Desde el centro, el centro secreto, la rueda
que gira, mi voz se eleva, despertando
en cada cuerpo, despertando en cada sombra, despertando en cada imagen de luz
moviente el don, la ley, el supremo principio.
Desde
la rueda del sacro, el sagrado recinto, el recinto secreto, donde el flujo de
la vida se transforma en fuerza y poder, esta vez elevándose, animando el
cuerpo, la sombra y la imagen de la Luz moviente. En este recinto mi voz
resuena. En este recinto, yo soy en ustedes. Bendiciones y paz en sus
corazones, hijas e hijos de la ley del ritmo.
En
este día nuestros espíritus, un solo Espíritu, celebran el Ritual del
Despertar. Este es el despertar de tu atención hacia la vida planetaria. Este
es el despertar de tu conciencia hacia una vida universal. Este es el despertar
de la Tierra misma a su dimensión más amplia de existencia. Este es el
despertar de la visión, el despertar de la pureza, es el despertar de la
trascendencia.
La
ley del ritmo se manifiesta seguida a ley de la acción recta, como la expresión propia de la imagen de luz
moviente. Para comprender la ley del ritmo, se necesita entender que toda
imagen percibida es en su naturaleza luz moviente. Al comprender el pulsar de
la luz se comprende la ley del ritmo.
La
ley del ritmo está en la base misma de experiencia, porque la ley del ritmo no
es una ley extra - extraordinaria o externa a la experiencia universal, a la
experiencia de la conciencia, y sí intrínseca a esa experiencia. Una vez que la
base misma de esta experiencia carece de cualquier sustancialidad, de cualquier
existencia propia e independiente, por consiguiente toda experiencia es por
naturaleza impermanente. La base de
experiencia es impermanencia, es movimiento, luego la ley del ritmo se
manifiesta como la armonía presente en él.
Hijos
e hijas, la base de toda la experiencia en el espacio imperturbable, una paz
suprema del Ser. Así como pueden percibir que la base de todos los fenómenos
físicamente visibles es el espacio imperturbable, un espacio que no puede ser
perturbado por nada que lo ocupe, un espacio que jamás es manchado por nada que
en él exista, un espacio que permanece incondicionado a despecho de todas las
cosas que surgen y en él se disipen.
Así
también la base de toda experiencia es la mente pura e incondicionada,
originalmente perfecta, luminosidad inconmensurable. La base de toda
experiencia en el espacio puro de la mente, en este espacio puro de la mente la
experiencia surge como el baile de la luz. Luz que es el propio resplandor, el
brillo propio intrínseco e inseparable de este espacio.
Es
necesario meditar y contemplar la naturaleza, para entonces reposicionar la esencia, la visión y la
percepción. Desde el momento en que la ley de la gracia es reconocida, activada
y experimentada, llevando así a la entrega profunda, lo que entonces corrige
vuestra acción en el mundo, desde el momento de reconocimiento de la gracia, la
ley del ritmo comienza a ser percibida. La ley del ritmo que antes era
experimentada como conflicto o combate, es reconocida como fluidez y armonía. El resurgimiento del
movimiento, duración y la disipación de todos los fenómenos, seres o
situaciones obedecen a un impulso y un ritmo propio, ritmo que está en la
medida de la interdependencia entre todos los elementos de la experiencia.
Comprender
la ley del ritmo es comprender el carácter pasajero de toda experiencia. Pero
al comprender la ley del ritmo, la experiencia recobra el sentido de lo
sagrado. Que cada experiencia es pasajera, que hay en ella expresión de lo
sagrado y de lo incognoscible en su base. Que en cada experiencia, al ser
pasajera es posible vislumbrar en ella un reflejo de la Divinidad Misteriosa de
la cual toda la experiencia surge y en la cual toda experiencia se resuelve.
Comprender
la ley del ritmo, activarla y aplicarla en sus vidas mundanas y materiales es
abrir espacio para relajar el apego a las convencionalismos, es abrir espacio
para la relajación al apego, a verdades personales, condicionantes y limitantes
de la experiencia y aceptar que todo lo que está, está ahí, para modificarse.
Hay siempre espacio para lo nuevo, siempre hay espacio para acomodar otro
elemento, espacio para la integración y para la correcta expresión de la vida.
A
través de la entrega, la acción resta y pura se manifiesta en la expresión
material y mundana. Esta acción recta y pura obedece a la ley del ritmo en su
expresión. Hay momentos en que la acción es interna y otros en que la acción es
externa. La acción interna y la acción externa cumplen un arco de expresión,
partiendo del centro, yendo hasta la periferia y luego retornando al centro.
Así todos los fenómenos surgen de su base y retornan a ella. La base es siempre
paz, el suelo siempre es firme. El espacio es ese suelo, firme porque no puede
ser otra cosa que sí mismo, indescriptible, completamente incondicionado,
porque siempre es amplio, nunca obstruido.
Así,
desde esta perspectiva todos los fenómenos son comprendidos en su correcta y
exacta relación de interdependencia. Lo sagrado de esta interdependencia surge
dando sentido a la experiencia por más caótica que pueda parecer a tus sentidos
fragmentados y limitados.
Yo
los invito, en esta oportunidad, en este ritual del despertar, a activar en ustedes,
en su conciencia, en su experiencia, la ley del ritmo, no solamente como la
expresión de la armonización y de la fluidez en su organismo y en su mundo,
sino como una herramienta de corrección, de rectificación de su percepción
distorsionada e ignorante. La ley del ritmo no debe ser activada solo como una
modulación de la energía que apunta a alterar la experiencia. La ley del ritmo
debe ser comprendida como un principio subyacente a la experiencia.
Cada
una de las leyes siendo dinamizadas en cada uno de estos rituales del
despertar, viene a su conciencia como una herramienta de ayuda y trabajo
externos, pero especialmente como herramientas de la dinamización de su proceso
interior. En cada una de estas enseñanzas y en cada una de las joyas que de mi
corazón se transmiten a su corazón, hay allí la posibilidad y la potencialidad
de reconocer el principio inseparable de la mente pura y perfecta. En la
vastedad del no-concepto, la realidad es testimoniada en su inseparabilidad de
la Gran Perfección primordial.
Yo
los invito a mirar hacia dentro y luego cerrar toda visión fenoménica y
experimentar el silencio profundo del Ser. En este silencio, fuente de todas
las cualidades puras de la mente, la propia experiencia se percibe en su
carácter puro también. Pero la ley del ritmo está ahí también como una
herramienta para ser aplicada en su mundo, en su experiencia mundana, como
forma de aportar la cura que mi corazón aspira a ver procesándose en ustedes, como
la curación que mi espíritu ve a ustedes ejecutando en su propio mundo.
Sírvanse de estas virtudes,
sírvanse de estas herramientas y procesen la transformación del mundo que
ustedes aspiran a ver en sus vidas.
Yo
les dejo mis bendiciones, y los envuelvo en mi manto. ¡Queden en paz! Sean la
paz que es el ritmo, el luir de toda la Vida.
Mensaje
canalizado por Shylton Dias. Transcripción hecha por colaboradores del Portal
Aranduh - portalaranduh.blogspot.co
Traducción:
H. N.