MA ANANDA MOYI
« Sobre los tres Corazones »
3 de Noviembre 2007
La activación de la alegría interior, de la conexión de los tres corazones entre ellos y con su Fuente original: El camino de la liberación pasa por esta puerta. No hay otra alternativa para unirse a vuestra Unidad, para unirse a vuestra Divinidad, que de unirse a esta puerta. Ciertamente, la activación de vuestros chakras, la activación de vuestro cuerpo de Luz, la activación de lo que ustedes llaman vuestros nuevos cuerpos es una etapa indispensable, sin embargo no suficiente para la activación de vuestro potencial de Divinidad. Les corresponde, a cada uno, en vuestra alma y consciencia, de abrir la puerta del templo y de mantenerlo limpio ya que en él, es que reside vuestra esencialidad, vuestra Divinidad y vuestra Unidad. No puede haber Divinidad sin corazón ya que, así como se los he explicado, el corazón humano solo es el pálido reflejo del centro de donde todo proviene y donde todo vuelve. El centro es a la vez movimiento (ustedes lo han comprobado a través de la dilatación y la contracción del corazón físico) pero él es también Núcleo inmutable y eterno de vuestra esencia. Después de haber explorado el movimiento del corazón, les corresponde encontrar la quietud del corazón y después hacer las bendiciones que permiten de santificar este espacio que es el espacio de vuestra última realización. En este espacio no puede haber dualidad, confrontación, pregunta, ya que todo está en el estado ya de respuesta. El ser que encuentra esta felicidad interior, esta Divinidad interior, ilustra por su vida, su camino, su desapego a las cosas del mundo, este acceso a la Divinidad, a esta Luz, a esta irradiación que a veces solo toca la punta del dedo cuando encuentran una presencia espiritual.
Sin embargo, la experiencia no es el fortalecimiento. La experiencia de la Luz no es la vivencia de la Luz. La experiencia de la Luz es ciertamente alentadora, es ciertamente vivificante pero no es la Luz. Es cuestión de acoger, de revelar la Luz pero mientras que todas las parcelas que los constituyen no estén devenidas Luz, ustedes no han llegado. Y por lo tanto no hay distancia entre lo que son y lo que yo soy. Y por lo tanto no hay diferencia entre el juego de la Unidad y el juego de la dualidad. Solo hay una perspectiva que cambia. En un caso la perspectiva es exterior y distingue aún el interior del exterior y de la otra perspectiva, el punto de vista está situado en el centro, allí donde todo es inmutable, allí donde todo proviene y allí donde todo vuelve. Por lo tanto, la experiencia de la Luz es un prerrequisito al establecimiento de la Luz. Así pues la dimensión del corazón se descubre no en un tiempo progresivo sino en un espacio, progresivamente. Hay tanto y tantas cosas a vivir, a acercarse, a experimentar, a tocar. Por lo tanto la trascendencia no es eso. Por lo tanto, la trascendencia es el núcleo inmutable de vuestro ser, aquel que está depositado en vosotros de toda eternidad por una promesa de regreso a la Unidad. Esto está inscrito desde la creación de este cuerpo. Este cuerpo que no está allí por casualidad o para responder a una función fisiológica sino más bien el instrumento que les va a permitir hacer resonar las diferentes partes a fin de encontrar la Unidad que son, Ya que lo que ustedes son es el centro.
No hay un punto de Dios fuera de Dios y ustedes son Dios. No hay otra cosa que vosotros, que el punto esencial de vuestra Divinidad. Ustedes son todo esto, ustedes son yo, yo soy vosotros, sin juegos de palabras pero juegos de amor. Hay el conjunto de los posibles en vuestra encarnación revelada o no revelada o en curso de revelación. Les corresponde en el camino de esta vida, de encontrar la esencia y el núcleo de vuestra intemporalidad y la paradoja es que deben encontrar esto en el juego de la dualidad así como lo expresa vuestro corazón en sus idas y venidas, y que vuestro mental acapara a través de los juegos de la seducción, los juegos de la posesión, los juegos del abandono Pero mientras que ustedes jueguen este juego, allí no encontrarán el juego de lo que son. El juego de la Divinidad necesita de excluirse de todos los otros juegos. Entonces, ¿cuál es vuestra búsqueda? ¿La búsqueda de la Luz como experiencia? ¿Es ella la búsqueda de la Luz como una transcendencia? En efecto he aquí dos juegos diferentes. Uno es el juego de la multiplicidad, la experiencia de la Luz. El otro es el juego de la Unidad, y se trata de la transcendencia de la Luz. Entonces, por supuesto es posible concebir que mientras que no hayan vivido la experiencia de la Luz no saben que la Luz existe y, cuando incluso hayan vivido la experiencia de la Luz, esto no basta para instalar la transcendencia de la Luz. Y aunque vuestro cuerpo de Luz esté constituido (y les autorice a llamarse “elegido” en el sentido del fin de los tiempos) ustedes vuelven a los espacios que les son asignados en función de vuestros méritos. Pero esto no es la transcendencia de la Luz en esta dimensión. Ciertamente esto es ya una promesa magnífica, un futuro más que brillante.
