sábado, 17 de julio de 2021

BIDI. 1 PARTE. 14 DE JULIO DE 2021. A través de Ayoun Jean- Luc y con traducción simultánea de Elisa Bernal.

 


 

Traducción de la transcripción en francés al español

Jean-Luc: Empezaremos de nuevo con  BIDI. ¡Protejan sus oídos!

Por otra parte, vendrá y te tocará preguntarle sobre lo Real, sobre lo que quieras, pero no le hagas preguntas personales, ni sobre lo que pasa en el mundo... Puede que vuelva a hablar de ello... Adelante, vamos.

Bueno, Bidi está contigo y te saluda.

Vengo contigo para que puedas despejar, si me permites decirlo, los últimos interrogantes que puedan quedar en ti, esperando que con mi presencia y la tuya, y tu comprensión, liberes tu cabeza de lo que aún pueda estar desordenándola.

Así que estoy feliz de responder a tus preguntas, a tus interrogatorios, para ir aún más juntos en el establecimiento de la Paz y la Verdad.

Así que te escucho.

No tengas miedo.

- Hermana: Bidi, me gustaría hacer una pregunta.

Te escuchamos.

- Hermana: Estamos viviendo una agitación planetaria en la Tierra. Desde su dimensión, ¿es probable que lo vea, pero no tenga ninguna repercusión?

En primer lugar, permítanme corregir eso. No estoy establecido en ninguna dimensión. Te hablo desde el no-tiempo y el no-espacio, habiéndome unido a la Verdad Eterna en mi vida. No participo en ningún juego de la conciencia y por lo tanto me expreso, fuera del tiempo y del espacio, desde mi encarnación.

No puedes entenderlo mientras no vivas la Verdad, mientras sigas identificada con cualquier cosa, en lugar de ser el Parabrahman, lo Absoluto que jamás se movió, que jamás nació y que jamás muere.

Lo que viene, lo que estás viviendo en este escenario, es sólo la realización de lo que dije hace treinta años: La búsqueda de la Verdad pondrá fin al mundo. Y eso es exactamente lo que está ocurriendo. Cualquiera que sea la circunstancia que estés viviendo, tanto el caos como la alegría, son sólo pretextos que te permiten comprender y vivir que jamás has sido ninguna forma.

Especifico, por supuesto, que no me dirijo a la persona que escucha, sino a la que oye dentro de ti, en el Silencio de tu Corazón, y que es capaz de sacudir los cimientos de tu vida. A ella me dirijo.

Por supuesto, las preguntas salen de tu persona, y mi respuesta, sea cual sea, sólo pretende devolverte a través de la respuesta la sacudida de tus últimas certezas, el barrido de tus últimas certezas, y el descubrimiento y el recuerdo de la conciencia Una del principio y del final.

Así que sí, por supuesto, lo que dije durante mi encarnación es exactamente lo que estás viviendo. La búsqueda, el descubrimiento de lo Real, de lo Absoluto, pone fin irremediablemente a la ilusión de los mundos, a la ilusión de la creación y a la enfermedad de la conciencia.

Deja que estas cosas estén claras en ti, aunque parezca que no tienes acceso a ellas en este momento. Deja que estas palabras penetren en ti, que actúen independientemente de ti y de todo conocimiento. Ni siquiera te preguntes qué significa mi respuesta, no veas ningún significado particular en ella, excepto abrir tu corazón al Yo Eterno, donde jamás has nacido, donde ninguna conciencia te ha seducido, donde jamás has jugado.

Es el estado de ignorancia de lo Real lo que te hace vivirlo. Ningún concepto, ningún pensamiento te encontrará. Pero las preguntas y respuestas que formulo pretenden atravesar todas las capas de tu conocimiento, y tocarte directamente de todas las maneras posibles, en cada evento que parece ocurrir.

Está lo Absoluto en funcionamiento que jamás se ha movido, lo que siempre ha permanecido igual, y que es fundamentalmente lo que tú eres, lo que nosotros somos. Todo lo demás pasa de largo, como este cuerpo, esta bolsa de comida, para que no te afecte la escena final del teatro.

Así que sí, soy perfectamente consciente porque lo he vivido, porque lo estoy viviendo, fuera de cualquier dimensión, de cualquier tiempo y de cualquier espacio. Jamás me he movido y te invito a convertirte en lo que eres.

