todo, desde el Uno, o bien es el otro y nada. El otro siendo, por supuesto, la persona, la historia. El éxtasis más importante manifestado por nuestras hermanas orientales, una que conocéis muy bien, ¿cuál es su importancia? El que ha entendido la Ilusión y la vanidad de este mundo, ¿va a tener prisa de crear unas religiones, unas escuelas, unas enseñanzas? ¿Para qué? ¿Qué necesidad hay de hacer, en lugar de ser?
...Silencio
Hay urgencia pero tenéis toda la Eternidad, sois libres.
...Silencio
Otra pregunta.
Pregunta: durante vuestras intervenciones, somos muchos aquí a desaparecer o a quedarnos dormidos. ¿Qué podría decirnos en ese momento para acompañarnos, puesto que no estamos allí?
Pero, es lo que hay que hacer para ser.
Pregunta: entonces, ¿por qué no pasa nada para algunos?
Pero, no puede pasar nada cuando desaparecéis. Los que no desaparecen dejan el filtro de la persona. Una vez más, mis palabras no están dirigidas a las personas, sino a lo que sois. Si intentáis comprender, o si estáis molestos por la energía, por mí voz, ¿qué es lo que está molesto? Vuestra persona. El que se queda dormido o desaparece está listo para la Verdad, totalmente, sean cuales sean sus miedos, los ha visto. El que lucha está en la persona y quiere comprender mis palabras, la energía y el Verbo, pero no hay nada que comprender, al contrario.
...Silencio...
Puedes repetir el enunciado de la pregunta, verás que la respuesta está en ella.
Pregunta: durante vuestras intervenciones, muchos de nosotros aquí desaparecen o se quedan dormidos. ¿Podría darnos algún consejo para desaparecer todavía más...?
No es la misma pregunta.
Pregunta: ya he olvidado la pregunta que hice...
Entonces es perfecto, siguiente pregunta.
Pregunta: es verdad que vuestras respuestas, con vuestra voz atronadora, es como un bálsamo.
No estoy seguro de que todo el mundo esté de acuerdo con esto aquí. Pero está muy bien.
Tengo que hablar en voz alta para atravesar la persona, porque así os sacude, y lo dije ayer, sobre todo si rechazáis lo que digo, está muy bien. Estoy seguro entonces que os ha alcanzado, o que os alcanzará, si no ha sido ahora.
...Silencio...
Pregunta: ayer, gracias a usted, he experimentado un estado de choque que me permitió empezar a experimentar algo. ¿Puedo utilizar la grabación de vuestra voz para ir al final de la experiencia?
Por supuesto. Después, sólo quedará el martillo. Mis palabras, lo decía cuando vivía, lo vuelvo a decir, no pueden fallar, porque mis palabras no provienen de ninguna experiencia, sino sólo de lo que soy.
...Silencio...
Y como has dicho, lo que os digo no tiene que ser creído, y sin embargo no podéis evitar el impacto, más allá de vuestra persona, aunque no percibáis nada. No busco ningún adepto, ninguna adhesión, no busco nada. Simplemente os llevo, si es el momento, a veros de verdad, mediante todas las máscaras, todas las historias, todas las experiencias.
...Silencio...
Otra pregunta.
Pregunta: nos dice que hay que girarnos, ¿tiene algún consejo?
Pero, girarse no necesita ningún consejo, ni ninguna técnica. El único consejo es acercarse al Silencio, a la inmovilidad, a la vacuidad. Recuerda sobre todo que no hay que hacer nada. Es precisamente cuando dejas de hacer, de querer comprender algo, que la Verdad estalla. Así que, mientras sigas queriendo girarte, no va a pasar nada. Deja que la reversión se haga. Cuando digo: “mirad dentro”, de esto se trata. Dejad de mirar lo que emerge: vuestros pensamientos, vuestras emociones, vuestras vidas, vuestras historias.
...Silencio...
