viernes, 9 de octubre de 2015

MUSAFÁ LA FLOR DEL EQUINOCCIO 16 DE SEPTIEMBRE DE 2015



Está, como ya estoy aquí, entonces voy aprovechar para hablar un poco del equinoccio que está llegando. Como ustedes ya están calvos de saber, algunos casi literalmente; el equinoccio, así como el solsticio, es un momento muy importante en la coyuntura planetaria. Es así que el solsticio, el equinoccio también, son momentos en que el planeta tanto energéticamente… y este "energéticamente" envuelve diferentes camadas, de las energías más densas dispuestas hasta el nivel intermedio que pasa por el plano psíquico- o que, ven influenciar o afectar considerablemente la estructura humana –incluso hasta lo que se podría llamar las más altas camadas espirituales energéticas, que tiene que ver con el propio posicionamiento del alma en el planeta, referente a la humanidad o posicionamiento de esta Red, como a ustedes les gusta llamar- esta Red de conciencias Cristalinas.

Entonces estamos llegando a un equinoccio, este equinoccio es, o por lo menos era, hasta un tiempo atrás, el equinoccio de primavera aquí en el hemisferio sur, y es el equinoccio de otoño allá por el hemisferio norte, está cierto, ¿de acuerdo con eso? Pues muy bien, a pesar de que las estaciones, cosas que están en completa convulsión, porque están readaptándose a los cambios del planeta, este momento es un momento importante planetariamente hablando.

Este equinoccio representa la apertura de la flor. Saben, en el solsticio de verano - aquí por el hemisferio sur –allá en el solsticio de verano, el fruto se abre y cae una semilla, y a lo largo del ciclo anual esa semilla despunta de la tierra, ella brota y eso va a producirse después por el equinoccio, que aquí seria o equinoccio de otoño, y en el norte el equinoccio de primavera. Ahí ella comienza a crecer, y aquel brotecito va creciendo, va siendo planta; cuando ella llega al próximo solsticio es un arbolito, bien bonito, un árbol. Ahí, va a llegar entonces el equinoccio. Y en ese equinoccio las flores se abren. Entonces, quiero que quienes estén oyendo guarden esa imagen: una flor abriéndose en el equinoccio.

El tono del equinoccio para ustedes aquí -y otoño allá en el norte, no importa si es una flor también abriéndose, puede parecer contradictorio pero no lo es. Porque en ambos casos hay un proceso de generación, hay un impulso de generación, aquí tienen ustedes un impulso de florecimiento, y allá un impulso de fructificación. Porque, ahí todo son consideraciones geofísicas, estas cosas.

Ahora esta es una flor que tiene trazos muy particulares, ella no es cualquier flor, ella es una flor que tiene seis pétalos; la flor de este equinoccio, en una flor que tiene seis pétalos. Vamos a recordar aquí unas cositas primero antes de hablar de los pétalos de esta flor: este ciclo anual está siendo regido por una energía primordial, ¿cuál es?

Participantes: Inturi-Kertena.

Inturi-Kertena. ¿Inturi-Kertena es el impulso de?

Participante:
De la muldimensionalidad.

Multidimensionalidad, es más bien una multidimensionalidad que tiene su raíz en Sat, aquel concepto filosófico hindú, Sat: existencia absoluta, deidad plena. Esta multidimensionalidad no es solamente fenoménica. Si bien ella también tiene su contraparte fenoménica, que es como a ustedes les gusta imaginar la multidimensionalidad ¿no? Quedar viajando en un corpiño de luz. Todo bien, esto también hace parte, pero la raíz de esta multidimensionalidad es el sentido de deidad.

Ahora, de manera muy simple, este sentido de deidad es un eje vertical inquebrantable, inamovible, que solo representa para ustedes el soporte de su sentido de "yo". Ustedes comienzan a tocar lo que es Sat, comienzan a tocar esa cosa... Y es muy interesante porque Sat, pronunciado de esta forma o mejor dicho 'Sat’ es "verdad", aquello que es verdadero. El tiene la misma raíz, la verdad es una sola, es la deidad, es la existencia no condicionada. Entonces, es ahí ustedes comienzan a arañar este asunto en su consciencia, así comienzan un proceso de auto-percepción; y este proceso de auto-percepción es la investigación de este sentido de "yo", a fin de cuentas este sentido de "yo", experimentado tiene su raíz, ¿en qué? Cuando ustedes van por atrás de la raíz de este sentido de "yo", comienzan a tocar lo que es la deidad, o sea Sat.

