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sábado, 4 de octubre de 2025

ENTRE DOS SIGNOS - El misterio de las cúspides


El misterio de las cúspides

✨ Si naciste entre el 19 y el 24 de cualquier mes, tu alma danza entre dos energías.

Los astrólogos llaman a esto ser una persona cúspide: alguien que nace justo cuando un signo se despide y otro comienza a despertar.

Nacer en ese punto intermedio es habitar un puente cósmico. Es vivir entre dos auroras: una que se apaga y otra que comienza a brillar.

Las personas cúspide unen lo que parece opuesto: fuego y agua, tierra y aire, razón y emoción.

Y aunque a veces esa mezcla se sienta como una contradicción, en realidad es una bendición espiritual: la oportunidad de comprender la vida desde más de un ángulo.

 Las almas cúspide no pertenecen a un solo signo, sino al diálogo entre dos. En su interior resuena una danza de fuerzas complementarias que las invita a buscar equilibrio, autenticidad y propósito.

Ser de cúspide no significa estar dividido, sino completo.

Eres el punto donde dos universos se encuentran, y tu existencia es un recordatorio de que nada está separado: el fuego necesita del agua, la mente del corazón, la acción del silencio.

Tu energía es puente, y en ese puente habita tu poder.

Cúspide Piscis - Aries


De las aguas profundas de Piscis nace el primer fuego de Aries.

Esta fusión da vida a seres visionarios, capaces de soñar intensamente y luego convertir sus visiones en realidad.

Su desafío está en no dejarse arrastrar por la emoción ni por el impulso.

Cuando equilibran intuición y acción, se convierten en creadores de luz, capaces de inspirar y transformar el mundo que los rodea.

Energía dominante:  La chispa divina del renacer.

El alma pasa de la sensibilidad infinita de Piscis al fuego creador de Aries.

Es la energía de la inspiración que se convierte en acción, del sueño que se atreve a nacer en el mundo.

Intuición que despierta. Corazón que actúa. Luz que comienza.


Cúspide Aries -  Tauro


El fuego que encuentra raíz

Aquí, la chispa de Aries se encuentra con la calma fértil de Tauro.

Estas almas desean avanzar, pero también construir algo que perdure.

Cuando aprenden a sostener su entusiasmo con paciencia,  florecen proyectos sólidos y relaciones estables.

Su poder es la constancia con corazón.

Energía dominante:  La fuerza creadora que se vuelve estable.

El ímpetu de Aries se asienta en la constancia de Tauro.

Es la energía de construir con pasión y sostener con voluntad.

Donde antes ardía impulso, ahora florece propósito.


Cúspide Tauro - Géminis


El cuerpo que aprende a volar

Tauro ama lo tangible, Géminis adora lo cambiante.

De esa unión nacen mentes curiosas, creativas y profundamente sensoriales.

A veces dudan entre disfrutar el presente o seguir la novedad,

pero su equilibrio llega cuando comprenden que la estabilidad también puede moverse, y que la ligereza puede tener raíces.

Energía dominante:  La estabilidad que se abre al movimiento.

De la tierra firme de Tauro nace la curiosidad liviana de Géminis.

Es la energía de aprender, adaptarse y disfrutar del cambio sin perder el centro.

La calma se convierte en curiosidad; la materia, en pensamiento.

Cúspide de Géminis - Cáncer

 La mente que aprende a sentir

El aire de Géminis se encuentra con el agua de Cáncer, dando lugar a almas dulces, expresivas y empáticas.

Son comunicadores del alma: su palabra toca corazones.

Su crecimiento llega cuando logran pensar con el corazón y sentir con la mente.

Energía dominante:  El pensamiento que se hace emoción.

El aire de Géminis se sumerge en las aguas del corazón de Cáncer.

Es la energía de la empatía, la comunicación sensible y la comprensión profunda.

Lo que antes se decía, ahora se siente.

Cúspide Cáncer - Leo


La luna que se atreve a brillar

De la sensibilidad lunar de Cáncer emerge el fuego radiante de Leo.

Estas almas protegen, crean, y aman con intensidad.

Su reto es equilibrar su necesidad de cuidar con su deseo de brillar.

Cuando aprenden que su luz puede inspirar sin eclipsar, se convierten en fuentes de amor y confianza.

Energía dominante:  La sensibilidad que se convierte en fuerza.

Del refugio emocional de Cáncer emerge la confianza radiante de Leo.

Es la energía de expresar el amor y la luz interior con autenticidad.

La ternura se transforma en poder. El cuidado, en creación.


Pronto continuaré con las siguiente cúspides.
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