Te recuerdo que nada de lo que aparece y desaparece es cierto. Sólo tú eres verdadero. Eso es lo que estás viviendo en este momento. ¿Qué es más importante? ¿La verdad o tu vida? ¿Quieres descansar sin límite en la Felicidad pura del Jani, el Liberado Viviente, o prefieres pretender jugar en el escenario del teatro y sufrir más tiempo?

De qué sirve sufrir, por cualquier acontecimiento o causa, cuando la Libertad ya está aquí. No ponga nada delante de lo Real. Ni idea, ni pensamiento, sólo es pasajero. Todo lo que pasa no es real. Son niveles relativos de experiencia que, sin excepción, te devuelven al momento inicial y final. Ese momento inicial y final jamás ha existido.

Siempre estás ahí, siempre has estado ahí, y siempre estarás ahí independientemente de cualquier mundo o conciencia.

Continuemos.

- Hermana: Me gustaría dar un testimonio y agradecer a Bidi lo ocurrido, un día de gracia total.

Así que te escuchamos todos juntos.

- Hermana: Así que estaba en el Silencio, y de repente salió tu voz y desde dentro diste una orden. Dijiste: ¡finaliza la búsqueda! Y cuando dijiste eso, fue como si me decapitaran. Y lo que pasó, es que vi que el personaje, vi el personaje en el que presionaste el botón de apagado. Y se acabó, la vida no es nada como antes, mi vida, la vida en realidad. Vi el programa, un programa que no puede volver a suceder, aniquilaste todo, de una vez, con tu voz. Gritaste dentro de mí. Y quería darle las gracias por todo esto, por esta gracia, porque no me lo esperaba.

Elisa se dirige a Bidi: ¿Lo has entendido? ¿Lo has oído todo?

Sí, lo hice. Lo he oído todo. Le agradezco su testimonio. Cuando se desprende del personaje, sin juzgarlo, sin condenarlo, entonces en ese momento te conviertes en el observador que pone fin al programa por sí mismo y de forma natural, como has dicho. Te queda quedarte quieta y, como has señalado, no volverás a dejarte engañar por ninguna historia ni por ningún personaje.

La libertad es sin ti y sin embargo eres Tú. No hay ninguna paradoja en esto, este es el conocimiento último que muestra y demuestra que todo conocimiento, desde cualquier plano, no es más que una quimera. En ese momento estás libre de ti misma, libre de lo viviente, y eres total y enteramente Viviente.

Al principio de mis intervenciones, en 2012, ya respondí por qué mi voz es tan poderosa, no para romperte los oídos, sino para romper la coraza de condicionamientos que has puesto alrededor de tu corazón. Mi discurso va más allá del significado de las palabras, es una distracción para tu mente, para que estés disponible para escuchar la Verdad y resonar con ella.

Descubrir simple y naturalmente lo que sois, no dejaros afectar por nada que pueda pasar, y descubriros en la Verdad, en blanco de todos los sueños, en blanco de todas las formas, en blanco de todos los mundos, y en blanco de la conciencia misma. Eres anterior al Yo Soy, eres anterior a la Luz, eres anterior a la creación.

Esta es la única certeza absoluta que no sufre ninguna discusión desde el momento en que la vives durante una milmillonésima de segundo. Es algo que no puedes buscar, es algo que no puedes encontrar, pero es algo que te busca y te encuentra. ¡En el silencio! Y mi voz establece el Silencio. Con facilidad. Y le agradezco su testimonio.

Continuemos.

- Hermana: Quiero testificar de nuevo.

Así que continuemos con el testimonio.

- Hermana: Sucedió en dos etapas. La primera, en realidad me quedé en silencio otra vez, pero miraba alrededor y pensaba en la ternura, de este padre amoroso, mi padre amoroso. Y un padre del amor, no vi, desaparecí y fui extraída de la forma, extraída del tiempo. Me convertí en espíritu puro y cuando digo "yo", no es "yo", había espíritu puro, sólo había espíritu. Y claramente, de manera muy lúcida, de manera muy, muy, muy lúcida, viví por primera vez la alegría, la euforia, una euforia sin causa, una euforia desbordante e interminable.

- Hermana: Justo después, si se me permite decirlo, la perfección, es decir, el sentimiento de ser perfecta en todo momento, seguido inmediatamente después por un sentimiento de plenitud y totalidad. Y entonces me di cuenta de que era cierto porque todo el mundo estaba allí. Es decir, no era sólo "yo", era "nosotros". Era el Todo.