Cuando os habéis revertido, cuando veis lo Verdadero donde no hay nada que ver, entonces el cuerpo desaparece, al igual que la conciencia. ¿Qué más queréis? Constatáis por vosotros mismos, si no se ha hecho ya, cómo se comporta vuestra persona al volver. Desapareciendo, durmiendo, aunque no traigáis nada... y de hecho, ¿qué queréis traer? ¿Unas experiencias? No. Traéis lo que sois, es decir, un estado permanente, estable. No hace falta ninguna otra experiencia. Mirar dentro no es un movimiento, es una reversión sin movimiento. Es sobre todo cesar, no por voluntad propia, sino por el abandono, las historias, las ideas, los pensamientos. Pero acordaos que el liberado viviente, evidentemente, él también tiene unos pensamientos, pero sabe pertinentemente que no vienen de él. Los que son interesantes, puede usarlos para entregarlos, y los demás, fluyen espontáneamente. En el Liberado, nada se engancha.
... Silencio...
La Verdad es Paz eterna. Es la palabra que más se aproxima a ello.
... Silencio...
Cuando sois Absoluto, este cuerpo, aunque efímero, se vuelve hasta su desaparición, la Morada de la Paz Suprema. El saco de carne y los jugos que lo componen, cambian sus propiedades; la proporción de los tres gunas cambia. No sois vosotros quienes decidís, es la materia de vuestro cuerpo que se conforma a la Verdad, sea cual sea la edad.
... Silencio...
¿Algunas preguntas?
Pregunta: siento fuertemente la noción de despojo al escuchar las palabras que nos martillea.
Es exactamente esto. No necesitáis ningún adorno, no necesitéis ningún decorado, ni siquiera necesitáis un cuerpo. Este cuerpo ha aparecido, ¿tuvisteis algo que ver al respecto? Sí, los Maestros de la Ilusión os han hecho creer que sí. Intentad recordar algo antes de vuestro nacimiento, antes de los cuarenta días cuando vuestra conciencia empezaba a estar allí. ¿Dónde estabais? ¿Qué estabais haciendo? ¿Quién puede decirlo? Es imposible decirlo. Porque ahí donde estabais todo era perfecto: ninguna necesidad de conciencia, ninguna necesidad de cuerpo, ninguna necesidad de manifestación, ninguna necesidad de contar historias. La dificultad es que en este mundo, más allá del olvido, al igual que ha olvidado toda la humanidad, habéis creado colectivamente unas creencias, unas religiones, unas sociedades, para hacer frente a vuestros miedos. Todos lo hemos hecho, pero ¿dónde está la libertad en esto?
De hecho, ¿qué es la Libertad? No podéis estar libres sin la verdad, y sólo hay una. Todo lo demás sólo son unas quimeras y unas ilusiones que solo pasan, entonces no es eterno. El principio puede ser eterno, pero la manifestación nunca. Mirad a Cristo, mirad a Buda, mirad a Milarepa, mirad a Krishna en las escrituras, mirad a Arjuna, mirad a vuestros profetas. Pues sí, es desnudarse, desprenderse, no hay más necesidad de adornos, de decorado, de historia. Esta Verdad os llena, más allá de cualquier compostura y de cualquier historia. Así que, si os sentís despojados y desnudos, os digo: “Está muy bien, vividlo” y después, como decía cuando vivía, volved a casa, vivid vuestra vida. Sabéis, no intelectualmente sino por la experiencia, y a veces por el estado estable.
¿Qué más necesitáis para mantener la ilusión de la mejor manera que podáis mientras vuestra forma esté presente, respetando la vida, respetando la conciencia, incluso la más obtusa?; es su juego. ¿Con qué derecho vais a parar el juego de alguien que está en su experiencia en una verdad fragmentada? Sólo el juego de los grandes ciclos, como es el caso ahora, vuelve a poner los contadores a cero, incluso para los obtusos, lo quieran o no. Pero, ¿esto depende de vosotros? Salvo actuar sobre las condiciones de la persona, la vuestra como la de cualquier otro, ¿qué más podéis hacer? Nada. No podéis suicidaros, sino estáis atrapados.
Vivid la vida de la forma en el instante y en el estado. Tranquilos, sois perfectos. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Cuál es la estúpida alma que os ha hecho creer lo contrario?, si no son los Maestros de la Ilusión que son todos unos asnos, y que sin embargo amamos. Porque en definitiva, sea cual sea el juego que jugáis, eh bien, un día acabaréis de jugar. Para esto, debéis descubrir quiénes sois. No estáis inscritos en ninguna historia, nunca os habéis movido, nunca habéis nacido, nunca habéis muerto. No sois ninguna forma, no sois ninguna dimensión, sois la pura Verdad, de la cual no se puede decir nada, porque tan pronto se dice algo, es travestido y alterado.
