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Soy Gemma Galgani. Hermanas y hermanos en la carne,
que la Paz y el Amor de Cristo se revele en vosotros. Permitidme primero,
comulgar con vosotros en silencio…
…Comunión…
Hoy me presento a vosotros como portadora de la Estrella
Unidad.
Hace muchos años, y tal vez podáis encontrarlo en
algunos testimonios de mi vida, a los que os remito, si queréis más
explicaciones, sobre lo que viviréis y lo que vivís. Es el reencuentro con lo
Invisible, con la Verdad en todos sus aspectos, en todas sus facetas, tal y
como demostré en mi corta vida sobre la tierra.
Porque al vivirlo de forma progresiva, muchos de
vosotros, desde hace ya algunos años, vuestros contactos con lo Invisible se experimentan
cada vez con más frecuencia cualquiera que sea el modo operatorio. Todos esos
contactos, todas esas experiencias que se os han propuesto y que vivís, derivan
por supuesto del proceso que está en curso desde hace muchos años y que
conocéis en cuanto a su finalidad. Hoy,
más que nunca, os es posible a todos, independientemente de las condiciones
previas que hayáis experimentado hasta hoy, y del lugar donde os encontréis, en
vuestra conciencia y en vuestra vida.
El despliegue de la Luz y de la Eternidad, os permite de
diferentes formas, comunicar, comulgar, ver, sentir y experimentar las relaciones con esos
pueblos y esas conciencias de aquí y de otras partes, que no están encerradas.
Paralelamente a eso y a los procesos vibratorios que pueden estar presentes en
vosotros, muchos os dais cuenta de una mayor intensidad en dichas relaciones.
Ellas se vuelven más evidentes y más reales en cierto modo y además, esas vivencias
os hacen ver que no sirven para acumularlas, sino para acercaros más a lo que
sois que nada tiene que ver con lo que podéis conocer en este mundo, ni incluso
en lo que podríais nombrar “vidas pasadas”.
En efecto, lo que sois no depende ni del bien, ni del
mal, ni de ninguna dimensión, ni de ninguna forma. Podría decir que sois Espíritu
puro de Luz y Espíritu puro de Amor y que todo lo demás es accesorio, sea cual
sea vuestra forma e incluso vuestras experiencias dentro de los mundos libres,
pero todo eso se os ha explicado y algunos de vosotros lo habéis experimentado
con más o menos agudeza y evidencia.
Sean cuales sean vuestras percepciones hoy, el despliegue
de la Eternidad dentro incluso de vuestro efímero, os da una proximidad mucho
mayor que las experiencias vividas hasta ahora. Además, muchos de vosotros
–como se os ha explicado-, descubrís que más allá de vuestro cuerpo, hay otro
cuerpo que sentís, no solo por las vibraciones, sino directamente por la
capacidad de vuestra conciencia para, por ejemplo, ubicar diferentes zonas de
ese nuevo cuerpo que está presente ahora.
Eso puede ser confuso, pero está acompañado, como veis,
por momentos de gran Felicidad y mayor facilidad y evidencia, suceda lo que
suceda sobre el plano ordinario de vuestra vida, como vuestros problemas,
preocupaciones o alegrías.
Eso quiere decir claramente, que el Amor ocupa todo el
espacio y que vuestra conciencia, como un todo, está más y más anclada en lo
desconocido que se revela aquí mismo, a través de la conciencia ordinaria y de
este cuerpo de carne, mostrándoos, más allá de las experiencias, la Paz, la
Alegría, la Certeza y la Evidencia de lo que se vive.
Como se os ha explicado, en un momento dado, y más allá de esta
Eternidad, se pondrán en funcionamiento una serie de mecanismos cuyo propósito
es muy simple. Es demostraros a través de la experiencia que la Vida en la
Eternidad, no se puede comparar con la pesadez de vuestro mundo. Sea cual sea
la ligereza de vuestra vida, en sus placeres, en sus satisfacciones, os conduce
de forma inmediata o progresivamente, a estableceros realmente en ese cuerpo de
Eternidad, del que percibís ya los movimientos. La escena de vuestra vida se
aclara y os muestra, en ciertas circunstancias, lo Invisible que siempre ha
estado ahí y del cual estáis completamente aislados y separados.
Existe también un mecanismo de la conciencia, en su
totalidad, que se manifiesta por lo que se ha explicado, donde vuestra forma
desaparece, incluso la del Etreté y donde no queda más que la vacuidad.