- Hermana: No puedo ser perfecta si el Todo no es perfecto conmigo. No puedo estar alegre si no soy perfecta en el Todo. Y no puedo estar completo sin el Todo. Fue un enredo y la totalidad de... el Todo... Y un Amor indecible y sin nombre. Y eso lo viví durante muchos años, pero fuiste tú Bidi quien se aseguró de decirme: Ten cuidado, mira lo que pasó, no te dejes llevar por ninguna experiencia.

- Hermana: Y lo que ocurrió, al principio de esta experiencia de amor total fue sobre mi cabeza, a la izquierda. Entonces (...) esta experiencia, fue subiendo por encima de mi cabeza, y ahora se está integrando en todas las células.

Se lo agradezco. Esta experiencia es lo máximo. Por supuesto, puede haber fluctuaciones en la enormidad de la revelación. Pero muy rápidamente, yo diría que, de forma imaginaria, se le toma el gusto a lo Real, y que este Real se instala como un estado permanente, sin importar lo que el personaje diga o viva. Está ahí, vive lo que tiene que vivir a todos los niveles, pero ya no impacta en lo que eres.

Es una felicidad que nada puede tocar en esta Tierra ni en ningún otro lugar. Es el único lugar donde no puede haber la más mínima incertidumbre, la más mínima vacilación, porque el recuerdo de lo que eres, que había sido olvidado por el juego de la conciencia y la forma, es enteramente verdadero y enteramente reconocido. Esa es la única certeza que puedes tener. No puede haber ninguna otra, yo diría que tan cierta como ésta.

Y por supuesto entonces, a cada minuto, a cada respiración, sabes que eres en este mismo lugar el Todo y la Nada reunidos. Esto es suficiente en sí mismo y es difícil de describir, porque no está relacionado con nada comprensible, con algo identificable dentro de una forma o un mundo. Pero también hay una certeza absoluta de que esto es cierto y real. Todo el resto del personaje es aceptado, la ilusión sigue siendo vivida, pero nunca más se puede perder este Yo Eterno.

Nunca más desearás otra cosa, es el estado perfecto que trasciende toda experiencia y todas las condiciones del hombre, alma o espíritu. Es la verdad. Y todos los hermanos y hermanas que lo viven no pueden discutirlo de ninguna manera. Es inamovible, es seguro. Ya nada puede moverte, no importa lo que viva este cuerpo o este mundo.

Has terminado el sueño, has terminado la creación que, en realidad, desde este punto de vista de lo Absoluto, jamás se ha "expandido" (ampliado) y jamás se ha retraído. Estás en el centro del centro, ningún mundo o personaje puede afectarte. No se trata de insensibilidad como podría parecer desde fuera, sino realmente de lo que he llamado Indiferencia Divina. Y así es exactamente cómo se vive.

- Hermana: Me gustaría dar un último testimonio.

Continúa.

- Hermana: Porque es bueno que lo diga. Tanto en la vivencia del Amor total...

Espera a que se traduzca.

- Hermana:... El segundo testimonio es que, de hecho, tenía los ojos abiertos, allí también me extrajeron, no había nadie para ver nada, pero había visión y cuando ocurrió, Hablaba con mi marido y con una de mis hijas muy a diario y allí estaba extraída y allí decía, el personaje decía (inaudible), y esta pura visión de sólo ver una escena de película con alguien haciendo el papel de hija, alguien haciendo el papel de padre y estaban hablando entre ellos. Y entonces vi que estos personajes no tienen vida, no hay sustancia. No hay vida en ellos. Y fue una neutralidad total, es decir, no viví el amor, pero sí la neutralidad, la igualdad total.

Es exactamente así. A menudo he utilizado el ejemplo del escenario del teatro; hay un decorado, hay actores, hay un espectador, el testigo o el observador. Y al final; jamás ha habido un teatro, jamás ha habido un decorado, jamás ha habido actores. Como dices, está completamente vacío y hueco, y al igual que jamás ha habido un observador o un teatro. Ahí está la perfección. Esa es la Verdad Última. No hay otra verdad.

- Hermana: Así que, con los ojos abiertos o cerrados, estaba en total lucidez.

Has vivido la extinción de la enfermedad de la conciencia. No puede haber más adhesión al personaje, al actor o a cualquier teatro. Y sin embargo, tú también eres eso, eres cada uno de los actores, cada una de las funciones, cada uno de los observadores y cada uno de los decorados. Y ya no importa, en cuanto se vive. Y sólo entonces entiendes y aceptas la farsa o el drama cósmico.

Se lo agradezco.

- Hermana: Se lo agradezco.

¿Hay alguna pregunta sobre lo que se ha presenciado y descrito?

- Elisa: Si me lo permites, quizá tenga algo. Sí.