Pero créanme, encontrar la transcendencia de la Luz desde esta encarnación es una garantía de felicidad, una garantía de regocijo de cada instante, de regocijo extremo. La única emoción compatible con esta es la alegría. Pero esta alegría que nace del corazón no es en función de las circunstancias exteriores de la vida, no está alimentada por el depósito habitual de las emociones del humano en su juego de encarnación, ya sea esto el placer, la tristeza o las otras emociones. Esta alegría está alimentada por la reconexión a la Fuente/centro. En este estado de transcendencia de la Luz no hay lugar para las dudas, solo ha lugar para Dios, no hay lugar para otra cosa que la felicidad. Entonces, ciertamente, les he mostrado el camino que conduce a esto pero la decisión final les pertenece. ¿Quieren entrar en Divinidad o Quieren descansar en los campos de la experiencia de la dualidad? Esta cuestión no es anodina ya que solo ustedes son los que pueden franquear la última puerta. Ninguna técnica, ningún sonido, ningún ser espiritual, sea el que sea, puede hacerlos franquear este paso. Les pertenece de toda eternidad ya que es vuestra elección, vuestra consciencia que debe decidirlo. Entonces obviamente es fácil aceptar la transcendencia de la Luz cuando ella se hace día, cuando la Luz se manifiesta en el cielo y sobre la Tierra en un momento dado. Pero es en la dualidad, antes que la Luz sea manifestada, que deben encontrar esta verdad y esta transcendencia. Deben dar el último paso de manera segura y voluntaria. Es necesario un gesto de confianza última en la Divinidad y esto se llama la maestría.
Muchos iniciados sobre esta Tierra han vivido la transcendencia de la Luz pero hicieron de algún modo el sacrificio de permanecer en la experiencia de la Luz a fin de transmitir, siempre que sea posible lo que ellos han asimilado, tanto a través de modelos tradicionales que a través de modelos más heterogéneos, yo diría. Pero más allá de las múltiples manifestaciones de los maestros encarnados que han vivido sobre este planeta, muy pocos han aceptado vivir su transcendencia en su totalidad ya que la transcendencia no entrega las enseñanzas, la transcendencia se contenta de ser y de irradiar. El único lenguaje que conoce la transcendencia es la irradiación del amor y de la Luz. No hay ya lugar para las palabras, los conceptos, las preocupaciones cotidianas. Hay un abandono total a la transcendencia de la Luz que hace de vosotros un ser que puede permanecer los meses sin comer, ni ya pensar en las necesidades de este cuerpo y sin embargo este cuerpo está vivo, todavía este cuerpo está plenamente encarnado. Yo he ilustrado esto durante mi vida. Pocos seres lo han comprendido pero muchos han estado sorprendidos por lo que ellos vieron. Pero sin embargo ¿cuántos me han seguido en esta vía? Vivir la transcendencia es otra cosa que acercarse a la Luz. Deseo de todo corazón que tengan ustedes acceso a esta transcendencia ya que ella los rescata del peso aplastante de la materialidad, de las convenciones, del qué dirán, de los aprendizajes, de los karmas, de la culpabilidad de la encarnación ya que se trata de una culpabilidad colectiva. El corazón es el órgano, el centro, el átomo espiritual que permite esto. Crean bien que Dios tiene toda la eternidad para esperar vuestro último paso. Siendo intemporal él no está limitado por el factor tiempo mientras que vuestra encarnación, vuestro mundo, lo está más que nunca. He aquí, mis queridos bien amados el mensaje tenía deseos de expresar a través de las palabras. Pero recuerden que el más bello impulso que pueda hacer hacia ustedes es el de irradiar mi presencia. Eso llegará en unos instantes pero quiero consentir en intercambiar con ustedes sobre las cuestiones únicamente espirituales en relación a este camino que he revelado.
Pregunta: ¿La transcendencia de la que nos habló corresponde a lo que algunos llaman el corazón del Padre?
Probablemente pero esto no son más que las palabras. ¿Por qué querer poner las palabras o los modelos religiosos sobre lo que es tan simple? El corazón es el mismo entre todo ser humano, no hay diferencia entre una raza y otra raza, entre el corazón de una cultura o de otra cultura, entre el Dios que está en el musulmán y el Dios que está en el creyente y el Dios que está en el ateo. Querer nombrar es ya separar, es querer salir del corazón. Es el mental que los engaña.
Pregunta. ¿Cómo acercarse de la Transcendencia?
Olviden todo lo que no es la transcendencia. La única preocupación de cada respiración de vuestra vida debe ser la Luz y nada más No las circunstancias de vuestra vida, no lo que les pesa, no lo que los alivia, no lo que desean de corazón, no lo que desean, no lo que rechazan, sino únicamente el corazón, la Luz. Esta es una búsqueda de cada respiración de cada aliento. Deben devenir la búsqueda. Esta es la única forma de adquirir esta transcendencia. No hay otra.
Pregunta: ¿En cuál medida la inmovilidad puede permitir alcanzar la transcendencia?
Yo no hablo de la inmovilidad del cuerpo. Hablo de la inmovilidad del mental y de las emociones. El corazón físico es movimiento, el corazón energético es vibración e irradiación. El corazón espiritual es inmovilidad. No pueden encontrar esta luz substantífica que a partir del momento donde vuestra consciencia está en calma, no experimenta ni atracción ni repulsión, ni emoción, ni pensamiento. Se trata de un estado de vacuidad, de inmovilidad. Es solo cuando ya nada más existe que la joya se revela.
Más allá de las palabras voy a proponerles vivir la efusión de la gracia ya que esto es lo más importante Entonces, les pido descruzar vuestros brazos y piernas y poner vuestras manos sobre las rodillas con las palmas hacia el cielo, de cerrar vuestros ojos y de acoger Después de esto los dejaré en la calma y la inmovilidad. He aquí, mi muy queridos bien amados. Reciban desde ahora todo mi amor, mi compasión, toda mi gracia.