Entonces, eso se expresa en vosotros por esa Luz Blanca donde no se distingue
ninguna forma, o como ha sido el caso para algunos de vosotros, tener lo que se
podría llamar una pantalla negra donde no hay ni imagen, ni color, ni visión,
ni percepción, sino algo que emana Paz y
Serenidad.
Por tanto, entráis de lleno, en la verdadera realidad;
deslizándoos poco a poco y preparándoos completamente, para vivir la Eternidad,
tanto en esta Tierra como en cualquier lugar; no habrá diferencia.
Pero la intensidad de lo que acontece en este momento,
como se os ha explicado, no permitirá a muchos de vosotros, proseguir al mismo
tiempo con vuestras obligaciones, vuestra vida efímera, porque la Vida Eterna
os atraerá a la Belleza, a la Verdad y a la Evidencia para el que diga SÍ a la
Eternidad y SÍ a la Verdad.
Sean cuales sean vuestras aficiones y vuestros apegos a
este mundo, existe un desapego real que no habéis pedido ni buscado, pero que
es la consecuencia directa de lo que está sucediendo en este momento, en esta
fase final de la Ascensión de la Tierra y de la liberación de la humanidad.
El Amor incondicional puede llevaros en sus brazos en
muchas ocasiones, no solo en situaciones interiores o íntimas, sino en el
trabajo que podríais llamar todavía “espiritual”. Es decir, que dentro incluso
de lo cotidiano, esos procesos que hace un tiempo, podían parecer imposibles o
maravillosos, despliegan su majestad en vuestra conciencia y se experimentan
con mucha más facilidad y evidencia. Y esas idas y venidas entre la conciencia
de lo efímero y lo que sois de Verdad, se acompañan poco a poco de una
relajación de todas las formas de apego a este plano donde estáis todavía.
En este momento, pase lo que pase tras la Llamada de
María, durante o después, ninguna de las circunstancias de este mundo, incluso
el desorden de ciertas situaciones, podrá imprimir nada en vosotros. Porque
estaréis casi permanentemente instalados en la Eternidad, a pesar de la
presencia de este cuerpo y a pesar de la presencia de los hábitos que son
automáticos en vosotros.
Y sabéis, a través de todo lo que habéis experimentado
hasta ahora, que cuanto más os abandonáis y dejáis ir todas las certezas
relativas a este mundo, más se os ofrece y os llena la Verdad al cien por ciento.
No se trata aquí de posesión, ni incluso de relación, es simplemente cuestión
de la verdad del Amor, porque es lo que ahora se manifiesta.
Como se os ha dicho, incluso a veces, a través de sucesos
dolorosos para la persona, como fue el caso antes de mi muerte… tan joven. No
me arrepentí, porque lo que vivía era tan intenso, con mi Ángel guardián, con
mi esposo, Cristo, que estando perfectamente viva y de ninguna manera limitada,
todo lo que ocurría en este mundo no podía enfrentarse, ni compararse con esa
belleza de allí. Y eso es exactamente lo que os está sucediendo.
Entonces, por supuesto, se os ha pedido que seáis
humildes, simples, para facilitar eso. Además, sois muchos los que encontráis
que en ciertas ocasiones, el estado del Ser, el estado de la Luz, el estado de
la Verdad, se acomoda a veces muy mal a ciertas convenciones relacionadas con
la vida de este mundo. Es decir, que no podéis hacer trampas; hasta ahora
podías pretender y mantener –eso se os ha pedido-, tanto como fuera posible,
vuestras ocupaciones, vuestras actividades y vuestras relaciones.
Hoy, la nueva octava hace que la Luz sea tanta, que
la dosis de Amor, la intensidad de este Amor incondicional, ocupe
progresivamente y a veces de inmediato, todo el espacio de lo que sois, dejando
cada vez menos sitio a lo que podía quedar todavía como los objetivos de este
mundo e incluso vuestras metas. Lo que habéis construido, buscado, asentado, os
parece cada vez más alejado de vuestras preocupaciones.
La luz, el Amor y la Verdad, toman todo el espacio
de vuestra conciencia, obligándoos a veces a ciertos reajustes que pueden
reflejarse, como sabéis, en vuestro cuerpo. Pero hoy, eso se manifiesta cada
vez más directamente en vuestra conciencia; y en la conciencia no hay necesidad
de sufrir, quizá a veces, alguna pregunta sobre los cambios que se producen que
rompen los hábitos, incluso los más estabilizadores y equilibrados. Esto no
debe alarmaros, sino incitaros siempre más, a mirar al Blanco, mirar a la
Vacuidad, a la Eternidad, al Amor que viene a cubrir todo el espacio de vuestra
conciencia y de vuestra vida.
