Queridos
hermanos y hermanas, reciban un cordial y amistoso saludo de vuestro servidor,
Omraam Mikhaël Aïvanhov. Reciban todo el Fuego y las bendiciones del Cónclave
de los Melquisedec, como siempre acompañándome y formando la síntesis de todos
los elementos. ¡Es una dicha venir entre ustedes después de este intenso mes de
mayo!
Para
comenzar, haremos nuestra comunión habitual. Acojan el Fuego Divino,
encendiendo el Fuego Sagrado del Amor, encendiendo el Altar del Corazón a toda
potencia. ¡Ahora es el momento! Vamos unos instantes…
¡Qué
Luz! ¡Qué Amor! ¡Qué Fuego que están viviendo! ¡Qué Fuego que está llegando a
la Madre Gaia, válgame Dios! Prepárense porque, si ya durante estos meses han
tenido la historieta del coronavirus, que como saben bien, es en realidad la
Gran Luz que se enciende en la Corona, el Espíritu Santo que los viene a
bautizar, durante los próximos días, con la llegada del solsticio, llegaremos
al clímax del descenso que han vivido esta mitad de año. ¡Y ya verán que las
cabezas comenzarán a explotar en todos los sentidos!
Algunas
cabezas explotarán de gozo, de Luz, iluminando el Corazón, dando la claridad y
una paz intensa, haciendo bajar las corrientes del Espíritu con una fuerza
inaudita. Para otros, la cabeza explotará haciendo caer muchos tornillos y
clavos, ¡y eso provocará más bien situaciones delicadas y extravagantes!
Y
sí hermanos y hermanas, ya lo había expresado bien el Cristo. El vino nuevo no
se puede poner en las botas antiguas, por lo tanto, los que no se hayan
preparado mínimamente, los que no hayan puesto en su lugar todas las cosillas
del Templo, no podrán recibir bien la Luz que llega ahora con una fuerza
máxima, y entrará por los malos circuitos y provocará estas explosiones peligrosas
que les digo.
La
bota nueva es la que puede acoger directamente, sin ninguna resistencia,
integrando en totalidad las nuevas frecuencias. En cambio, la bota vieja no
puede aceptar apropiadamente la Luz que ahora mismo se vive en la Madre Gaia con
la Red Crística en plena acción. Por tanto, las botas viejas recibirán la Luz,
pero la Luz no irá a los buenos lugares del Templo y tendrán que pasar por los
procesos de fermentación, es decir, de descomposición en el negro, y
posteriormente, de reconstrucción.
No es en vano que durante todos estos años os hemos ido
transmitiendo yogas y herramientas para ir preparando el Templo, porque llegado
el momento, que es ahora, pudieran acoger la Luz con precisión, con
tranquilidad, con eficacia eh! Sin embargo, aún estáis a tiempo de poneros las
pilas!
La
Luz no puede hacer nada si ustedes no dan la autorización. Es el momento para
que se decidan finalmente a salir del libre albedrío y a entrar en la Acción de
Gracia. Esta es la manera de pasar de las leyes limitadas y efímeras, a las
Leyes Universales y Divinas. Ahora tiene la ocasión, todo el colectivo humano,
de hacer un gran salto, un gran salto de langosta! Así que aprovéchenlo. Como
decía mi querido maestro, ¡el Tren Divino pasa puntual! ¡No se despisten, velen,
estén vivos en el Amor, vivos en el Fuego Divino! Esta es la llamada ahora
mismo.
Atrévanse
a despojarse y a ser la Consciencia Pura, el Espíritu Santo dirigido por la
Acción de Gracia, actuando con la Inteligencia de la Luz que es la Voluntad del
Padre. Por eso, tienen que permitir la reconstrucción del Cuerpo de Eternidad
hasta el Triángulo del Sacro. Muchos están abiertos a la Luz por la Corona de
la Cabeza y la Corona del Corazón, pero el Triángulo del Sacro es el reto más
complicado para la mayoría de las almas y Espíritus que viven este proceso en
la materia.
La
reconstrucción final del Cuerpo de Eternidad se hace en el Triángulo de Fuego
del Sacro, en los puntos que se encuentran alrededor del coxis y la parte baja
de la columna. Aquí es donde se sintetiza finalmente la estructura del Cuerpo
de Eternidad con la del cuerpo etérico, que recubre vuestro cuerpo físico,
permitiendo la resurrección total de la materia en esta dimensión.
Para
hacerlo, tienen que haber dejado limpia la antigua base, es decir, la sefirot
que en el Árbol de la Vida se denomina iesod, la parte astral y lunar, que
necesita ser totalmente purificada. ¡Volverse tan blanca como la luna llena! Ya
que si bien es posible vivir la nueva fundación del Corazón y conectar con la
Luz, finalizar el proceso alquímico requiere el descenso hasta el Triángulo del
Sacro. Este también es uno de los peregrinajes que los llamamos a hacer, los
peregrinajes interiores, adentro vuestro. Hay muchos lugares interesantes
todavía para visitar amigos y amigas eh!
