Eh bien Bidi está de vuelta con vosotros para la décima sesión. Entonces te
escucho.
Pregunta:
En mi deseo de liberación interior, me siento encadenado por la estructura de
una comunidad de vida, de la cual soy responsable actualmente. La pregunta es:
¿debo retirarme de la estructura o de la responsabilidad de la estructura, o
encontrar la libertad interior en mí, sean cuales sean las condiciones de vida?
Pues, no cuentes conmigo para decirte qué elegir. Pero hazte realmente la
pregunta: ¿necesitas huir del entorno y de la función que sea, para girarte
hacia el interior? Creer que porque vas a tener todo tu tiempo y toda tu
libertad exterior, facilitará la libertad interior, esto no lleva a ninguna
parte.
Si la vida te ha puesto allí salvo, por supuesto, si la Luz te lo pide y
ella te lo pedirá sin equívoco, sin que tengas la elección. No tienes que
cambiar nada para encontrarte. Te incumbe verlo, te incumbe decidirlo, pero no
existe ningún obstáculo, ningún estado de salud, ninguna edad que sea un
obstáculo. El único obstáculo, vosotros lo sabéis, es la creencia que sois este
cuerpo y este mental. Si salís de esto, no quiere decir salir de lo que hacéis
en la vida, quiere decir mirar en el interior, sobre todo en estos momentos. No
se necesita nada más.
Hasta diría, al contrario. Retirarse de la vida, de la ilusión de la vida,
para esperar encontrar la Verdad en una cueva, no sirve de nada. Os aleja.
Excepto para algunos seres que han tenido esta orden de la Luz. Ninguna
gravedad de este mundo, puede molestar lo que sois. Si no, son unos pretextos.
Decís que no tenéis tiempo, que vuestro marido o quien sea os quita la
energía, os ocupa la conciencia. Pues este Vuelco Interior, del exterior al
interior, antes de ver que no hay ni exterior ni interior, necesita simplemente
el giraros dentro de vosotros mismos. Todo lo demás sale de ahí. Pero no
pongáis ninguna condición previa, unos pre-requisitos para esperar encontrar
quiénes sois. La gravedad es sentida por la persona, no por el observador ni por
el «Yo Soy», ni por el Absoluto.
Creer hoy que tenéis que comprender algo, que tenéis que estudiar algo, no
os será de ninguna utilidad para encontraros. Ya estáis ahí, ¿qué más queréis?
Son unos pretextos. Estáis allí donde estáis, pero lo que sois es independiente
de allí donde estáis.
Lo dije: no existe ninguna condición previa ni ningún pre-requisito, es
imposible. Si no es que estáis situados en una distancia, os proyectáis en un fin
que está lejos, en una ascesis y creéis que tenéis que transformar el exterior,
con el fin de estar disponible para el interior. No funciona así. Podéis giraros
hacia dentro, hagáis lo que hagáis, sean cuales sean vuestras actividades.
Tenéis a innumerables buscadores que se han aislado, que han meditado, que han
rezado durante años, decenas de años, decenas de vidas: no se han movido ni un
ápice, no se han encontrado.
Mientras vuestra atención, vuestra conciencia, incluso la efímera, piensa,
cree que necesita un marco, no estáis ahí y no estaréis ahí. El mecanismo de
esta intimidad, de este a solas, de este cara a cara, no depende de ninguna
circunstancia de vuestro cuerpo, de este mundo. Antes, las creencias podían hacer
pantalla. Pero ahora, ni siquiera. Es en el interior que esto ocurre. Durante
todos estos años, los Ancianos lo han explicado. Todo lo que es pesado
exteriormente, no tenéis que ocuparos de ello. No es esto lo que molesta; no es
esto lo que fija e impide lo que sea. Es vuestra disposición mental: creéis que
no se realiza porque no sois libres exteriormente. Pero es falso. Son unas estrategias
del ego, de la persona. Tanto más que allí, si lo he entendido bien, se trata
bien de la responsabilidad de una comunidad, ¿es esto?