Original en Francés: www.autresdimensions.com
Traducción: OD http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Jean Luc Ayoun
MA ANANDA MOYI
3 de Noviembre 2007
Mis queridos bien amados, yo soy MA. Mi nivel de intervención se situará hoy en tres planos. El primer plano es de hablarles sobre la estructura del corazón y su función en encarnación pero también en el universo. El segundo tiempo se situará a nivel del seguimiento de los movimientos, de las danzas del corazón y de las bendiciones del corazón que tienen que poner a trabajar. El tercer plano es la intervención del corazón sagrado de la Divinidad, en vosotros por una transmisión de mi divina gracia. Pero comencemos en primer lugar, mis queridos bien amados, por el corazón.
El corazón, antes de ser el órgano que les da vida, que anima vuestra vida y pulsa vuestra vida, está asemejado a la noción de centro, punto virtual donde todo se desplaza, donde las rondas de la vida pueden manifestarse. El centro se contenta de ser a fin de permitir el despliegue de la vida y el despliegue de las dimensiones. Este despliegue se hace siempre en función de una conexión y de un enlace posible a este centro que deviene por lo tanto centro director, centro donde todo puede aferrarse, donde todo debe volver después de que haya partido. Le corazón físico de la encarnación no hace más que ilustrar esto. El punto, el centro es Unidad y como toda Unidad él se desglosa en una triple Unidad.
A la imagen del corazón físico, repartido en tres partes, vuestro corazón él también está presente sobre tres dimensiones que son el corazón físico (tal como lo conocen), el corazón energético y el corazón espiritual. El corazón energético es el intermediario entre el corazón físico y el corazón espiritual. El corazón físico es aquel que anima toda vida desde los mamíferos hasta el hombre cuyas características son múltiples pero de las cuales la esencial es de poder contraerse y dilatarse. De este movimiento doble puede nacer la vida en la tercera dimensión. Los corazones físicos de otras dimensiones no están todos construidos sobre este mismo modelo de dilatación y contracción. Existen las dimensiones donde la dualidad del movimiento desaparece, donde el corazón pulsa en permanencia sin pasar de una fase de contracción y de dilatación. Pero mantengámonos si lo quieren bien, en este cuerpo de manifestación de tercera dimensión. Este corazón físico, alejado de la noción de centro espiritual, por el hecho mismo de la encarnación, es el llamado al orden. Es el que, por su ritmo dual, los conecta a la Fuente. Estando en los estratos los más alejados de los centros espirituales que representa la tercera dimensión, era necesario que en la creación de este cuerpo, exista un ritmo binario que permita aferrar la manifestación exteriorizada a su origen y también el corazón, centro del ser, que está en contacto a través de la sangre con todas las otras partes del cuerpo, es bien el órgano de la espiritualidad, es bien el órgano que los conecta a vuestra Unidad y a vuestra Divinidad. Es el llamado incesante, mientras que están en encarnación, de vuestro enlace con la Fuente que ustedes son. El corazón/centro está por lo tanto conectado a vuestro nivel físico, a la Fuente de vuestra encarnación que es la Tierra pero también a la Fuente de vuestro origen que es Luz.
Por el ritmo binario experimenta la dualidad vinculada a vuestra tercera dimensión. La más alta entidad espiritual posible es aquella que rige la elaboración de este corazón, con sus cualidades, con su ritmo, con lo que él representa. Él está omnipresente en todas las tradiciones y todas las religiones han hablado del corazón como elemento esencial y motor de la evolución espiritual pero sin embargo todas las religiones se lo han apropiado y lo han desviado de su naturaleza incluso, lo han desviado de su esencia y convertido en una herramienta de dualidad. Sin embargo es el quien se puso de relieve en todas las tradiciones, en todas las religiones. La única realidad en ver no es el ritmo binario de su manifestación sino más bien una capacidad para conectarlos a la transcendencia que es la realidad última de lo que sois.
Tras este centro se encuentra lo que nosotros llamamos la segunda parte que es el corazón energético que es semejante a lo que ha sido llamado en la tradición oriental anahatachakra o chakra del corazón. Es el lugar donde se reúnen el cuerpo y el Espíritu, el lugar de las resoluciones de los conflictos entre la encarnación y la espiritualidad, entre la materialidad y la espiritualidad, entre la horizontalidad y la verticalidad. Observen que en este nivel no hay ya dualidad, hay reencuentro, no hay ya separación pero hay unificación de la horizontalidad y de la verticalidad. En la tercera parte les daré los movimientos, las danzas, que les permitirán penetrar los arcanos de los tres corazones, físico, energético y espiritual. Conviene recordar que en este nivel del corazón energético o chakra del corazón, la dualidad ya no existe, la irradiación se hace de manera continua y no ya según un ritmo de dilatación y contracción. Esta es la gran diferencia entre el corazón físico y el corazón energético. Es un espacio de resolución, un espacio de reencuentro del Espíritu y de la materia, de la horizontalidad y de la verticalidad.
La tercera parte del corazón es lo que es llamado el Corazón espiritual, absolutamente más conectado con el corazón físico, (como en el corazón energético) no ya en un encuentro de la horizontalidad y la verticalidad, sino es verdaderamente el punto donde nosotros podemos hablar de centro.
