Yo
soy el Melquisedec del Aire que ustedes conocen con el nombre de Sri Aurobindo.
Hoy vengo como portavoz de los 24 Ancianos y en representación del Consejo de las Águilas de Altair. Reciban
la poderosa fuerza del Aire desde los niveles más próximos a los Hayot Ha
Kodesh, los 4 Vivientes.
Reciban igualmente la presencia cercana y calurosa
de los 24 Ancianos de la Tierra.
Acójannos como un gran colectivo, junto con la Gran Familia
Universal, la Fraternidad de Luz y Amor que se manifiesta ahora como una fuerza
colectiva revelándose a vuestra dimensión. Cada uno de ustedes abierto a los
planes de la Luz Verdadera es una puerta para la llegada masiva de las Fuerzas
de la Luz.
Están viviendo momentos de consolidación y de retribución,
momentos de cosecha y de sintetización. Se está efectuando una síntesis total
de los aspectos de vuestra personalidad, alma y Espíritu. Les proponemos unos
instantes de recepción para unificar los 3 Corazones: el corazón físico, el
corazón espiritual y el corazón divino.
Para facilitar la fusión de los 3 Corazones les recordamos una sencilla
focalización de la consciencia que les permitirá reunificarse en el punto del
Centro del Centro de vuestro Corazón. Lleven la atención simultáneamente a
vuestros pies, a vuestras manos y a 1 metro por encima de vuestra cabeza, en
una postura cómoda, sentados o acostados sin cruzar las extremidades. Con esta
sencilla focalización permitirán la reunificación espontánea de los 3 Corazones
en el centro de vuestro pecho.
Vivamos juntos este momento de integración…
La integración de los 3 Corazones les permite moverse entre la
personalidad, el alma, el Espíritu y entre todos los niveles de manifestación
posibles, sin ninguna contradicción y sin ninguna separación. Así se convierten
en el Puente entre el Cielo y la Tierra, en la Escalera de Jacob donde los
ángeles suben y bajan. Abriendo la Tierra de vuestro cuerpo y la Tierra de la
Madre Gaia a la Verdad de la Vida Divina que es la Dicha y la Alegría del
Espíritu.
La Luz Verdadera, la Luz de la Fuente es accesible ahora para
toda la humanidad. Tan solo la distancia que han puesto entre ustedes y la Luz
los aleja de vuestra Revelación. Tan solo vuestra identificación a los
elementos temporales, efímeros e ilusorios provoca la conservación de la
sombra, que resiste a dejarse fecundar completamente por el Espíritu de Verdad.
En este sentido, la acogida, la receptividad, la desaparición de todo deseo
personal y proyección egoísta, son los requisitos para que la Luz pueda invadir
vuestro cuerpo físico. Haciendo de él un Templo, una casa para el Amor, la Luz
y la Sabiduría; para el Espíritu Divino y el Padre Absoluto.
Desde el Consejo de las Águilas los invitamos unos instantes a
recibir el Aire que lleva la Palabra. La Palabra que fluye desde la Verdad,
desde la Fuente Original…
Permitan que el Aire acompañado del Fuego, acompañado del Agua y
de la Tierra los coronen con el Éter de la Eternidad, con la Corona Dorada.
Notarán grandes cambios a nivel de vuestra frente, en la parte central donde se
ubica el Triángulo de Fuego, como también en los ojos y a su alrededor y a la
zona que rodea las orejas.
A medida que ustedes se funden en la Luz Blanca y se visten con
el Vestido Blanco de la pureza del Espíritu, van a sentirse cada vez más
ligeros, cada vez más vacíos en el interior de vuestro cuerpo. Este vacío está
lleno de la Verdadera Luz. Todos los elementos densos, opacos que habían
acumulado son barridos, son disueltos y tan solo resta la ligereza, la vacuidad
que es la plenitud de la Luz en vuestro interior.
Escuchen el Canto de los Ángeles, el Canto de los Pájaros, el
Canto de los Cetáceos celebrando el toque de la Séptima Trompeta, donde todos
los Grandes Misterios son Revelados. Escuchen cómo resuena por toda la Madre
Gaia.
Acojamos junto con los 24 Ancianos, con las Águilas de Altair el Canto de la
Séptima Trompeta, anunciando la venida del Reino Celestial, de las Fuerzas de
la Luz, del Cristo Redentor sobre el caballo blanco, atravesando las nubes,
vuestras propias nubes y apareciendo en medio de vuestro pecho, vuestro Corazón
del Fuego Blanco
La Luz fecunda la superficie de la Tierra y llega hasta las
profundidades de los infiernos, que no son más que lugares donde la Luz había
estado estrictamente limitada. Por lo tanto, en toda la superficie de la Tierra
y en cada uno de ustedes, sentirán la perforación de la Lanza de Mikhaël
entrando desde el Cielo hasta perforar la Tierra. Provocando la evacuación de
la oscuridad, de los seres y entidades que se han movido aprovechando los
rincones oscuros creados por la falta de Luz en esta dimensión. Así pues los
últimos gritos, las últimas tomas de consciencia en relación a la sombra
individual y colectiva se producirán a medida que la perforación de la Luz
esclarezca e invada las zonas más recónditas, las cavernas más escondidas de
esta dimensión disociada.
Yo soy Sri Aurobindo, Melquisedec del Aire hoy como portavoz de
los 24 Ancianos y en representación del Consejo de las Águilas de Altair. Los
24 Ancianos de la Tierra nos unimos a los respectivos Consejos Galácticos, nos
reunimos con los 24 Ancianos ubicados Alrededor de la Fuente, sintetizándonos a
nivel dimensional y Universal tal como hoy están haciendo ustedes.
La Madre Gaia sigue acogiendo, celebrando la fusión de los
Elementos y la reactivación de Su Corazón Cristalino, preparándose para el
momento adecuado donde el Cielo y la Tierra culminarán su unión, entrando en el
proceso conocido de los 3 días, que permitirá el cambio dimensional. A partir
de entonces construiremos la Nueva Tierra. La Edad de Oro anunciada por muchos
profetas solo será posible cuando se produzca la limpieza total de las
estructuras de esta dimensión y la reconexión con la 5ta dimensión y los Planos
Unificados. Por el momento lo que hacemos es preparar el terreno, vivificar e
iluminar los últimos elementos que lo requieren en esta realidad de 3era
dimensión en disolución. Una vez se viva el proceso de los 3 días, la Madre
Gaia y buena parte de la Galaxia y de este Universo vivirán una promoción, una
ascensión hacia la Fuente.
Por lo tanto estamos todos con ustedes. Todas las Fuerzas de la
Luz Auténtica están esperando a vuestras puertas con el fin de acompañar y
realizar la Presencia de la Eternidad aquí y ahora, a fin de revelar la Dulzura
y la Fuerza del Espíritu en medio del teatro creado por las fuerzas de
constricción y de dualidad.
Estas son nuestras palabras de hoy. Los saludamos, los
bendecimos, los santificamos desde el Consejo de los 24 Ancianos y de las
Águilas de Altair.
Yo soy Sri Aurobindo, Melquisedec del Aire, y les aporto el
Silencio, la Paz y la Ligereza de mi Chispa Eterna.
Transmitido por Silah Pere Sicart
Traducido por Amparo Iribas