Podéis hablar, filosofar sobre todo lo que no es Absoluto, pero no podéis decir nada del Absoluto. No hay nada que decir, ya que no está manifestado, ya que no hay ninguna conciencia. ¿Quién podría decir algo? Y es lo que sois. Todo lo demás, como he dicho, sólo son unos adornos y unos decorados de teatro, incluso la conciencia. Es una distracción, un juego, es la naturaleza misma de la conciencia.
¿Alguien quiere dar su testimonio o hacer unas preguntas?
Pregunta: quisiera simplemente expresar mi gratitud por la gran felicidad que siento.
¿Más?
Pregunta: desearía, si es posible, volver a hablar sobre lo que viví ayer.
Con mucho gusto.
Pregunta: el estado de gran vacío que sentía, era vivido a la vez como una plenitud que no quería parar.
Ahí está, lo has entendido todo y lo has vivido todo. Vas a ver, a partir de ese momento, la futilidad de la persona, la futilidad del juego. No es posible volver atrás, no hay vuelta atrás, es perfecto. El vacío está lleno, sólo la persona ve la nada, la oscuridad. Cuando la persona ya no está, este vacío es efectivamente plenitud, que ninguna plenitud de la conciencia o de cualquier mundo puede alcanzar.
Pregunta: pero al mismo tiempo, tengo la sensación de no haber ido al otro lado de la orilla.
Esto, es la persona quien lo dice, pero te aseguro que todo ha cambiado. La plenitud que describes no puede ser comparada con ninguna otra plenitud inscrita en la historia humana. ¿Puedes confirmarlo?
Pregunta: sí, absolutamente.
Eso es. Mientras no se ha vivido, sigue siendo un vacío, la nada, un agujero negro, la “oscuridad”, para aquellos que se regodean de su persona y de su historia kármica. Es un despojo, es el momento en el cual no podéis aferraros a nada. Pues efectivamente, en el umbral de la Infinita Presencia, hay una sensación de vacío, de nada, de oscuridad, pero una vez atravesado, ¿qué puedes decir del otro lado? Nada. Sólo puedes dar testimonio de este preciso instante durante el cual la conciencia vuelca en la a-conciencia: es lo que vives. A partir de ahí, la historia ha terminado. No puedes ser engañada. Vives tu vida con normalidad. Nada puede interferir.
Si me hubieses dicho que habías visto algo al otro lado, te habría tratado de mentirosa. Visto lo que me dices y lo que veo, evidentemente es la Verdad, no hay otra. No eres la conciencia, no eres la forma, es esto lo que has descubierto. La búsqueda ha finalizado. Mientras no sois nada, no podéis ser Todo, es simple. Ser nada, es ser Todo, es el despojo, es el fin del motor de sufrimiento, es el fin del Samsara, es el fin de las reencarnaciones.
En esta plenitud, ¿todo es perfecto? Sólo puedes contestar que sí. Entonces, ¿a qué esperáis para soltarlo todo? No hablo de soltar vuestra vida, vuestra esposa, vuestra profesión, es una actitud interior. No os aferréis a nada, soltad, y descubríos. No hace falta ninguna coartada, ningún decorado, ninguna historia, el Amor está más allá de cualquier historia.
¿Algún testimonio más? ¿Alguna pregunta? ¿O quieres añadir algo?
Pregunta: no, muchísimas gracias. Pensamos que es complicado y es muy simple.
Es lo que dicen todos los Liberados. Y sin embargo, era simple y evidente, pero para aquel que se niega, es extremadamente complicado, por supuesto. ¿Cómo queréis que sea simple, con todas vuestras historias, todas vuestras formas, todos vuestros pensamientos, todas vuestras emociones? Reflexionad. Y por supuesto, mientras sigáis en la persona, independientemente de lo que habéis vivido, siempre os va a resultar complicado. Pues sí, es complicado para la persona, es imposible. El único momento en que la persona desaparece, mientras tengáis esta forma, es el sueño y el Absoluto. Todo lo demás sólo son unos obstáculos que os impiden ver. Como decís a menudo: “Todo a lo que os apegáis, os ata” Cuando no estáis apegados a nada, eh bien, descubrís la Verdad, es horriblemente simple. Es de una simplicidad horrible.
