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martes, 9 de julio de 2024

La FUENTE – Jean-Luc Ayoun De corazón a corazón Un encuentro íntimo 7 de julio de 2024

Amigo mío, Amado mío, ha llegado el momento de encontrarte. Recuerda el Juramento, recuerda la Promesa. Recuerda el Éter Primordial que eres. Recuerda el momento en el que no había necesidad de memoria ni recuerdo. Recuerden el Gran Silencio que son y más allá de la memoria de cada partícula de su consciencia, en este mundo como en todos los mundos, ha llegado la hora del Llamado, del Llamado de ustedes mismos para ustedes mismos.

Ha llegado el momento de entregarse. Ha llegado el momento de entregarse a lo que siempre han sido antes del nacimiento del tiempo, antes del despliegue del espacio, incluso antes de que pronunciáramos nuestros Juramentos y nuestras Promesas. Es hora de entregar. Es hora de encontraros porque, en Verdad, nunca os habéis perdido. Sólo habéis recorrido los caminos de la creación. Has recorrido todos los caminos. Viste y manifestaste todas las posibilidades, e incluso lo imposible se logró.

No hay rincón del espacio que no hayas explorado. No hay tiempo que te sea desconocido o que no hayas vivido. No hay forma de que no te hayas casado. Todo lo que recorriste fue como un sueño, en cualquier dimensión o función. Jugaste el juego de la vida. Jugaste el juego de la muerte y el olvido. Has experimentado la variedad de sentimientos, la variedad de formas y has explorado todas las octavas de la creación.

Pero hoy no hay tiempo para pensar en eso. Hoy ha llegado el momento de acogeros, sin límite y sin freno, allí en el Corazón de vuestro Corazón, en el Corazón de vuestra Presencia, allí donde siempre ha estado guardada la Verdad, en el Silencio. Has explorado todas las verdades limitadas y fragmentadas.

Amigo mío, Amado mío, es tiempo de sentar cabeza, es tiempo de rendirse. Ha llegado el tiempo sin tiempo. Llegó el espacio sin espacio. Ha llegado el momento de tu primer recuerdo, el momento de tu primer aliento, el momento de tu primer ritmo, ha llegado el momento en que todos los movimientos aparentes provienen del mismo centro, de la misma fuente. Te alimentaste de la fuente de los sueños, de la fuente de la conciencia. Has conocido cada rincón y grieta en cada dimensión.

Pero hoy, el tiempo de sentar cabeza, el tiempo de entregarse, será cada vez más apremiante en los acontecimientos de vuestra vida, en las circunstancias de vuestros encuentros. Todo será sólo un pretexto, un pretexto para descubrirte, un pretexto para entregarte. El Gran Silencio debe llevar todas sus alegrías y todas sus tristezas al Corazón de su Corazón, donde todas las historias son consumidas por el mismo Fuego de la Verdad, por la misma Luz de lo Real.

Los fragmentos se pegan. Los pedazos de tu vida que te parecían esparcidos se juntan para mostrarte el cuadro completo de la creación y aún allí no hay nada que ver, aún allí no hay nada que saber, porque todo fue visto, porque todo fue conocido. Todavía hay que vivir el Estado más Natural que existe, aquel que combina Presencia y Ausencia en un mismo cofre, donde ya no hay oposición, donde ya no hay pregunta posible.

Estáis hoy en el umbral de esta Arca, esta Arca de Luz, umbral entre lo que sueña y lo que Es. El sueño de tu vida encontró lo Real de la Vida, y de este encuentro te entregaste, te entregaste al Misterio de la Vida, tanto al Misterio del Origen como al Misterio del Fin. Origen y Fin estando unidos en el mismo espacio de vuestro Corazón. Sólo recuerda lo que eres, lo que no se puede definir de ninguna manera.