Si no han tenido aun esta experiencia, se las recomiendo fuertemente, y quien ya hizo esta experiencia va a reconocerla en mis palabras. Cuando se toca este eje, cuando ustedes tocan esta cosa vertical, inamovible, inquebrantable, que es el suelo de este sentido de "yo", éste se disipa, aunque sea momentáneamente, pero en esta disipación él sufre una profunda conmoción; nunca más pueden tener certeza de que son lo que creen que son. Una experiencia como esta es suficiente para tener la certeza y extraer esta cualidad aglutinadora de esta identidad, esta identidad se revela como una cosa medio frágil. Mas no solamente la identidad, no solamente este sentido de "yo". También, y especialmente, la realidad que esta identidad, este sentido de "yo", les permite percibir. Todo esto, es un rasguño que este sentido de Ser produce. Y el camino para esto es investigar la raíz de este sentido de "yo", el sentido de ser algo, de identidad.

Se dan cuenta ustedes que Inturi-Kertena es mucho más que la sola representación fenoménica, artística que hacen de la miltidimensionalidad. Solo es verdaderamente multidimensional aquella conciencia cuyo principio está enraizado en el suelo eterno de la deidad. Y no otra cosa. Sin eso ustedes pueden ser bidimensionales, pueden ser tridimensionales, y hasta llegar a ser cuatridimensionales, y algunos de ustedes funcionan hasta cuatridimensional… Esta gran palabra que no funciona derecho - cuadri, vamos a dividir en dos, dimensionalmente - pero si no estuviera enraizada en el sentido de Ser, multi. no llega a ser, porque no descubrió el Uno. Solo puede ser multi. aquel que es uno solo, porque, abarca todas las cosas. Pero ya me estoy desviando mucho de nuestra florecita.

Nuestra florecita tiene seis pétalos, tiene seis pétalos y un núcleo. Vamos ahí, este equinoccio, quiero que ustedes lo representen en sus bellas y creativas mentes como una flor de seis pétalos con un núcleo de un blanco puro, transparente e irradiante. De ahí ven que esta florecita es la cosa más primorosa que la naturaleza de este planeta reprodujo hasta ahora. Porque esta flor representa nada más, ni nada menos que la florescencia de una alma humana y cuando esta flor se abre ella exhala una fragancia, que no es nada más, nada menos que el más elevado perfume producido especialmente para los sentidos más delicados y refinados - soy poeta ahora, ¿digan aquí si no soy?

Los seis pétalos de esta flor se abren en seis direcciones, ellas se abren hacia el frente, se abren para atrás, hacia un lado, y hacia el otro, ahora aquí hay un desafío para la imaginación de ustedes - porque ella se abre para arriba y para abajo, y su centro es un núcleo de blanco puro, transparente e irradiante. Bien, este núcleo es vida, Vida como muy pocas cosas pueden ser llamadas vida, porque ella es Luz, ella es Luz de Vida, ella es Luz Viva. Luz Viva e irradiación, emanación directa y primera de aquel suelo cristalino y eternamente puro del Ser. Ella es una partícula de polvo de aquel suelo. Esto es lo que constituye el centro de esta pequeña flor.

Los seis pétalos de esta florecita son seis atributos de esta polvareda de nada. Estos seis atributos ya les fueron descritos, no voy a entrar en ellos. Aquellos atributos del alma que fueron dados a ustedes. ¿Qué es lo que hay allí? Transmutación y síntesis de energías, ahí está la Curación Cósmica, están las campánulas vibratorias y una serie de cosas, inclusive la experiencia en el cuerpo multidimensional, en el cuerpo sutil.

Lo interesante y a lo que yo quiero que ustedes presten atención es que estos seis pétalos de la flor, todos y cada uno de ellos están ligados directamente en el núcleo. O sea, todas las potencialidades del alma, de las aparentemente más simples hasta las más complejas tienen su raíz en aquel mismo suelo cristalino del Ser. Si se trata de la capacidad de compasión del alma, esta capacidad está enraizada allí. Si se trata de la capacidad del alma de producir y disolver universos, esa capacidad está enraizada allí. Allí no hay más ni menos, allí no hay mejor ni peor, allí no hay diferencias, y digo a ustedes, allí no hay eso.

Este equinoccio representa el florecimiento, la apertura de esta flor y esta es la imagen que quiero que ustedes guarden, que este equinoccio sea vivido como un impulso, un impulso pujante, un impulso firme y fuerte para que la flor de su corazón se abra. Y esto es la obra de Inturi-Kertena, porque Inturi-Kertena trabaja en este planeta vorazmente, yo diría, para la apertura de la flor de su corazón. No sólo para que el planeta se beneficie de los pétalos de esta flor y de la fragancia que ella debe exhalar, si no que primeramente, para que ustedes tengan la gracia de reconocer lo que de hecho son.