¿Algo más que decir al respecto?
Pregunta: cuando lo vivimos, no hay nada más que decir.
Está muy bien.
Pregunta: gracias por el martillazo.
Tengo varios tamaños disponibles, para atravesar vuestra persona, para dirigirme a lo que sois. De momento, es con el Verbo, pero puedo usar un tamaño más grande.
Pregunta: cuando quiera.
Hoy no. Si la ocasión se presenta volveré, con otro martillo. Pero para que tengáis una idea, una pequeña idea...
...Silencio...
Bien, volvamos a la talla inferior. Continuemos.
...Silencio …
Pregunta: a propósito del descuento, esto me hace pensar en la defunción de una persona que estaba muy vinculada a las cosas, que se fue sin nada y además, por la cremación.
¿Existe una única forma que puede irse con lo que sea, si no es la historia, los remordimientos y las heridas? Es por eso que el modo en el que morís es extremadamente importante, e incluso si para vosotros soy una abominación, cambiareis de opinión en el momento de vuestra muerte. Sólo eso me importa, si puedo decir.
Pero por supuesto de que se trata de una muerte, de la persona, del personaje, es exactamente eso, y de regreso, vuestra forma está allí, hay que asumirlo, pero sabéis que esto sólo tiene un tiempo. Entonces vivís, asumís vuestras responsabilidades; si tenéis hijos, debéis ocuparos de ellos; si estáis casados, os tenéis que cuidar uno del otro. Pero esto no cambia nada, visteis el juego, visteis el decorado, os despojasteis y estáis seguros de que en el momento de la muerte, de este mundo o la vuestra, como decís, esto se pasará sin problema alguno.
Todos los que fueron al otro lado – sin incluso hablar de Absoluto, sino que simplemente salieron de esta forma, y que han visto la Luz – cuando vuelven, vuelven a un cadáver. Este saco de alimento no es nada más que sólo un cadáver, en prórroga. Porque lo alimentáis, lo oxigenáis, lo mantenéis, pero hagáis lo que hagáis, él desaparecerá. Incluso la Fuente, cuando sintetizó su cuerpo, luego desapareció. Sólo existe una única forma que tenía por vocación de no disolver su forma por las puertas de la muerte. Bien evidentemente la conocéis, aunque en Oriente la llamamos de otro modo. Los Chinos la llaman por un nombre preciso, Kwan Yin, la llamamos de otro nombre, y vosotros, la llamáis María y la Asunción. Incluso las otras dos formas que fueron Enoch y Elias, que fueron llevados con sus cuerpos, acabaron por abandonar este cuerpo.
...Silencio …
Te escucho.
Pregunta: ¿quién decide la hora de la muerte?
El saco de alimento. En el seno de las personas de la tierra, hay por supuesto formas que sobrepasaron su forma, es decir que eran Absolutos, que fueron capaces de anunciar el día de su muerte. Sin eso, nunca seréis informados sobre eso. ¿Pero qué importa para el que es liberado? El final del mundo o el final de tu cuerpo, la muerte no le concierne ya que estás plenamente vivo. Sois vosotros quienes murieron, de vuestras historias que son tanto unos pesos inútiles, como embarazosos.
Pero una vez más, sois libres de conservar lo que quieran. Hasta tal punto que hasta si vuestra forma viene a desaparecer, por vuestra muerte o la muerte de este mundo, os reencontrareis según lo que sois. Si necesitáis de forma, si necesitáis de materia, de otro saco, os será dado sin problema alguno. Pero pasareis necesariamente por el recuerdo de quienes sois, a fin de ser libres cualquiera que sea vuestra forma.
...Silencio …
¿Acaso todo el mundo ha desaparecido?
...Silencio …
Pregunta: nos habló de cuarenta días antes de la concepción y nos dijo de que nada más existía entonces, y que así somos libres.