La realización de la Ascensión de la Tierra y de
vuestra liberación, no es una palabra vacía, porque ahora, sois muchos los que
vivís esta apertura hacia lo Desconocido, hacia lo Invisible, aquí mismo,
aunque no tengáis palabras ni explicaciones que además no son importantes. Pero como siempre, es la experiencia la que prima sobre
todo lo demás, y viviendo eso, os daréis cuenta de la futilidad de lo que aún mantenéis
en el cuerpo y en el corazón.
Y así, a muchos de vosotros se os ofrece, antes de la
Llamada de María, la oportunidad de comprender, más allá de toda palabra, y vivir
de manera simultánea, la superposición de la Eternidad sobre lo efímero y la
disolución de lo efímero.
Esto concierne, por supuesto, tanto a vuestro cuerpo
antes de la Llamada de María, como a vuestras obligaciones. Porque, ahora,
ninguna resistencia puede oponerse a la Verdad. Incluso vuestro cuerpo, que
podía todavía expresar, por hábito y por comportamiento, ciertos dolores,
ciertos sufrimientos, ya no puede manifestarlos, debido a que ahora, el
objetivo y el punto de impacto es siempre y será cada vez más, vuestra
conciencia pura y no las relaciones con nadie, ni incluso con nosotros. Aunque
estas continúen y se amplíen, lo importante es el resultado observado y vivido
en vuestro pecho y en vuestra conciencia pura. Aunque no percibáis la energía,
la vibración, hará cada vez menos diferencia.
Muchos elementos desconocidos se manifestarán a vosotros,
de diferentes maneras. Lo que se revela en lo Invisible, os llama a la Verdad y
a lo Invisible también, en relación con este mundo. Esta llamada se realiza
ahora sin descanso, en múltiples ocasiones y eso, independientemente de estar exclusivamente
vinculados a vuestras relaciones y a vuestros momentos interiores.
Hay una forma de aclimatación que se lleva a cabo aunque
os resistáis a ello, aunque no sepáis de lo que se trata, pero la resultante es
siempre, más liviandad, más disponibilidad para el Amor y la Verdad. Y eso es
lo que os llena; más que todos los placeres de este mundo, conduciéndoos
progresivamente a no dar más peso a los problemas, a este mundo, a vuestro
cuerpo, a vuestra vida así como a vuestras alegrías pasajeras. Porque la Verdad
es una Felicidad sin fin y con la cual, ningún elemento de este mundo, en la
actividad que sea, puede compararse. Y lo mismo, con la relación más perfecta y
con las experiencias más intensas que hayáis podido vivir algunos de vosotros.
Más allá del hecho de tener, a veces, preguntas o incluso
estar desestabilizado por lo que sucede en vuestra Eternidad, una vez pasadas
las primeras sorpresas, aceptaréis eso porque sentiréis y sentís ya, que solo
eso os aporta la Paz verdadera; la que no depende de ninguna circunstancia y
que os lleva a la Alegría, a la Ligereza y, sobre todo, a la visión de esta Luz
magnífica en vuestro interior, allí donde nada es necesario, porque todo está
incluido.
Por supuesto, en el desarrollo de vuestra vida, podemos considerar
que hay un lado en que tenéis que manejar: lo efímero. Por otro lado tenéis la
Verdad, el Absoluto y, entre los dos, está el terreno de las experiencias, de
lo que se reúne y produce una mezcla de los dos, a veces confusa, a veces
explosiva, pero que no deja ninguna duda sobre la Verdad del amor y de la Luz.
No se trata solo de experiencias, incluso las más
fabulosas, no se trata solo de estados de Éxtasis, sino como una forma de
Íntasis que está destinada a convertirse en perpetua. Diría incluso, más allá
de todas las vibraciones y de todas las experiencias. Porque, viviendo eso solo
una vez, no podéis poner en duda la veracidad de ello.
¡Realmente, os reconocéis!, no a través de una historia,
no a través de vuestros afectos, vuestros placeres, vuestro personaje, sino verdaderamente
en Eternidad. Y ahí, veréis que hay ligereza que contrasta aun más con lo que
pueda heriros en vuestro efímero, incluso en los aspectos más insignificantes.
Eso os permite, no calibraros o mediros, sino determinar
con precisión, la enorme diferencia entre vuestra vida dentro de la persona y
en la Eternidad. No olvidéis que os encontráis con lo que siempre ha sido y que
el velo del olvido vinculado a la encarnación en este mundo, se disipa ahora,
muy rápidamente.