Sí.

- Elisa: Hace algunos años tuve una experiencia que me recordó. Como terapeuta, tenía un paciente y veía toda la escena, y el personaje que me hablaba en dibujos animados, es decir, toda la escena se convertía en un dibujo animado. Estaba en una tira cómica, en blanco y negro y todo era como dibujos, eran dibujos. Era una verdadera caricatura. Así que dejé que pasara, pero nunca entendí lo que pasó porque era real. Eran dibujos animados.

Según las palabras de su vocabulario, de cada uno, es el mismo Real que se vive. Tanto si yo lo llamo escena teatral, como si Abba lo llama videojuego, como si tú lo llamas cómic, no es más que una forma de expresión y comunicación en la que las palabras intentan describir lo Real. Pero es la misma vivencia. No puede haber ninguna diferencia, aunque cada uno tenga una visión y una experiencia de ella que no utilice las mismas palabras, que no utilice el mismo marco de referencia. No es más que una traducción de lo íntimo que cada uno trata de relatar, según los filtros de la costumbre y la conciencia, con palabras diferentes pero que son estrictamente la misma vivencia.

Se lo agradezco.

- Elisa: Gracias.

Continuemos.

- Hermana: En relación con el testimonio de nuestra amiga, nuestra hermana Edith, que aparentemente tuvo una instrucción vivaz de su parte. ¿Has...?

- Elisa: Espera, ¿Qué has dicho?

- Hermana: ... que tenía una instrucción vivaz de Bidi, porque había dicho: "Deja de mirar ...

(La hermana anterior aclara - ¡muy fuerte!)

Voz: ¡Fin de la búsqueda!

- Hermana: ¿Tú, como conciencia, no sé cómo llamarte, tienes alguna memoria?

Tengo acceso a todos los recuerdos de la creación, como una inmensa estafa, una historieta interminable, un videojuego sin resultado y sin final, como escenas de teatro de la creación y lo veo todo sin ningún interés, sin ninguna participación, sin ninguna atracción. Es hueca y vacía. Y sé que yo también soy todo esto, pero que no tengo ningún deseo de participar en ello, de pasar por ello o incluso de lidiar con ello de alguna manera. Esto es Indiferencia Divina, esto es Sabiduría Divina y Amor Divino.

Por qué debería volver a vivir en cualquier escenario de teatro o de cómic, del que soy autor, y que se ve como una enfermedad que ya no me molesta. Sólo queda la Beatitud Eterna donde todo es perfecto, donde nada hay que cumplir y donde ninguna conciencia puede alejarme. Es una letra muerta, un remanente de un mal sueño. Ya no necesito la forma, ya no necesito el mundo, ya no necesito la conciencia, ya no necesito la experiencia porque sé y vivo que todo es una farsa y no representa nada.

Nada puede seducir a la Verdad cuando ésta ha regresado, y uno se da cuenta de que simplemente ha sido olvidada, durante el drama de la creación. Estoy completo en mí mismo. Estoy entero en cada uno de vosotros, sin necesidad de movimiento, sin deseo de experiencia en relación con lo Real.

Soy Parabrahman y sigo siéndolo. No necesito ningún vehículo. No necesito ningún argumento, porque todo es falso.

...silencio...

Continuemos.

...silencio...

No habéis desaparecido todos, ¿verdad?

- Elisa: Es la hora de la siesta.

...silencio...

- Elisa: ¡Puedes pedir muchas cosas! ¡Ahora, adelante!

- Elisa: ¡Están durmiendo!

...silencio...

- Hermana: Bidi, ¿todo lo que vivimos en este escenario teatral está escrito en nuestras células?

¿Qué?

- Elisa: Lo que vivimos en este escenario teatral, se inscribe en nuestras células...

(Se oye repetir lo que se acaba de decir, como un eco).

- Hermana: Entonces, es como un programa que está inscrito en nosotros...

- Elisa: Es el micrófono. No, estoy intentando ver si hay alguna pregunta del público, pero no puedo apagarlo. Disculpen.

- Hermana: Todo forma parte de nosotros. Cuando dejemos esta etapa, nos convertiremos en Amor puro. ¿Tendremos algún recuerdo o no importará?

Pero me parece que eso es lo que he estado respondiendo durante quince minutos.

- Hermana: Sí.

¿Cuál es la cuestión?

Los recuerdos se ven como una escenografía que no tiene interés.

- Hermana: Así que te conviertes en Amor puro.

