miércoles, 17 de agosto de 2016

MADRE DIVINA EL PRINCIPIO DE LA ACCIÓN a través de Selén Om Agosto 15 de 2016




Saludos, hijos e hijas! Vigor y abundancia, frutos de mi jardín, semientes de mi creación, brotes de mi vientre, yo los saludo y les doy la bienvenida con fuerza y abundancia, los saludo en la paz y prosperidad. Soy la voz de la Tierra, la tierra fértil, madre generadora, Mater Genetrix*.

Me revelo a ustedes en este día, a través de uno de mis muchos rostros, a través de una de mis múltiples expresiones como vida, como fuerza generadora, como Madre de la Tierra. Yo los envuelvo, en este momento en mi triple presencia generadora, como el aspecto femenino de Pater Aether*, como la fuerza activadora y propulsora de todas las esporas de la creación, las partículas infinitesimales de la sustancia primordial. Me revelo a ustedes como una cara triple, impulsando en cada uno de sus aspectos mayores el principio de la acción y mi expresión en la naturaleza que es el flujo, el fluir de los ciclos y de las eras.

En la raíz de la conciencia y en el plano básico de la sustancia, yo me manifiesto como Rhéa, Mater Magale, Magna Mater, la fuerza impulsora en el plano primordial de la creación, la energía, la vida y la substancia en las raíces de la manifestación, en la generación de las grandes corrientes cósmicas, de las deidades solares y cósmicas.

Interiormente me revelo en ustedes, como Deméter*, flujo y reflujo, poder vital, como también la sabiduría en sus corazones, y los ciclos de su multidimensionalidad; pues yo soy la señora de la vida y de la muerte. Yo creo y disipo las formas en su constante ciclo, regulando el fluir, el mover, y la acción sagrada de la naturaleza; pero también soy la guardiana entre mundos.

Pero soy también la que apunta al reino interior de la conciencia, la sabiduría sagrada de la unión mística, la enseñanza eterna que apunta hacia el verdadero ser, sabiduría y enseñanzas a menudo codificadas en diversas lenguas, en muchos lugares, pero siempre, siempre, desde mi inspiración a través de cualquiera de mis rostros conectados a este misterio.

Así fueron los misterios de Eleusis*, por mucho tiempo en la remota antigüedad, un faro invitando a la humanidad a mirar hacia adentro reconociendo la acción sagrada que se despliega en ella misma y en la naturaleza de la cual es parte. Pero así como las formas decrecen y se disipan también los vasos de mi conocimiento sagrado se debilitan y se parten. Pero el conocimiento es intocado y permanece vivo en mi corazón, en cada grano de arena, en cada planta que crece aspirando absorben la luz del Sol.

En cada movimiento de la naturaleza, yo hablo con ustedes llamándolos a recordar, invitándoles a aprender conmigo el misterio de la creación sin fin, porque yo soy el principio sagrado de la acción, y ustedes son la expresión de este principio, son brotes de mi vientre, por lo tanto, animados por mi espíritu. A su vez, cada uno de ustedes es también ánima, cada uno también tiene el don de moverse, el don de vivificar y co-crear.

Amados de mi corazón, les recuerdo que el fundamento de su poder co-creador está en la armonía del fluir, como el flujo natural.

Aprendan con la naturaleza, aprendan con su propio cuerpo, aprendan con las mareas astrales de sus corrientes, los misterios de los ciclos, el palpitar del corazón de la vida cósmica, la respiración de la divinidad oculta de la cual todos somos expresiones.

Busquen sentir la inhalación y la exhalación cósmica, unir su corazón al mío y abrir los sentidos para sentir el latido de mi corazón, el palpitar de mis venas en los ríos del planeta, el toque suave de mis dedos en la hierba y en las hojas, la fragancia de mi perfume en las flores y frutos, mi poder y mi fuerza en el palpitar y de la Tierra y de la atmósfera. Pero más que eso, busquen mi espíritu en el suyo, busquen mi conciencia en su conciencia, busquen mi ánima en su ánima y reconózcanme como Anima Mundi*, y a ustedes como expresiones sagradas de la misma.