Eso representa también una oportunidad y, de alguna
manera, una gracia consecuente para poder descubrir y vivir, lo que hace unas
decenas de años, estaba reservado exclusivamente a ciertos seres que estaban
predispuestos. Pero hoy, todos vosotros estáis predispuestos a eso. Vivirlo y
reconocerlo, aceptarlo como una Evidencia tal, que todo lo que quede de efímero
os afectará cada vez menos; terminando, como sabéis en el momento de la Llamada
de María, en la estasis y en la desaparición de este mundo; llevándoos a
resucitar, renacer de nuevo como Cristo dijo.
A menudo y especialmente si vuestra vida es tranquila,
eso se realizará con facilidad, evidencia y serenidad. El Éxtasis puede
conjugarse con la Íntasis, con la pantalla blanca o negra, poco importa; pero
no hay nada más que la pureza de la Vacuidad. No podréis confundir ya, lo que
el ego podía llamar “la nada” con esta sublime Verdad. Porque, os recuerdo, que
eso está inscrito, a pesar del confinamiento, en lo más profundo de vuestro
pecho. Además, ninguna vida podría manifestarse, sea cual sea el encierro, si
no hubiera una chispa de Vida, esa chispa llamada “Divina”, esta Llama por la que
todos somos uno.
Así pues, sean cuales sean vuestras preguntas, todavía a
veces, vuestra necesidad de explicaciones o comprensión, no podéis dudar de lo
que se vive. Eso será cada vez menos fugaz y cada vez más presente dentro de lo
efímero; eso aumentará sobre todo el Amor que se manifiesta e irradia en este
mundo. Descubriréis sin buscar nada, la evidencia de la Dulzura, la evidencia
de la Transparencia y la Infancia. Ni siquiera se trata de un camino por
recorrer, sino simplemente llegar a la evidencia que está ahí con cualquier
intensidad. Notaréis que esta Paz no puede obtenerse en ningún estado de
oración, meditación ni en ningún aspecto de la vida, sino dentro de vuestro
pecho.
Es eso lo que el Comendador y otros intervinientes os han
dicho recientemente, que era la fase final de la Ascensión de la tierra y la
fase final de vuestra libertad que ha sido llamada “Liberación”. Y es así
realmente, como lo viviréis. Como una liberación del peso, de la carga, como una
liberación de lo pasajero, que os llena de alegría o miedo, pero eso pasa.
Descubriréis la inmutabilidad del Amor, más allá de todas las formas e
historias. De alguna manera es la actualización del Juramento y la Promesa, previa
a la Llamada de María. Porque las circunstancias que se producen así, están
dictadas por la Inteligencia de la Luz, observéis lo que observéis en el mundo
o en vuestra vida.
Es decir, que más allá de todos los sufrimientos, ya sean
corporales, sociales o psicológicos, existe esta Verdad que os espera. Todo
depende de hacia dónde volvéis vuestra conciencia y vuestra mirada, pero no
podréis ya fijar vuestra mirada sobre ambos al mismo tiempo. ¡No querréis!
Porque la ligereza es preferible a los placeres de este mundo y porque la
Verdad no se termina nunca.
No hay nada que sopesar o medir sino solamente rendirse a
la evidencia. Es así como realmente ocurre y ocurrirá. En ese sentimiento de
Libertad y en esa experiencia de Libertad interior, es como comprenderéis que
lo que hacéis en este mundo es solo un juego mórbido. Incluso en las
actividades más beneficiosas de ayuda, solo mantenéis el hecho de la ilusión.
Solo en el Amor, en Cristo si queréis, se encuentra la Verdad y el Gozo que
nunca pueden detenerse. Y solo viviéndolo sin buscarlo, os lo demostraréis a
vosotros mismos, porque no puede haber
ningún argumento válido frente al Amor, frente a la Liberación.
Permaneced en la humildad y en la simplicidad. Os lo
hemos repetido innumerables veces. Dejad que la Vida os viva. Continuad con
vuestro efímero si la Luz lo permite. No
sois vosotros los que decidís hacer esto o aquello. No sois vosotros los que
decidís meditar o vivir tal experiencia, porque el mandato y el impulso de la
Luz y el impulso Metatrónico, no os dejará elección, y cada vez menos. No puede
haber ninguna justificación ni demora en la manifestación de la Luz, de vuestra
Eternidad, de la Verdad.