Nunca dije esto. Dije simplemente: «¿Quién es capaz de decidme donde estaba cuarenta días antes de la concepción?» Nadie. ¿No pueden hacer regresar los recuerdos de vuestras vidas pasadas, de vuestras muertes pasadas, pero en ningún caso, lo que sois antes de estos cuarenta días que preceden a la concepción – ni del nacimiento –, quien es capaz de decirme sobre eso lo que sea? Nadie...
Pregunta: ¿por qué?
Pues porque erais Absolutos, incluso encerrados en el seno del astral; era indispensable. Sin eso ninguna conciencia puede mantener ninguna forma, ni incluso en este mundo, ni incluso crear la menor forma a través de los líquidos de los padres.
Pregunta: ¿siendo Absolutos, por qué escogimos volver en el encerramiento?
Porque estabais encerrados en el Absoluto con forma, que era el cuerpo astral. Era una pseudo-libertad, como aquí necesitáis de dormir. Cuando dejáis este plano de la Ilusión de la Tierra, antes volvíais sistemáticamente a la Ilusión del astral. Y en esta Ilusión del astral, teníais un cierto tiempo que dormir, que desaparecer, cayendo en la trampa a pesar de todo en la forma astral para obligarles a reparar en alguna parte unos errores. ¿Pero qué errores? ¿El error de la persona que ha pasado, y que murió? ¿Veis el disfraz del karma? ¿Veis la ilusión de todo eso que no es otra cosa que el miedo a la muerte, el miedo al vacío? Lo que muere es simplemente la forma, no lo que sois.
Pregunta: ¿la trampa, es de habernos adheridos?
Sí. Estabais tranquilos, sin experiencia, vuestro cuerpo astral estaba mantenido por los maestros de la Ilusión. ¿Cuanto dormís como mínimo, después de vuestra muerte, en este cuerpo astral, durante cuánto tiempo? Pues nacéis sistemáticamente en el signo en el cual os fuisteis, en el ciclo de los renacimientos. ¿Entonces cuánto tiempo dormís? Casi un año. Es un sucedáneo del Absoluto, como el sueño. Habiendo guardado el cuerpo astral, y atrapados, endosáis las heridas pasadas, pero no sois eso vosotros.
Pregunta: ¿había un medio de escapar de eso?
¿Cuántos escaparon? ¿Cuántos gurus? ¿Cuántos verdaderos maestros que no quisieron jugar un papel cualquiera, existieron sobre la tierra? No hay otro medio que el de desaparecer.
Pregunta: ¿y cómo se escapó de ello?
Repitiendo las palabras de mi gurú durante tres años: «No soy este cuerpo, no soy esta historia, soy la Verdad». Era más que una profesión de mi fe, era el martillo de la talla más grande. Eso no puede fallar. Pero en cuanto se apropian, de lo que sea, no sois más libres. Pero hoy, esto ha sido explicado, estáis al final del ciclo, entonces todo es más fácil. Como os decía, es horriblemente fácil, horriblemente simple.
Pregunta: entonces el que no lo logra, es que no lo quiere.
No hay nada a querer, es vuestra libertad, de querer conservar una forma. No olvidéis que el Absoluto nunca puede ser una meta, es una revelación. Entonces de quererlo no tiene que nada hacer ahí: es la ignorancia, es el peso de los conocimientos, que es responsable de esto. No podéis quererlo, porque en cuanto lo vivís, sólo pueden decir: «Es muy simple, y todo lo demás ya no existe. Estoy en casa, no tengo ningún lugar, ninguna forma. No necesito nada, ni de jugar con la conciencia, ni de nada más.»
Pregunta: lo que me parecía complejo, ayer, pero no tan difícil, era de mantener el estado.
No puedes mantenerlo. En cuanto quieres entenderlo, se escapa. Simplemente puedes quedarte tranquilo, él está allí. Tan pronto quieres lo que sea, se va.
Pregunta: es lo que yo quería decir, porque sentía que el ego hacía tentativas para apropiarse del momento.
Por supuesto, porque el ego sabe que está muriendo. Él descubre que es mortal, y que no es la autoridad. ¿Qué quieres que haga, aparte de hacerte tomar vejigas por farolas, y de querer entender este propio estado que has vivido? No lo escuches. No tienes que hacer nada por revivirlo, ni el recuerdo de ayer, ni la experiencia de ayer, ni el estado de ayer. No busques nada, y verás que todavía esta allí, por supuesto.