Pregunta: Sí.
Da lo mismo. Al contrario, cuando hablas de la comunidad de la que te
ocupas, entonces, justamente, sea cual sea la pesadez, ejercítate, incluso en
la relación exterior, en ir más allá de cualquier exterior; evocando ya el
hecho de hablar de conciencia a conciencia, y no de persona a persona.
Basta con sentir, con percibir, en ese momento, desde la Resurrección, unos
fragmentos de esta Evidencia, para que la Última Reversión se enganche y todo
cambie. Eso es todo. Y puede hacerse en un instante, en un soplo.
Sobre todo para aquellos que han buscado, y buscado, y buscado, desde
tiempos inmemoriales, en otra parte que en ellos, encontrando una justificación
según lo que habían visto en este mundo, según lo que habían estudiado en este
mundo. Pero sabéis que cualquier conocimiento de este mundo, sólo es
ignorancia. El verdadero conocimiento no está fuera, está dentro. Y mientras
vuestra conciencia no se interese por lo de adentro, y busca encontrar unas circunstancias
exteriores, no podréis ser libres.
Pero ahora, la manera en la que formulas la pregunta, tienes tu respuesta.
Basta con releerte. Pero no cuentes conmigo para decirte si hacer esto o hacer aquello.
Te expongo simplemente que no necesitas estar tranquilo exteriormente: la tranquilidad
es interior. Y podéis estar desbordados de actividades, de obligaciones, y estar
tan disponibles para lo que sois. Os digo: es una coartada, un pretexto y nada
más.
...Silencio…
Entonces, ¿alguien aquí quiere intercambiar, preguntar, testimoniar?
... No hay más preguntas
escritas.
...Silencio…
... Las preguntas no
vienen.
De todos modos, todas las respuestas están ahí, por vuestra Presencia.
...Silencio…
Incluso este Silencio es Evidencia.
…Silencio…
Entonces, ¿habéis agotado todas las preguntas, todas las interrogaciones,
todos los testimonios?
...Aparentemente, sí.
Entonces si preferís permanecer en silencio, ¡quedémonos ahí!
...Sí, todo el mundo
está de acuerdo.
Entonces nos quedamos en Silencio. Una ola de Luz, y no soy yo, debería
llegar en dos o tres minutos. Y en ese momento, me juntaré a vosotros, en esta
fusión en Eternidad. Vamos a sincronizarnos con lo que va a llegar, por la
cabeza o por los pies, será según.
…Silencio…
Eh bien BIDI se junta a la llamada al orden de la Luz en cada uno de vosotros.
…Silencio…
¿Percibís esta densidad del Silencio y de la Evidencia?
...Sí.
…Silencio…
Pregunta: Me parece a mí, cuando la
ola llega, que oigo como si rodaran unas grandes piedras, o como si hubiese un
trueno a lo lejos.
Es un zumbido, más bien.
...Sí.
Es normal, no es el sonido cristalino. Pero en las primeras etapas cuándo,
cómo decir, el complejo cuerpo mental
afloja la presión sobre el Sí, hay, como en las salidas fuera del cuerpo, este
zumbido. Pero se afinará muy rápidamente.
...Gracias.
…Silencio…
¿Seguís sin querer preguntar nada? ¿Decir algo?
...No.
Eh bien entonces, acabaremos esta sesión en el Silencio y la Evidencia, del
Amor, de la Sabiduría, de la Verdad.
…Silencio…
Eh bien, ahora BIDI va a retirarse, pero vosotros, os quedáis ahí. Porque
como la llamada al orden de la Luz está parándose, también voy a dejaros a
solas, y vais a ver que tenéis la misma intensidad, la misma calidad, de
Silencio, de Evidencia.
Sobre todo no habléis.
BIDI os saluda. Y os dice… cómo dicen los Ancianos… «Hasta siempre».
Y quedaos así, vais a ver…
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A través de JL
Traducci+on: equipo de traductores