Centro, Fuente de vida. Centro último, punto de regreso a la Unidad que es ilustrado hoy, entre el ser humano, dormido en la edad adulta, por lo que uno llama el timo, lugar complejo si esto es, llamado, hoy en encarnación de tercera dimensión, remanente embriológico pero que sin embargo es un vector esencial de paso en la quinta dimensión.
Recuerden que el corazón órgano está ligeramente desplazado sobre la izquierda, no está al centro del pecho. Recuerden que el chakra del corazón, corazón energético, está en medio del pecho. En lo que concierne al timo, este está en el eje central, por encima del medio del pecho, en relación con lo que ustedes llaman “el cuerpo que irradia Dios”, “el cuerpo de Samadhi”, “el noveno cuerpo”. En este punto se encuentra la reconexión, en el sentido el más noble, a vuestra Divinidad, que hace que, en encarnación, devengan creador de vuestra propia realidad y de vuestra propia Divinidad y que vuestra propia irradiación devenga capaz de ser un sol para todos vuestros hermanos. Es en este nivel que se realiza la maestría, la realización. Es en este nivel que se encuentra la alegría interior por el cruce de la puerta posterior. En efecto existe a nivel de este triple corazón un pasaje que se hace del uno al otro. Lo que les propongo es de darles las danzas que permiten armonizar el corazón físico y luego de resolver la Unidad a nivel del corazón energético y finalmente de completar el acceso a vuestro timo. Así tres etapas en la ruta de vuestra Unidad, de vuestra Divinidad y de vuestra alegría.
En lo que concierne al ritmo del corazón/órgano va a ser necesario constituir un círculo, unos detrás de los otros y primero vuestra mano derecha e izquierda van a colocarse sobre el corazón, como esto (Ndr: la palma de la mano derecha plana sobre el corazón y la palma de la mano izquierda cubriendo la mano derecha) a continuación venir a posar la mano derecha a nivel de la espalda del que está enfrente de ustedes, entre los dos omóplatos, a nivel de la columna vertebral, en su región dorsal media (Ndr: las dos manos permanecen siempre en contacto en el movimiento, planas una contra la otra, la mano izquierda recubriendo siempre la mano derecha, de su posición inicial hasta poner la palma de la mano derecha sobre la espalda de la persona). De este modo van a participar en el ritmo binario de contracción y dilatación, a vuestro ritmo, en el círculo, recrean este movimiento. De esta manera van a entrar en sintonía de corazón a corazón, van a dar, recibir, dar, recibir. Van a establecer una circulación de corazón a corazón y entrar por lo tanto en la multiplicidad de los corazones orgánicos en el ritmo dual de la contracción y de la dilatación. Esta es la primera etapa de integración de los tres corazones.
En cuanto a la segunda etapa, ella se hace en grupo de dos en dos pero también puede hacerse solo. Van a trazar la cruz delante de vuestro corazón, (Ndr: cruz constituida por el índice derecho puesto verticalmente y en contacto con el cuerpo a nivel del corazón en medio del pecho. El índice de la mano izquierda colocado horizontalmente delante del índice derecho materializando la fusión de la verticalidad y la horizontalidad. Ustedes están de frente a vuestros hermanos que están en posición de recepción, con las palmas de las manos hacia el cielo y los brazos flexionados. De esta manera, aquel que emite resuelve primero en sí mismo la dualidad del ritmo cardíaco y va a poder, enseguida, a poner esta cruz en el centro de su hermano, a nivel del corazón, este corazón energético que él ha realizado ahora en la postura de la cruz (Ndr: en este movimiento, el emisor extiende los brazos hacia el receptor manteniendo la cruz, el índice horizontal se encuentra al final del movimiento, por lo tanto posado sobre el que lo “recibe”) Bastará permanecer algunos minutos para armonizar la irradiación de vuestro corazón energético antes de transmitirlo al otro corazón. Y enseguida evidentemente habrá que invertir los roles a fin de que el intercambio sea realizado.
La bendición es entonces la tercera parte que corresponde al corazón espiritual y que es pues una tercera etapa. Vuestras manos están en plegaria delante del pecho. Hay resolución en el centro. No hay ya movimiento en el sentido de inspiración/exhalación, en el sentido de contracción/dilatación, no hay ya cruz, hay Unidad, esta Unidad plegaria que tienen en el interior de vuestro corazón. Ustedes encaran a uno de vuestros hermanos que estará sentado sobre una silla y que espera. Una vez que vuestras manos estén llenas del amor de la Unidad, van a colocar vuestras manos arriba de la cabeza, sobre la cabeza, del que recibe la energía de la Unidad espiritual. Y hacen esto por tres veces, ilustrando así los tres corazones unificados permaneciendo un cierto tiempo con las manos juntas en el movimiento de venir a posarse algunos instantes sobre la cabeza del que está en recepción. Y por tercera vez. Tomen el tiempo que sea necesario según lo sientan, ya que por este trabajo realizan ustedes la alquimia de los tres corazones.
Mis muy queridos bien amados, antes de pasar la efusión de mi propio corazón en vuestro corazón, antes de salir de los juegos del movimiento y de la danza y de las explicaciones que he dado, me gustaría saber si tienen preguntas en relación a esto.
Pregunta: ¿Este trabajo puede ser difundido?
Este trabajo se puede difundir y debe serlo cualquiera que sea el estado de avance y de constitución de lo que ustedes llaman el cuerpo de Luz. Este triple trabajo a nivel del corazón tiene la particularidad de hacer permeable a las energías de transformación que están presentes sobre vuestra Tierra y que van a amplificarse en las semanas que vienen.
Pregunta: ¿Puede uno hacer estas etapas separadamente?