Vamos,
haremos unos instantes de comunión, dejando que el Fuego Divino baje como un
agua desde el 13avo cuerpo situado sobre la cabeza, uniendo la Cima de la
Cabeza con el Corazón, haciendo bajar esta agua que libera los pies, las manos,
el plexo solar, el cuello... ¡Abriendo la Luz en vuestra cabeza y el Fuego
Divino en vuestro Corazón! Acojamos unos instantes, acompañados del Cónclave de
los Melquisedec, de la Ronda de los Arcángeles participando activamente ahora
mismo en numerosas efusiones por todo el sistema solar…
Como les decía el Arcángel Uriel, están viviendo la
reversión de la consciencia. La interiorización de la consciencia para pasar a
un nuevo estado de vida, a un nuevo estado de vibración. Interiorización
enormemente facilitada por el estado actual del mundo, que los invita, una y
otra vez, a ir hacia adentro, a vivir la dicha interior. Y como muchos saben,
hermanos y hermanas, ¡esto todavía no es nada! Esto sólo es el aperitivo. Así
que fortalezcan el estómago para cuando lleguen los primeros platos.
El Espíritu es una gran fuerza que trasciende todas
las debilidades de la personalidad y del alma inferior. Este es el Espíritu del
Cristo que viene a reinar entre todos ustedes, para celebrar la Dicha de la
Vida Divina. Y para sostener el Amor en estos momentos de derrumbe de la
antigua dimensión.
Es crucial que todos aquellos que dudan, que están
a medio camino, ¡que se decidan de una vez! Todavía tienen opciones eh, hagan
el paso ahora! Porque las estructuras mentales y emocionales que sostienen la
antigua dimensión se van derrumbando, van desapareciendo, se van volviendo cada
vez más inestables tal como les pasa a la magnetósfera y a las capas aislantes.
Por lo tanto, ¡están llamados a pasar a la Nueva
vida para estar Vivos! Porque en la antigua vida ya no encontrarán la vida,
¡sean conscientes de eso! Es un proceso único, especial y en buena parte nuevo
para toda la Galaxia; vivir la ascensión con la humanidad encarnada en el mismo momento que lo hace el planeta.
¡Todo va sobre ruedas! Y estamos observando cosas que nunca antes habían
pasado!
Así que para todos, tanto para ustedes como para
todos los que los acompañamos desde numerosos lugares de la Galaxia, y este
Universo, es un gran crecimiento, una gran promoción eh! Y esta es la promoción
para todos ustedes, no es ninguna oferta ni ningún 2x1, es la promoción de la
Vida Divina, ¡aquella que siempre ha sido vuestra residencia! ¡Ya están más que
graduados!
Vamos, haremos un último
instante de comunión, antes de despedirnos, dejando bajar el Fuego Celestial,
dejando subir el Fuego del Corazón Cristalino de la Tierra, uniéndose a la
altura del plexo solar, del pecho y del timo. Encendiendo el Corazón
Ascensional, el Corazón que se eleva con las Alas Divinas…
Estas próximas semanas implicarán un
momento máximo de descenso del Fuego Celestial, por lo tanto estén preparados a
acogerlo, a integrarlo hasta el tuétano con una entrega total a los Corazones
de Fuego que son. El Fuego Blanco viene a brillar, a quemar y a vestiros de
blanco, a casaros con el Esposo Divino. Entonces resucitarán en el Alma y el
Espíritu Divinos, desconocidos todavía
para muchos de ustedes, que están más allá de lo que han conocido como
la manifestación en la Tierra, la cual había sido enormemente limitada a los
cuerpos emocionales, mentales y ocasionalmente el causal.
Por lo tanto, ábranse, sigan
creciendo día a día, estén vivos de pies a cabeza, expresen todo lo que venga
de vuestras profundidades, no dejen nada allá abajo. ¡Sean como los volcanes
que expulsan y propulsan la lava hacia arriba! Se acercan los momentos donde
desapareciendo, donde haciéndose más pequeños que una hormiga, vivirán la
Revelación actual, la de los Niños Divinos, la de los Niños de la Luz.
Como siempre les damos todas nuestras
bendiciones desde el Cónclave de los Melquisedec. Acojan a todos los reinos, los reinos de la
naturaleza, los reinos angélicos, los Arcángeles, los Elohim, los Ancianos de
los Días… ¡Son un pequeño grano de arena en el Universo, y a la vez son la
totalidad del Universo!
Así lo descubrirán, reconociendo en
todos y en cada uno la chispa del Amor, la perfección de la Verdad que no se
mide con ninguna percepción exterior.
Muy bien hermanos y hermanas, reciban
un caluroso abrazo de Omraam
Mikhaël Aïvanhov, y de todos los Ancianos. ¡Estamos entre ustedes! Estos meses
que vienen serán muy intensos. Estaremos cerca de todos y cada uno, siempre que
ustedes estén abiertos, siempre que pidan la presencia de las Fuerzas del
Cielo.
Llamen al Cristo, abran la puerta y dejen que haga, giren la
llave y dejen a la Luz que haga.
Que sean todos iluminados, encendidos y embriagados por el Amor
Divino que les da la claridad y la certeza absoluta.
¡Hasta muy pronto hermanos y hermanas!
Transmitido por Silah Pere Sicart
Traducido por Amparo Iribas
Revisado por Silah Pere Sicart