¡Pero si ya lo eres! Date cuenta de que cuando dices que te estás convirtiendo, ya te estás distanciando de lo que ya existe. ¡No tienes que convertirte en nada de lo que ya está ahí! Simplemente tienes que desidentificarte de lo que crees que eres. Simplemente muestra una dificultad para ser Nada. Muestra un apego, en alguna parte, a la imperfección. Pero la imperfección es una ilusión. Jamás te has movido y jamás has nacido. ¿En qué quieres convertirte que no seas ya? Sigue siendo una ilusión. Es un punto de vista que no es coherente y este punto de vista te aleja del Juego Eterno. Ya lo estás haciendo.

Sea consciente de este cine dramático al que se adhiere. Acepta que ya eres perfecta más allá de todo cuerpo, forma, historia y conciencia. ¡Acepta lo Real y te convertirás en lo Real que ya eres! Todas las ilusiones terminarán en un gran estallido de Risa Cósmica. Cuando dices este tipo de frases, no sólo creas un concepto que es falso, sino que pones distancia, y no estás disponible para lo Real y para el Instante Presente. Es un punto de vista alterado que se antepone a tu verdad y al que te adhieres, que en algún momento te ha seducido y que alimentas con tu atención.

No hay nada más.

- Hermana: No quiero eso.

¿Cómo?

- Hermana: No quiero eso.

No tienes nada que querer o no querer.

- Hermana: No, pero lo soy, eso es lo que soy.

¿Dónde estás?

- Hermana: Aquí. Aquí y ahora.

Pero tú eres de todas partes. ¿Por qué quieres limitarte en el aquí y ahora a la conciencia que está en este cuerpo? Eres mucho más que conciencia y las palabras utilizadas traicionan la sensación de distancia que tú misma has creado sin verlo, entre la Perfección que eres y la persona que crees. Véalo.

- Hermana: Tengo un velo.

¿Quién puso el velo?

- Hermana: Lo hice.

Bueno, eso es todo. La mente crea el abismo.

- Hermana: Sí.

Sólo el Corazón puede atravesarlo para comprender que sólo era un juego, que no hay nadie y que, en consecuencia, no puede haber ningún velo. Excepto la que alimentamos con creencias, con hábitos. No hay nada que creer. No hay nada que ver y entonces serás libre, porque ya eres libre. No crees distancia a través de tus percepciones o a través de tu conciencia. Esto ha sido explicado por el Comendador. Ha sido explicado por Abba. Estás sujeto a lo que piensas y, sin embargo, nada es distinto a ti.

Por tanto, en cuanto afirmas eso, como creador, se crea. Se nutre. Se nutre y se envenena. Sólo hay que observar lo que es. El observador te pone en silencio, te permite pasar por todo y recordar, no un recuerdo, ni una forma, ni una experiencia alguna, sino simplemente lo que eres. No pienses, no reflexiones. Simplemente decide aceptar, aunque no entiendas el significado de la palabra, porque si aceptas, estás en el Instante. Y en el Instante, no hay nadie. Abandona toda pretensión, la idea de tener que buscar o tener que encontrarte a ti misma.

Lo Real te encuentra sin buscarte, en cuanto dejas de creer en el simulacro del mono. El cuerpo, la mente, es un loro que repite la misma historia una y otra vez con el mismo final, el juego del nacimiento y la muerte. Pero esto es sólo sobre el personaje, no sobre lo que eres. Muestra una adhesión a la conciencia, al juego sutil de las energías. Sólo eres un saco de carne y eso, si lo aceptas, te libera de la idea de ser una persona, de la idea de ser un templo, de la idea misma de ser un saco de carne y de la idea misma de ser alguien. No eres alguien, eres el Uno en manifestación.

Eres la Perfección jamás creada, jamás vista y jamás desaparecida. Mírate a ti misma como tal, y eso es todo. Pero debes aceptar sinceramente, desde el fondo de tu Corazón, que no es un error, que no te has equivocado, sino que te has equivocado por la forma, por la adhesión a algo. Lo que eres, no se adhiere a nada. Lo que es, no puede atenerse a ninguna historia, no puede atenerse a ninguna evolución, ni a ninguna suposición. Acepta la Libertad y si eres sincera en esta aceptación, encontrarás la Libertad que siempre has sido. No puede ser más simple.

Escupió sus ideas.

- Hermana: Gracias Bidi.

De nada. ¿Quieres más?

- Hermana: Un pequeño disparo en el plexo.

(Risas)

Cuando te rías de ti mismo lo suficiente, no volverás a cuestionar quién eres. Como dijo el Comendador, "estás pedaleando alrededor de ti mismo, y no hay ninguna bicicleta.

