sábado, 10 de octubre de 2015

LA ÚLTIMA RONDA DE LOS ARCÁNGELES ANAËL – MIKAËL – URIEL – RAFAËL – GABRIEL – JOPHIEL - METATRON Por ellos mismos Octubre 2015





ANAEL:


Soy Anael Arcángel. Bien amados niños de la Ley del Uno, me presento a vosotros como Ángel de la Relación y Arcángel del Amor, a fin de que nuestras Presencias reunidas en el Corazón del Uno y en la Verdad del Único, se manifiesten y se expresen en vuestro Templo y en nuestras Presencias comunes. Que la Paz y el Amor sean la Verdad de este instante.

… Silencio…



Mis palabras hoy serán pocas, pero cada Silencio entre cada palabra y cada frase será la ocasión de penetrar en el Corazón del Espíritu del Sol y del Coro de los Ángeles, abriéndoos definitivamente a la realidad del Amor, a la realidad de la Presencia, a la realidad de vuestro Ser.

Inauguro en este día no el Cónclave tal como existió hace unos años aunque vendremos por turno, cada uno de los Arcángeles, a expresaros y manifestaros la realidad y la Verdad de vuestra Presencia, la realidad y la Verdad de vuestro renacimiento, de vuestra Resurrección en las Esferas de la belleza.

Dejémonos entonces penetrar y vivir la Presencia Solar, así como de dejar vivificarse en cada uno de nosotros el Coro de los Ángeles.

… Silencio…



Hoy, dondequiera que estés sobre esta Tierra, cada uno de entre vosotros afronta su propio cara a cara, su propia verdad, confrontada a la verdad absoluta del Amor, permitiéndoos en cierto modo en un último ajustamiento de precisar vuestro lugar y lo que sois en realidad, no para demostrar, no para mostrar, sino para manifestar realmente la evidencia de lo que sois, despojado de los últimos velos, cruzando las últimas puertas, despertando en vosotros las estructuras de la Eternidad en vuestro cuerpo de Êtreté, dándoos a vivir de manera simultánea lo efímero y lo Eterno en el seno de la misma realidad de vuestra Presencia.

Vendremos entonces cada uno a nuestro turno, nosotros Arcángeles, a colocaros el sello de la Verdad y de la Libertad, permitiéndoos de acoger, si aún no está hecho, la matriz Crística abriendo las puertas que puedan quedar por abrir en vosotros como en este mundo, favoreciendo en cierto modo vuestra situación en el seno de vuestra Verdad.

Mientras que vuestra Consciencia canta el Canto de la Eternidad, el Canto de la Llamada, canta mientras en vosotros la evacuación de las últimas resistencias a la Verdad inquebrantable del Amor, dándoos a vivir lo que está por vivir, para cada uno de vosotros, dándoos a atravesar con júbilo, si tal es la Gracia que se establece, lo que pueda quedar de ilusiones en cada uno de vosotros, abriéndoos a la Gracia de María, a su Manto y a la verdad del Hijo.

… Silencio…



El momento ha llegado de depositar las últimas cargas de la pesadez y de la opacidad de las ilusiones de este mundo, a los pies del Señor y a los pies de María, despojándoos en cierto modo de los últimos elementos superfluos a la manifestación de la Verdad y de vuestra Verdad. En lo que se celebra en cada uno de vosotros como para el conjunto de la Humanidad Una, se encuentran los elementos que os llevan, de manera fulgurante o paso a paso, a descubrir lo que aún no pudo ser visto en vosotros como alrededor vuestro.

Así este acercamiento, que realizaron muchos de entre vosotros, por una facultad más grande, de la evidencia de los Seres de la naturaleza, de la evidencia de las dimensiones intrincándose en este mundo. Vivid lo que vivís, tened lo que tenéis por vivir en estos tiempos de la Llamada, todo lo que se celebra, sólo es el despliegue de la Verdad, de la Belleza y de la Eternidad.

En vosotros el Fuego Sagrado del Amor, naciendo de vuestras Coronas, os da a descubrir que sois el mundo en su totalidad y en su realidad, este mundo como cada mundo, como cada Vida, poniendo en relación, en resonancia y en Fusión las diferentes partes que puedan estar todavía separadas o fragmentadas, permitiendo de estableceros - desde el instante en que soltáis el sentido y la idea de ser una persona - en la Verdad íntegra de vuestra Eternidad.

En estos momentos, el Silencio. El Silencio de vuestra persona, el Silencio del conjunto de los Seres sutiles y Presencias evolucionando hasta ahora en los mundos Unificados, viniendo a tocarles, cada uno al turno de su Gracia, vienen en cierto modo a afirmaros la Verdad del Amor.

Siempre os dijimos, durante estos años, de que estamos en vosotros, dándoos la relación más adecuada entre las diferentes facetas del Amor, del diamante o del cristal que Sois, Llamas Eternas que reencuentran su verdad, Llamas Eternas que reencuentran el Amor privado de todo sentido de apropiación, de todo sentido de pertenencia, viniendo allí también a trascender los últimos elementos llamados Linajes, dándoos acceso a la pureza de ER, a la pureza de la Verdad de la Lemniscata, dándoos a descubrir en Integridad la joya de vuestra Presencia y la joya de la Ausencia de la ilusión, instalando en vosotros la perennidad, la certeza y la vivencia, sin barrera alguna, sin límite alguno, otro que el que aún le dais a la realidad del Amor que constituye vuestro ser.

Cuando las Estrellas y los Ancianos os dijeron que podíais recurrir a ellos, del mismo modo que tal vez hoy, entráis más fácilmente en contacto con los pueblos naturales de este mundo, os es ofrecido hoy de vivir la totalidad de esto en vosotros, en Verdad y en Unidad.

Caminando así sobre los pasos de Aquel que sembró la Tierra hace 2000 años, hoy vosotros, Hijos Ardientes del Sol, Hijos Ardientes de la Verdad, vivís la Liberación de los últimos engramas y últimos programas personales o colectivos ligados no a las líneas de predación pero a lo que podríais llamar “costumbres”, el conjunto de estas costumbres que se disolverán delante de la pureza de la Luz emanando en el centro de vuestro centro y viniendo a recubrir vuestros cuerpos groseros, vuestros cuerpos sutiles, engalandonándoos entonces de las joyas del Êtreté revelado y manifestado en el seno mismo de lo que tenéis que vivir sobre este mundo.

… Silencio…



Acogiendo y aceptando siempre más las partículas Adamantinas, de Luz de la Verdad en vuestro Templo, se os revela la majestad de lo que os fue ocultado. Estando disponible a cada aliento de vuestra vida a la verdad del instante, se despliega en vosotros en cada ocasión, la belleza del instante en vuestro Templo de Eternidad, llamado «Cuerpo de Êtreté», presente aquí mismo en vosotros y alrededor vuestro. Allí está la única joya, allí está la única verdad, allí únicamente se sitúa el Amor, despojado de toda relación de cualquier naturaleza que sea, frente a vosotros mismos en este Cara a Cara, en este Corazón a Corazón, entre vosotros y vosotros mismos, entre vuestras partes limitadas que se apagan y vuestra parte Ilimitada, que se despierta como de un sueño profundo.

Así el Espíritu del Sol y el Coro de los Ángeles cantan en vuestras capas de Luz, dándoos a percibir, dándoos a vivir por diversos grados la progresión de la Luz en su instalación sobre este mundo, así como la Ascensión de la Tierra. La fiesta de los Arcángeles pasó, ahora os queda a actualizar esto de manera individual, de manera fraternal y de manera colectiva, englobando mucho más que a los humanos, mucho más que a los pueblos de la naturaleza, mucho más que a la Tierra, mucho más que al Sol, mucho más que al conjunto de lo manifestado y de lo Creado en cualquier dimensión que sea, en cualquier sector de los Universos y Multiversos que sean.

Así, se revela lo Verdadero y Auténtico. Así se revela vuestro Cara a Cara. En cada Corazón se establece la misma relación entre el corazón Eterno y el corazón afectivo, poniendo al día sin esfuerzo ni dificultad lo que deba actualizarse en este instante presente. Viniendo a consumir lo que pueda quedar de sufrimiento, lo que pueda quedar de vínculos, lo que pueda quedar de creencias. Conduciéndoos a las puertas de la Morada de Paz Suprema. Haciéndoos descubrir la majestad del Sí, no solamente vivida en meditación o experiencia, sino dando a verse él mismo en cada circunstancia que se celebre en vuestra vida. Os ajusta todavía más finamente a la precisión del Amor, a la Inteligencia de la Luz y a la evidencia del Amor y de la Luz.

Así, el estado de Gracia, el Manto Azul de María y el conjunto de las estructuras vibrales, que tal vez habéis vivido o todavía vivís, vienen a confirmaros la salida de este mundo en su finalidad y en su efímero.

Entonces, nosotros Arcángeles, os venimos a decir: regocijaos porque los tiempos llegaron. Regocijaos pase lo que pase en vuestra consciencia porque vuestra Consciencia se reencontrará a tiempo y en un tiempo muy próximo, en la felicidad y la beatitud de su reconexión, de su reconocimiento, en un espacio y un tiempo donde ninguno de los dos existe, sino donde sin embargo se vive con intensidad y totalidad la Verdad del Amor, la Verdad de la Luz.

… Silencio…



El Verbo Creador también viene del Silencio de la Eternidad, viene de lo que subyace a toda manifestación de consciencia en cualquier mundo que sea.

… Silencio…



Así la Luz viene a sugeriros a veces ciertas direcciones, movimientos o algún Silencio, del cuerpo como de palabras.

No veáis allí ninguna alteración, más bien ved allí lo que viene y lo que ya está aquí. No os retraséis con lo que se va, no os retraséis y no retengáis nada de lo que es efímero.

Cada uno de vosotros vivís ciertas experiencias, en este mundo como en otras dimensiones. Todo esto sólo os pide de tomar la totalidad de la manifestación de vuestra Consciencia en este mundo, porque es aquí donde se encuentra el apoyo más inquebrantable, dándoos la certeza de la Libertad y la certeza absoluta de la Verdad de la consciencia, de la Verdad del Absoluto.

… Silencio…



Aceptad de preguntaros si la Luz os pregunta. Aceptad de elevaros si la Luz os eleva. Aceptad de guardar Silencio si la Luz obra en vuestro Silencio.

En estos tiempos tan particulares en los que se cumplen el conjunto de las profecías anunciadas desde tiempos inmemoriales, se os revela todo lo que pudo ser escondido en la disposición de vuestra conciencia como en la disposición de este mundo. La hora es a la Verdad desnuda. Es la hora de la belleza sin artificio, sin adorno alguno, sin ornamento alguno. El Amor mismo se basta a sí mismo, así se apagará vuestro Cara a Cara, así se apagará la confrontación y la conflagración de este mundo. Solo hay la retribución justa de la Libertad reencontrada, la justa retribución de lo que traduce vuestra alma o vuestra Consciencia aquí mismo en este instante presente.

Nosotros Arcángeles, venimos cada uno de nosotros, a depositar una de las 7 notas de música acopladas a las 7 últimas Claves Metatrónicas reveladas hace poco.

Escuchando sobre este mundo la sinfonía de la Luz, superareis la sinfonía ella misma, a fin de ir al origen del sonido, al origen del Verbo, al origen de la Creación, dándoos a vivir la Llamada y el Juramento y la Promesa, la de la Fuente, la de la Luz Una y la que subyace al conjunto de toda Consciencia como de toda manifestación, aquí como en toda parte.

Además no hay más otra parte. Hay sólo el Aquí y el Ahora, el HIC y el NUNC, el IM y el IS, situándoos ahí donde el Cara a Cara se apaga, donde todo es englobado en el mismo Corazón y en la misma Vibranza del Amor Uno. Entonces, como os decía el Arcángel Uriel hace numerosos años: «Oíd y escuchad». Oíd y escuchad la sinfonía de la Luz, Oíd y escuchad los Cantos de júbilo que suenan poco a poco en el conjunto de vuestros cielos y en el conjunto de vuestras tierras. El tiempo ha llegado de recibir Aquel que viene, el tiempo ha llegado de acoger la Eternidad en todas sus prerrogativas y en todas sus manifestaciones y en todos sus orígenes.

… Silencio…



Id hasta el sonido. El sonido primordial, aquel que está al origen de los cuatro Elementos, aquel que está al origen de las doce sílabas Sagradas, no tanto por curiosidad sino porque ellas mismas instalan la evidencia en este Cara a Cara de resolución final de la emergencia de la nueva dimensión, de la emergencia de la Verdad de manera visible, sensible y permanente en este mundo. Realizando entonces la integración de todo lo que fue llevado a vivir como relaciones, como contactos, en vuestro plano como con nuestros planos.

… Silencio…



El Canto de júbilo del Cielo y de la Tierra comienza a oírse y se estremece a vuestros oídos, anunciando y preparando lo que queda a dejar obrar en vuestro Templo.

Como Arcángel de la Relación, podría incluso deciros que desde este instante la mejor cosa a escuchar y a oír, es lo que se celebra en el Silencio de vuestra Morada de Paz Suprema, allí donde nada de este mundo puede venir a interferir, sino al contrario, viene a amplificar y a desplegar la llama Sagrada de la Verdad, del Espíritu y de la conciencia.

Los últimos vínculos que podían aún reteneros, de manera vibral o de manera psicológica, sobre este mundo, os muestran por vuestro vivido la futilidad de este género de aproximación porque el Amor basta para nutrir toda manifestación, toda vida, en cualquiera plano que sea, cualquier disposición que sea de esta dimensión o disposición de un plano dado. Quedaos cada vez más a menudo donde todo sólo es Verdad y donde todo es sólo belleza, donde nada de este mundo puede alterar el tesoro de vuestra Llama.

Es así como encontrareis los ingredientes, la fuerza, no por cualquier voluntad pero más bien por la evidencia de la Luz, de extraeros, sin huir de lo que sea, de la ilusión de este mundo. Cada vez más entre vosotros vais a experimentar esto. Cada vez más entre vosotros vais a estar en cierto modo en vuestro Cara a Cara, confrontados a lo efímero y a la Eternidad, provocando en vosotros la certeza inquebrantable del Amor que no es más coloreado por las circunstancias ni condiciones de este mundo, sino al Amor incondicionado, libre de todo vinculo, libre de todo sufrimiento y libre de toda ilusión.

… Silencio…



Así imprimo en vosotros, no solamente el sello de mi Presencia y de vuestra Presencia sino la clave que viene a mejorar lo que todavía pueda ser necesario mejorar, no por vosotros mismos sino realmente por la capacidad de desaparecer de toda tensión, de todo dolor, de toda certeza inherente a este mundo que sólo dura el tiempo de una vida como máximo.

Vengo a impulsar en cierto modo la última ronda de los Arcángeles, ya no más reunidos en Cónclave, pero venimos cada uno a nuestro turno a afinar las últimas Claves Metatrónicas a fin de reencontrar, a través del “doce”, la totalidad de vuestro Coronamiento y de vuestro Corazón Ascensional.

… Silencio…



Depositad lo que todavía pueda parecer obstruir el instante de vuestra Presencia. En cada ocasión, en cada llamada de la Luz y en definitiva, os será pedido de probaros a vosotros mismos la verdad de la Luz o bien la verdad de la ilusión. Ninguna confusión podrá afectarles porque todo está depositado en vosotros, preparado para este instante, preparados para este instante. Comprobareis rápidamente, a medida de las llamadas que la Luz os hace, que todo lo que os parecía en vosotros oscuro, pesado, doloroso o contrario a la Luz no pesará más nada respeto al peso de la Verdad, al peso de la densidad de la Luz.