Abandona lo que aún te puede parecer fragmentario o fragmentario, es decir, abandónate a lo que Eres, a lo que siempre has sido y lo que siempre serás, donde no hay lugar para ninguna consciencia, para ninguna experiencia. Eres la Fuente de ti mismo, Fuente de Fuentes como la que ves en tu Cielo y que vives en tu Corazón, donde todo está en reposo, donde todo es evidente, donde nada puede aparecer ni desaparecer, allí donde ya no hay. No es necesario que parezcas algo distinto de lo que ya eres.

Recuerda que esto no es un esfuerzo, que esto no es una tarea y menos un deber que cumplir, y menos un castigo que sufrir, donde todo es luz, donde no hay lugar para la densidad, donde no hay lugar para nada. conciencia alguna e incluso donde la palabra Evidencia ya no tiene ningún interés o significado.

Donde estás, en medio de tu sueño, en medio de tu vida, fluye La Vida que nunca tomó forma, que nunca creyó en una historia y que no concierne ni al cuerpo del sueño, ni al cuerpo de la historia, ni al cuerpo de sufrimiento. Donde sois todos los cuerpos y, al mismo tiempo, fuera de cada cuerpo, donde sois la fuente de todo, fuente del Amor, fuente de los sueños, fuente de vuestra forma así como de todas las formas.

Recuerda que no requiere ningún esfuerzo. Sólo la quietud te da movilidad. Sólo el silencio te da la palabra. Sólo Bienvenido te da vida y te entrega a ti mismo. No tienes que pensar. No tienes que sentir. No tienes que ver. No tienes que planificar. Sólo hay que estar ahí, en la desnudez de toda intención.

Entonces el Misterio se revela. Entonces el Misterio se consume, porque ninguna palabra puede describir la belleza de lo que siempre habéis sido, porque ningún concepto os permite verlo, ninguna inteligencia puede apropiárselo, aunque sea Inteligencia luz.

Esta es la inteligencia del hombre y la característica del hombre, no el hombre que crees que está dentro de este cuerpo, sino el Hombre arquetípico, modelo perfecto de la creación del sueño que se ha desplegado en innumerables espacios y en innumerables formas, todas resultantes de la primera forma. Eres esta primera forma como eres antes de la primera forma.

En la hora, día y hora en que se manifieste el Juramento y la Promesa, recuerda que no hay nada que pagar. Recuerda que no hay nada que recompensar. Y sobre todo, recordad que no tenéis nada que llevaros, ni este cuerpo, ni esta alma, ni siquiera vuestro cuerpo de la Eternidad. La libertad es total. Una libertad que no puedes ni concebir ni visualizar, donde ni siquiera tus sueños más locos podrían llevarte.

Estás en la fuente de la conciencia. Estás en la fuente del sueño. Y tú también eres su propia realización, tú dentro de esta forma humana, tú dentro del cuerpo onírico del planeta Gaia, estás en el corazón de la creación. Todo lo que ha aparecido es de tu propia creación. Todo lo que se ha ido también proviene de tu propia creación. Pero recuerda que tú nunca te creaste a ti mismo, porque eres anterior a la creación, anterior al mundo, anterior al tiempo, anterior al espacio y también posterior a toda vida.

Ningún sueño ha podido transformar lo que eres. Ningún sueño ni ningún sufrimiento ha podido alterar la Pureza que sois. No tienes que hacer nada más que dejar que este recuerdo llegue a ti. No tienes que buscar nada que no esté ya allí. Este es el momento en el que debes darte cuenta de que cada forma, como cada mundo, así como cada conciencia, es en última instancia sólo una proyección de ti mismo.

Recuerda, Amigo mío, Amado mío, que tú también eres quien ama y que tú también eres tu propio amigo. Así experimentaréis lo que llamaré la exaltación del Gran Silencio. Donde ya no hay nada que proyectar, donde ya no hay nada que seducir, donde el lenguaje ya no sirve para nada, donde la Luz ya no necesita iluminar la Verdad porque Tú Estás ahí Verdad. Vosotros habéis sido la Verdad, el Camino y la Vida. Has sido todas las vidas. Has estado en todos los caminos. Sin embargo, para ser la Verdad, esa que ne se puede traducir en palabras, esa Verdad que ne se establece como ley o como dogma porque la Verdad es Libertad.