Lo que, incluso hoy, pueda pareceros a veces, dudoso o
resistente, tendrá muy pocas oportunidades para expresarse a partir de ahora. Y
será así, digan lo que digan vuestros allegados, sean cuales sean vuestras
obligaciones, diga lo que diga la sociedad; porque estaréis tan arraigados a
esta Verdad del Amor, en vuestra experiencia, que ningún argumento podrá
mantenerse ni podrá conduciros a cosas ya desactualizadas, que son pasajeras y
que casi con seguridad, ya no existen.
Por supuesto, eso cambiará vuestro punto de vista,
vuestro estado, vuestras relaciones con el mundo y todo lo demás, así como a
vosotros mismos. Más allá de los primeros momentos de aprendizaje, entenderéis
rápidamente dónde está la Verdad y dónde no, y eso más allá de cualquier
explicación, palabra o experiencia.
Vuestra mirada brillará realmente de una forma nueva.
Vuestros sentidos habituales, que conocéis, serán magnificados en algo
diferente, profundamente más grande y más justo.
Pase lo que pase, contentaos con acogerlo y mirarlo, a
medida que se revele la Eternidad, contentaos con aceptarlo y ver la Paz, la
Alegría que crece y que no habíais conocido hasta ahora, más que en algunos
momentos íntimos o en los contactos con la naturaleza, con nosotros o en la
Teofanía.
Eso quiere decir que eso sucederá inopinada y
espontáneamente, sin buscar nada, sin pedir nada, sin esperar nada. Cuanto más
presentes y disponibles estéis, cuanto más humildes y trasparentes, más
fácilmente se producirá y con más persistencia. Os reiréis entonces de vosotros mismos y vuestra verdadera compasión
brotará de vuestro Corazón hacia toda vida, hacia toda conciencia y hacia todo
error.
Habrá cada vez menos posibilidades de discutir,
argumentar, justificar, repito, porque la Evidencia será tal que no habrá necesidad
de ninguna justificación y, todavía menos, de ninguna demostración. Lo que se
abre desde hace unos días, es eso verdaderamente, sin ninguna duda y, repito
una vez más, hayáis vivido o no los procesos de vibración; eso no cambia nada.
Y sabéis también que hay hermanos y hermanas e incluso
entre vuestros allegados, que deben ignorar todo eso y no vivir nada de eso,
hasta la Llamada de María. No es ningún castigo, sino al contrario. Esa demora
y esa latencia es necesaria para esos hermanos y hermanas, por múltiples
razones. No sirve de nada saber sino simplemente comprender realmente que cada
cosa está definitivamente en el lugar apropiado, en cualquier aspecto que se
tome de su vida o sobre el caos del mundo que llega a grandes pasos.
Lo importante no es el caos; lo importante no es este
mundo, aunque este mundo haya sido necesario para encarnarlo y así es como lo
habéis manifestado y así lo viviréis. Pero, en un momento dado, incluso eso
debe ser liberado y no sois vosotros los que lo decidís: es la intensidad de lo
que sois.
Entonces, que eso suceda o haya sucedido, el período es
propicio ahora para daros cuenta de ello. Y recordad que eso se realiza solo. Aunque queráis
–y eso se os ha recomendado además-, ir a la naturaleza, cambiarlo por la Teofanía,
encontrar a los Pueblos de la naturaleza o al pie de vuestra cama con ciertos
Ancianos, Estrellas o Pueblos galácticos, hay reminiscencias que se vuelven más
precisas ahora.
Y os garantizo, que eso no son sueños, aunque
tengáis la tendencia a llamarlos así todavía. Es realmente lo que vivís. Y es
vuestra vida la que os aparece cada vez más como un sueño, o para algunos, como
una pesadilla. Sean cuales sean los placeres y las posesiones que tenéis,
porque os habréis dado cuenta que eso solo tiene un tiempo y no sirve de nada
en vuestra Eternidad.
Muchos místicos os han mostrado eso, pero eran
Seres, que tuvieron en su época, un camino particular. Muchas Estrellas os lo
hemos explicado y os hemos dado numerosos testimonios. Donde volváis vuestra mirada, tanto en Occidente como en
Oriente, tanto en Asia como en Arabia, tenéis seres que han podido, por su Amor
y sin querer, extraerse de la ilusión; no huían de nada, ellos simplemente
buscaban el Amor.
Hoy, el Amor os ha encontrado; tanto si lo sentís o no,
tanto si lo vivís o no, porque el Amor y la Alegría están por todas partes,
aunque constatéis en un primer momento que eso puede ser conflictivo, que puede
ser guerrero. Puede parecer difícil de vivir, pero la verdadera Vida está en
vosotros no en el exterior. De eso os dais cuenta.