Esto se celebra en este mismo momento, abriendo la vía como Ella misma os dijo, a la Llamada de María y al cumplimiento del final de los tiempos. Un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo son liquidados.

La Liberación de la Tierra que fue efectiva hace algunos años de vuestro tiempo, hace totalmente disponible hoy vuestra propia Liberación. Vuestra propia Verdad se manifiesta entonces y firma vuestra capacidad en establecer vuestra Presencia Eterna sobre este mundo.

Dejad el Fuego devorador del Amor obrar en vosotros. Dejad el Fuego del Corazón y la Onda de Vida realizar la última alquimia, que permite la Ascensión real y concreta de vuestro cuerpo, de vuestra Consciencia y de vuestro Espíritu. Para algunos de vosotros, y cada vez más de entre vosotros, realizaréis realmente, si aún no está hecho de manera total, la inepcia del encierro en el seno de un cuerpo, la inepcia de las leyes cualesquiera que sean, de este mundo. Entenderéis finalmente y plenamente, si aún no está hecho, esta frase: «Estabais sobre este mundo pero no erais de este mundo».
Así en los momentos de la llamada de la Luz, respondéis por la Luz interior. No dejéis ningún elemento de cualquier relación que sea, como en vosotros, como entre cada uno de vosotros, venir a empañar o frenar el despliegue de la Luz y despliegue de vuestro Cuerpo Ascensional. Nunca os olvidéis de poneros, tanto como se pueda, en el seno del instante presente porque es en el seno del instante presente donde se revela la infinidad de los tiempos, la fatuidad de este tiempo, de este mundo y la vanidad de lo que constituye la persona.

Los tiempos de la Gracia, el tiempo de la Llamada de María son momentos de grandes cambios, sin incluso hablar de la Ascensión, de grandes trastornos, grandes transformaciones, grandes modificaciones que sobreviniendo en vosotros como en cualquier lugar donde lleváis vuestros ojos sobre este mundo. Llegará un momento, en breve, en el que sólo puedan contar sobre lo que sois realmente y veréis en este momento que las ilusiones de este mundo se apagarán ellas mismas, como vuestra persona se apagará en este momento, para dejar lugar a la Resurrección final de este mundo.

… Silencio…



Más allá de los sonidos y más allá de los Silencios, nuevas percepciones se hacen luz en vosotros, inscritas en la vibración como inscritas en el seno de la conciencia, poniendo final al aislamiento de vuestra propia conciencia en este mundo. Cualquiera que sea la intensidad de lo que percibe vuestra conciencia como Luz o Vibración, nunca olvidéis que esta intensidad os conduce al Corazón del Corazón, en la Morada de Paz Suprema, allí donde todo se resuelve real y concretamente por la Gracia de la Eternidad.

Que esto sea a nivel de la Corona radiante de la cabeza, que sea en la Corona radiante del Corazón, que esto sea por los diferentes componentes de la Onda de Vida, que esto sea por el Manto de María o también por el Canal Marial, el conjunto de estas vibraciones se resuelven en la Paz del Corazón por el proceso de la Ascensión.

Recordad que como Ancladores y Sembradores de Luz, que sois en cierto modo, pero no veáis allí ningún papel, de ser embajadores de la Verdad, embajadores de la Luz en la resolución final de este mundo. Recordad que la única aportación y apoyo que podréis encontrar en estos momentos sólo estará en vuestro interior y no en las relaciones exteriores, desembocando, más bien sobre el Cara a Cara y sobre la última relación entre la oruga y la mariposa.

… Silencio…



Pase lo que pase ante la mirada de vuestra conciencia, pase lo que pase en la globalidad de este mundo, recordad que el Silencio es la respuesta a todas las interrogaciones, a todas las preguntas, porque el Silencio es la plenitud del Absoluto. Contiene en él todos los potenciales de la Libertad, todos los potenciales de toda manifestación de la conciencia en cualquier universo o multiverso que sea. Permaneced así firmes en este instante presente, permaneced para siempre firmes en la verdad de Cristo. En el día de hoy ha llegado, no vuestra misión, sino el sentido mismo de vuestra presencia en la superficie de este mundo.

Hijos de la ley del Uno, habéis triunfado ante las adversidades aparentes presentes en vosotros como en la superficie de este mundo, así el conjunto de los Arcángeles se unen a mí, no sólo para rendiros Gracia y expresar nuestra gratitud, sino más bien para fusionar en vosotros, en el corazón del Uno, trayéndoos el Silencio en el seno de las últimas llaves Metatrónicas.

…Silencio …



A cada Silencio, a cada llamada de la Luz y a cada mandamiento de la supra-conciencia, dejaréis desplegarse la verdad del Silencio, allí donde el tiempo y el espacio ilusorios de este mundo no pueden nada con la verdad de vuestro ser.

No hay más lugar donde esconder nada. Todo debe aparecer en la Luz desnuda, en la claridad y en la precisión del Amor. Recordad también que es en la humildad de la sencillez que haréis, en este preciso momento, vuestro cielo sobre la Tierra, acompañándola, sea cual sea vuestro devenir, en su Ascensión.

…Silencio …



Recordad también que en la relación con vuestros hermanos y hermanas cercanos o menos cercanos, la única ayuda posible será simplemente la manifestación de vuestro Amor, de vuestro Amor más allá de toda palabra, más allá de toda frase e incluso más allá de toda mirada o de toda atención, porque os reconoceréis de Presencia a Presencia y ya no de persona a persona, ya no de persona a entidad, que provenga de la naturaleza o que provenga de los Ancianos, de las Estrellas o de nosotros, los Arcángeles.

…Silencio …



En el Corazón del Corazón, resuena en vuestros oídos la sinfonía del Amor, encadenando, para los más sensibles de entre vosotros, los doce sonidos reunidos en uno sólo. El sonido de la Llamada de María, previo a la escucha, si ya no fue el caso años atrás, de vuestro nombre, pero también la Llamada de María para entrar en vosotros y en la Verdad, con el fin de que nunca más podáis alimentar nada en la superficie de este mundo, y solamente sembrar el Amor. No sólo para anclarlo, sino más bien para hacerlo eclosionar, acabando así la obra empezada en esta encarnación, para la mayoría de vosotros, desde hace muchos años o numerosos decenios.

Así el tiempo no es ni contado ni descontado, el tiempo ha llegado, de manera formal, de manera indeleble, que no sufre ningún retraso, de vivir el Amor en su libertad total, desapegado de toda contingencia de este mundo donde estáis todavía, haciéndoos descubrir, si lo aceptáis, la Libertad verdadera, a la que no le importa las circunstancias de este mundo porque es vivida.

Así, muchos de vosotros, en los próximos días y en las próximas semanas, vais a descubrir vuestra verdad, ya no de manera parcelaria sino de manera plena, en el momento en que sintonicéis vuestra conciencia y vuestra vida con la misma Luz, con los contactos que se manifiestan a vosotros en el seno de la naturaleza, como en el seno de los Ancianos, de las Estrellas o de los Arcángeles, permitiendo afinaros y acercaros de una manera cada vez más tangible al Corazón del Corazón, al centro del corazón, allí donde se encuentra el único pasaje obligatorio hacia la verdad del Amor.

La Luz os pide estar disponibles en cada acción realizada en el seno de este mundo, en cada mirada puesta sobre este mundo o sobre vuestros hermanos y hermanas, dándoos cuenta de que no sois de este mundo, que habéis nacido del polvo y que regresaréis al polvo, con el fin de descubrir la joya en la vaina.

…Silencio …



Por vuestra Presencia o por vuestra Ausencia, decís a la ilusión de este mundo que los roles ya no os engañan más, los juegos del bien y del mal, los juegos del sufrimiento y del placer, el juego que sea cuando es privado de la Fuente, con el fin de haceros redescubrir y manifestar la totalidad de vuestra belleza en el mismo seno de la visión de este mundo, y de la visión de vuestros hermanos y hermanas, como al resto del mundo.

…Silencio …



Soy Anaël Arcángel y vamos a instalarnos juntos, en este instante, en la verdad del Silencio, sin otro fin que de estar allí.

…Silencio …



Hijos del Uno y amados del Amor, sentid el Fuego del Amor, el Fuego de la Verdad …

…Silencio …



…y quedamos juntos y Uno, en este Silencio y en esta plenitud …

…Silencio …



…disponibles para Él, disponibles para el Espíritu del Sol.

…Silencio …



Aquietaos y depositad en este espacio sagrado lo que os estorba y juntos rindamos gracias a la acción de Gracia y al estado de Gracia.

…Silencio …



Y recibid así la bendición de las Aguas de arriba, las Aguas del Misterio, del IM manteniendo el misterio de la Creación, el mismísimo misterio de la Vida …

…Silencio …



…con el fin de que vosotros mismos, llegado el momento, podáis revelar el poder del «Ehyeh Asher Ehyeh».

…Silencio …



Tú, el amigo y el amado de la Fuente, libérate de todo peso, porque ya lo eres, liberado.

…Silencio …



Y no olvidéis, que a cada regreso en el seno de este mundo, de ser la sonrisa del Amor en la circunstancia que sea, en la relación que sea, en el sufrimiento que sea, en la alegría que sea.

…Silencio …



Soy Anaël Arcángel y deposito sobre vosotros una lluvia de bendiciones, con el fin de que la sonrisa del Amor nunca pueda desaparecer de vuestros labios.

…Silencio …



Hasta pronto.



MIKAEL:


Soy Mikael, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Hijos de la Luz Una, permitidme a mi también, por mi presencia en este lugar, en este espacio, depositar sobre vuestros hombros, yo también, mi Manto Azul. Vengo para activar la revelación de las últimas llaves Metatrónicas, aquí y ahora, rebautizándoos en el espíritu de la Verdad por la Gracia de Cristo y por decreto de la Fuente.

Mi presencia en vuestros cielos como en vuestro corazón, viene para abrir el cielo de la Tierra, permitiendo a la Flota Mariana organizar la Llamada de María. Vengo para abriros a vuestra última verdad, depositando el sello de mi Fuego y de mi Manto en el Templo de vuestra Eternidad. Mis palabras serán también pocas, entrecortadas con silencios, con el fin de digerir y de haceros vuestra, la verdad de mi Presencia en vuestra Presencia.

Amados del Uno y amados de la Fuente, el tiempo ha llegado de revelarme de manera visible en vuestros cielos y en vuestro corazón, revelando a través de este cuerpo la llama sagrada de vuestra propia consagración, marcando la vuelta a vuestra Eternidad si tal es vuestra libertad.

Vengo para poner punto final, de manera visible, al olvido colectivo de la verdad del Amor.

Vengo en vuestros cielos, y no solamente alrededor de vuestro Sol, para abrir la vía que finalizará la última reversión de las conciencias así como para la Tierra.

Vengo en vuestro corazón para facilitar vuestra identidad, para facilitar el Amor, para facilitar la verdad, no sólo ahora en vuestra Casa limpia sino alumbrándola con miles de fuegos, los fuegos de la Resurrección. Con las doce llaves reveladas y manifestadas que os hacen revivir en cierto modo, con otra octava, las doce etapas vividas en el momento de las Bodas Celestes, durante nuestros encuentros, hace unos años de vuestro tiempo.

Ya no vendré más para encuentros porque me instalo definitivamente en el corazón de vuestro corazón una vez atravesado el cielo de vuestra atmósfera y las barreras de vuestra cabeza. Así que desde ya sello en vosotros la consagración de la Verdad, la consagración de mi sello.

Vengo pues para manifestarme a vosotros de la misma manera que conocéis a los seres de la naturaleza, los Ancianos, las Estrellas y los Arcángeles, ya no de manera personal e individual sino para el conjunto de las conciencias de esta tierra.

Vengo pues para abrir camino al Arcángel que me sigue, el ángel de la Reversión y de la Presencia. Del mismo modo despejo en vosotros, con el Fuego del Espíritu, lo que puede quedarse anclado al efímero, anclado en el seno de los límites, los vuestros como los de este mundo.

Del mismo modo vengo para sellar la armonía real de las dos Coronas radiantes de la cabeza asociadas con la del corazón, con el fin de que vuestro cielo y vuestra tierra hagan sólo uno en la verdad de la conciencia, con el fin de que vuestra cabeza y vuestro corazón no estén más separados sea cual sea su función.

Así, tiene lugar en vosotros la Resurrección. Así, tiene lugar en vosotros, por mi Presencia en vuestro cielo, el sello indeleble de la verdad ígnea del Fuego primordial, instalando en vosotros el estado de Gracia y el estado de la Verdad donde todo retorna a su transparencia, a su luz y a su autenticidad.

Entre cada una de mis palabras, como para cada uno de los Arcángeles a continuación, se halla la certeza de la Presencia y de la Ausencia.

En cada corazón de esta tierra encenderé el Fuego de la compasión, el Fuego del Amor, dándoos una sensibilidad amplificada del Amor de María que os será entregado en el momento de su Llamada, momento de la última Gracia en este fin de la ilusión, en este fin de toda ilusión, de vuestra Resurrección, resurrección a la Vida Eterna, resurrección a la Vida, resurrección al Espíritu, resurrección a la Libertad.

Las señales de la Luz se hacen cada vez más evidentes y más impactantes, en vosotros como en la superficie de este mundo, poniendo punto final a la angustia de la muerte, poniendo punto final a la angustia del efímero y revelando lo que sois verdaderamente en la mirada de todos, en la mirada de cada uno.

…Silencio …


El bautismo de Fuego, de manera visible y ya no interno, en el mismo seno de la ilusión de este mundo, desvela de manera impactante la verdad, la transparencia y la claridad del Amor.

…Silencio …


Escuchad y oíd, en el silencio de vuestro corazón, el estruendo del cielo y de la tierra ilusorios, poniendo al desnudo la joya.

Vuestro corazón de fuego avivará el estruendo del derrumbe de las ilusiones y activará al mismo tiempo la plenitud del Silencio, revelándose a sí mismo el Amor.

…Silencio …


Se juegan en vosotros, en cada uno de vosotros, el último juego de las ilusiones, el último juego de la revelación de lo que siempre estuvo presente a pesar del encerramiento, dando, en cierto modo, un acceso libre a cada cual que está en el silencio del corazón, de poner punto final a todos los velos aislantes y que os encierran.

Vengo también para aclarar sobre la finalidad del trabajo de los cuatro Elementos o cuatro Jinetes, que os permiten ver a los Dragones, a los Elfos, a los Gnomos y a las Ondinas, así como a todos los pueblos de la naturaleza, que os permiten ver los engranajes de la ilusión de este mundo, no sólo a nivel individual pero mucho más a nivel colectivo; un período que es vivido por cada humano encarnado o bien con la Gracia o bien con negación o bien con ira. Pero allí también, lo que emergerá de vosotros no es otra cosa que la ilusión del juego de la escena del teatro.

...Silencio …


Al Fuego del cielo le responde el Fuego de la Tierra, al Fuego de vuestro cuerpo y de vuestro corazón le responde la Presencia de Cristo, por la Gracia del Espíritu del Sol, acompañado del Coro de los Ángeles.

…Silencio …


También, en vosotros como por mi presencia como Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes, poniendo mi sello en el cielo de esta tierra, tomo, de manera temporal, el papel de Príncipe y Regente de las Milicias de la Tierra con el fin de que los hijos del Uno, todavía atrapados con lo que queda de ilusión, puedan descubrirse, sin vergüenza y sin pudor, a su estado de ser real, a su conciencia real en el seno de las manifestaciones de los Mundos Libres, aquí mismo sobre esta tierra.