Porque la aceptación de la Realidad pondrá fin a todas las apariencias. No tienes nada que aprender. Tampoco tienes que llevar nada. No tienes nada que recordar. Ni siquiera tienes que sostener nada. Este es el lugar donde no te pueden retener. Es el lugar donde ningún marco puede contenerte. Es el lugar donde no se puede dar ninguna definición de ti mismo, donde todo es al mismo tiempo perfectamente finito y perfectamente infinito. Es una libertad que nada puede imaginar. Es una plenitud llena de vacío y un vacío lleno de plenitud.

No confíes sólo en las definiciones o las palabras que digo, déjate llevar más allá del significado de las mismas palabras que uso. Así tocarán el Aliento de la Realidad, el Aliento de la Verdad y el Aliento del Espíritu, dentro de su Sagrado Corazón, dentro de las veinticuatro facetas del Corazón de la Verdad, los setenta y dos nombres de la creación. Así, de estos veinticuatro y sus setenta y dos, llegamos a una multitud que no se puede contar ni contar.

A partir de ahí no se puede decir nada, pero sí saborear todo. Nunca habrá exceso. Nunca habrá insuficiencia, sino la justa medida que debe llenarte de ti mismo en lo que siempre has sido. El Juramento y la Promesa es sólo el momento en el que comprendes que eres La Fuente, Fuente de ti mismo, Fuente de Luz y Fuente de la creación.

Ya casi ha llegado el momento en que las desposorios de Alfa y Omega deben fructificar en ti, donde ya no hay polaridad, donde ya no hay ni masculino ni femenino que fue la primera diferenciación, donde ya no puedes diferenciar la sombra de la Luz, porque ambos pertenecen al mismo sueño.

Todo esto no es real, pero lo usaste, lo aprovechaste. Pero llega un momento en que el Juego se vuelve rectitud, llega un momento en que el Juego es demasiado. Entonces, en ese momento, sientes la necesidad de dejar de jugar. Ya no puedes jugar en los talleres creativos, pero luego trabajas para restaurar lo que siempre has sido.

Este juramento que te hiciste a ti mismo y esta promesa que te hiciste a ti mismo, en un tiempo y lugar del primer aliento de la creación, suenan hoy en el último momento de la creación, y eso está fuera de ti. Sólo has tomado prestada su ropa, has explorado su gama de formas y emociones. Sólo has explorado las posibilidades creativas de la mente. Al final, que allí solo soñaste cada vez más profundamente, pero era la meta que querías, esta meta la que lograste.

Esta meta donde tenías que recordar que nunca, en Verdad, nunca naciste, que nunca, en Verdad, moriste, y que el nacimiento y la muerte eran parte del juego, como el nacimiento de un universo y su destrucción. Y ha llegado el momento de que el universo pase y pase, y tú nunca pasarás, porque lo que eres siempre está presente, porque lo que eres nunca ha sido soñado, porque lo que eres' nunca fue afectado.

Es hora de despertar, es hora de olvidar lo que estuvo mal y es hora de no olvidar nunca lo que siempre has sido. Esto está sucediendo ahora mismo en el escenario de la Tierra, ya sea que estén encarnados en este cuerpo de carne, ya sea que estén encarnando en el útero de una madre o ya sea que estén en el proceso de ser liberados de este cuerpo.

Ya sea que estés en esta forma humana, ya sea que estés en la forma de un ángel o de un espíritu, siempre tienes el mismo destino final. Destino final que es sólo el momento inicial, la boda del alfa y el omega que hay en ti se está haciendo realidad.

Así que olvídate de toda la historia, mantente plenamente presente donde estás, ninguna circunstancia se debe al azar, ninguna circunstancia está ligada a lo improbable, la cuenta está perfectamente saldada e incluso lo que te pueda parecer anormal, no es en última instancia sólo “una situación normal”. ”, que aún no has visto.