El Reino de los Cielos está dentro de vosotros y ninguna
circunstancia de este mundo, ninguna representación de este mundo, os llevará a
entender lo que Bidi y otros Ancianos, generalmente de origen hindú, os dijeron
que este mundo era Maya, ilusión total. Y, sin embargo, es en este mundo donde
has encontrado eso. Pero lo que habéis encontrado o lo que hay en vosotros, no
os permite jugar más el juego de la ilusión y lo permitirá cada vez menos,
penséis lo que penséis. Y, además, sabéis que en el momento de la Llamada de
María, nadie podrá dedicarse a ninguna ocupación aunque resista. Así que, ¡no
resistáis!
Ahora que el Amor os ha encontrado, ¡Acogedlo! Acoged
siempre y todavía más a la Luz. No pidáis nada, dejaos atravesar y seguid las
líneas de la evidencia, de la facilidad.
No hablo de los placeres o de cosas que os hagan evitar
las molestias de cualquier situación. Porque a veces debéis pasar por ellas
otra vez, pero enriquecidas por esta Verdad. Eso significa que, sea cual sea
vuestro estado de ánimo relacionado con una situación, con una pérdida, con un
sufrimiento, con una enfermedad, la Alegría tomará la delantera y el Amor
también, y eso pondrá fin a la ilusión, a Maya. Vosotros estáis muy vivos
mientras este mundo se muere. Pero muere porque es el fin de la vida, sea cuales
sean las apariencias, las corrupciones, la degeneración de todo lo que veis por
todas partes.
Si veis el Amor, eso no representa nada. Solo el ego no
ha superado, de ninguna manera, la creencia en su inmortalidad, que reacciona y
pide actuar.
El sí, quiere todavía proyectar la Luz y piensa que todo
va a mejorarse, pero el que está dentro de la Verdad se ríe de todos esos
juegos, de todas esas ilusiones. Él no las condena. El Amor nunca corrige
errores; se contenta con estar ahí, como estáis vosotros, y deja actuar a la
Luz.
Por supuesto, en ciertos casos, necesitáis a vuestra
persona. Pero incluso en eso, notaréis que
si confías primero en el Amor y en la Luz que están ahí, el esfuerzo que
debéis realizar será mucho menor y los eventos que deben resolverse en vuestra
vida efímera se solucionarán de manera mucho más fácil. Y también, a pesar del
sufrimiento inicial, con toda ligereza y, sobre todo, con toda Evidencia.
¿Quién sería tan loco, incluso el más ateo, el que no
cree en nada, resistir al Amor cuando vive eso?
Habrá muchos cambios de punto de vista y de
posicionamiento donde los hermanos y hermanas de vuestro entorno, quizá muy
cercanos, que se oponían a esta noción del fin del mundo, de un mundo, van a
darse cuenta que es Verdad.
Otros también, entre vuestros allegados, se colocarán
cada vez más, en oposición y en confrontación con vosotros. Porque el que tiene
miedo, no tolera vivir el Amor que ve en el otro…, para él es intolerable. Y
como lo hacéis visible a través de vuestra mirada, a través de lo que sois, no
os sorprendáis de reacciones, a veces, particulares. Pero esas reacciones no os
desestabilizarán. Ellas son para el que las emite, una forma de aceptación.
Pero vosotros veréis también que no tenéis resentimiento hacia nadie, si no es
ya el caso. Solo podréis ser lo que sois y nada más.
Sean cuales sean los rasgos de vuestra personalidad o los
rasgos vinculados a vuestros orígenes estelares que -como se os ha explicado-,
han representado hasta hoy, un obstáculo, una molestia para ver la Verdad, se
manifestarán cada vez menos. Entonces os reiréis de vuestros enojos, de
vuestras costumbres, de vuestras enfermedades, de vuestros comportamientos, de
vuestras actitudes frente a vosotros mismos y frente a vuestras relaciones. No
podréis hacer trampas, no podréis mentir aunque lo deseéis, solo podréis ser
verdaderos. ¿Quién puede en ese momento, elegir todavía el conflicto, el karma,
la evolución, ante la intensidad de la Alegría y de la Verdad?