…Silencio …


Así, lo que podía quedarse ocultado en el seno de vuestras sombras residuales posibles, como en el seno de los engranajes ocultos de este mundo, se desvelará cada día un poco más, bajo la iluminación de la Luz, porque la intensidad de la radiación Ultravioleta, la intensidad de la emanación del Sol central, la intensidad de mi Presencia y de vuestra Presencia, ya no permitirá, sea cual sea la sombra, poder ocultarse más en el seno de vuestra Presencia o en el seno de los engranajes de este mundo, finalizando así la obra de disolución total e irremediable de las últimas líneas de predación pudiendo todavía manifestarse por los juegos de las creencias en el seno del sistema de control de la mente humana, aunque ya bastante difuminadas y bien disueltas por el esfuerzo de los que anclaron y sembraron la luz.

Así, vosotros mismos podréis decir, según los momentos: «Soy el Ángel Mikaël que es como Él, la Fuente». Así manifestaréis la gloria de Cristo, independientemente de toda persona presente todavía en el seno de vuestra conciencia, dándoos el acceso, si ya no es el caso, a la trans-dimensionalidad de vuestra Resurrección en la mismísima superficie de este mundo.

…Silencio …


Pasando también por vuestro cielo, avivaré las brasas del fuego de la ilusión, enseñando entonces a cada uno la ineluctabilidad de lo que sucede, sea cual sea la aceptación o la negación. Así deposito en vosotros de nuevo, y por segunda vez, el sello de la Resurrección.

…Silencio …


Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes y Terrestres, en la acogida de vuestro corazón se realiza la acogida de mi Presencia, sellando así también, con otra octava, la Nueva Eucaristía, el sacramento perpetuo de la Verdad. Entender bien más allá de mis palabras, entender bien más allá de nuestras Presencias comunes, el sentido y el peso de mis palabras con el fin de que se establezca la Verdad del Uno aquí mismo en este mundo.

…Silencio …


Así que estáis ahora marcados con el sello de la Liberación y de la Resurrección, siendo cada uno de manera individual el testigo y el receptáculo de la Verdad en el mismo seno de este cuerpo y de esta conciencia. Dignaos en recibir mi última bendición antes de recibir mi bendición visible por los ojos de todos.

…Silencio …


Así, cada uno de vosotros, desde ahora, podréis dar vuestra paz a cada hermano y hermana encontrado y en cada relación encontrada. Sean cuales sean las circunstancias de guerra en el exterior, la paz interior acabará con todo lo que podrá molestar y oponerse al restablecimiento de la Verdad y a la Ascensión.

Soy el Arcángel Mikaël y os doy mi paz. Adiós, en el Templo de nuestro corazón.

 
URIEL :

Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Bien amados hijos de la ley de Uno, en Verdad y en Unidad, dignaos en recibir y acoger la Gracia de mi Luz Blanca. Vengo hacia vosotros como Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión, acompañando vuestra liberación.

Así inicio con vosotros el canto de la liberación, el que sopla el Espíritu del fuego de la Libertad, el que sopla el espíritu de la Verdad. Así, en vosotros, el Paracleto se activa. Así, en vosotros deposito la activación de la tercera llave, la que os permite vivir el Pasaje con facilidad, permitiéndoos atravesar las orillas de lo conocido, con el fin de reencontraros en el esplendor de la Verdad reencontrada, con el fin de reencontraros en el canto de la Libertad, entonando de manera perpetua la gloria de la Verdad y la verdad del Amor.

Bien amados hijos de la ley de Uno, vengo para cantar al Templo de vuestra Presencia el canto de la Libertad, el canto de la Llamada, el que acompaña el pasaje de lo conocido a lo desconocido, dándoos a vivir finalmente el soplo y la verdad de la Eternidad, el soplo y la verdad de vuestra belleza.

Amados del Uno, hijos del Uno, canta en vosotros el canto de la Libertad, canta en vosotros el Silencio de la Verdad. Entre mis palabras se depositan en vosotros el principio y la esencia de la Libertad Eterna, de la Verdad, apareciendo por fin sin frenos y sin resistencias, apareciendo por fin en la Llamada de María y en la Llamada de los Arcángeles, dándoos a vivir la verdadera Libertad con el fin de ver con los ojos de vuestra carne la majestad de la Luz, con el fin de que nunca más la menor duda pueda subsistir en el seno de la entropía de este mundo.

Aquí mismo, aquí y en todas partes, aparece en vosotros el canto y el soplo del Espíritu, el que por fin logra emerger desde el interior hacia el exterior y del exterior hacia el interior, dándoos precisamente el ritmo de vuestra Libertad, el ritmo de vuestra liberación. Así que acoged y dejad obrar las fuerzas de la Luz, dejad obrar la verdad de la Luz, con el fin de que el Pasaje se realice en vosotros de la manera más sabia, con el fin de que el Pasaje se realice en vosotros de la manera más directa, esplendorosa y satisfactoria.

Así que abrid lo que todavía puede quedar por abrir y dejad lo que todavía debe ser dejado. Así que abrid y dejad emerger en vosotros el canto de la liberación, el que es concomitante a la Llamada de María, como en un último estertor ligado al sufrimiento, os abrís a la verdad del Amor, a la infinidad de los posibles y a la fuente de las fuentes, dándoos a vivir y a experimentar lo que es la verdadera Libertad, fuera de todo marco, fuera de toda referencia y fuera de toda ilusión.

Así el soplo de la Verdad y el soplo del Espíritu viene para cantar a la puerta de vuestro Templo, viene para ajustarse lo mas cercano a vuestro corazón, con el fin de adornar vuestro Corazón Ascensional con las luces de la Verdad, con los sellos arcangélicos, con las luces de vuestro Êtreté y con las luces de todas las dimensiones y de todas las direcciones del espacio cercano y lejano a la Tierra. Así el Sol viene a casarse con la Tierra, bautizando en vosotros el Espíritu Solar, bautizando en vosotros, en el Espíritu de la Verdad, la Presencia Una de todas las Presencias que se expresaron por diversas voces en vuestro Templo interior.

Así el tiempo ha llegado para vivir el Silencio, el de la plenitud del ser y del Espíritu, soplando sin interrupción sobre el terreno fértil de vuestro corazón y de vuestra experiencia, germinando y al mismo tiempo eclosionando, al mismo tiempo cosechando los frutos de la liberación, el acceso a la Verdad Suprema, la de vuestro ser que ya no es el observador, que ya no es el que juega un papel, pero que está antes de la mismísima presencia del observador.

En estos tiempos en los que no habrá nada más que observar que no sea la Luz, visible en el declive de la ilusión de este mundo, poniendo punto final a las últimas estructuras y a los últimos condicionamientos de los hábitos de vida en el seno de la ilusión. Así vengo para facilitar vuestro último Pasaje, el que os revela en totalidad y completamente la Verdad de vuestro Ser, la Verdad de la Fuente y la Verdad del Absoluto, con el fin de poner punto final, si tal es vuestra vibración, si tal es vuestra Presencia, a los juegos de luces y sombras que existen en el seno de este mundo.

La Luz no necesita ninguna oscuridad, la Luz Es de toda Eternidad, sea cual sea el color, emanando su propia luz, emanando su propia Verdad, cantando la sinfonía de los mundos, la sinfonía de los cuerpos celestes como de los cuerpos humanos.

Así estáis invitados, ya no a la danza de los Arcángeles sino a vuestra danza, con el fin de encontrar el aro de la Eternidad, el que os hace ascensionar en la espiral de la Leminiscata Sagrada, en la espiral de la Libertad donde toda libertad sólo puede descubrir otra libertad, permitiendo la creación de todos los posibles, o el descanso en el seno de la ausencia de creación. Allí está vuestra Eternidad, allí está la verdad de cada uno, quien lo acepte o quien lo niegue. Es el don de la Gracia a vosotros mismos, por el estado de Gracia y la acción de Gracias, que os permite tomar el camino más directo de la liberación, el de la humildad, el del corazón por fin reencontrado a su origen primero, como a su última finalidad, la del Amor, el de Cristo y el de la Conciencia.

Hijos del Uno y amados del Uno, escuchad y oíd el canto de la liberación, el de la verdad infinita de la belleza de la Fuente, en cualquier creación o recreación que sea. Entonces, allí, en el silencio de vuestro Templo lleno del Espíritu del Sol, preparado para acoger al Cristo y a la Llamada de María, revestido del Manto de María y de Mikaël, vengo para iluminar con el Blanco de mi Presencia, la pantalla de vuestra conciencia, poniendo punto final a las sombras, poniendo punto final a los juegos, poniendo punto final al efímero. La hora ha llegado de cantar el canto de la liberación, no solamente el de la Libertad, sino más bien el de la actualización de la Libertad, en el mismo seno de vuestro mundo tan privado de la esencial libertad de la conciencia.

Amados del Uno, vengo para depositar en vosotros el sello de la liberación, vengo para depositar en vosotros el sello de la estabilidad de la presencia luminosa del Espíritu alumbrado en el seno del soplo del Espíritu y del Fuego de la Verdad. El Fuego de Cristo toca vuestras puertas, haciéndoos atravesar lo que queda por atravesar, sin dificultad, en el momento en que vais en el mismo sentido de la travesía sin ir a contracorriente, sin oponeros a nada de la Gracia, a nada de la Inteligencia.

Así, vengo para acariciar lo que en vosotros abre el cerrojo de las últimas puertas cerradas con los cerrojazos del miedo y de la incomprensión de lo que sucede en vosotros como alrededor vuestro, sobre este mundo. Porque no hay ninguna respuesta que dar a este mundo, hay que dejarlo apagarse él mismo en el seno de las brasas de su fuego devorador que no acepta el Fuego de la Verdad. La hora de la Ascensión de la Tierra, y no solamente la de su Liberación, sonó por fin al reloj cósmico del Sol, al reloj cósmico de vuestro corazón. Así se manifiesta desde ya la llamada a la vacuidad, la llamada al Silencio, la llamada a la paz. Entonces ¿oís el sonido de la paz, oís la frecuencia, aquella última precediendo la calma, precediendo la instalación uniforme y definitiva de la Luz Una en el seno de vuestra conciencia, como en el seno de este mundo?

Muy amados hijos de la ley del Uno, después del acompañamiento que habéis, tal vez, seguido, que habéis, tal vez, acompañado, reproducido y vivido en vuestro Templo, ha llegado el momento ahora de no esconder nada detrás de la pantalla del juego, de no esconder nada detrás de la pantalla del teatro, con el fin de que ninguna pantalla pueda interponerse entre vosotros y vosotros mismos. Para cada uno de vosotros, en cada momento y en cada respiración que tomáis en la superficie de este mundo, el soplo del Espíritu os devuelve a vuestro Espíritu y os devuelve a la Eternidad.

Así que escuchad el canto de la liberación y dejadlo cantar en el silencio de vuestro corazón, alrededor de vuestra cabeza, y en todas las partes de este cuerpo chispeante de Luz, exultando la alegría del reencuentro. Porque se trata de un reencuentro, con lo que se creía perdido o extraviado en este camino de la Tierra. El camino de la Tierra, la prueba de la compresión, la prueba del olvido, toca a su fin. Ya es hora de acordarse, no de vuestras memorias, pero de lo que sois en realidad, ya es hora de vivirlo en totalidad y completamente. Es lo que se abre en estos días en vosotros, es lo que se abre a vuestros sentidos, es lo que se abre con vuestras percepciones, es lo que se abre con vuestras cogitaciones existiendo todavía en vosotros.

Entonces, obrando en el seno del Misterio, de la Revelación, vengo para depositar este canto de la liberación, este canto que no es solamente el de la Libertad o el del Amor, sino el que engloba todos los demás cantos, el canto de todos los posibles, de todas las experiencias, en las dimensiones que sean. Allí está la Luz Blanca, la de la Unidad, la de la Verdad. Sean cuales sean vuestras experiencias pasadas, sean cuales sean vuestras entradas pasadas, hoy, y cada día que pasa, es un día nuevo, instalándoos de manera cada vez más evidente y flagrante en la evidencia del Amor.

Amados del Uno, hoy comenzáis a ver más claro las vicisitudes de la ilusión, las vicisitudes del encerramiento, con el fin de vivir y de llevar el estandarte de la liberación y de la libertad, a cada uno y en cada sonrisa, en cada gesto, en cada palabra como en cada silencio, en cada ocasión como en cada circunstancia, estableciendo de manera firme y definitiva, la verdad de lo que sois. Y de veros, los unos y los otros, más allá de toda máscara, más allá de toda frecuencia, más allá de toda vibración, poniendo al desnudo al átomo original, el del Amor, el del Espíritu, dejando que él mismo obre, y que por él mismo, obre en vosotros mismos.

Así se despliega el canto de la liberación, alumbrando por vosotros mismos y por la Luz, sin deseo y sin venganza, sin juicio y sin prisa, lo que se despliega sobre la pantalla de vuestra vida, aquí mismo y en otra parte. Aquí mismo y en otra parte, en esta vida, el canto de la liberación ha sonado, anunciando las Trompetas, anunciando la Llamada de María, anunciando la vuelta de Cristo, a vuestra Presencia como a vuestra Ausencia en este mundo, dándoos todavía más pesos y más densidad a la Verdad Eterna, liberándoos de toda obligación y liberándoos de todo lo que habéis considerado hasta ahora como roles o funciones esenciales en el seno de este mundo.

La vida continúa, pero con otra octava. La vida se transforma, y es de hecho su característica esencial. Así viene a recordároslo el canto de la liberación, haciéndoos expurgar y evacuar de vosotros, exactamente lo que no sois, exactamente lo que no es de la Gracia de la Luz y de su Inteligencia. La Inteligencia de la Luz disuelve y hace desaparecer la inteligencia de la persona porque en el seno de la Luz, no hay otra exigencia que de Ser uno mismo esta Luz donde todo se resuelve, donde todo es posible y donde nada puede ser imposible por la Gracia del Amor, por la manifestación de la conciencia y por la presencia, en el seno de la Ausencia, del Absoluto mismo.

Muy amados hijos de la ley del Uno, vosotros que habéis seguido los preceptos de la ley del Uno y habéis aplicado a vuestra medida la ley del Uno en el seno de vuestra vida, hoy se acabó el tiempo del esfuerzo, porque esta liberación no es un esfuerzo, sino más bien un Abandono, como ya lo sabéis. Conforme a vuestro Abandono, el Pasaje de la liberación se hará con felicidad y ligereza en vuestra densidad de Amor, en vuestra densidad de Presencia o en la ligereza de vuestra Ausencia. Así se realiza el último Pasaje, el que obra en el seno de la Luz Blanca, finalizando las diferentes obras que habéis emprendido durante estos años, llevándoos a la cima de la montaña, llevándoos a la cima de vosotros mismos, devolviéndoos así al corazón del corazón, a la esencia de la esencia y a la verdad del Ser Supremo en su esplendor, su realeza, su consagración y su manifestación, o su ausencia de manifestación, en el seno de la conciencia que sea.

Así, se eleva en vosotros la verdad de la Libertad y la libertad de la Verdad. Así, se eleva en vosotros el Corazón Ascensional dándoos la gracia y la sonrisa, dándoos a percibir más allá de toda apariencia y más allá de todo juicio, la verdad de vuestro Ser, la verdad de cada Ser, la verdad de toda vida persiguiendo, no un fin, pero manifestando simplemente el despliegue de la Vida en el seno de los multiversos y los universos.

Así, el canto de la liberación viene para daros un empujón a lo que puede estar todavía paralizado por el miedo o por el olvido, con el fin de desincrustaros de lo que todavía puede parecer ser un bloqueo o una negativa, inconsciente o consciente, de la Luz en su totalidad. La Libertad y la Responsabilidad es hoy vuestro único papel, el de acoger con el corazón abierto, con los brazos abiertos y con la conciencia abierta, la realidad de los multiversos y de los universos que vienen a entrechocarse a la superficie de este mundo, mostrándole el camino de la Luz, el que no conoce ningún error, ningún camino falso, y sobre todo el que permite todos los pasajes a cualquier dimensión que sea.

