Desde el corazón
cristalino de la Tierra, mi voz resuena, mi voz se eleva, mi voz se expande. Mi
cuerpo vibra, mi cuerpo canta, mi corazón pulsa y una chispa se enciende. Mi
canto penetra la creación, mi voz se oye en los cuatro rincones y más allá. Mi
corazón pulsa en el tremolar de las hojas en los bosques, en el gorjear de las aves, en la melodía de
las olas y en el dulce y suave toque de la brisa. Desde el corazón cristalino
de la Tierra, yo que soy la Madre del mundo, la Gran Alma viviente, el aliento
y el soplo de vida, me dirijo a ustedes en lo sagrado de nuestra comunión.
El templo de nuestro
encuentro, el eslabón inquebrantable, es la naturaleza que ustedes son. Pues yo
no soy otra que la naturaleza en todo y todo lo que es naturaleza. Yo soy la Gran
Madre que da nacimiento a todas las formas. Yo soy la Gran Madre que reduzco a
polvo todas las formas. En este baile, mi amor y mi poder se manifiestan. En
este baile, para ustedes, está la puerta de la sabiduría.
Una vez más,
simbólicamente, vengo a abrir para ustedes una puerta, un portal de sabiduría.
La sabiduría que es el propio fuego de mi alma, oculta en todas las cosas. En
todos los tiempos y por diferentes voces fui llamada de diferentes formas; el
fuego de la Presencia recibe diferentes nombres, de acuerdo con los modos y los
tiempos de los hombres. El portal que vengo a abrir en este día, en esta
coyuntura tan especial, en este espacio sagrado creado por la naturaleza que yo
soy en ustedes, es también un portal de sabiduría.
Aranduh, la sabiduría
antigua.
Aranduh, la sabiduría que
vibra más allá de la palabra.
Aranduh, la conciencia
despierta, el testigo silencioso en mí, de mi danza, de mi creación.
Aranduh, el Fuego presente
en la memoria que está más allá del cuerpo.
Aranduh, la memoria del
alma.
Aranduh, este es el
portal, más en un medio hacia tantos
otros, que les puede acercar más a mi corazón, si ustedes se vuelven hacia su
propio corazón.
El portal Aranduh
representa este espacio sagrado en el cuerpo, en vuestra conciencia, donde ustedes
se encuentran con la naturaleza allí presente. El portal Aranduh es su propio
cuerpo. El portal Aranduh es el calor de su sangre, es el aire de sus pulmones,
es la textura de su piel, es la fuerza de sus huesos, es el brillo de su
intelecto, es el ardor de su alma.
Todos estos elementos son
yo, yo misma, su Madre habitando este templo, la forma pasajera de este cuerpo.
Todos estos elementos ocultan, al mismo tiempo que pueden revelar, las joyas
preciosas de la naturaleza absoluta que es el espacio incondicional,
campo-luz-sabiduría, la esencia, lo incognoscible más allá de mí misma que sólo
soy su cara revelada en el corazón de lo Manifiesto.
Yo soy la Madre Divina
cuya presencia llena el espacio más allá de tu mundo, más allá del alcance de
tu percepción; tan grande y tan vasto, tan trascendental. Yo soy la Madre
Divina, sencilla, suave y humilde: el prana en tus canales, el soplo de vida en
tus narinas, el calor del sol besándote la cara, el suelo firme bajo tus pies y
el amor pulsando en tu pecho.
En esta unión magnífica,
en este encuentro - este encuentro improbable de la belleza de lo infinitamente
grande y de lo infinitamente pequeño- en este encuentro, de este encuentro;
nace el portal Aranduh. En este encuentro, desde este encuentro, se abren las
puertas de la sabiduría trascendental y simple, como es la respiración.
Muchas intenciones
luminosas fluyendo de puntos distintos de este planeta, e incluso más allá,
darán nacimiento a esta semilla que con ustedes será llamada Portal Aranduh.
Esta semilla engendrada en mi útero cristalino, conectada a los planos más allá
de la forma, donde es alimentada por un grupo de conciencias.
Esta semilla la entrego en
sus manos hoy, para que la coloquen en el
corazón y alimenten con su aspiración, devoción y servicio. Nutran esta
semilla con su compasión, y que el fuego de la compasión haga que esta semilla
rompa su cáscara y produzca frutos no sólo para ustedes, sino para todos
aquellos que se acerquen a este árbol. Les entrego esta semilla como un regalo.
Un regalo que pueden transformar en una bendición para sí mismos, así como para
sus hermanas y hermanos, porque si en vuestro corazón se abre este portal,
ustedes solo serán bendición.
De hecho, no importa, no
importa si están cerca o lejos, no importa si creen que pueden estar cerca o
lejos de mí, no importa dónde, qué camino, de qué manera caminan sobre este
mundo; para cualquier persona y para todos, la simple sabiduría, la sabiduría de
la simplicidad es siempre una joya de extremo valor.
A pesar de que en ese
espacio sagrado yo nombre esta joya como Portal Aranduh, esta joya no pertenece
a nadie, pues es la joya de todos. Esta sabiduría de la simplicidad se
encuentra en cada respiración. Los nombres no la pueden limitar, los libros no
la pueden describir, las palabras no pueden agotar su profundidad. Pero, por la
fuerza de la intención que crea este momento, el portal Aranduh es la llave
para aquellas almas que oirán estas palabras y que recordarán, para aquellas
almas que oirán el sonido de mi voz y sabrán que este portal es su camino, y
que atravesando este portal, no solamente encontrarán la verdad de sí mismos,
sino, se encontrarán conmigo, que soy la verdad en sí.
Desde el corazón
cristalino de la tierra, mi canto resuena. Pero es en la brisa que balancea las
hojas de los bosques, s en la brisa que mi bálsamo se derrama tocando todas las
almas que deben ser tocadas. A cada una de las formas, de la forma más
apropiada, resonando esta joya, la joya de la simple sabiduría, la joya de la
sabiduría de la simplicidad.
Yo los bendigo, los
envuelvo en mi amor y los invito a que se acerquen a este portal. En el espacio
de su naturaleza, recuerden: yo soy la Madre Naturaleza. Encuentren en sí
mismos la naturaleza que son. Este es el templo, este es el espacio sagrado de
nuestro encuentro y es ahí donde está el Portal Aranduh. Vengan, atraviesen
esta puerta. En la sencillez de la respiración encuentren la presencia y
derramen sobre el mundo la bendición de vuestra luz.
Yo sello y abro esta casa,
este hogar temporal, esta ronda, pues esta celebración es una forma adecuada de
describir este portal en medio del bosque, este claro bañado por la luz del sol
y la de luna, donde formas de vidas tan distintas, tan diferentes, en este
crepúsculo se encontrarán y danzaran al sonido de la unidad.
Esta es mi profecía. Y
ella ya se cumplió. A ustedes corresponde encontrar el claro. Corresponde a
ustedes hacer la prueba. Paz y Luz, chispas de mi corazón y de mi hoguera
eterna.
Transcripción hecha por
colaboradores del Portal Aranduh – www.portalaranduh.blogspot.com
Traducción: H. N.
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