Es preferible encadenarlas unas a otras. Hay primer el corazón físico, con el movimiento de vuestro corazón hacia el que está delante, por la espalda. Enseguida el corazón energético y finalmente solamente viene el corazón espiritual. Tres movimientos diferentes, tres danzas que permiten unificar los tres corazones.
No tenemos más preguntas.
Entonces voy a pedirles que cierren vuestros ojos, descrucen las piernas y los brazos para ponerse en recepción, mis bien amados, y aceptar lo que viene ahora hacia vosotros.
Mis bien amados, voy a dejarles ahora recibir este estado en vosotros, en el silencio y el recogimiento. Les doy mi paz y mi amor y los dejo vivir esto ahora entre vosotros durante una decena de minutos. Sean bendecidos.
Original en francés: www.autresdimensions.com
Traducción: OD http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Sin embargo, la experiencia no es el fortalecimiento. La experiencia de la Luz no es la vivencia de la Luz. La experiencia de la Luz es ciertamente alentadora, es ciertamente vivificante pero no es la Luz. Es cuestión de acoger, de revelar la Luz pero mientras que todas las parcelas que los constituyen no estén devenidas Luz, ustedes no han llegado. Y por lo tanto no hay distancia entre lo que son y lo que yo soy. Y por lo tanto no hay diferencia entre el juego de la Unidad y el juego de la dualidad. Solo hay una perspectiva que cambia. En un caso la perspectiva es exterior y distingue aún el interior del exterior y de la otra perspectiva, el punto de vista está situado en el centro, allí donde todo es inmutable, allí donde todo proviene y allí donde todo vuelve. Por lo tanto, la experiencia de la Luz es un prerrequisito al establecimiento de la Luz. Así pues la dimensión del corazón se descubre no en un tiempo progresivo sino en un espacio, progresivamente. Hay tanto y tantas cosas a vivir, a acercarse, a experimentar, a tocar. Por lo tanto la trascendencia no es eso. Por lo tanto, la trascendencia es el núcleo inmutable de vuestro ser, aquel que está depositado en vosotros de toda eternidad por una promesa de regreso a la Unidad. Esto está inscrito desde la creación de este cuerpo. Este cuerpo que no está allí por casualidad o para responder a una función fisiológica sino más bien el instrumento que les va a permitir hacer resonar las diferentes partes a fin de encontrar la Unidad que son, Ya que lo que ustedes son es el centro.
No hay un punto de Dios fuera de Dios y ustedes son Dios. No hay otra cosa que vosotros, que el punto esencial de vuestra Divinidad. Ustedes son todo esto, ustedes son yo, yo soy vosotros, sin juegos de palabras pero juegos de amor. Hay el conjunto de los posibles en vuestra encarnación revelada o no revelada o en curso de revelación. Les corresponde en el camino de esta vida, de encontrar la esencia y el núcleo de vuestra intemporalidad y la paradoja es que deben encontrar esto en el juego de la dualidad así como lo expresa vuestro corazón en sus idas y venidas, y que vuestro mental acapara a través de los juegos de la seducción, los juegos de la posesión, los juegos del abandono Pero mientras que ustedes jueguen este juego, allí no encontrarán el juego de lo que son. El juego de la Divinidad necesita de excluirse de todos los otros juegos. Entonces, ¿cuál es vuestra búsqueda? ¿La búsqueda de la Luz como experiencia? ¿Es ella la búsqueda de la Luz como una transcendencia? En efecto he aquí dos juegos diferentes. Uno es el juego de la multiplicidad, la experiencia de la Luz. El otro es el juego de la Unidad, y se trata de la transcendencia de la Luz. Entonces, por supuesto es posible concebir que mientras que no hayan vivido la experiencia de la Luz no saben que la Luz existe y, cuando incluso hayan vivido la experiencia de la Luz, esto no basta para instalar la transcendencia de la Luz. Y aunque vuestro cuerpo de Luz esté constituido (y les autorice a llamarse “elegido” en el sentido del fin de los tiempos) ustedes vuelven a los espacios que les son asignados en función de vuestros méritos. Pero esto no es la transcendencia de la Luz en esta dimensión. Ciertamente esto es ya una promesa magnífica, un futuro más que brillante.
Pero créanme, encontrar la transcendencia de la Luz desde esta encarnación es una garantía de felicidad, una garantía de regocijo de cada instante, de regocijo extremo. La única emoción compatible con esta es la alegría. Pero esta alegría que nace del corazón no es en función de las circunstancias exteriores de la vida, no está alimentada por el depósito habitual de las emociones del humano en su juego de encarnación, ya sea esto el placer, la tristeza o las otras emociones. Esta alegría está alimentada por la reconexión a la Fuente/centro. En este estado de transcendencia de la Luz no hay lugar para las dudas, solo ha lugar para Dios, no hay lugar para otra cosa que la felicidad. Entonces, ciertamente, les he mostrado el camino que conduce a esto pero la decisión final les pertenece. ¿Quieren entrar en Divinidad o Quieren descansar en los campos de la experiencia de la dualidad? Esta cuestión no es anodina ya que solo ustedes son los que pueden franquear la última puerta. Ninguna técnica, ningún sonido, ningún ser espiritual, sea el que sea, puede hacerlos franquear este paso. Les pertenece de toda eternidad ya que es vuestra elección, vuestra consciencia que debe decidirlo. Entonces obviamente es fácil aceptar la transcendencia de la Luz cuando ella se hace día, cuando la Luz se manifiesta en el cielo y sobre la Tierra en un momento dado. Pero es en la dualidad, antes que la Luz sea manifestada, que deben encontrar esta verdad y esta transcendencia. Deben dar el último paso de manera segura y voluntaria. Es necesario un gesto de confianza última en la Divinidad y esto se llama la maestría.