Allí está la única Verdad, con el fin de no ser más tributario de un cuerpo efímero, con el fin de no ser más tributario de alguna relación ni de otro apego que no sea el de la Libertad, de la conexión con la Fuente y de la sabiduría del Absoluto al fin reencontrado.

Allí está el canto de la liberación, donde soltamos todos los pesos a los pies de Aquel que viene a presentarse y que llama a la puerta, a los pies de Aquella que viene a entregar la última Gracia en el seno de este mundo.

Amados del Uno, escuchad y oíd, descansad en el silencio del corazón y dejad obrar la alquimia de la Luz, dejad obrar la siembra del mundo nuevo y de las nuevas Moradas, sea cual sea la vuestra, donde no hay ningún sufrimiento y ninguna división.

Se acaba la fragmentación. Los pedazos vuelven a pegarse con el fin de daros cuenta de que no hay pedazos, que sólo está el Uno, que sólo está la Verdad Suprema del Ser, manifestado como en el seno del Absoluto. La hora de la liberación y el canto que entrego por mi sello depositado sobre la frente y en el corazón, permitiendo la simbiosis y la resolución de todo lo que todavía ha podido, en el seno de vuestras peregrinaciones sobre este mundo, paralizar unos elementos en vosotros.

Así vais a descubrir la danza del Silencio, ya no expresado a través del cuerpo, sino expresado a través del Espíritu directamente, porque el cuerpo ya no es útil con lo que va a suceder, y sólo os servirá para tener un refugio provisional con el fin de que la gestación llegue a buen termino y que la liberación se haga con una gran carcajada cósmica.

Porque todo es un juego, y el juego se acaba con el fin de que vuestro juego también acabe con esta carcajada de reencuentros cósmicos, reencuentros de la Eternidad, ya no por experiencia, ya no por momentos, ya no por etapas, ya no como una esperanza, ni una creencia, sino como la realidad de vuestro instante presente, con cada respiración, con cada movimiento, con cada gesto y con cada sentido vivido en este mundo.

Esto se vive ahora con una gran facilidad, con una gran sencillez y con una gran evidencia, a la medida de vuestra liberación.

Así que, amados del Uno, escuchad y oíd lo que os entrego en el seno de vuestro Silencio, en el Blanco de la Verdad, en el Blanco de la Unidad, aquí mismo y ahora.

…Silencio …


Tal es el canto del Silencio, donde la evidencia llena todo el sitio y todo el espacio. Este mismo que resuena en vuestro Templo, abriéndoos a los sonidos del Último y a las últimas llaves de la liberación. A vosotros que sois benditos entre los benditos, con el fin de que os volváis los que sois, los seres de Fuego, los benditos Elohim y los benditos Néphilim.

…Silencio …


Escuchad, escuchad lo que sopla en vuestro oído, el espíritu de la Verdad. Escuchad lo que sopla en vosotros, el Espíritu del Sol. Escuchad lo que sopla en vosotros, la animación de los Elementos. Escuchad lo que sucede en el Silencio.

…Silencio …


Así, en este Silencio, el Verbo Creador y el Verbo Creado se unen al Silencio de la Eternidad y al sonido primordial.

…Silencio …


Así, seréis tomados por la Gracia y ya no por el temor. Tomados por la Gracia, por su ligereza y por su belleza, acompañados por el conjunto de lo que sois, manifestado sobre la pantalla de vuestra conciencia como unos Arcángeles, como unos Ancianos y unas Estrellas. Está en vosotros, lo sabíais, lo vivíais unos instantes y unos momentos. Queda establecerlo de manera firme y definitiva, desapareciendo de lo que no es Verdad.

Así, en el Blanco de mi Presencia, sello en vosotros el sello de la liberación donde ningún arrepentimiento es necesario porque así es la Gracia, porque en el seno de la Gracia todo es Don y todo es dado. Así es el Espíritu de la Verdad.

…Silencio …


Entonces acoged y oid… el Silencio de nuestras Presencias …

Así, el Silencio está presente …

Así, el corazón es libre.

Porque en verdad, sois la Vía, la Verdad y la Vida, pero sois también el Silencio de la Eternidad precediendo toda vida.

…Silencio 


En la liberación, estad orgullosos de la Verdad de vuestro Ser Eterno. Estad orgullosos y humildes ante la majestad de lo que está allí.

Así como nosotros también inclinamos la cabeza ante la majestad, vosotros también levantaréis la cabeza antes de inclinarla en un gesto de gratitud y de reconocimiento eterno hacia vosotros mismos y hacia la Vida, hacia toda experiencia fuese cual fuese en el seno de este mundo.

Así el séptimo Ángel sonará pronto. Es el momento en que las Trompetas surgirán por todas partes. Allí coreará el trabajo final de la liberación.

Escuchad… y oíd todavía más profundamente el sentido de mis palabras y el sentido de mi Presencia.

…Silencio …


En el tiempo de la liberación, la Luz moldea y ultima su obra de Resurrección. Ser el simple testigo de esta Resurrección y quedaos en el Silencio de la Llamada.

…Silencio …


Y allí, en presencia del Silencio y en el silencio de la Presencia, acojamos mucho más que las Presencias que os acompañaron, mucho más que la suma de vuestras experiencias, acojamos juntos lo que es anterior al Verbo, lo que siempre estuvo allí.

…Silencio …


Así dejaréis pasar lo que debe pasar, dejando llegar lo que debe llegar. Porque esto no depende, ni de vosotros, ni de nosotros, ni de la Tierra, ni hasta del cielo, sino simplemente de la evidencia de la Luz.

…Silencio …


Vosotros, aquí y ahora, aquí y en otra parte, quienes recibís el sello de mi Presencia y de mi liberación, que no es otra que la vuestra, la que os ofrezco como ofrenda.

…Silencio …


El canto de la liberación consagra el tiempo de la liberación, y en este tiempo, ninguna restricción puede aparecer, ni ninguna falta. Asistir simplemente a vuestra propia liberación. No hay que hacer ningún esfuerzo, no hay nada más que dar que el don de la Gracia. Sólo hay que soltar lo que todavía no lo fue.

…Silencio …


El canto de la liberación, acompañado del canto de la Libertad, rodeado del canto de la Luz, os acoge en su seno igual que lo acogéis en vuestro seno. Allí donde ninguna palabra puede ni explicar, ni justificar, ni interpretar, donde el Silencio es la única evidencia y el único acto vivido en la majestad.

En el canto de la liberación, os doy mi paz y acojo vuestra paz.

Escuchad y oíd… la sinfonía del Coro de los Ángeles.

…Silencio …


Tal es la ofrenda que deposito en vuestro Templo, el canto de la liberación.

…Silencio …


Así, como la Fuente te lo dijo, yo también te digo: «Mi amigo, mi amado, ¿a qué esperas? Mi amigo, mi amado, quédate allí.».

…Silencio …


En el Silencio de la liberación, permíteme fusionar en ti.

…Silencio …


Tú, el amigo y el amado de toda Eternidad, acoge en Verdad y en Unidad.

…Silencio …


Permíteme también de cantar contigo el Silencio de la liberación, aquí y en otra parte, en todo lugar y en todo sitio, en cada vida.

…Silencio …


En la Paz y en la Alegría, descanso en ti. En la Paz y en la Alegría, dejo el Silencio florecer en tu corazón.

…Silencio …


Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Ve en paz, peregrino de la Eternidad. Deposito a tus pies el don de la Gracia y te digo hasta pronto. Mantengamos la presencia, pero silenciosa, de la comunión establecida entre vosotros y en cada uno de vosotros, aquí y en otra parte. Unos instantes, unas respiraciones.

…Silencio …


RAFAEL:

Soy Rafael Arcángel, Arcángel de la Sanación. Amados del Uno, aceptad los saludos de mi corazón a vuestro corazón.

Soy aquél que operó, por decirlo así, entre bambalinas para vuestra Liberación. Como Arcángel de la Sanación fomenté e impulsé en algunos casos la liberación de vuestra alma de las contingencias de la materia. Así pues, desde el interior de vuestro Ser, participé del vuelco y retorno del alma.

Ahora que la elección ha quedado clara, mi Presencia en el seno de la Ronda última de los Arcángeles tiende a iluminar la materia en esta tierra, a alumbrar desde el interior el camino que recorréis y la vida que vivís.

Al igual que el conjunto de los Arcángeles en esta Ronda, mi Presencia va mucho más allá de las palabras que voy a pronunciar. Esta palabras serán entrecortadas por silencios durante los cuales, juntos, aquí como en otras partes… Estos silencios servirán para alumbrar desde el interior lo que pueda subsistir todavía en vosotros como apegos, crispaciones y zonas oscuras en el seno de la bajada de la Luz y de vuestra Ascensión en la Luz.

Soy el Arcángel que acompaña toda forma de liberación y que manifiesta en vosotros lo que necesita ser resaltado en la pantalla de la conciencia en el mismo seno de vuestro mundo, más precisamente en este período de manera quizás más visible.

Las contingencias de la materia no son solamente las líneas de depredación o el encierro experimentado por este sistema solar sino más bien la revelación y puesta en luz de lo que obstaculiza vuestra Libertad, de lo que obstaculiza la plena conciencia, aquélla que – justamente – se encuentra liberada de las trabas, de las resistencias, que pueden todavía frenar el establecimiento de vuestra conciencia en el estado de Gracia, previamente a la estase.

Cada uno de vosotros está, por supuesto, invitado a solicitar mi Presencia, mi radiación y mi Luz. En forma especial durante este período soy aquél que ilumina, en lo posible, vuestro propio Tránsito hacia la Eternidad.

Muchos entre vosotros habéis resucitado en la llama del Espíritu eterno de Cristo o estáis encaminados hacia aquel Reencuentro. El sentido de mi Presencia es depurar en vosotros – mediante vuestra Luz y mi Presencia – lo que requiere ser señalado. Esto tiene que ver – en especial estos días – lo que puede subsistir en vosotros como creencias y resistencias ante la evidencia de la Luz.

Soy pues un caminante silencioso deseoso de acompañaros y no de caminar vuestros pasos, deseoso de asistiros en lo que tenga que ser develado en vosotros, deseoso de llamar vuestra atención y conciencia en lo que resiste, no para contrarrestarlo sino para alumbrarlo y así disolverlo, no mediante un esfuerzo sino mediante vuestra capacidad para trascender el sentido de toda identidad en este mundo, de toda función, de todo rol y también de toda quimera ligada a la prolongación de este mundo en su estado actual.

Muchos entre vosotros habéis sido durante estos años Ancladores de la Luz, Sembradores de Luz. Vuestro rol en este período se limita sobre todo a permanecer presentes ante vosotros mismos y lúcidos ante vuestra Eternidad. Así es como lo efímero desaparece o desaparecerá en su totalidad de vuestro campo de conciencia. Mi propósito es facilitar la Llamada de María a nivel colectivo como a nivel individual.

Soy aquél también que os ayuda en la finalidad de vuestro cara a cara para aclarar lo que os parezca incomprensible porque no es experimentado todavía y también sobre lo que pueda pareceros aterrador o violento, pese a la calidad de vuestro Amor manifestado en forma impersonal en este mundo.

Soy aquél también que reunifica el conjunto de los tránsitos y el conjunto de las corrientes vibratorias que os han cruzado parcial o totalmente durante todos estos años de vuestro tiempo terrestre.

Soy aquél también que acompaña – mediante mi simple Presencia en vosotros – vuestros momentos de desaparición y de reaparición en relación con este mundo. Mi sola Presencia es pues un bálsamo. Ahí está el significado de la palabra “sanación”. No veáis en este proceso tan sólo la sanación de la materia sino ante todo la sanación de la ilusión de la materia, de la ilusión del encierro, de la ilusión del sufrimiento, de la ilusión de todo lo que no sea duradero.

Soy pues la Eternidad en acción en el seno de vuestro efímero, sean cuales sean las circunstancias por venir, sean cuales sean las situaciones y relaciones. Iluminando lo que así lo requiera, permito que vuestra llama eterna logre manifestarse con total libertad en relación con las leyes de este mundo. Este proceso aclaratorio está operando en cada uno de vosotros desde hace algunos meses. Viene a completar todo cuanto habéis experimentado quizás, todo cuanto habéis rechazado tal vez, con un enfoque nuevo: aquel de la Libertad, aquel de la Autonomía, aquel de la Humildad.

Así es y desde ya podéis comprobar que sólo puede haber el uno o el otro, es decir ya sea lo efímero, ya sea lo Eterno. Y eso se irá repitiendo más y más a menudo sean cuales sean las circunstancias de los pasos que deis en este mundo, sean cuales sean las relaciones, las suposiciones, las ideas, a fin de mostraros y demostraros la insignificancia de lo efímero, la insignificancia de la vida privada de su libertad, privada de su posible acceso a los estados multidimensionales.

Este enfoque, que es también vuestro – pues presente estoy en vosotros como el conjunto de los Arcángeles – sólo puede funcionar si aceptáis rendiros a nivel de la persona, rendiros a nivel de la necesidad de apropiación, de comprensión, de captación de lo que sea en este mundo.

Soy pues aquél que impulsa e impulsó, por simple Presencia, la posibilidad que tiene el alma de volverse, de experimentar en el seno de la materia como también en el del Espíritu. Me encuentro pues a medio camino en vuestra estructura, entre las Puertas que llamáis Visión y Al. Apunto pues a lo que separa y lo que unifica, ilustrado en vuestro cuerpo con el diafragma, que separa, como bien sabéis, el nivel aérico del nivel digestivo.

Vengo, pues, a retornaros – a través de vuestra lucidez – al Soplo original, aquél llamado Verbo Creador, en resonancia con la co-creación consciente. Vengo también a demostraros – a través de vuestra lucidez – que las distinciones establecidas de manera artificial en este mundo entre las edades, entre los sexos, entre las identidades y entre las funciones, sean cuales sean, no son sino temporales y que no conviene rechazarlas ni apartarse de ellas sino más bien atravesarlas con plena lucidez.

Así es como fomento en vosotros la claridad y la precisión acerca de lo que ocurre actualmente y que os conduce a veces a vivir nuevamente ciertos traumas pasados, pese a ser evacuados en parte de vuestra conciencia limitada y que permanecieron sin embargo incrustados en el alma ya sea revertida o en curso de reversión y no disuelta.

Así, en este lugar y en todas partes en la Tierra, en este día y en este instante, abro en vosotros las compuertas de la comprensión sin límites del Supramental, que no requiere más del análisis lógico ni de la compresión intelectual sino que opera directamente a través de la intuición y la visión del corazón, lo que os remite a la libertad de la Corona radiante de la cabeza y a la visión – hasta ahora alteradas por las fuerzas luciferinas.

Soy también aquél que os permite – mediante mi Presencia y vuestra lucidez – ver con vuestros ojos carnales, percibir – a través de vuestro cuerpo físico como a través de todas vuestras estructuras sutiles y efímeras – lo que os rodea en este mundo. Esto abarca obviamente tanto los pueblos de la naturaleza – como elementos más sutiles – como - de manera más abrupta – las vicisitudes de este mundo, las mentiras de este mundo y los engaños de este mundo, en cualquier lugar que estén en vuestra escala de valores.

Restablezco, pues, la justicia y la equidad, tanto en vuestros comportamientos como en las acciones llevadas a cabo en la sombra y que han conducido a la humanidad a experimentar hoy en día el Choque de su Liberación.