Por tanto, como se os ha dicho, a veces todo se
desvanecerá: vuestros sentidos, vuestro cuerpo parecerá balancearse, vibrar,
estar cubierto de otra cosa; pero, ¡la Alegría estará allí! Pasadas las
primeras inquietudes y las primeras cuestiones lógicas de vuestro mental o del
observador, el mismo observador, como sabéis, desaparecerá en la Alegría,
porque solo podrá percibirse el Blanco de vuestra propia Llama de Vida y de
Eternidad.
Entonces, los días que os esperan y que vivís ya, sea
cual sea su apariencia, no son nada en relación con esa Verdad y eso lo
comprobaréis vosotros mismos. Os he dicho que no tenéis nada que pesar o
sopesar. La Evidencia será tal que no necesitaréis palabras, ni vuestra razón,
ni un aviso exterior, ni incluso, una confirmación de nada. Así es el Amor y
así es la Verdad en emanación por toda la Tierra. Y veis, en el juego de
vuestras sociedades en todos los países, la acción de los elementos a cualquier
nivel. Pero incluso al nivel de la sociedad en todos los países, bajo
diferentes formas, por supuesto, dependiendo de cómo funcionan los países, que
existe una sed de libertad que nada puede detener. Aunque eso sea expresado con
violencia o con reivindicaciones que son falsas, veréis que detrás de eso no
hay más que la sed de la Libertad y la llamada de la Verdad, nada más. Aunque
las personas no puedan formularlo ni explicarlo, aunque se sea torpe en la
forma en que se expresa o se reclama. Porque nadie podrá escapar a la Libertad,
como sabéis.
Así que las fuerzas opuestas a esta Libertad, juegan, de
alguna manera, su juego máximo, con necesidad de control, de represión y de encierro
a todos los niveles. Pero muchos de vosotros ya no estáis engañados. No porque
veáis claramente las cosas, ellas han estado siempre ahí, no más que antes,
sino porque estáis más cerca de la Verdad y eso os parece intolerable e
insoportable. Estad seguros que la Luz se encargará de ello y se encargará cada
vez más. Solo tenéis que ser vosotros mismos. No tenéis que hacer nada en
relación con esas falsedades que veis, tanto si es en vosotros o en vuestro
país, como en vuestra región, en vuestra familia, en vuestros vecinos, en
vuestros hermanos y hermanas que veis con regularidad.
Como habréis comprendido, es lo que está sucediendo
ahora, en este momento. Estoy hablando del futuro, pero no es mañana; esto
sucede para todos vosotros. Ciertamente, con intensidad diferente, pero el
proceso está comprometido definitivamente. Y no dudéis que, en un momento dado,
con Llamada de María o no, con visibilidad de Nibiru o no, la situación será
insostenible para los pueblos, para los individuos, para las familias. Pero no
importa, la situación es insostenible porque no tiene razón de ser. Ella os
instará a volveros definitivamente hacia el Corazón haciendo caso omiso de
vuestras obligaciones, vuestra familia, vuestros hijos, vuestros padres,
haciendo caso omiso de todas vuestras responsabilidades. Pero eso no es lo que
habéis elegido, eso no es lo que habéis decidido y eso marca la diferencia.
Nosotros os hemos dicho siempre que llevarais vuestra
vida lo mejor que pudierais; pero hoy, el estado de despliegue de la Luz cambia
el juego. Porque el Amor quiere todo el lugar, no admite ninguna mentira y todo
lo que está falsificado, todo lo que está oculto explotará en la cara de los
que lo han ocultado o falsificado.
Esto no es una retribución, no está relacionado con
ningún karma sino que es solo el restablecimiento completo de la Luz, antes de
la Llamada de María y antes de la Ascensión de la Tierra y vuestra Liberación final.
¿Qué más queréis? Las pruebas abundarán todos los días, tanto en vosotros como
a vuestro alrededor. No os fiéis de las apariencias. Dejad que vuestro Corazón
vea lo que hay detrás de las apariencias, de todos los sufrimientos, de todas
las animosidades, de todos los conflictos; ved que la Libertad está detrás.
Nada es contrario a la Luz. ¿Cuántas veces os lo hemos
repetido? Cualquiera que sea la experiencia, cualquiera que sea el dolor, en lo
sucesivo el dolor se resuelve en el Amor. No hay otra alternativa, no hay otra
posibilidad. No hay más que
Amor y Verdad. Y eso va muy mal con vuestro personaje aunque sea el más
refinado y el más liberado.
Todo es simple y cuanto más complicadas sean ciertas
situaciones, más simple será en vuestro interior. Buscad el Reino de los Cielos
que está en vosotros y lo demás se os dará por añadidura.