Muchos iniciados sobre esta Tierra han vivido la transcendencia de la Luz pero hicieron de algún modo el sacrificio de permanecer en la experiencia de la Luz a fin de transmitir, siempre que sea posible lo que ellos han asimilado, tanto a través de modelos tradicionales que a través de modelos más heterogéneos, yo diría. Pero más allá de las múltiples manifestaciones de los maestros encarnados que han vivido sobre este planeta, muy pocos han aceptado vivir su transcendencia en su totalidad ya que la transcendencia no entrega las enseñanzas, la transcendencia se contenta de ser y de irradiar. El único lenguaje que conoce la transcendencia es la irradiación del amor y de la Luz. No hay ya lugar para las palabras, los conceptos, las preocupaciones cotidianas. Hay un abandono total a la transcendencia de la Luz que hace de vosotros un ser que puede permanecer los meses sin comer, ni ya pensar en las necesidades de este cuerpo y sin embargo este cuerpo está vivo, todavía este cuerpo está plenamente encarnado. Yo he ilustrado esto durante mi vida. Pocos seres lo han comprendido pero muchos han estado sorprendidos por lo que ellos vieron. Pero sin embargo ¿cuántos me han seguido en esta vía? Vivir la transcendencia es otra cosa que acercarse a la Luz. Deseo de todo corazón que tengan ustedes acceso a esta transcendencia ya que ella los rescata del peso aplastante de la materialidad, de las convenciones, del qué dirán, de los aprendizajes, de los karmas, de la culpabilidad de la encarnación ya que se trata de una culpabilidad colectiva. El corazón es el órgano, el centro, el átomo espiritual que permite esto. Crean bien que Dios tiene toda la eternidad para esperar vuestro último paso. Siendo intemporal él no está limitado por el factor tiempo mientras que vuestra encarnación, vuestro mundo, lo está más que nunca. He aquí, mis queridos bien amados el mensaje tenía deseos de expresar a través de las palabras. Pero recuerden que el más bello impulso que pueda hacer hacia ustedes es el de irradiar mi presencia. Eso llegará en unos instantes pero quiero consentir en intercambiar con ustedes sobre las cuestiones únicamente espirituales en relación a este camino que he revelado.
Pregunta: ¿La transcendencia de la que nos habló corresponde a lo que algunos llaman el corazón del Padre?
Probablemente pero esto no son más que las palabras. ¿Por qué querer poner las palabras o los modelos religiosos sobre lo que es tan simple? El corazón es el mismo entre todo ser humano, no hay diferencia entre una raza y otra raza, entre el corazón de una cultura o de otra cultura, entre el Dios que está en el musulmán y el Dios que está en el creyente y el Dios que está en el ateo. Querer nombrar es ya separar, es querer salir del corazón. Es el mental que los engaña.
Pregunta. ¿Cómo acercarse de la Transcendencia?
Olviden todo lo que no es la transcendencia. La única preocupación de cada respiración de vuestra vida debe ser la Luz y nada más No las circunstancias de vuestra vida, no lo que les pesa, no lo que los alivia, no lo que desean de corazón, no lo que desean, no lo que rechazan, sino únicamente el corazón, la Luz. Esta es una búsqueda de cada respiración de cada aliento. Deben devenir la búsqueda. Esta es la única forma de adquirir esta transcendencia. No hay otra.
Pregunta: ¿En cuál medida la inmovilidad puede permitir alcanzar la transcendencia?
Yo no hablo de la inmovilidad del cuerpo. Hablo de la inmovilidad del mental y de las emociones. El corazón físico es movimiento, el corazón energético es vibración e irradiación. El corazón espiritual es inmovilidad. No pueden encontrar esta luz substantífica que a partir del momento donde vuestra consciencia está en calma, no experimenta ni atracción ni repulsión, ni emoción, ni pensamiento. Se trata de un estado de vacuidad, de inmovilidad. Es solo cuando ya nada más existe que la joya se revela.
Más allá de las palabras voy a proponerles vivir la efusión de la gracia ya que esto es lo más importante Entonces, les pido descruzar vuestros brazos y piernas y poner vuestras manos sobre las rodillas con las palmas hacia el cielo, de cerrar vuestros ojos y de acoger Después de esto los dejaré en la calma y la inmovilidad. He aquí, mi muy queridos bien amados. Reciban desde ahora todo mi amor, mi compasión, toda mi gracia.
Original en Francés: www.autresdimensions.com
Traducción: OD http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Jean Luc Ayoun
MA ANANDA MOYI
“La Unificación de los Tres Corazones”
Ejercicio
3 de Noviembre 2007
Mis queridos bien amados, yo soy MA. Mi nivel de intervención se situará hoy en tres planos. El primer plano es de hablarles sobre la estructura del corazón y su función en encarnación pero también en el universo. El segundo tiempo se situará a nivel del seguimiento de los movimientos, de las danzas del corazón y de las bendiciones del corazón que tienen que poner a trabajar. El tercer plano es la intervención del corazón sagrado de la Divinidad, en vosotros por una transmisión de mi divina gracia. Pero comencemos en primer lugar, mis queridos bien amados, por el corazón.