Todo es normal, todo es perfecto, todo está en su lugar, no importa si va acompañado de sufrimiento o de alegría. Cualquiera que sea tu estado de ánimo, cualquiera que sea la edad de tu cuerpo y cualquiera que sea el estado de este cuerpo, pronto ya no representarán nada en comparación con la intensidad del recuerdo de lo que eres.

Entonces, todos los desafíos en tu vida en este momento no están ahí para obstaculizarte, no están ahí para frenarte, sino que están ahí precisamente para permitirte descubrirte a ti mismo.

Amigo mío, Amado mío, recuerda que no tienes nada que hacer, que sólo tienes que estar ahí, donde estás, cualesquiera que sean las circunstancias de las historias, cualesquiera que sean las circunstancias de tu estado interior, cualesquiera que sean tus pensamientos, tus emociones, cualesquiera que sean. tus lazos afectivos, familiares, profesionales o amistosos, lo que pienses, todo esto está ahí para ti, lo que pienses, todo esto está ahí para este momento, para poder celebrar tu propio reencuentro.

Hoy te casas y abrazas la Realidad en su totalidad, diga lo que diga tu cuerpo, digan lo que digan quienes te rodean o los que están cerca de ti. La voz del Silencio es mucho más importante que cualquier reproche. La voz del Silencio los llama cada vez más fuerte dentro del bullicio de este mundo, para que se den cuenta de que no hay esperanza fuera de la Realidad, para que se den cuenta de que ninguna historia puede traerles esperanza, pero que la Realidad los prepare para eso.

Todo está encajando para ti, no juzgues cómo todo está encajando, ya sea en alegría o en sufrimiento no tiene importancia, porque todo está destinado al gran Silencio, porque todo está destinado a recordar, a tu juramento y mi promesa, o mi promesa y tu juramento.

Porque lo que Yo Soy vosotros sois, y desde el primer soplo de la creación. Todo lo que pasas, lo pasé contigo, entrégate a la evidencia, a la evidencia de la Simplicidad, a la evidencia de la Realidad, especialmente en estos momentos en que tu vida ya no se puede explicar, en el momento en que todos los hitos que quedó porque estás destinado a ser destrozado.

Siempre te quedará una certeza, una certeza cada vez más fuerte, una certeza cada vez más intensa, la de recordar lo que eres antes de viajar por el Ser y el No Ser. Lo que se les ofrece es relajación. Cualesquiera que sean las batallas que hayas librado, cualesquiera que sean las batallas que haya librado la sociedad o tu mundo, son peleas de molinos de viento.

Lo Real no se puede combatir, lo Real no se puede medir, lo Real no se puede explicar. Y cuando no quede nada que explicar, y cuando no quede nada que ver o comprender, y cuando no quede nada que sentir o percibir, entonces sabrás que has entregado lo que te diste a ti mismo.

Este es en este momento, en cierto modo, los dolores de la liberación y el parto, porque te has identificado tanto con el sueño, porque te has acostumbrado tanto al mundo de la forma, aquí en esta Tierra, así como en tu mundo estelar. orígenes y tu linaje estelar.

Todos estos mundos y cuerpos por los que has viajado nunca han sido tu verdadera identidad. Su verdadera identidad no puede identificarse, su verdadera identidad no puede nombrarse ni deletrearse. Ni siquiera podemos decir que vienes de esta estrella, ni siquiera podemos decir que llevas tal o cual recuerdo, porque todo lo que se ha manifestado pertenece al sueño, y lo que descubres y lo que no es, nunca se manifiesta, se manifiesta. el único Real.

Nunca pasarás, nunca pasaste y, en Verdad, nunca te moviste, nunca te moviste.

Recuerda que no hay nada que esperar, recuerda aún más que no hay nada que temer y, si en ti quedan miedos a lo desconocido, en cuanto conozcas ese desconocido, entonces sólo lo conocerás a él, al Estado Real. , el Estado Natural. La sonrisa estará en todas partes, ya no se limitará a tus labios ni a un brillo en tus ojos.