Y ahí, no tenéis que buscar ya. Como os he dicho, la
Luz os ha encontrado ¡individualmente y colectivamente!, sean cuales sean las
apariencias, sean cuales sean los acontecimientos anunciados que deben
producirse para ir hacia más libertad. No en este mundo, porque la libertad de
este mundo no quiere decir nada, sea cual sea el dinero o la felicidad que
tengáis.
Siempre habrá una contingencia vinculada a vuestra
forma y, sobre todo, a vuestra muerte y al olvido, sea cual sea la intensidad
con que lo vivís. Por el contrario, la verdadera Vida en el Amor, tal y como se
os ha contado y tal y como mis hermanas Estrellas os han expresado, o cuando
miréis la vida de los Santos, los Místicos, eso que os parecía tal vez
inaccesible y lejano de vuestros intereses, de lo que teníais que hacer en este
mundo. Pero vais a comprender
por qué esos Seres abandonaron todo –fijaos entre los primeros Místicos que
siguieron a Cristo; seres como el que fue nombrado “San Francisco de Asís” que
era extremadamente rico e hizo un voto de pobreza-, eso os concierne ahora a todos. No hay ninguna
circunstancia ni ningún obstáculo que impida ser la Luz que sois. Y cuanto más
lo asumáis, aunque tome la forma de un sacrificio en la conciencia ordinaria,
esta noción de sacrificio tomará para vosotros otro valor. Porque el
sacrificio, no es tal. Os permite encontrar lo Sagrado y, sobre todo, vivir
vuestra Resurrección, sin animosidad, con evidencia.
Entonces, decid ¡SÍ al Amor! Decid ¡SÍ a la Verdad! No
tenéis nada más que hacer, solo aceptar lo que se vive y cuando eso es difícil
de vivir, ¡volveos hacia dentro! El Amor está ahí. Aunque no percibáis las
vibraciones, las energías, vuestra conciencia
lo sabe, vuestro pensamiento también, aunque sea contrario al Amor, a
través de lo que atravesáis como un resentimiento, la tristeza, el miedo, el
sufrimiento, una aprensión; ninguno de esos elementos puede imponerse cuando el
Amor se manifiesta.
Entonces sí; he venido a deciros que os regocijéis a cada
minuto, que disfrutéis de vuestra vida con intensidad, en todo momento; tanto
en las relaciones efímeras como en las comunicaciones con los otros planos, en
la historia que se termina o en una enfermedad. No olvidéis que el bálsamo del
Amor es a partir de ahora accesible a todos con mayor intensidad, con mayor
evidencia.
El Comendador os dijo hace mucho tiempo: “poned el Amor
en todas partes, delante, detrás…”, aquí no necesitáis colocarlo, ¡está ya!
Solo hay que verlo, aceptad mirar dentro de vosotros y no juzgar las
apariencias, incluso las opuestas aparentemente a la Luz. Ellas están ahí solo
para dejar que estalle la Alegría de la Luz y nada más, en cualquier situación.
Aceptad eso y lo comprobaréis sin ninguna dificultad a medida que pasen los
días.
Nunca estaréis más preparados que ahora y estaréis cada
día más listos para vivir lo que hay que vivir: la Llamada de María, la
confrontación con todo lo que está anunciado. Es así como ayudaréis y serviréis
a la humanidad y permitiréis que suavice lo que deba pasarse y atravesarse,
tanto por vosotros como por todos.
Aunque a veces, eso llame a vuestro personaje a acciones
precisas, emitid una intención, confiad en la Luz y dejad que actúe. No
necesitáis involucraros demasiado.
Estas han sido mis palabras. Queda ahora vivir una
Teofanía con vuestra pequeña Gemma. Si queréis, estéis donde estéis en este
momento preciso donde me estéis oyendo o leyendo, no importa, porque lo que os
propongo está más allá del tiempo y más allá del espacio, por supuesto. Y estoy
presente en todos vosotros aquí y en otras partes.
Así que ahora es el momento de quedar en silencio y acogernos
los unos a los otros en Verdad, en Unidad, en Fraternidad y en la Paz de
Cristo.
…Teofanía…
Soy Gemma Galgani, vuestra pequeña hermana, Estrella
Unidad; os amo y os ofrezco todas mis bendiciones con toda simplicidad y todo
Amor.
Soy Gemma Galgani y os digo, hasta siempre, hermanas y
hermanos en la carne. No nos dejaremos nunca y os digo, hasta siempre.
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A través de JL
Traducción: equipo de traductores
Traducción: equipo de traductores