El corazón, antes de ser el órgano que les da vida, que anima vuestra vida y pulsa vuestra vida, está asemejado a la noción de centro, punto virtual donde todo se desplaza, donde las rondas de la vida pueden manifestarse. El centro se contenta de ser a fin de permitir el despliegue de la vida y el despliegue de las dimensiones. Este despliegue se hace siempre en función de una conexión y de un enlace posible a este centro que deviene por lo tanto centro director, centro donde todo puede aferrarse, donde todo debe volver después de que haya partido. Le corazón físico de la encarnación no hace más que ilustrar esto. El punto, el centro es Unidad y como toda Unidad él se desglosa en una triple Unidad.
A la imagen del corazón físico, repartido en tres partes, vuestro corazón él también está presente sobre tres dimensiones que son el corazón físico (tal como lo conocen), el corazón energético y el corazón espiritual. El corazón energético es el intermediario entre el corazón físico y el corazón espiritual. El corazón físico es aquel que anima toda vida desde los mamíferos hasta el hombre cuyas características son múltiples pero de las cuales la esencial es de poder contraerse y dilatarse. De este movimiento doble puede nacer la vida en la tercera dimensión. Los corazones físicos de otras dimensiones no están todos construidos sobre este mismo modelo de dilatación y contracción. Existen las dimensiones donde la dualidad del movimiento desaparece, donde el corazón pulsa en permanencia sin pasar de una fase de contracción y de dilatación. Pero mantengámonos si lo quieren bien, en este cuerpo de manifestación de tercera dimensión. Este corazón físico, alejado de la noción de centro espiritual, por el hecho mismo de la encarnación, es el llamado al orden. Es el que, por su ritmo dual, los conecta a la Fuente. Estando en los estratos los más alejados de los centros espirituales que representa la tercera dimensión, era necesario que en la creación de este cuerpo, exista un ritmo binario que permita aferrar la manifestación exteriorizada a su origen y también el corazón, centro del ser, que está en contacto a través de la sangre con todas las otras partes del cuerpo, es bien el órgano de la espiritualidad, es bien el órgano que los conecta a vuestra Unidad y a vuestra Divinidad. Es el llamado incesante, mientras que están en encarnación, de vuestro enlace con la Fuente que ustedes son. El corazón/centro está por lo tanto conectado a vuestro nivel físico, a la Fuente de vuestra encarnación que es la Tierra pero también a la Fuente de vuestro origen que es Luz.
Por el ritmo binario experimenta la dualidad vinculada a vuestra tercera dimensión. La más alta entidad espiritual posible es aquella que rige la elaboración de este corazón, con sus cualidades, con su ritmo, con lo que él representa. Él está omnipresente en todas las tradiciones y todas las religiones han hablado del corazón como elemento esencial y motor de la evolución espiritual pero sin embargo todas las religiones se lo han apropiado y lo han desviado de su naturaleza incluso, lo han desviado de su esencia y convertido en una herramienta de dualidad. Sin embargo es el quien se puso de relieve en todas las tradiciones, en todas las religiones. La única realidad en ver no es el ritmo binario de su manifestación sino más bien una capacidad para conectarlos a la transcendencia que es la realidad última de lo que sois.
Tras este centro se encuentra lo que nosotros llamamos la segunda parte que es el corazón energético que es semejante a lo que ha sido llamado en la tradición oriental anahatachakra o chakra del corazón. Es el lugar donde se reúnen el cuerpo y el Espíritu, el lugar de las resoluciones de los conflictos entre la encarnación y la espiritualidad, entre la materialidad y la espiritualidad, entre la horizontalidad y la verticalidad. Observen que en este nivel no hay ya dualidad, hay reencuentro, no hay ya separación pero hay unificación de la horizontalidad y de la verticalidad. En la tercera parte les daré los movimientos, las danzas, que les permitirán penetrar los arcanos de los tres corazones, físico, energético y espiritual. Conviene recordar que en este nivel del corazón energético o chakra del corazón, la dualidad ya no existe, la irradiación se hace de manera continua y no ya según un ritmo de dilatación y contracción. Esta es la gran diferencia entre el corazón físico y el corazón energético. Es un espacio de resolución, un espacio de reencuentro del Espíritu y de la materia, de la horizontalidad y de la verticalidad.
La tercera parte del corazón es lo que es llamado el Corazón espiritual, absolutamente más conectado con el corazón físico, (como en el corazón energético) no ya en un encuentro de la horizontalidad y la verticalidad, sino es verdaderamente el punto donde nosotros podemos hablar de centro.
Centro, Fuente de vida. Centro último, punto de regreso a la Unidad que es ilustrado hoy, entre el ser humano, dormido en la edad adulta, por lo que uno llama el timo, lugar complejo si esto es, llamado, hoy en encarnación de tercera dimensión, remanente embriológico pero que sin embargo es un vector esencial de paso en la quinta dimensión.
Recuerden que el corazón órgano está ligeramente desplazado sobre la izquierda, no está al centro del pecho. Recuerden que el chakra del corazón, corazón energético, está en medio del pecho. En lo que concierne al timo, este está en el eje central, por encima del medio del pecho, en relación con lo que ustedes llaman “el cuerpo que irradia Dios”, “el cuerpo de Samadhi”, “el noveno cuerpo”. En este punto se encuentra la reconexión, en el sentido el más noble, a vuestra Divinidad, que hace que, en encarnación, devengan creador de vuestra propia realidad y de vuestra propia Divinidad y que vuestra propia irradiación devenga capaz de ser un sol para todos vuestros hermanos. Es en este nivel que se realiza la maestría, la realización. Es en este nivel que se encuentra la alegría interior por el cruce de la puerta posterior. En efecto existe a nivel de este triple corazón un pasaje que se hace del uno al otro. Lo que les propongo es de darles las danzas que permiten armonizar el corazón físico y luego de resolver la Unidad a nivel del corazón energético y finalmente de completar el acceso a vuestro timo. Así tres etapas en la ruta de vuestra Unidad, de vuestra Divinidad y de vuestra alegría.