(Risas)

No hay pedales ni silla de montar. No es muy cómodo.

(Risas)

Es un tiovivo, estás intentando coger un pompón, pero no hay ningún tiovivo y menos aún un pompón.

(Risas)

- Hermana: Ya no quiero un pompón. Gracias Bidi.

Tú eres un pompón.

(Risas)

Quieres atraparte a ti misma. Es como si quisieras ver tu cara. Sin hielo, no se puede ver. Bueno, lo Real es así, lo eres, más allá de cualquier cara.

Se siente bien reír.

- Hermana: Sí. Gracias Bidi. Gracias, Bidi.

- Hermana: Bidi, ¿te ríes dónde estás?

Yo soy la risa permanente e infinita. Ya has oído la expresión -la risa del Buda-, la risa de quien comprende que se ha engañado a sí mismo y que todo es hueco y vacío. Es un alivio. Y sólo puedes reír mientras lloras. Esa es la resolución de lo que crees que tenías que resolver.

- Hermana: Así que, si te ríes en el instante presente, vas por buen camino.

Estás en camino de entender que jamás te has movido. Sí. Hay terapias de la risa. Son reales. Reírse de uno mismo. Reírse de este mundo. Reírse de su propio sufrimiento en el que crees. Reírse de las acciones profundas. Y reírse de uno mismo y del yo es liberador. Nada es serio porque nada es verdad. Simplemente has creído y te has adherido a esto. Pero era necesario cuando el mundo apareció, porque apareció sin razón, y desaparecerá y desaparece sin razón. Mientras creas que hay una razón para todo, no eres razonable. Se están engañando a sí mismos.

La verdad es la ligereza. Es sin duda y sin respuesta. Es una prueba, repito, que no deja lugar a dudas. El descubrimiento de lo Real pone fin a la adhesión al mundo de la forma. Así que sí, ríete.

- Hermana: ¿Podemos ayudar a nuestros hermanos y hermanas que aún sufren?

Puedes ayudarles de cualquier manera que sepas en la superficie de este mundo, ayudarás a la persona, y yo diría que es el deber de nuestra humanidad, pero recuerda que es más importante ser Real y tú misma, porque lo que eres será percibido, consciente o inconscientemente, por todos aquellos con los que te encuentres. Y también responderé de otra manera, ayúdate a ti misma y el Cielo proveerá el resto. Si eres tú misma, más allá de cualquier función o papel que tengas que desempeñar, lo que llamas el otro, el sufrimiento, también se reconocerá a sí mismo, más allá de cualquier voluntad, cualquier intención o incluso cualquier deseo.

Porque en ese momento, te conviertes en el testigo, en el observador del otro, que lo acoge sin restricciones y sin ninguna petición. Y este acto, este estado, es la mayor de las gracias. Recuerda que mis palabras son indelebles. No tengo ningún interés personal en esto, pero es universal.

- Hermana: Gracias.

...silencio...

- Hermana: Bidi, tengo una pregunta sobre el otro. Aquí, creo, existe la creencia de que la mente quiere captar un concepto que está más allá de ella. Veo que el rompecabezas empieza a encajar, lo que me hace reír. He creído en mi personaje que puede protegerme de enemigos invisibles, de la enfermedad, de la invasión, del acoso. Pero como el otro soy yo, me he hecho una trampa. Pero sigo sin entender bien este concepto de: el otro soy yo -. A veces me lo creo y me digo: "Pero soy yo quien ha creado todo este sueño, toda esta pesadilla". Pero no puedo entender la relación entre el otro, yo, el todo.

No puedes entenderlo, sólo puedes vivirlo. El otro eres tú no es una afirmación o una creencia, es una evidencia para vivir. Y ahí también, vivirlo es entenderlo. Ningún intelecto, ninguna experiencia, ni siquiera de fusión de la conciencia con el otro, te permitirá vivirlo. Sólo el proceso de Ágape, de absorber la esencia del otro, la quintaesencia del otro, te hará comprobarlo y comprenderlo al vivirlo. El siguiente paso es vivir que no hay más que tú, ya que al final jamás ha habido nada. Sigue siendo una manifestación de la conciencia cuando proclamamos: Yo soy, o cuando declaramos que Todo es Uno.