No vengo a dar sermones, ni a juzgar, ni a condenar, pues eso no es de mi incumbencia. Vengo simplemente – y os reitero – a iluminar sobre lo que lo requiere. Así pues, de haber en vuestras vidas, aquí mismo en este mundo, elementos perturbadores, sean cuales sean y de cualquier naturaleza que sean, me corresponde iluminar y facilitar el tránsito vuestro a través de esas zonas oscuras.

Así pues, hoy más que nunca la función del Arcángel de la Sanación se activa dentro vuestro pero en una octava superior, en otra dimensión que la simple curación del cuerpo físico o de los cuerpos sutiles efímeros. Dicho de otra forma, vengo a sanar el alma sufriente en sus creencias, en sus hábitos, en lo que ella considera ser su karma. Soy pues, la manifestación del estado de Gracia y por ende, de la sanación última.

Os llevo pues, a ver no las causas y tampoco los efectos sino – mediante vuestra lucidez – la realidad del Amor y del Verbo Creador en todas las circunstancias de vuestra vida. Eso se traduce ya o se traducirá en muchos de vosotros por una disminución o una desaparición de los pensamientos reiterativos, de los dolores reiterativos, de todo cuanto os parece nunca ceder o terminar.

Tened presente que no actúo en contra de lo que sea o de cualquier sufrimiento que sea sino que brillo con más fuerza para que veáis con más precisión lo que no fluye todavía, lo que no se ha hecho liviano todavía dentro de las estructuras efímeras. Perfecciono, por decirlo así, vuestras estructuras físicas, energéticas y vibrales hasta ajustarlas y sintonizarlas con la frecuencia Marial y la Llamada de María.

Así juntos, aquí como en otras partes, en unión con el Sol donde me encuentro, en unión con el Sol Central de la galaxia con quien estoy en resonancia, deposito en vosotros la lucidez de la Luz, la lucidez de la Eternidad, la lucidez del Amor y por ende, de la sanación. Sanación ya no parcial sino total – si vuestra vibración así lo permite – de la ilusión de este mundo y también más directamente de este mismo mundo y de vuestra sensación – si la tenéis todavía – de ser parte de una historia limitada en el seno de este mundo.

No corto como lo hacen Cristo o Miguel. Aporto el bálsamo de la lucidez del Amor donde sea necesario, en vosotros como en toda interacción existente entre vuestra propia ilusión y la ilusión de este mundo.

Muchos años atrás os fueron comunicados tanto mi sello como ciertos elementos posturales y verbales transmitidos por el yoga de la Unidad y de la Verdad. Hoy en día aquellas informaciones ya no sirven pues sois libres. Aunque no lo percibáis, aunque no lo experimentéis, vengo a aportaros el bálsamo del Amor, el bálsamo de la sanación y por último, el bálsamo de la trascendencia.

Al igual que con cualquier otro Arcángel, ya no necesitáis acudir formalmente a rituales, protocolos ni palabras. Sólo necesitáis instalaros en el corazón y dejar operar – a través de vuestro Abandono en la Luz – la Luz en vosotros. Para ello no es necesario dirigir vuestra atención hacia tales ideas, tales pensamientos, tales sufrimientos o tales resistencias sino simplemente aumentar la intensidad de la luz que vuestro propio corazón proyecta sobre dichas zonas oscuras. Eso puede funcionar solamente si acatáis uno de los preceptos más importantes de Cristo que consiste en dejar operar la Luz en vosotros con la certeza de estar en este mundo sin ser de este mundo, aunque vuestras estructuras efímeras sean parte integrante de este mundo obviamente.

Este enfoque, nuevo para algunos, puede efectivamente traducirse por la sensación de un recrudecimiento o de una recaída de ciertos elementos pertenecientes a la persona. Nada más erróneo pues el conjunto de vuestras manifestaciones resulta, al final, de un enfoque nuevo procedente de vuestra Eternidad y de la Eternidad de la Luz, que viene a actuar sobre lo que la necesita, en cualquier nivel que sea.

Dejaos llevar pues, por lo que suceda en vuestras vidas practicando de la pequeñez de la humildad y de la simplicidad. Sed real y concretamente como un niño porque nadie puede entrar al Reino de los Cielos si no se ha vuelto previamente un niño, virgen de toda historia, virgen de todo sufrimiento, virgen de todo apego o de toda creencia en cualquier ilusión o en cualquier historia que sea, vivida en la superficie de este mundo, sea la vuestra o cualquier otra.

Los tiempos, ya lo sabéis, se han cumplido. El plazo indicado por el más venerable Lipika kármico llamado Orionis os ha sido comunicado hace pocas semanas. Habéis podido constatar durante este período vuestra facultad cada vez mayor para experimentar momentos de armonía en la naturaleza como en vuestro interior y a nivel de ciertas relaciones.

El enfoque propuesto por mi Presencia y vuestra lucidez han llevado a algunos a efectuar reajustes en su propia conciencia como en su entorno. De ahora en adelante vais a cosechar más y más frutos a nivel de la Libertad, a nivel de vuestra Autonomía y de vuestra Liberación futura, de no ser ella recuperada todavía a nivel individual.

Vengo pues, a depositar en vosotros aquella lucidez que da al alma – no disuelta todavía – liviandad en su vuelo hacia el Espíritu. Esto se produce en el Silencio y en la intimidad de vuestra Presencia. Ahí está la verdadera sanación, la sanación de las creencias, la sanación de los miedos, la sanación de las carencias, la sanación del miedo a lo desconocido. Recordad que todo eso aparecerá espontáneamente, sin dificultad alguna, en cuanto sintáis la zona de vuestro pecho – no sólo el Corazón Ascensional, no sólo la Corona radiante del corazón, no sólo la Nueva Eucaristía, no sólo la estructura peculiar del átomo germen del corazón – sino la totalidad de vuestro pecho como ardiendo bajo el efecto del Fuego de la Verdad. Y ha de ser eso lo que ha de denotar en vosotros la carencia de Luz, como en el seno de toda relación y de toda interacción, llevándoos a experimentar el gozo simple del niño, maravillado con lo que ocurre en vosotros como en vuestra vida.

Soy también el consolador. Más allá del enfoque luminoso, más allá de la comprensión del alma, soy aquél que viene a consolar lo que puede ser vivido como pérdidas actuales o pérdidas pasadas o también pérdidas futuras pues la pérdida sólo tiene que ver con este mundo. Del otro lado del velo, liberados de las contingencias de la materia, vais a descubrir la liviandad del ser, la risa de la vida y el gozo de la liviandad, así como el gozo de ser real e integralmente lo que sois en verdad. Así, en el seno del espacio de Silencio que abrimos ahora, deposito la activación de la frecuencia de la sanación.

… Silencio…


Esforzaos también por tener presente que esta forma de lucidez nueva, para algunos, nada tiene que ver con justificaciones, nada tiene que ver con explicaciones, nada tiene que ver con causalidades sean cuales sean sino que es la acción del Amor por el Amor y en el Amor.

… Silencio…


En este Silencio que practicamos se encuentra la totalidad de la Verdad pues es en el Silencio donde se crea el Verbo. Al estar en el origen de esta creación como de toda creación, el Silencio permite también acabar con todo lo que está limitado en vuestros funcionamientos, en vuestras relaciones, en vuestros afectos y en todo cuanto llamáis causalidad o karma.

… Silencio…


Mis palabras como mis silencios hoy van dirigidos exclusivamente a vuestro corazón, a vuestra alma o a vuestro Espíritu. Tened presente que la Luz nunca irá en contra de la libertad de creeros condicionados o sometidos al libre albedrío. La Libertad de la Luz nada tiene que ver con la elección, nada tiene que ver con lo que llamáis libre albedrío pues el libre albedrío implica la elección, implica la decisión e implica pues, la posibilidad inherente a aquella noción de elección que es la equivocación y el error. La verdadera Libertad es la sanación, aquella que sabe lo que ella es y que no requiere suposición alguna ni proyección tampoco y menos aún explicaciones pues la Luz se nutre consigo misma y por sí misma. La Luz es, en el seno de lo que sois, perpetua e infinita.

… Silencio…


La Ascensión colectiva de la Tierra y por ende su sanación final ha comenzado de manera formal, indeleble y cada vez más visible. Obvio es que el proceso no será vivido individualmente de la misma manera sino que variará según vuestro grado de libertad, según vuestra capacidad para soltar lo que os importa todavía. Al corazón sólo le basta el corazón. Él desconoce las historias, desconoce los sufrimientos, desconoce las resistencias cualesquiera que sean.

La evidencia de lo que acabo de decir debe ser experimentado por vosotros mismos más allá incluso de la evidencia o de la incomprensión. En otras palabras, dejad que el corazón sea lo que es, pues eso es lo que sois, el resto sólo pasa y pasará cada vez más rápido.

Lo que ha sido llamado los Cuatro Vivientes o los Cuatro Jinetes del Apocalipsis se encuentran ahora soltados de manera total, a partir del día de hoy, en la superficie de la Tierra y en las profundidades de vuestro corazón. Tened presente también que eso no requiere de vuestra parte nada más que la Presencia en vosotros mismos para ser lo más útiles posible, no para vosotros mismos sino para el conjunto de la humanidad.

Recordad también que es en aquel nivel donde ha de encontrarse la única respuesta posible a todo cuanto acontezca pues no existe otra salida, como se lo hemos reiterado hace poco.

Tened presente que ningún sufrimiento, ninguna resistencia, ningún conflicto, ya sea personal o colectivo, puede durar porque en su esencia es, en este mundo, efímero y obedece a ciclos, tanto astronómicos como temporales, ligados a la evolución en el mundo donde estáis.

El corazón se basta a sí mismo y la lucidez nueva es aquélla, concientizada y actualizada, que sólo el corazón puede ofreceros. Ninguna acción hasta ahora eficiente podrá en adelante proceder de lo antiguo, que obedecía a las leyes de acción y reacción. Eso es lo que conviene identificar cuanto antes dentro vuestro y de manera cada vez más colectiva dentro de ciertos grupos, ya sean familiares, ya sean raciales, ya sean espirituales o circunstanciales con relación a alguna actividad, sea cual sea.

La única Libertad real consiste pues, en reconocer vuestro corazón como el origen y la fuente de todo lo que acontezca en el escenario del teatro de este mundo, sin excepción alguna. En otras palabras, cual sea el punto de vista personal de cada cual, los acontecimientos colectivos que asoman en el horizonte de este planeta no son sino el reflejo de lo que ocurre en vosotros. Que las circunstancias os parezcan placenteras o terribles, eso no cambia en nada la verdad de esta aseveración.

Deposito pues, en vosotros, por segunda vez, el Soplo del Espíritu de Verdad, que da lucidez al corazón y en cierto modo lucidez a la persona en relación con la verdad del propio corazón, lo que permite medir cuan lejos o cuan cerca estáis de la Libertad.

Recordad también que, cuales sean las circunstancias que os corresponda vivir en vuestra pantalla interior o en la pantalla de este mundo, tales imágenes sólo pasan sin alterar en nada la realidad y la verdad de vuestra Libertad y de vuestra Eternidad.

Estaréis de todas formas, en el seno de este mundo, colectiva e individualmente, sumidos en el silencio y el asombro ante la belleza y la majestad de lo que acontezca en la Luz, pero también, al contrario, en el espanto por lo que ocurra en la materia. Y es en estas circunstancias presentes y actuales donde se encuentra la mayor capacidad para ser lúcido, verdadero y sanado. Para lograrlo es necesario permanecer atento y en oración. Estar atento no con relación al bien o al mal, tampoco con relación a lo perjudicial o provechoso, sino únicamente en relación con el corazón pues todo lo demás ha de desaparecer, sin excepción alguna. Entonces sabréis, incluso antes de la aparición de la última Trompeta, que estáis preparados.

La Libertad no es un concepto, sobre todo en este mundo. La Libertad es la condición sine qua non de la conciencia. Esto es lo que va a verse, de no verse ya. Esto es lo que va a vivirse, de no vivirse ya. La desaparición del exterior, la desaparición del entorno, así como la desaparición de todas las conciencias sutiles, tanto las de la naturaleza como nuestras Presencias como Arcángeles o también como Ancianos o Estrellas, que estarán en silencio en su momento, os permitirá – antes de la Llamada de María – vivir directamente la Autonomía completa. Que eso suceda en forma de vivencias o durante el sueño o de un modo imprevisto e inesperado, eso ha de prepararos para el cara a cara final.

No olvidar en aquel momento mi Presencia y mi radiación, sin solicitar nada más que ver la Verdad para ser la Verdad.

Eso implica también cierto número de manifestaciones como los mecanismos de adormecimiento o de dolores periféricos en los miembros, dirigidos a apagar la conciencia limitada.

Así pues, lo que acontece en la pantalla mundial como lo que acontece en vuestra pantalla interna no tiene consistencia ni peso alguno en relación con la presencia del corazón. Es aquella lucidez la que va a actualizarse en su totalidad, de no existir ya.

Así, con vuestro permiso, establezco nuevamente este Silencio, aquí y en otras partes, en unión con el Espíritu del Sol y con la acción de las radiaciones solares del día de hoy.

… Silencio…


Reitero la invitación de la sesión anterior con el ángel Uriel para que prestéis atención y escuchéis el Silencio en el que se despliega la verdad del corazón.

… Silencio…


Soy Rafael, Arcángel de la Sanación.

… Silencio…


Soy aquél que acaricia vuestra alma por primera vez.

En el Fuego del Amor y de la Verdad, bendigo la Vida que sois, bendigo la Verdad de quienes sois.

… Silencio...


Soy Rafael.

Soy, en vuestro interior, la sanación de lo efímero cuya desaparición ha de coincidir con la Llamada de María. Os saludo por última vez.

… Silencio…

Hasta luego.


GABRIEL:



Soy Gabriel Arcángel, Arcángel de la Anunciación, Arcángel de la Sabiduría y Mensajero. Que la Paz, el Amor y la Sabiduría, se establezcan en este espacio.

En lo que vivís, los unos y los otros, permitidme depositar en vosotros la Sabiduría.

…Silencio …


A la hora de vuestro tiempo en que la Luz y la Verdad están emergiendo de manera cada vez más evidente, preparando así el Pasaje, preparando también el Mensaje, el del Anuncio de María, de su Llamada, el Anuncio de la Libertad.

No vengo a daros un discurso, no vengo tampoco a entregaros ninguna enseñanza sino más bien a permitiros, si tal es vuestro deseo, de instalaros en la paz de la Presencia y la Sabiduría eterna de la Luz.

Vengo también a anunciaros el tiempo de la revelación final que debe de ser atravesado y vivido con sabiduría, con madurez y con autonomía.

Vengo a traeros la buena noticia, que no es ninguna esperanza, pero que es una realidad intangible, la de la Luz, la de la Verdad depositándose integralmente sobre vuestra conciencia y sobre este mundo.

Vengo a invitaros a la dulzura y a la ternura que son los atributos de la sabiduría, la que no conoce ni deseo de posesión, ni deseo de demostración, sino simplemente la evidencia de la Luz y de la Verdad, la majestad que pone fin a todo lo que no dura.

…Silencio …


Vengo a anunciaros mucho más que la Llamada de María y mucho más que la Libertad, vengo a anunciaros la paz del corazón y la paz de la Morada Eterna.

Vengo a invitaros a la sabiduría del corazón, la que no conoce ninguna alteración ligada a una condición o a una circunstancia.

Vengo a sentaros en el silencio de la Verdad y de la Belleza.