En lo que concierne al ritmo del corazón/órgano va a ser necesario constituir un círculo, unos detrás de los otros y primero vuestra mano derecha e izquierda van a colocarse sobre el corazón, como esto (Ndr: la palma de la mano derecha plana sobre el corazón y la palma de la mano izquierda cubriendo la mano derecha) a continuación venir a posar la mano derecha a nivel de la espalda del que está enfrente de ustedes, entre los dos omóplatos, a nivel de la columna vertebral, en su región dorsal media (Ndr: las dos manos permanecen siempre en contacto en el movimiento, planas una contra la otra, la mano izquierda recubriendo siempre la mano derecha, de su posición inicial hasta poner la palma de la mano derecha sobre la espalda de la persona). De este modo van a participar en el ritmo binario de contracción y dilatación, a vuestro ritmo, en el círculo, recrean este movimiento. De esta manera van a entrar en sintonía de corazón a corazón, van a dar, recibir, dar, recibir. Van a establecer una circulación de corazón a corazón y entrar por lo tanto en la multiplicidad de los corazones orgánicos en el ritmo dual de la contracción y de la dilatación. Esta es la primera etapa de integración de los tres corazones.
En cuanto a la segunda etapa, ella se hace en grupo de dos en dos pero también puede hacerse solo. Van a trazar la cruz delante de vuestro corazón, (Ndr: cruz constituida por el índice derecho puesto verticalmente y en contacto con el cuerpo a nivel del corazón en medio del pecho. El índice de la mano izquierda colocado horizontalmente delante del índice derecho materializando la fusión de la verticalidad y la horizontalidad. Ustedes están de frente a vuestros hermanos que están en posición de recepción, con las palmas de las manos hacia el cielo y los brazos flexionados. De esta manera, aquel que emite resuelve primero en sí mismo la dualidad del ritmo cardíaco y va a poder, enseguida, a poner esta cruz en el centro de su hermano, a nivel del corazón, este corazón energético que él ha realizado ahora en la postura de la cruz (Ndr: en este movimiento, el emisor extiende los brazos hacia el receptor manteniendo la cruz, el índice horizontal se encuentra al final del movimiento, por lo tanto posado sobre el que lo “recibe”) Bastará permanecer algunos minutos para armonizar la irradiación de vuestro corazón energético antes de transmitirlo al otro corazón. Y enseguida evidentemente habrá que invertir los roles a fin de que el intercambio sea realizado.
La bendición es entonces la tercera parte que corresponde al corazón espiritual y que es pues una tercera etapa. Vuestras manos están en plegaria delante del pecho. Hay resolución en el centro. No hay ya movimiento en el sentido de inspiración/exhalación, en el sentido de contracción/dilatación, no hay ya cruz, hay Unidad, esta Unidad plegaria que tienen en el interior de vuestro corazón. Ustedes encaran a uno de vuestros hermanos que estará sentado sobre una silla y que espera. Una vez que vuestras manos estén llenas del amor de la Unidad, van a colocar vuestras manos arriba de la cabeza, sobre la cabeza, del que recibe la energía de la Unidad espiritual. Y hacen esto por tres veces, ilustrando así los tres corazones unificados permaneciendo un cierto tiempo con las manos juntas en el movimiento de venir a posarse algunos instantes sobre la cabeza del que está en recepción. Y por tercera vez. Tomen el tiempo que sea necesario según lo sientan, ya que por este trabajo realizan ustedes la alquimia de los tres corazones.
Mis muy queridos bien amados, antes de pasar la efusión de mi propio corazón en vuestro corazón, antes de salir de los juegos del movimiento y de la danza y de las explicaciones que he dado, me gustaría saber si tienen preguntas en relación a esto.
Pregunta: ¿Este trabajo puede ser difundido?
Este trabajo se puede difundir y debe serlo cualquiera que sea el estado de avance y de constitución de lo que ustedes llaman el cuerpo de Luz. Este triple trabajo a nivel del corazón tiene la particularidad de hacer permeable a las energías de transformación que están presentes sobre vuestra Tierra y que van a amplificarse en las semanas que vienen.
Pregunta: ¿Puede uno hacer estas etapas separadamente?
Es preferible encadenarlas unas a otras. Hay primer el corazón físico, con el movimiento de vuestro corazón hacia el que está delante, por la espalda. Enseguida el corazón energético y finalmente solamente viene el corazón espiritual. Tres movimientos diferentes, tres danzas que permiten unificar los tres corazones.
No tenemos más preguntas.
Entonces voy a pedirles que cierren vuestros ojos, descrucen las piernas y los brazos para ponerse en recepción, mis bien amados, y aceptar lo que viene ahora hacia vosotros.
Mis bien amados, voy a dejarles ahora recibir este estado en vosotros, en el silencio y el recogimiento. Les doy mi paz y mi amor y los dejo vivir esto ahora entre vosotros durante una decena de minutos. Sean bendecidos.
Original en francés: www.autresdimensions.com
Traducción: OD http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
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