Estarás tan saturado de alegría, estarás tan inmerso en esta alegría, que nada de lo que podría haberte parecido importante o importante unos minutos antes simplemente ya no existirá. Porque todo lo que te parecía importante fue sólo un sueño. De eso se trata.

Este juramento y esta promesa que realizáis en vosotros mismos, allí donde estáis este gran Silencio, allí donde estáis lo que se ha llamado el Corazón del Corazón y que se ha llamado Tiempo Cero, allí donde la Nada descubre que es el todo. Este es tu futuro, este es tu futuro dentro de este corazón de alegría. Pase lo que pase, solo debes tener claro cuando estés al lado de alguien, acepta que todo es importante para que estés solo.

Liberad espacio y tiempo para lo Real, lo Real es sin tiempo, sin espacio, lo Real es sin forma y sin mundo, y esto es lo que sois. El sueño entonces se alejará, de la misma manera que, al despertar por la mañana, el sueño como las pesadillas se alejan, de la misma manera en el Absoluto, en la memoria de lo que eres, todos los sueños serán. disuelto en la misma Alegría.

Esta Alegría sin forma, sin objeto y sin sujeto. Esta Alegría esencial te será devuelta porque así la escribiste, porque así la querías. Y entonces descubrirás que siempre has sido libre, incluso dentro del encierro más aparente. Ya nada importará, nada será imprescindible, entonces se instalará la Realidad.

Amigo mío, Amado mío, que el poder de mis silencios entre mis palabras te llene de evidencia y certeza. Y recuerda que sólo tú puedes darte acceso. Ningún maestro, ningún amigo y ningún ángel puede restaurarte a ti mismo, sólo tú puedes hacerlo porque lo que Tú eres siempre ha sido inviolable e inviolable.

Ha llegado el momento de hacer que mis palabras cobren vida en ustedes, más allá de la vibración, más allá del Corazón Ascendido así como más allá del doble toro del Tiempo Cero. Lo que eres está ahí. Ahí está tu juramento, ahí está tu promesa. No puedes perderte, no puedes evitarte y no puedes equivocarte. Aquí es donde estás hoy, aquí es donde estarás mañana, aquí es donde estarás cada día que pasa, con más y más claridad y más y más sencillez.

Amigo mío, Amado mío, que seas colmado más allá de todas las gracias que esperas, esperas o temes, ha llegado el momento de acogerte. Lo que era desconocido para ti debe llegar a ser conocido. No puedes evitar la Verdad, no puedes perderla y ella no puede fallarte. Todo es perfecto, nada se deja al azar, nada se deja a lo inesperado, todo te será revelado y, sobre todo, te revelarás a ti mismo.

Amigo mío, Amado mío, que el Amor de la Realidad inunde lo que eres. Amigo mío, Amado mío, es hora de unirnos al Silencio, aquel que todo lo explica y todo lo comprende.

Amigo mío, Amado mío, es hora de encontrarte de nuevo. Con Amor y Paz, deseo que recorráis con ligereza los caminos de vuestro sueño. Lo que tenéis que pasar os mostrará la importancia de mis palabras. No habrá más resistencia, no habrá más preguntas, no habrá más oscuridad.

Amigo mío, Amado mío, os saludo donde estéis. Amigo mío, Amado mío, os devuelvo al Silencio, os devuelvo a la Alegría. Ahora es el momento de saludar vuestra Presencia y honrar a vuestra Majestad, simplemente diciendo “Te Amo”, más allá del juego y más allá de vosotros.

Amigo mío, Amado mío, os lo digo hasta la Eternidad.

Amigo mío, Amado mío, te veré enseguida.

Amigo mío, Amado mío, ahora me retiro al Silencio. Que la Paz, la Alegría, el Amor y la Verdad se unan para expresar el significado de la Belleza.

Nos vemos pronto y hasta luego.

Todo nuestro agradecimiento a Jean-Luc Ayoun y
La fuente, así como a todo el equipo de transcripción


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