...Silencio …
En este día y en este instante, que vosotros estéis aquí o que me leías en otro momento, sólo pueden existir dos posiciones: la desaparición o la desmoralización. Esta muy bien. Porque estar desmoralizado, es reconocer sus errores y es cuando agotaron todas las puertas de salida, todo a lo que podéis retener, que aceptéis soltaros para ser realmente lo que sois, no antes. El único obstáculo, en definitiva, no son los maestros de la Ilusión, ni del encerramiento, sólo es vuestra persona y nada más. Incluso si hubo un principio de encerramiento, os lo arregláis muy bien para encerraros sólos. Todo esta hecho, en el mundo, para distraerles, para ocuparles, para encontrar placer, alegrías, y olvidáis lo esencial: que no sois nada de todo esto. Y sin embargo os apoyáis en todo esto para esperar reencontraros. ¿Veis la estupidez de esto? Recuerden: el Absoluto, lo Desconocido, no puede ser conocido desde lo conocido. Nada os sirve, ni el karma, ni de conocer a vuestra persona, esto simplemente os ayuda a poner una tirita – y la tirita le pone aún más obstáculos a lo que sois.
¿Puedes contarnos otra cosa de tu experiencia de ayer?
...me sentí en tal estado de plenitud que no quería que se terminara nunca, pues eso lo contenía todo. Quería que fuese infinito y con eso me bastaba por siempre.
Este es el caso, en cuanto esta forma desaparezca. Y comprobarás, si el tiempo es dejado también, como este estado va, poco a poco o brutalmente, a emerger en el seno de la persona y de tu forma – sin esfuerzo, allí también. No procures reproducirlo y sucederá, porque no depende de ti. Pero el hecho de haberlo visto, de haberlo vivido, afirma que no tienes nada más a hacer.
Pregunta: esta noche, no dormí y encontré un poco ese estado, vi todos las estratagemas que el ego empleaba para seducirme.
El Liberado en vida ve todo esto; lo viste, no puedes más ser engañado. Puedes jugar el juego para satisfacer a los demás, porque tienes un papel en el seno de esta forma, pero viste todos los estratagemas, todas las historias que te cuenta el ego, todas las seducciones que pone en marcha, para no perder el control. Entonces todo esta cumplido. Mora tranquilo, deja llegar hacia ti lo que eres. No hay tampoco ninguna dificultad. Pero por favor, reencuentra este estado, porque incluso si hoy te parece un recuerdo, en realidad siempre está allí. Y lo comprobarás además en tus meditaciones, en tus noches – no siempre pero cada vez más a menudo.
Pregunta: ¿cual es la siguiente etapa?
Cuando perderás tu cuerpo. No serás nunca más atrapado, ni por el alma, ni por lo que sea. Podrás tomar todas las formas que quieras, pero ellas serán definitivamente libres. La Resurrección no es una resurrección de la forma, sino la resurrección del Espíritu. Cuando veo la inepcia de la resurrección de los muertos, de algunas religiones, esto muestra realmente que toda esta gente no tiene nada ni en la cabeza ni en el corazón, están únicamente en la razón. Todas las religiones están edificadas en el miedo, sin excepción alguna, incluso los textos védicos.
Ningún escrito puede traducir la Verdad, sólo hay lo que sois que podía vivirlo, y a veces traducirlo, con vuestras propias palabras. Eso es todo. Cuanto más este estado se instale de manera clara, más comprobarás que las necesidades de tu forma no existen más, que el miedo no puede instalarse más. Como el ego ha sido visto, entonces no puedes estar más seducido. Vive tu vida y sé Libre.
Pregunta: vamos a festejar.
¿Cuándo?
Pregunta: en seguida.
Entonces festejemos. ¿Tengo tiempo?
Pregunta: sí, veinte minutos.
Entonces festejemos veinte minutos.
… Silencio…
Entonces Bidi y nosotros, todos juntos, vamos hacer una pausa. Les saludo. Hasta luego para la continuación.
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Nuevo grupo en google.
Abrí un nuevo grupo donde compartiré mensajes espirituales y otros de interés. Este grupo reemplaza al grupo anterior que fue hackeado
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