Soy el Arcángel que ha acompañado sistemáticamente todas las liberaciones de los mundos, de manera tan silenciosa como el Arcángel Rafael pero con la misma potencia en estos tiempos, haciéndoos ver esta potencia como la emanación de la dulzura y no como algún poder cualquiera. Porque, cuando la Luz y la Verdad están presentes integralmente en vosotros, ¿qué pueden haber más que el Amor mismo y la Sabiduría?, no la sabiduría de este mundo, pero la sabiduría sobre este mundo, sentándoos en este sillón de Eternidad, el del corazón elevado, del corazón ascensionado, sólo interesado por sí mismo, sólo interesado por el Principio y la Esencia del Amor, traduciéndose en vosotros en la paz, la alegría, la dulzura y la capacidad por ello de no ser más afectado por ninguna circunstancia de todo lo que es efímero.

Vengo a daros un mensaje de Alegría y de Paz, sea cual sea lo que se presente sobre la pantalla de este mundo, porque no sois nada de todo esto. Tened los pies en la tierra y mirad el cielo. Anclaos firmemente en vuestra Presencia, en vuestra Luz, en vuestra Verdad.

El alboroto del mundo alcanza desde ya su paroxismo, y a la medida de este paroxismo, descubrís la sabiduría, la paz y la alegría. Vivir este alboroto en la paz es el don de la Luz a sí misma, el don de la Gracia a vosotros mismos. Entonces reafirmo: Paz para todos vosotros, Paz a cada uno de vosotros y Sabiduría de dejar vivir lo que tiene que vivirse en esta resolución de toda dualidad.

Vengo a invitaros al banquete de la Resurrección.

Vengo a invitaros a acabar el capítulo del sufrimiento, el capítulo del efímero.

Os invito pues, como lo he dicho, a la sabiduría del Amor y a la alegría de la Verdad.

Vengo a afinar, por mi resonancia en vosotros activándose a partir de ahora, la última transparencia donde nada puede ser parado viniendo de este mundo, donde nada puede ser influenciado por este mundo o desde este mundo, en lo que sois.

…Silencio …


Vengo a invitaros al banquete de la Eternidad, que sea aquí o en otra parte, que sea en los Círculos de Fuego, que sea en el seno de las estructuras del conjunto de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, que sea en el Absoluto.

Vengo a invitaros a la oración silenciosa del corazón, la que sólo escucha la Sabiduría y la belleza.

Con este anuncio, es tiempo también de trascender y de perdonar lo que no ha sido perdonado, hasta la raíz del encerramiento en este mundo. Porque si no hay perdón, no puede haber desaparición, no puede haber sabiduría. La sabiduría de reconocer que sólo el Amor es capaz de lavarlo todo, con tal de devolveros vuestros vestidos de luz en su pureza.

En el momento en que la Llamada de María resuene y en el momento en que Cristo venga para juzgar, tal como fue escrito, a los vivos y a los muertos, porque en definitiva no hay nadie para juzgaros, pero desde vuestra sabiduría mana vuestro equilibrio, el equilibrio también de este mundo sea cual sea el alboroto proyectado sobre la pantalla, porque incluso la pantalla va a desaparecer, poniendo al desnudo el Amor-sabiduría, poniendo al desnudo la Alegría, alimentándose y bastándose a sí misma.

…Silencio …


Vengo a invitaros a la oración perpetua que no es una petición, sino más bien una acción de Gracias y un estado de Gracia, estabilizándoos en el Amor y en la Sabiduría. Allí está el perdón verdadero. Porque así es como os reconoceréis últimamente los unos en los otros, los unos con los otros y nunca más el uno contra el otro, porque no hay «otro».

Vengo también a suavizar en vosotros lo que no es suave, vengo también a consolar al manso y al pobre, por mi Presencia y mi Emanación.

…Silencio …


Así, desde el punto de la sabiduría del Corazón de la Fuente, pacifico también los pensamientos de lo que puede interferir entre la Verdad y vosotros.

Vengo también a pedir de vuestra parte, una escucha y una comprensión de lo que os digan la Luz y la Verdad, en su sabiduría y en su belleza. No vengo a convenceros de nada, pero simplemente a deciros la verdad de vuestro posible y de todos los posibles. Sois libres de elegir entre el alboroto del mundo y la paz del corazón, porque no habrá otro apaciguamiento posible que la paz del corazón. No hay otra alternativa que de manifestarlo por la sabiduría y la bondad.

…Silencio …


En el espacio de mis palabras se encuentra la Sabiduría que sabe que no necesita nada más que lo que ya está allí.

Vengo a suavizar en vosotros, por mi Emanación y mi Presencia en vosotros, lo que no es suave todavía .

Vengo también a apaciguar vuestra Resurrección con el fin de comprobar por vosotros mismos que vuestro último nacimiento en vuestra Resurrección se hace de la manera más suave y de la manera más perfecta en la Inteligencia de la Luz.

…Silencio …


Vengo a hacerte escuchar y a hacerte oír el canto de tu corazón apaciguado, el canto de la Libertad que se sostiene en la Sabiduría.

…Silencio …


En el Silencio se encuentra la Paz. Todo eso lo sabéis, todo esto lo habéis vivido en parte o en totalidad, ahora queda instalarlo de manera definitiva, independientemente del tumulto de este mundo.

Vengo a invitaros a dejar aparecer y a dejar ser la totalidad de vuestra Luz, la totalidad del Mundo, no sólo de este mundo sino del conjunto de los Mundos Libres.

…Silencio …


Entonces sí, escuchad y oíd lo que os dice la Sabiduría y mi Anuncio, con el fin de no estar más engañados por las circunstancias alteradas de este mundo, por los lazos efímeros creados vida tras vida, o en esta vida.

…Silencio …


En la sabiduría está la confianza, no en cualquier acción o reacción, pero la confianza total en la obra de la Luz, sobre este mundo. Sean cuales sean las imágenes observadas y observables pronto, no seréis arrastrados; la sabiduría se habrá instalado y no podrá ser alterada por ninguna circunstancia de este mundo, por ninguna circunstancia de este cuerpo.

En cualquier circunstancia de vuestra vida, que tenga que vivirse desde ahora, nunca perdáis de vista la potencia del Amor y de la Sabiduría.

…Silencio …


En este día, día de celebración de un cierto santo, deposito en vosotros la Sabiduría Eterna, atributo del Espíritu por la Gracia del Coro de los Ángeles que cantan los elogios eternos de la Verdad.

…Silencio …


Sonreid a la verdadera Vida, que no son para nada los conflictos de este mundo en su perturbación final, allí está la Sabiduría, allí está la Verdad.

…Silencio …


En el Amor-sabiduría, establecido en la Verdad, Soy el Arcángel Gabriel que anuncia la Resurrección.

Recordad también que ningún arma de este mundo puede alcanzar el Amor y la Verdad, recordad también que ningún engaño de este mundo puede durar en el Amor-sabiduría y ante él.

Soy el Arcángel Gabriel y en el Amor y en la Gracia saludo vuestra belleza. Paz para vosotros, Paz en vosotros. La Verdad otorga la Paz que ninguna guerra puede alcanzar.

Estad en paz con vosotros mismos, sed mansos con vosotros mismos, allí está la potencia frente al engaño, frente a lo que sois.

Por la Gracia que me es concedida desde el Sol Central, dignaos en recibir la Paz de nuestra Madre a todos, en cualquier forma que sea.

…Silencio …


Soy Gabriel Arcángel, sois la Luz y la Verdad, en Presencia como en Ausencia, saludo esto.

…Silencio …


Hasta pronto, mis amigos, mis hermanos, mis amores, en la misma Llama y en el mismo Espíritu del Cristo Uno. Hasta pronto.

…Silencio …


JOPHIEL:


Soy Jophiel, Arcángel de la Luz Dorada y del Conocimiento. Vengo hoy, en el seno de la Ronda de los Arcángeles, a confirmar un cierto número de puntos que vine a esbozar y a darles antes de las Bodas Celestiales.

Vengo hoy, no tanto por retomar lo que fue expresado sino simplemente para inscribirme en el seno de la vibración de la Presencia, en vuestro Templo.

Muchos de entre vosotros vivieron, durante estos años, el corazón, despojado de todo ornamento humano y de todo conocimiento humano. Vengo pues para actualizar en vosotros el principio de la manifestación del corazón. Allí también, en mi intervención y más allá de mis palabras, se encuentra un impulso para apartarse y abandonar, en adelante, todo lo que no es esencial para vuestra Eternidad.

Ningún conocimiento aprendido, ningún conocimiento leído, puede aportar la Verdad del corazón, pero puede acercarse. El verdadero conocimiento, como esto le ha sido martilleado por el que se llama Bidi, no tiene que ver nada con los conocimientos porque el que conoce el corazón sabe pertinentemente, por haberlo vivido, que el conjunto de los conocimientos aprendidos o leídos, sólo es ignorancia a los ojos del corazón.

El principio de la Luz Dorada, más allá de las esferas astrales, en cierto modo aglutina las diferentes obras que definí en 2008. La Gran obra de la Verdad, del restablecimiento de la Verdad en este mundo, toca a su resolución final.

Por haberlo vivido algunos, a diferentes niveles, muchos de entre vosotros descubrieron la plenitud del corazón y la sequedad o sequía, yo diría, de los conocimientos exteriores. Porque ningún conocimiento de este mundo os da el Conocimiento. El Conocimiento no tiene que ser aprendido, no tiene que ser sabido, no tiene que ser visto, no tiene que ser explicado. Ello consiste simplemente en reencontrar el punto de origen, si puedo expresarme así, el punto de partida de toda conciencia, de toda dimensión. Remontar hasta la fuente del Amor, sin preguntas, sin andamiaje y sin construcciones de ninguna clase y sobre todo, sin explicaciones y sin justificaciones.

El corazón es la única verdad intemporal y trascendente de toda dimensión, de todo estado y de todo mundo. Ese es el verdadero conocimiento que es de hecho el reconocimiento de sí mismo en su Eternidad, allí donde no hay ningún lugar para lo que es superfluo y accesorio.

Todos tenéis, a diversos grados, vivido esta forma de aprendizaje, permitiéndoos o bien acercarse lo más próximo al corazón, o bien vivir el corazón. Vivir el corazón, en cualquier etapa que sea, a nivel impersonal e incondicionado, te hace ver la vanidad de las construcciones cualesquiera que sean en este mundo, incluso a nivel de los conocimientos llamados ocultos. La verdadera alquimia es pues un trabajo íntimo e interior que no depende de ninguna circunstancia de este mundo, ni de alguna historia, ni de alguna proyección.

El corazón es libre de todo vínculo y de todo apego, y sobre todo, de todo conocimiento. Es el momento en el que aceptáis descubriros, ser vuestro propio jefe en cierto modo, en relación con los ciclos en el seno de esta humanidad.

El verdadero conocimiento, aquel del corazón, se desplegará, indistintamente, para todo humano viviendo en la carne, en el momento de la Llamada de María. Cualquiera que sea el filtro que exista a nivel del mental, a nivel de las creencias, a nivel de las proyecciones, todo esto se borrará para dejar lugar a esta puesta al desnudo, en cierto modo, de vuestra joya de Eternidad, de vuestro Corazón.

Reencontrar y revivir la Verdad en su totalidad pone fin realmente, cuando llega el momento, a todo lo que no dura, a todo lo que fue adquirido en este mundo, de cualquier naturaleza que sea y lo que representa en cierto modo un obstáculo a la desnudez del Corazón.

Esto será y esto es más o menos fácil en función, yo diría, de estos sistemas de conocimiento, estos velos que vosotros mismo colocasteis por lo que llamáis búsqueda espiritual o búsqueda del espíritu o búsqueda de la Verdad. El tiempo de las muletas, el tiempo de las ayudas, el tiempo de los conocimientos exteriores desaparece cada vez más para muchos hermanos y hermanas de vuestra humanidad.

La Libertad de nada 
se carga más que de vivir el corazón. La Libertad desvela todo lo que pueda quedar de velos, todo lo que pueda quedar de obstáculos a la pureza intrínseca del Corazón. Despojarse de todo lo que no es el corazón y entonces de todo lo que no es Eterno, nunca resultará de un acto voluntario o de un acto de voluntad, sino más bien, como lo sabéis, de un abandono total a la Luz, a su Inteligencia y a su Gracia.

En el seno del nuevo mundo que se perfila, cualquiera que sea vuestro nuevo mundo, ningún conocimiento podrá venir de un aprendizaje, de una memoria, sino que será solamente el verdadero resultado del encendido final del corazón.

Cuando el momento que fue llamado “las Trompetas”, suenen de modo continuo sobre la Tierra, la totalidad de los conocimientos adquiridos de este mundo se borrarán incluso antes de que la materia de este mundo sea transmutada en una dimensión y una octava diferente, llamada nueva Tierra. Habrá efectivamente una nueva Tierra, un nuevo Cielo, no teniendo nada que ver con el marco que lo definían hasta ahora, no teniendo nada que ver con los conocimientos adquiridos a veces de modo laborioso en el curso de vuestras vidas.

La Inteligencia de la Luz actúa en cierto modo, al nivel del Corazón, en la inmediatez y en la instantaneidad. No existe ninguna reflexión ni ninguna posibilidad de construcción en otra parte que en la Verdad del Corazón. Así pues, la puesta al desnudo comenzará de manera radical incluso antes de la Llamada de María. Vivís de desde ahora las primicias, sobre este mundo, por la acción de los Jinetes pero también en vosotros.

La única pregunta que os será hecha por las Trompetas es ésta: «¿Estás dispuesto a perder todo, estás dispuesto a soltar todo para reencontrar la Verdad de lo que eres?». Cualesquiera que sean los borradores o experiencias que fueron vividos, ellos representan sólo una parte de esta verdad. En el momento de la puesta al desnudo, la herramienta llamada mental se apagará ella misma en el momento de la Llamada de María. Durante un lapso de tiempo, correspondiendo a menos de una semana, no podréis hacer otra cosa que soltar lo que pueda quedar, lo que consideráis como posesión en este mundo.

Recordad que no es el fin del mundo, sino el final de un mundo y de un modo de funcionamiento donde ninguna de las referencias, existiendo previamente y anteriormente, os serán de ninguna ayuda. No podréis apoyaros, es decir, sobre lo que sea de lo que hayan aprendido: que esto sea en el funcionamiento del mundo como en las leyes espirituales de este mundo. Es pues una puesta al desnudo, si preferís la disolución de un marco de referencia, permitiendo la emergencia de lo nuevo que no será un marco limitante, sino más bien la expresión instantánea de la co-creación consciente.

No volveré sobre los linajes estelares, sobre los orígenes estelares, que condicionan por supuesto, en parte, lo que podríamos llamar vuestra destinación en Eternidad. Pero lo que actuará, el papel más importante, es vuestra capacidad a dejar ser lo que será. Aquel que dejará el Amor eclosionar en su totalidad, en vuestra carne como en vuestra conciencia, estará listo para la Llamada de María.

No olvidéis tampoco que los que no estuvieran listos, en ese momento podrán reconocer a María y reconocer el Amor. Ningún miedo podrá resistir ante el Amor, sean cuales sean los miedos que todavía podríais pensar cargar con vosotros.

La Llamada de María representa pues la última Gracia en un marco de referencia en disolución, incluyendo tanto este cuerpo efímero como las estructuras de este mundo. Entonces, por supuesto, que sea para la persona en fase de liberación o bien liberada, o que sea también para la persona totalmente ignorante de lo que todavía se juega sobre la tierra, para cada uno será el mismo guión, y os lo repito, incluso si la destinación es diferente.

La puesta al desnudo, y os ha sido explicitado, ya puede percibirse en el seno de vuestra capacidad a desaparecer sin quererlo, durante las Llamadas solemnes de la Luz, durante vuestras alineaciones y también de manera repentina.