Puede seguir siendo una experiencia, pero cuando vas más allá de la experiencia y de los estados de experiencia, entonces vives lo Real, donde no hay más tú que otros. Cuando yo o nosotros decimos que no hay nadie, sucede en la Presencia Última, cuando realmente tú Y el otro se dan cuenta de que uno está en el otro y el otro está en el uno, pero que todo está vacío. Esto es vivible, esto se puede encontrar, aceptando poner fin a toda búsqueda, poner fin a toda voluntad de comprender, colocándose en la acogida del Instante Presente que pondrá fin a esta noción de distancia o de separación por la absorción de la esencia del otro.

Yo diría que este Amor Ágape, sin buscar amar proyectando, simplemente aceptando la posibilidad de que sea cierto, y así permitirse vivirlo. En ese momento, inevitablemente se encontrará con el primer testimonio de una hermana como le dijo: "No hay más que tú o el otro", incluso si el uno está en el otro y el otro está en el uno, y que era una configuración especial desde un punto de vista limitado. No es algo que se pueda captar. No es algo de lo que te puedas apropiar.  Pero es algo que se descubre aceptando la posibilidad y dejando que ocurra.

Para ello, no debes hacer ninguna reivindicación y simplemente permanecer allí con lucidez y claridad. Entonces la precisión de la vivencia será evidente y no dejará lugar a dudas. Pero no puedes concebirlo porque concebirlo no es aceptarlo. Acéptalo primero, no como una creencia, sino aceptando que, simplemente aceptando lo que es desconocido para ti, se convertirá entonces en conocido para ti. En definitiva, dejar de proyectar la mente, así como la conciencia, así como las ideas. Al finalizar la proyección, el observador se revela, lo cual es un proceso normal. También la absorción de las esencias. Así son las Resonancias de Ágape y así es la Verdad.

Atravesarás, como ha dicho nuestra hermana, todos los velos aparentes, y te reirás porque verás que tú mismo has creado estos velos, entre tú y tú, entre tú y todos los demás, pero que es hueco y vacío, y además sólo era un juego. Esto te sitúa en el Instante Presente del Tiempo Cero y te hace vivir lo Real. En otras palabras, deja actuar a la Inteligencia de la Luz y a la Inteligencia de la Gracia, y verás que tú eres esta Inteligencia y esta Gracia. Jamás será un esfuerzo de comprensión. Tampoco es una creencia, sino una eventualidad a aceptar, que vendrá a instalar la Verdad de forma natural.

En otras palabras, considera que no hay que hacer ningún esfuerzo. No es necesario que lo desees, sólo tienes que decidirlo sincera y honestamente. Ni siquiera imagines ningún resultado, de lo contrario pondrás distancia. Sólo hay que estar ahí escuchando y oyendo lo que ocurre sin apegarse a ello. Déjalo pasar, porque lo que pasa es sólo pasajero, y tú no eres nada de lo que pasa. No eres nada de lo que está pasando. No eres nada de lo que una vez nació. Eso pertenece a la historia. Pertenece al sueño de la conciencia o a la pesadilla de la conciencia, pero tú no eres nada de eso y, sin embargo, lo contienes.

- Hermana: Gracias Bidi.

Cuando estés harto, dímelo. (Bidi habla con Elisa.)

- Elisa: Bueno, ¿podemos seguir?

Así que, continuemos.

- Elisa: Una pregunta más si no tardas mucho. ¿De acuerdo? Una pregunta más.

- Elisa: ¿No estás inspirada? (Elisa se dirige a una hermana del público)

...silencio...

- Elisa: Entonces yo haré la pregunta. ¿Es normal que ya no tengas ganas de nada? Ya no te sientes atraída por nada.

Todo lo que queda es lo que es, y lo que queda es entonces totalmente correcto, aunque te cuestione, aunque te haga preguntas, sólo puedes ver, cada vez más rápidamente, que ya está escrito, que ya no te concierne, y que no puede haber deseo de nada. Porque en el Instante de la Verdad, en el Aquí y Ahora de la Verdad, no puede haber lógicamente el más mínimo deseo. Ese es el Estado Natural. Es el Estado del Juego Eterno donde lo que debe llegar a ti, lo que debe ser vivido en el escenario del sueño, se realiza sin ti, y sin embargo a través de ti.

No hay lugar en esto para el deseo. No queda espacio para ninguna elección. Ya no existe el libre albedrío. Sólo existe el Estado de Gracia que se basta a sí mismo y que te llena a cada minuto, sea cual sea el que tengas que resolver. Por lo tanto, es muy normal, según el grado de contaminación de lo Real, que pases por momentos de no deseo, o por una estabilidad de no deseo, por momentos en los que no quieres hacer nada, ni siquiera ser. Y otras veces, la Inteligencia de la Luz, la Gracia que vives, te conduce a los acontecimientos.