Los invito al misterio sencillo de la integración con la Tierra, los invito a la práctica simple de reconexión con la morada. Abran los ojos, hijas e hijos míos! Yo soy esa morada! A ustedes concedo el pan a su mesa, el vigor de los músculos, la fuerza vital que mueve su intelecto, pero, además de esto, reconózcanme como el Fuego de la Vida que todo anima, reconózcanme como la chispa más allá de su intelecto.

Yo soy Deméter* la regente de los ciclos, madre del crecimiento y de la abundancia. Aprendan de mí el don de la prosperidad. No solamente la prosperidad material, si no especialmente la prosperidad que me permite, por ejemplo, crear, crear y crear sin agotar jamás esa llama; sosteniendo miríadas y miríadas de formas de vida sin perder nunca el aliento; acoger, acoger y albergar sin jamás cansarme.

Esta es la prosperidad que más quiero enseñarles: la prosperidad del alma que se sabe grande, la prosperidad del alma que se sabe entera y completa en sí misma, el alma que se sabe una, el alma que se sabe integrada en los grandes ciclos cósmicos, el alma que se sabe el fluir de la vida.

Los invito a la contemplación de la impermanencia, los invito a contemplar el movimiento incesante en el plano de las forma y en el plano de las ideas. A través de esta contemplación, los invito a cuestionar, a buscar, y a establecerse en el eje de la permanencia, y hacer la experiencia de la visión de lo eterno, en la paz profunda de quien no conoce el miedo, culpa, falta, deseo, la ira o engaño.

En este día, ustedes son los granos dorados de mi cosecha, los granos que tratan de abrirse para fertilizar la tierra y alimentar a las naciones, son aquellos granos que vengo a visitar, para comunicarles los misterios de mi misterio; y empoderarlos como co-creadores y mis asistentes. Pero sólo si su corazón resuena en el ritmo de mi corazón, y sólo si están dispuestos a renunciar a sus convicciones personales y conocer el sagrado propósito que, en el fondo, ustedes mismos alimentan con respecto a este planeta; el mismo propósito que es chispa ardiente en mi corazón y en mi mente.

Los saludo como expresiones de mi vida, como encarnaciones del Fuego de la Vida, los invito a recordar su esencia. Y hoy, los invito a la comunión, a comulgar con el flujo de la vida en este planeta. Los invito a comulgar, a la comunión con la acción sagrada, energía propulsora de la manifestación; aspecto femenino del éter, Shakti*.

Reconózcanme en el calor de la sangre, reconózcanme en el aire de sus pulmones, reconózcanme en la humedad de sus ojos, en la suavidad de su piel, la tersura de su carne, en la firmeza de sus huesos, en la electricidad que su mente encarnada.

La vida, yo soy el ánima en ustedes y son parte de mí. Reconózcanme como su madre. Acorden su paso con el ciclo del planeta pues yo los invito amorosamente a caminar conmigo. Bendigo a cada uno individualmente con el cuerno de la abundancia, de la prosperidad y de la riqueza espiritual. Este sello, antiguo símbolo de mi presencia, la presencia viva de este planeta, lo imprimo en su campo energético, que absórbanlo, expándanlo y extraigan de su esencia mi beso amoroso.

Sólo aguardo su reconocimiento para reconocerlos como legítimos co-creadores de mi casa.

Pater Aether – Padre Éter.

Mater Genetrix – Madre Genitora.

Magna Mater - Gran Madre.

Rhéa – Fuerza de la Madre o Madre Tierra.

Mater Megale – Madre Magnifica.

Deméter – Diosa de la Agricultura.

Los misterios de Eleusis – Ritos de Iniciación.

Anima Mundi –Alma del Mundo-

Shakti – Aspecto de la Diosa.




Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.

Mensaje canalizado por Selén - http://www.escolaluzviva.com.br/



Traducción: H. N.

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