Más que nunca hoy, no hay nada que buscar, ni nada que cultivar, sino sólo, diría yo, hacerse lo más pequeño posible. Desaparecer a los intereses de este mundo sin renegar este mundo, porque es sobre este mundo que todo ocurrirá y no en otra parte, antes de finalmente vivir en otra parte.

Así, las Trompetas tendrán una acción directa sobre vuestras estructuras efímeras, sobre vuestra conciencia limitada, hasta antes de la Llamada de María, para los más sensibles de entre vosotros. Sabed pues, que en este momento no habrá nada más que preparar, sólo vosotros mismos interiormente. No habrá que protegerse de absolutamente nada viniendo de este mundo. No habrá que ocuparse de ninguna necesidad fisiológica o de ningún lazo afectivo, sea cual sea. Porque muchos de vosotros, desde este momento, vivirán la Verdad en totalidad, incluso antes de la Llamada de María, dándoos el acceso al conocimiento directo del corazón, más allá de todas las etapas intermediarias que tal vez habéis vivido, en el despliegue del cuerpo de Êtreté y en el conjunto de las estructuras nuevas que han sido reveladas en el seno de vuestra vida.

No necesitará ser reflejado o anticipado. Será realmente una evidencia absoluta para muchos de vosotros. Si la evidencia se instala antes de la Llamada de María para vosotros y entonces, desde la audición de las Trompetas, desde la aparición de las señales celestes, si esta señal celeste es sincrónica a la aparición de la segunda Estrella, poco importa, las Trompetas serán el marcador de vuestro revuelo interior e individual para muchos de vosotros, antes del revuelo colectivo.

Aprovechad entonces, si tenéis consciencia de estos momentos, para instalaros de forma duradera en lo que podría llamar la plenitud de la vacuidad, dejando disolverse en vosotros lo que pueda quedar de identidad, lo que pueda quedar de memorias, lo que pueda quedar de incertidumbres, de proyecciones o de miedos.

Existe de hecho sobre la tierra una forma de yoga basado en el sonido, llamado Kriya Yoga - existen de hecho varios - pero tenéis más o menos la misma analogía, con relación a esta forma de yoga, con lo que ocurrirá en el momento de la aparición de las Trompetas de manera permanente.

Utilizad este sonido, no como una forma de alimentar el temor o el miedo que aparecerá en la superficie de este mundo, sino más bien para entrar en la intimidad de vuestro corazón. Porque todo fluirá desde allí, para vuestros allegados, para vuestros amigos, para vuestros hermanos o para vuestras hermanas, para vuestros animales y para todas las circunstancias de la vida que se produzcan sobre la pantalla de vuestra conciencia en este momento.

No habrá necesidad de pedir nada, porque en el momento en que las Trompetas suenen, el silencio se hará en la tierra. No habrá en ese momento la posibilidad de comunicar con nuestros planos, que sin embargo serán visibles en vuestros cielos. No habrá más apoyo posible fuera de vuestro corazón, para vosotros como para vuestro entorno.

Bastará entonces con conectarse a este sonido, dejad invadiros y dejad tomar todo el espacio, en el seno de vuestras estructuras etéricas, tal y como ya ocurre para algunos de vosotros, donde el sonido ya no es localizado al nivel del oído izquierdo o del oído derecho, sino que parece difundirse al conjunto de vuestro cuerpo de Êtreté, imprimiéndose pues sobre el doble físico que está debajo.

El sonido de las Trompetas sólo es el despertar de vuestra eternidad, preparando este retorno a la Eternidad y preparando, por supuesto, la Llamada de María para los más recalcitrantes, diría, de entre vosotros, a la Verdad Eterna a la cual, os lo recuerdo, no le importa nada vuestra verdad efímera como persona, como cuerpo o como marco social.

Si dejáis el sonido obrar, la beatitud y la felicidad se instalarán en vosotros antes de la Llamada de María. No os preocupéis de nada más, sólo de este sonido y de lo que activará en vosotros como paz y como beatitud. Porque allí estará el mejor apoyo para los que nombráis vuestros allegados y para el conjunto de los hermanos y hermanas humanos de esta humanidad.

Muchos de vosotros ya percibís, diría, una amplificación también del sonido percibido al nivel del Canal Marial y de las bombillas de la clariaudiencia. Es una realidad y es la verdad.

Si hoy, incluso antes de que las Trompetas resuenen en vuestros cielos, en cualquier lugar de este planeta, si hoy tenéis la posibilidad y si oís este sonido y estas amplificaciones, id simplemente al corazón del corazón y dejad que este sonido crezca en vosotros y tome todo el espacio, porque os pondrá al desnudo, sin esfuerzo y sin dificultad.

Podrán existir en el seno de estos momentos, a veces, repuntes de inquietud con una persona cercana, con relación a vuestras propias necesidades normales y fisiológicas. No temáis nada, porque la Inteligencia de la Luz proveerá. Allí, lo que nombráis el metabolismo y la fisiología, será ralentizado al extremo, dándoos acceso al Mahasamadhi y a la Morada de Paz Suprema, sin buscar nada y sin pedir nada, simplemente dejándoos llevar por el sonido del conocimiento verdadero.

Dad el primer paso, allí también, y comprobaréis la realidad de este yoga de la eternidad que se presenta ante vosotros. No hará falta ni mover el cuerpo, ni emitir un sonido, simplemente estar allí en silencio, y dejar ser lo que debe ser.

Allí se encuentra, y lo repito una vez más, el mejor apoyo en el seno de vuestros allegados, en el seno de vuestro entorno más próximo.

Si dais el primer paso, la beatitud será tal que incluso antes de que lo antiguo desaparezca, incluso antes de la Llamada de María, seréis liberados en totalidad y enteramente. Ningún grillete os sujetarán los tobillos y las muñecas, el cuerpo se adormecerá, desde la periferia hasta el centro, de manera progresiva, a medida que la beatitud se intensifique. Esto, muchos de vosotros pueden vivirlo desde ya; tranquilos, sin que eso os lleve a vivir el proceso final de la Llamada de María.

Recordad que cualquiera que sea vuestro devenir en el seno de la Eternidad, queda un lapso de tiempo, después de las Trompetas y la Llamada de María, de cuatro meses. Y durante estos cuatro meses, vuestra afectación de Luz será eminentemente diferente para cada uno. Sabed desde ahora que se hará según vuestra fe y según vuestra vibración, y según los deseos de vuestra conciencia ilimitada o de vuestra conciencia de alma.

Las reivindicaciones de la persona irán apagándose entonces por completo. La historia misma de este mundo irá borrándose de vuestro campo de conciencia. Sólo quedará vuestra Presencia, ya sea que permanezcáis en un cuerpo físico, ya sea que moréis en el cuerpo de Êtreté, ya sea que estéis trasladados por vosotros mismos o por cualquier medio fuera de este sistema solar, eso no tendrá la más mínima importancia porque la beatitud será tal que ocupará todo el espacio de vuestra conciencia.

Fue en este sentido que otros Arcángeles os hablaron de Sabiduría, de Paz y de Amor.

Tened presente que no hay nada que preparar exteriormente. Solamente conviene quedar lo más posible en comunión con uno mismo, con la naturaleza, con los hermanos y hermanas, mucho más allá del círculo familiar, con quienes lográis comunicar de una manera u otra.

Así os ruego con insistencia prepararos para aquella beatitud eterna, para aquel gozo sin principio ni fin. Os invito además, pues puede ser de utilidad, a informaros de manera más profunda sobre lo que es el Kriya Yoga o yoga del sonido pues ahí encontraréis apoyos a través de la respiración, a través de la focalización de conciencia, a veces a través de posturas – pero no tanto – que han de permitiros descubrir los gozos de la beatitud eterna si fuere necesario.

Del mismo modo como algunos entre vosotros comienzan a ser tapados literalmente por partículas adamantinas, con lo que desaparecéis de la conciencia ordinaria, también pasaréis a ser invisibles para quienes eligen voluntariamente mantenerse en medio de la sombra y de la dualidad, incluso con este cuerpo físico. Todo eso tendrá lugar, como dije, durante menos de una semana.

Una vez más, la mejor de las preparaciones consiste en olvidar todo cuanto habéis aprendido, olvidar todo cuanto creéis, olvidar todo lo que opináis sobre el desarrollo de lo que viene.

Recordad esto: el Verbo es un sonido, la co-creación consciente, la Fuente es una vibración, una luz y un sonido. Es aquel sonido que – desde hace poco – oís en uno o ambos oídos y a veces alrededor de la cabeza. Sumergíos dentro de aquel sonido, dejad que os demuestre lo que sois. Es la única cosa – antes de la Llamada de María – a la que podréis aferraros y con la que podréis uniros en la libertad del corazón recuperada.

En caso de no vivir las primicias hoy, ya sea en el aspecto vibral o por el sonido, lo oiréis vosotros también seis días antes de la Llamada de María, como todo el mundo. Sin embargo, aprovechad este lapso de tiempo para cultivar la Vía de la Infancia y la Vía de la Simplicidad. Cultivad, pues, aquella Vía de la Infancia, id a lo más simple, id hacia la Sabiduría. El tiempo de la exuberancia, el tiempo de la manifestación de lo que sois en la apariencia de este mundo ya no significa nada.

El sonido - en caso de percibirlo - os sacará de los diferentes atolladeros que se manifiestan todavía en la superficie de este mundo y que sólo corresponden, de hecho, a unos ajustes muy finos entre la ilusión, lo efímero y la verdad de la Eternidad, dentro vuestro como en todas partes en este mundo. Queda claro que la verdad aparece sobre la parafernalia de este mundo, la verdad aparece sobre la acción de los Jinetes, en muchas partes de este planeta. Todo eso se debe al encuentro entre lo efímero y lo Eterno. Eso sucede ya en vuestro interior también o sucederá.

No olvidar tampoco que nada tenéis que ajustar a nivel de este mundo pues todo se resolverá y se ajustará por sí mismo.

Responder a la Llamada de la Luz sólo podrá realizarse si aceptáis en cada oportunidad la Llamada de la Luz. Cuan ocupados estéis, ninguna obligación podrá sostenerse frente a las órdenes y los Llamados de la Luz. Os corresponde comprobar la eficacia de aquella orden y de aquella llamada, os corresponde comprobar las consecuencias sobre el gozo y la beatitud y sobre la desaparición total de toda persona.

Si no percibís nada hoy, recordad que la vía más directa es la Vía de la Infancia y de la Humildad, donde queda simplemente un observador, un testigo, presenciando el desarrollo de la vida, de su vida, como de toda vida y que está plenamente presente al mismo tiempo que descubre lo esencial del Amor, de la vibración, de la luz. Y entonces el sonido ha de aparecer – de manera más o menos sincrónica – con las Trompetas.

Trátese del sonido del cielo o del sonido de la Tierra, tienen la misma resonancia en vosotros. El sonido de la Tierra os reconecta con vuestro origen común: Sirio. El sonido del cielo os reconectará con vuestro origen estelar, sin dificultad, sin nada buscar ni nada solicitar. El único conocimiento real posible en aquel momento será aquella vivencia. Ya más nada del pasado, ya más nada de lo adquirido podrá interferir en aquel momento.

Os lo reitero nuevamente, con firmeza y certeza, contáis desde ya con la posibilidad de sumiros en lo profundo del sonido, en el seno del sonido, en la plenitud del sonido, que es mucho más que la conexión con el alma, mucho más que la conexión con el Espíritu sino más bien el despliegue del Espíritu de Verdad, del Espíritu del Sol, del Coro de los Ángeles, de Cristo y de la totalidad de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres en vuestra estructura de Êtreté y efímera.

El grado de facilidad depende realmente de vuestra capacidad para volcar la conciencia hacia el sonido, olvidando al mismo tiempo las vibraciones que han de acompañar la meditación o la alineación con el sonido para quedar solamente con aquel sonido que ha de invadir la totalidad de vuestra conciencia. Si tenéis la suerte o la oportunidad de experimentar aquellos sonidos desde ya, probadlo y vividlo. Os corresponde comprobar la veracidad de mis dichos. Os corresponde comprobarlo por vosotros mismos.

Permanezcamos, aquí y en otras partes, algunos instantes en silencio sin palabras, en silencio sin pensamientos, simplemente escuchando y oyendo aquel sonido.

… Silencio...



Muy amadas Semillas de estrellas, así siembro en vosotros el conocimiento último a través del sonido y la vibración del silencio.

… Silencio...



Con la única Verdad del Uno, saludo en vosotros la Eternidad recuperada.

… Silencio...



Soy el Arcángel Jophiel.



… Silencio...



Hasta luego y permaneced el tiempo que sea necesario en aquel estado cuya duración depende de cada cual.

… Silencio...

METATRÓN :



Ehyeh Asher Ehyeh…

Soy Metatrón. Saludo en vosotros la Llama de la Eternidad. Más allá de mi Presencia, por la Gracia del Espíritu del Sol, en cada uno de vosotros, aquí como en todas partes sobre esta tierra. Os propongo, antes de expresar lo que tengo que deciros, un momento de Gracia y de Silencio.

…Silencio …


Vengo en este día, como cada día desde el principio de vuestro nuevo mes. Aquí en este país y en esta Europa, instalo mi Presencia cada día a las 16 horas en vuestro Templo, como en los templos más sagrados de la Tierra constituidos por los seis Círculos de Fuego. Así se despliega la Jerusalén Celeste, todavía invisible para vuestros ojos de carne, pero perceptible en el plano vibral, así como las repercusiones en el seno de vuestras estructuras.

Vengo para clausurar y para finalizar la Ronda de los Arcángeles, de la misma manera que el Cónclave Arcangélico no es ya de ninguna utilidad desde el momento de la Liberación de la Tierra. Hoy, desde la liberación de vuestra Llama Eterna por el proceso ascensional en curso, colectivo e individual, venimos, nosotros los Arcángeles, a desvelarnos y revelarnos en el interior de vuestra Presencia. Presencia también activa, no sólo en el seno de los Círculos de Fuego, nombrados desde ahora la «Jerusalén Celeste», sino en el seno de un conjunto de hermanos y hermanas humanos, presentes aquí o en otra parte, con el fin de ultimar los preparativos del conjunto de las fuerzas de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres preparando el advenimiento.

Así, cada estructura, cada conciencia, cada grupo, viniendo de los innumerables universos y multiversos, están instalados desde ahora sobre esta tierra y en vosotros, al límite de la visibilidad de vuestros ojos de carne. Intervenimos, los unos y los otros, cualquiera que sea nuestro estatuto dimensional, en el seno de vuestra realidad, lo más cercanos a vosotros, lo más cercanos a vuestro entorno, lo más cercanos a vuestra Eternidad, culminando así el decreto de realización de la Ascensión colectiva en estos tiempos, viendo así el cumplimiento de las profecías, el cumplimiento de la Liberación de la Tierra y de este sistema solar en su totalidad.

La potencia de la Luz, disponible en vuestras Llamas Eternas, como en la superficie de este mundo, hace posible, como lo habéis comprobado, de manera inmediata la co-creación consciente. Es pues, vuestro deber de Llama Eterna, de reuniros en el espacio sagrado de vuestro corazón, tan a menudo y tanto tiempo como sea necesario, porque vais a daros cuenta de que el único alimento posible de la Vida se encuentra a partir de ahora en vuestro corazón y ya no más en algún elemento exterior, sea cual sea. Hay pues, de manera concomitante, una fusión del conjunto de las estructuras inter-dimensionales, realizando la fusión de vuestro cuerpo efímero con vuestro cuerpo de Êtreté, aquí mismo.