Y ustedes son este núcleo, que en las diversas tradiciones es llamado Ángel Solar, Maestro Interno, Yo Divino, Cristo, Naturaleza Búdica, Dios en el Hombre, Gran Espíritu y por ahí va, porque es otra cosita que tiene más nombres, como nunca vi. Llegaría a decir que esta cosita tiene tantos nombres como seres humanos existen, porque cada uno experimenta y se disuelve es eso de una forma que le es propia.

Entonces, Inturi-Kertena trabaja activamente para la apertura de esta flor y el equinoccio es un impulso para esto, porque el planeta en cada uno de sus pequeños ciclos - sus ciclos anuales, que no necesariamente se adecuan a su idea de año, porque no están al sabor de los cambios y caprichos de la mente humana - el ciclo anual del planeta es determinado por pasos de su jornada en torno al Sol a través del sistema solar en alineamiento y confluencia de lo que se desarrolla en su entorno. Este es el ciclo anual, que bordea allí la misma cosa que ustedes entienden por año, calendario, ¿no? En cada año el Espíritu Planetario representa en su propio nivel como arquetipo, como idea perfecta, esto que todos ustedes deben vivir. Este, en verdad, es el gran misterio de las estaciones, este es el misterio de los ciclos naturales, es una representación del planeta como forma de mantener el recuerdo en el colectivo consciente humano, también como forma de enseñanza para la humanidad del trayecto que ella misma debe recorrer.

Entonces, cada año el planeta representa, o realiza este drama planetario a través de sus ciclos naturales en que él como fruto se parte, deja caer una simiente, esta simiente crece, se torna un árbol, florece, produce un fruto y nuevamente derrama su simiente. Este es el drama de todo ser humano: que como simiente cae en el suelo del planeta, rompe su cascara, brota en este suelo con la ayuda o no de las fuerzas naturales, debe elevarse como árbol, con el calor agradable del sol o de los vientos, de las intemperies, debe abrir sus flores, producir sus frutos y entonces sacrificarse para beneficio de todos los seres, depositando su semiente en el suelo de este planeta.

El año pasado el planeta desempeñó este drama, este año desempeña este drama nuevamente, teñido con los colores, con la música, con la vibración de una otra fase suya que es esta energía primordial Inturi-Kertena. De aquí a poco, ustedes estarán entrando en otro ciclo, pero una fase inédita de este planeta va a revelarse, que es Umantara, y una vez más pacientemente retomara el drama e impulsará a sus crías a seguir su ejemplo. Invito a aquellos que me oigan a abrirse para percibir la representación de este drama y quién sabe, tal vez, se conmuevan, se dejen mover y conducir, porque no es nada más que eso. Si ustedes conociesen la naturaleza amorosa de la vida que anima este planeta, percibieran que se trata solo de dejarse conducir.

Muy poco esfuerzo de su parte en verdad es necesario cuando se unen a la corriente ígnea que constituye el alma del planeta, que como madre amorosa y celosa abarca a sus propias almas. Al dejar ser conducido por el canto, por el toque y por el soplo de este Espíritu Planetario, muy poco esfuerzo de su parte es necesario, porque entonces es solo seguir el rastro de la madre y hacer lo que ella hace: rompa su cáscara y elévese en dirección al sol, produzca sombra, en cuanto a esto, ya van aprendiendo desde pequeñitos, ¿no? Abran sus ramas, extiendan sus hojas y abran sus flores, más allá de la sombra, alivien, produzcan belleza y fructifiquen: ofrezcan sus frutos como alimentos para las multitudes, porque éstas no sólo se beneficiarán si no que indirectamente beneficiarán al mundo, porque al consumir el beneficio y el mérito de sus prácticas, estas multitudes harán el servicio de dejar caer muchas de sus semillas. Y así, voluntariamente, dejar que sus frutos caigan en el suelo y se transformen en simientes que florecerán también, un día, a su debido tiempo.

El Espíritu de este planeta es aliento de vida. Es brisa que calienta. Es mano que cura, y también mano que disciplina. Es la voz que habla suave junto al oído: "recuerda, recuerda". Es trovador que irrumpe bajo las cabezas, exigiendo: "despierta y anda"! Es lecho donde sus cabezas reposan en busca de descanso, y es también el silo de donde deben gastar la energía acumulada durante el descanso, porque ella es al mismo tiempo su madre y su hija, y cuando descubran el amor de la madre, descubrirán con que amor es necesario amar a la hija.

Queden en Paz, voy a dejarlos aquí en el éxtasis de esta buena poesía, ¿está bien?

Hasta prontito, chau!

Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.

Mensaje canalizado por Selén - 
http://www.escolaluzviva.com.br/

Traducción : H. N.



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