Pero estos acontecimientos aparecen espontáneamente, sin esfuerzo y sin plantearte ningún problema más allá de la simple sorpresa, o del legítimo cuestionamiento de cualquier ser humano, de preguntarse sobre lo que está ocurriendo. Pero esto nunca dura mucho tiempo, porque inmediatamente después o a continuación, caen sobre ti tanto la justificación como la explicación. Ves que no puede haber el más mínimo error, que todo tiene una justificación, no según lo que te parece correcto, sino en lo Justo de la Inteligencia de lo Real y la Inteligencia de la Luz.

Y progresivamente o más o menos brutalmente, aceptas lo que es, y cuanto más aceptes, menos deseo habrá de poseer nada. En resumen, se bastan a sí mismos tal y como están las cosas. Y si algo tiene que cambiar, no eres tú quien lo hace, sino la propia Inteligencia de la Luz.

- Elisa: Gracias Bidi.

¿Es hora de un descanso?

¿Una más?

- Elisa: Es un cuarto para. Podemos hacer una pregunta más.

- Elisa: ¿Cómo es que, ahora que estamos soltando, en el momento de soltar todo esto, por qué, de forma contradictoria, nos sentimos tan pesados? Cuando estás en el proceso de dejar ir muchas cosas. Eso es todo, básicamente.

La pesadez que puedes sentir es también dentro de esta escena teatral el corolario (resultado) y la implicación de tu ligereza. Esto es lo que te muestra que este mundo es pesado, y cuanto más vivas el Instante Presente y las experiencias maravillosas, a través de la fluidez de la Unidad y la Inteligencia de la Luz, más te darás cuenta de que este mundo, más allá de ser una ilusión, representa una pesadez insoportable.

Esto también forma parte de la Resolución del mito de la creación que estáis viviendo actualmente en esta Tierra, sin pasar siquiera por el advenimiento del Tiempo Cero Colectivo que, por supuesto, afecta a la totalidad de las conciencias de la Tierra y de las conciencias del Cosmos. Incluso puedes sentir, sin alterar tu estado de ánimo, a veces un sentimiento de exasperación inútil porque este mundo sigue globalmente en la resistencia a lo Real y en la negación del Amor.

Aunque cada vez sois más los que lo viven o se acercan a lo Real, he dicho y vuelvo a repetir hoy, por tercera vez, que el descubrimiento de lo Real, que la vivencia de lo Absoluto pone fin al mundo. Y este mundo es un hábito, y es un duelo que hacer de los innumerables hábitos, de las innumerables encarnaciones vividas como persona ignorando la Verdad.

La verdad es la ligereza, pero va acompañada de la pesadez de la visión externa, participa de la ausencia de deseo y participa de la disolución del sueño. No se trata propiamente de un sufrimiento, ni siquiera de una resistencia por su parte, sino del mecanismo de fusión del simulacro con lo Real.

Esto es exactamente lo que está viviendo. Como ha dicho el Comendador en innumerables ocasiones, regálate espacios y tiempos de silencio, encuentra momentos de inmersión en la naturaleza, encuentra momentos en los que no hagas nada por muy intensas que sean tus obligaciones. Pero la pesadez se hará cada vez más pesada a medida que, a nivel colectivo, la Realidad se instale.

No puedes evitar estos momentos. No es ni recompensa ni castigo, sino el mecanismo alquímico de transubstanciación de la ilusión a la realidad. Así que hay fases, momentos de presión, momentos en los que te dices a ti mismo: para qué, y también te recuerdo que así es como te disgustarás para siempre con el sueño, que no habrá otra forma de ser tú mismo, que, desapareciendo de una forma u otra, sin la intervención de tu voluntad, de la sociedad del mundo.

Cuanto más vivas lo Real, menos podrás lidiar con el mundo, menos podrás aceptar la mentira y menos estarás sujeto a los hábitos. Pero ahí también hay que hacer una forma de duelo, yo diría que de todas las ilusiones perdidas.

...silencio...

- Elisa: Quizá sea el momento de tomarse un pequeño descanso.

Vamos, es hora de descansar.

Bidi saluda y terminaremos de hablar cuando volvamos en una hora.

Bidi les saluda.

¡Gracias Bidi!

Y hasta luego.

¡Hasta luego!

***

 

  

Transcripción al francés:

https://www.facebook.com/Transcriptionsfr-

Traducción al español: LMF

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