Muchas manifestaciones ligadas a este proceso, son ya presentes al nivel de mecanismos haciéndose visibles y no pudiendo ser explicadas por ninguna causa física o ninguna acción física. La irrupción de la Luz, de manera tangible y visible, por un número cada vez más importante de conciencias en la superficie de este planeta, sólo puede traducirse por dos posibilidades: el incremento del Amor o el incremento del miedo. Así os es dado a ver, dondequiera que estéis en la superficie de este planeta, los resultados de uno u otro de los dos posicionamientos. Con el incremento del Amor, hay Paz, con el incremento del miedo, hay guerra. Con efectos, tanto en vuestras estructuras, como en la estructura social llamada país.

Lo que acontece pues, desde este día y desde el principio de este mes de octubre, en la superficie de esta tierra, no tiene ya nada que ver con las decisiones personales o colectivas de los individuos, países o grupos, sean cuales sean, poniendo fin, en cierto modo, a los últimos residuos de egregores ligados a las últimas fuerzas de predación. Esto induce, por supuesto, a un cierto número de manifestaciones sensibles y visibles en vosotros como alrededor vuestro. Es durante el periodo de estos acontecimientos, que han comenzado desde el 30 de septiembre y el 1 de octubre de este mes, de este año, que realizaréis que sólo hay dos fuentes de alimento: el que tomáis de afuera, y el que proviene directamente de vuestro corazón eterno, impersonal, y entonces de vuestro Espíritu de la Verdad, preparando así, lo que yo nombraría, el alumbramiento de la humanidad y del sistema solar, en el seno de su nueva dimensión.

Así, como lo dijeron otros Arcángeles: «Velad y rezad», en el sentido, no de redimir alguna cosa, sino con el fin de instalaros de manera cada vez más tangible en el corazón, en el mismo seno de este mundo, porque como lo sabéis y tal vez lo vivís, la única puerta de salida es el corazón, no habrá otra, preparando así la inminencia de la Llamada de María, la inminencia de las señales celestes y de las señales terrestres, anunciadas desde tiempos inmemoriales.

Ya no son tiempos de resolver nada en el seno del efímero, sino más bien de dejar florecer y crecer la Eternidad en vosotros y alrededor vuestro, algo que no podréis realizar por voluntad propia, por algún deseo, sino exclusivamente por vuestra confianza en el Amor y la manifestación del Fuego sagrado del corazón, tal como lo percibís algunos. Todo procede y todo mana de allí, mostrando la fatuidad de las actitudes humanas, de los comportamientos humanos, de los comportamientos sociales, con relación a la verdad absoluta del Amor y de la Luz, en toda manifestación de vida o de conciencia.

Así, vuestro Templo interior, el conjunto de vuestras estructuras efímeras, físicas y sutiles incluidas, vive los últimos ajustes a la Ascensión definitiva de la humanidad. Más que nunca, os daréis cuenta de la inutilidad de todo lo relativo a la persona, en sus mecanismos de funcionamiento que han prevalecido en la superficie de esta tierra desde tiempos inmemoriales. Todos descubrís, cada uno a su manera, la irrupción de la Luz, ya no solamente en el seno de vuestras Puertas, de vuestras Estrellas y de las estructuras ascensionales, sino directamente en vuestras vidas, en múltiples circunstancias, demostrándoos con ello el salto cuántico, en cierto modo, de la conciencia hacia su nuevo estado de ser.

Así pues, algunos de vosotros desaparecéis de manera cada vez más evidente, incluso si esto ocasiona, diría, algunos disgustos en el seno del efímero, dándoos cuenta, allí también, de la fatuidad de todo lo que concierne al efímero y lo que, de todos modos, vida tras vida, estaba llamado a desaparecer al final de vuestra vida, en el momento de vuestro último aliento. Lo que acontece no es el fin, sino el comienzo de los procesos vividos, por el momento de manera íntima e individual, pero referidos esta vez, al conjunto de la humanidad, al conjunto de las estructuras creadas en cualquier área de la vida en este mundo.

Pues, la Jerusalén Celeste está desplegada, de la misma manera que vuestro Corazón Ascensional que también inicia su despliegue y su Ascensión. Cada vez más comprobaréis la inutilidad de todo lo referente al efímero, tanto en los actos más comunes de la vida y que hasta la fecha os parecían de los más vitales, como dormir, como comer, como intercambiar, como compartir vuestra vida, compartir vuestras experiencias. Ha sonado la hora de la Eternidad, ha sonado la hora del corazón, expulsando todo lo que no procede del corazón, y todo lo que no procede de la Eternidad. Así, se realiza la preparación para vosotros como para nosotros, de la Llamada de María, que corresponde, como ha sido explicado por el Arcángel Jophiel, a un proceso minucioso y perfectamente libre, a pesar de su aspecto organizacional, presente desde ahora en la superficie de la Tierra.

Las infinitas conciencias multidimensionales manifestándose, tanto a nivel de los pueblos de la naturaleza, que durante vuestros contactos transdimensionales por el Canal Marial o por otra vía, os pone ante la realidad de la Eternidad, ocupando el sitio del efímero y llegando, en cierto modo, de manera natural y espontánea, en el momento en que no resistáis, a la disolución de este efímero de manera evidente, concreta y palpable. A cada Llamada de la Luz, conviene desde ahora estar disponible, con el fin de actualizar y demostrar vuestro posicionamiento en el seno de la Eternidad o del efímero, porque será cada vez más difícil de mantener a la vez lo que corresponde al efímero, y lo que corresponde a la Eternidad.

Así pues, os incumbe seguir las líneas de menor resistencia, las líneas de evidencia de la Luz, en la circunstancia que sea, sean cuales sean vuestras intenciones, sean cuales sean vuestras afinidades residuales en el seno del efímero. Acordaos que durante este proceso y hasta la Llamada de María y el período que siga, cada uno de vosotros, dondequiera que esté en la superficie este mundo o en otra parte, tendrá que mantener este estado de Gracia, de la manera más espontánea y más natural posible. Sabed simplemente, que la Gracia toma todo el sitio en el seno de vuestra vida, en el seno de vuestra conciencia y en el seno de vuestro entorno, que no hay para ello absolutamente nada que emprender en el seno del efímero. Diría además, resaltaría además, de poneros en el seno de la Presencia, de poneros en el seno de la Presencia Infinita o en el seno de la Corona radiante del Corazón, que la percibáis o no.

Así, las conminaciones de la Luz se volverán cada vez más poderosas y presentes, permitiéndoos literalmente, de guiaros, de alinearos, en resonancia con la Eternidad de vuestro cuerpo de Êtreté. Cualesquiera que sean las consecuencias, cualesquiera que sea lo que acontezca en el seno de lo que está desapareciendo, no le deis importancia, excepto por supuesto a lo que corresponde a vuestras obligaciones en el área que sea. Pero tened en mente que incluso en estos casos, la primacía de la Eternidad alcanzará vuestra conciencia de manera clara, dándoos cuenta finalmente, para muchos de vosotros, de la futilidad de todo lo relativo al efímero, e incluso lo relativo a vuestro cuerpo, a vuestra vida, a vuestra familia o a vuestro país.

Así se despliegan las condiciones óptimas del acto final en el escenario de la Tierra en este período. Cada vez más, la Llamada de la Luz os sorprenderá en los momentos que podríamos calificar de los más inoportunos. Pero en el seno de las costumbres, en el seno de las funciones, en el seno de las obligaciones que os quedan por cumplir, la Luz también irrumpirá y supondrá algunas modificaciones, al principio y por lo menos al principio, muy sorprendentes para muchos de vosotros. Una vez pasadas las primeras sorpresas, comprenderéis sin dificultad alguna, que lo que actúa en vosotros, a través de vosotros y alrededor vuestro, sólo es la acción de Gracias en estado de Gracia, actuando directamente sobre las estructuras de este mundo, residuales y efímeras.

Es pues un cambio de paradigma total y definitivo con el cual estáis confrontados, cualquiera que sea el devenir de lo que es efímero, que sea vuestro cuerpo, que sean vuestros últimos apegos, vuestras últimas obligaciones o vuestros últimos aspectos ligados a la moral o a los mandatos de este mundo. El mandato de la Luz es haceros libres y no puede tolerar el menor obstáculo sobre su camino, porque la Luz no lucha sino que se establece en totalidad en el conjunto de los campos de la conciencia de la Tierra, a nivel individual como a nivel colectivo, de lo que corresponde a la noosfera.

Esto manifiesta de manera irremediable, ya no la desaparición final de las líneas de predación, sino la desaparición total de toda forma de predación, de toda forma de prejuicios hacia la Vida Una y Eterna. Así, el Amor es un decreto que no es una obligación, sino que es una evidencia cada vez más en vuestras vidas, no como una proyección, no como unos aspectos personales, afectivos o mentales, pero directamente emergido de vuestro Espíritu de la Verdad, del Espíritu de la Verdad, del Espíritu del Sol, de la Matriz Crística y del conjunto de los que os hablaron hasta ahora por múltiples voces, pero que se realizará cada vez más en vosotros, de manera espontánea, digáis lo que digáis y hagáis lo que hagáis .

Sólo el miedo podrá ahora ocultar lo que acontezca, desembocando como lo dije, en situaciones contrarias al Amor que llamáis conflictos y guerras. Habrá pues, la guerra o el Amor. La libertad es total. «La guerra o el Amor» no quiere decir negar la guerra o aceptar el Amor, o a la inversa, sino simplemente ver de manera completa, sin evasivas y sin falsedades, la realidad de vuestra asignación vibral, la realidad de vuestro posicionamiento y la realidad de vuestro Amor impersonal encontrado en el seno del Espíritu de la Verdad. Esto será, como lo dije, cada vez más flagrante y evidente, pase lo que pase sobre la pantalla de vuestra conciencia en el seno del efímero, permitiéndoos allí también, daros cuenta con evidencia, y diría que con firmeza, de la potencia del Amor y el ridículo del poder humano.

La potencia del Amor os indicará y os obligará en algunos casos a adoptar la Vía de la Humildad, la Vía de la Infancia, despojándoos de todo lo que es superfluo, incluso lo que os permitió hasta ahora elevar vuestras vibraciones. La única manera de elevar su vibración, la única manera de entrar en el Amor y en la Eternidad, seréis vosotros mismos y solamente vosotros mismos. En el momento en que las Trompetas resuenen de manera colectiva en el conjunto del planeta, un Silencio se hará en vosotros. No percibiréis nada más, sólo el Amor creciendo en vuestra Llama Eterna, en vuestro Templo de Eternidad, en vuestro cuerpo de Êtreté, hasta el momento en que estas mismas manifestaciones se apaguen ellas mismas en cuanto se pronuncie la Llamada de María. Tendréis entonces 72 horas, con el fin de asentir y de decir «Sí» al Amor, «Sí» a Cristo, «Sí» a la Libertad, sean cuales sean las circunstancias de vuestro cuerpo, sean cuales sean las circunstancias, obligaciones o resistencias en el seno de vuestra vida.

Así que sí, velad y rezad, no unas oraciones suplicando ser salvado, pero la oración del que observa, más allá del observador, lo que acontece sobre la pantalla de este mundo y sobre su pantalla interior. Las capacidades de visión ligadas a la reversión del Triángulo de Fuego de la cabeza, se establecerán de manera efectiva y duradera, dándoos para muchos de vosotros la capacidad de percibir más allá de los sonidos oídos en este momento, todo lo que sucede al nivel de los planos invisibles, en vosotros como en el seno de vuestro entorno.

Los velos pues, y lo habéis comprendido, caerán de manera total y definitiva durante este período, permitiéndoos averiguar por vosotros mismos y en vosotros mismos, sin ninguna mirada exterior, aunque fuera la de vuestros hermanos o vuestras hermanas, aunque fuera la de un Arcángel, pero de cara a cara con vosotros mismos y solamente con vosotros mismos. Privados así de cualquier interferencia exterior y de cualquier alimentación exterior en luz y en energía, muchos de vosotros os daréis cuenta entonces de vuestra verdadera naturaleza y la potencia del Amor que está en vosotros, proporcionándoos, como lo dije al principio de mi intervención, todos los alimentos necesarios y suficientes para atravesar lo que será atravesado en esos momentos.

Más allá de mis palabras, deposito en vosotros la Llama de mi Presencia conjunta al Espíritu del Sol y al Coro de los Ángeles, aquí y en otra parte.

…Silencio …


En el momento en que esta dinámica se cumpla en vosotros, podréis vosotros también, que sea anterior a la Llamada de María o en el momento de la Llamada de María, exclamaros a vosotros mismos «Yo Soy el que Soy, Ehyeh Asher Ehyeh ». Rodeados entonces por el Coro de los Ángeles, rodeados entonces por la última Trompeta, caeréis entonces en la muerte del efímero y en el éxtasis de la Resurrección, como lo dije, que sea ahora o que sea en el momento de la Llamada de María.

Hay pues una intensa preparación, no de vuestra persona pero de la Luz en vosotros y alrededor vuestro, finalizando tal y como fue anunciado, en unos mecanismos poderosos ligados a la actividad Elemental que viene para limpiar, para purificar y para pacificar lo que está destinado a desaparecer, para dar paso a la majestad de la Luz, sea donde sea en este mundo, como en la totalidad del sistema solar.

La gran preparación vivida por la humanidad desde hace más de treinta años, permitió establecer desde ahora las condiciones previas al mecanismo global del que se habló ampliamente durante todos estos años.

Acordaos que no tendréis más, en poco tiempo si ya no es el caso, la capacidad de utilizar lo que nombráis vuestras «mentes» [sic]. Vuestras historias, vuestras referencias afectivas, vuestras obligaciones sociales, morales o profesionales, os aparecerán como quimeras con relación a la Eternidad de lo que sois. Puede representar para algunos de vosotros una revolución de mayor importancia y sin embargo indispensable, cuya evidencia os saltará a la vista si ya no fue el caso, reajustándoos entonces inmediatamente en el seno de vuestra Infinita Presencia, de vuestra desaparición y de vuestra aparición de lleno en la Luz, de lleno en el seno de la conciencia de vuestra Eternidad.

Así resonará en vosotros el conjunto de las llaves Metatrónicas, OD-ER-IM-IS-AL, E-LO-HIM,NE-FI- LIM, dándoos el acceso de diferentes maneras a la Jerusalén Celeste, a la Merkabah interdimensional personal y colectiva. Cada uno de vosotros tomará las vías de la Ascensión que os son propias, con el fin de actualizar lo que uno es en Eternidad aquí mismo, en la superficie de este mundo, o como mínimo en el límite de este sistema solar para los que abandonen lo efímero totalmente durante este período.

Así, clausuro la Ronda de los Arcángeles. Por la potencia de la Fuente, por la Presencia de Cristo y de la Nueva Eucaristía, sello en vosotros la actualización de la Promesa y del Juramento.

…Silencio …



Ehyeh Asher Ehyeh...

…Silencio …



Al principio era el Verbo y desde ahora, es el comienzo. La acción del Verbo Creador, ya no solamente en el seno de vuestra co-creación consciente, sino en el seno de la humanidad colectiva, al fin se eleva.

…Silencio …



Muy amados, Hijos Ardientes del Sol, oíd en cada soplo de este mundo la Llamada invencible de la Luz, la Llamada al Amor, la Llamada a la fraternidad, la Llamada a la Verdad.

Entonces juntos, aquí y en otra parte, acojamos.

…Silencio …



En el corazón del Uno, en el corazón de cada uno se eleva la Llama de la Libertad, la Llama de la Verdad. Soy Metatron, saludo lo que sois.

Ehyeh Asher Ehyeh …

…Silencio …



Metatron os saluda y os dice adiós.

…Silencio …


Nos encontraremos pronto, para muchos de vosotros, en el seno de mi Presencia y de mi Emanación, allí donde me instalo desde ahora.

…Silencio …

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