miércoles, 6 de noviembre de 2019

ABBA. 1 DE NOVIEMBRE DE 2019. TÚNEZ.




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En el Corazón del Amado que eres, Abba, honro y saludo tu Presencia y Alegría.

En el tiempo del instante, en la ilusión del tiempo, la Buena Nueva gana todo espacio, todo rincón y recoveco, en toda la manifestación, en todo el sueño, vuelvo en este instante para invitaros a lo Indicable, más allá de toda comprensión y justificación.

Así pues, Bienamados, los invito a acogerse a sí mismos, a acoger a todo mundo, todo instante, todo rincón y todo espacio, de todo mundo y de todo el mundo, para que la Alegría, sin objeto y sin razón, sea su Morada de la Eternidad, la que jamás dejaron, más allá de todas las formas, de todas las emociones y del pensamiento, en la que nada resiste ni se opone y a la que nada le puede faltar.

Esta invitación está presente en ti y en todos, sin dificultad, sin reflexión. Todo lo que tienes que hacer es decir Sí, un Sí que no incluya ninguna clasificación o destino, y eso es, y lo sabes, en el Corazón de tu Corazón, en el Corazón de cada uno, en el Corazón del instante.

Entonces el Coro de los Ángeles puede resonar en ti el canto de la liberación del sueño mismo.

Los invito al Silencio, al Silencio de la Majestad, al Silencio de la Evidencia, a todo lo que piensen, a todo lo que digan.
En esto te reconoces a ti mismo más allá de cualquier forma, cualquier dimensión y cualquier pregunta.

Este es el mismo don de la Gracia que se da de corazón a corazón, con la misma constancia e igualdad.

Los invito a amarse a sí mismos más allá de todas las condiciones y pensamientos.

Recuerda que no tienes nada más que hacer, excepto decir en tu interior y en tu exterior, el sí de la liberación, el sí de la Beatitud, el sí a la Vida.

Permíteme en este momento revelarme en ti en su totalidad, más allá de toda percepción, donde todo está completo, aunque tan inmóvil.

Esta es la Gracia que ahora aparece en cada instante, desde el instante en que te olvidas de ti mismo en cada afirmación y en cada definición.

Entonces te encuentras a ti mismo, donde jamás te has movido, donde jamás has soñado, donde te reconoces a ti mismo, y viaja a través del espacio y de la ilusión del tiempo, con la misma regularidad en todo momento, donde tu presencia está ausente, de modo que jamás puedas volver a ser perturbado por ningún tipo de sueño de ninguna clase.

Has completado el recorrido del tiempo y el recorrido de cada espacio del evento. Has elegido esto, y en esto es apropiado que digas que sí, sin reflexionar y sin pensar, más allá de cualquier visión y condición.

Recuerden que sólo tienen que dar la acogida a lo que está presente, a lo que está sucediendo, y así es como ven y se dan cuenta de que se hace sin ustedes, que se hace naturalmente.
Esta es la Libertad del ser y del no-ser, reunida en tu carne, en tu corazón, donde jamás volverás a estar sediento de lo que puede suceder, como de lo que puede pasar.

Permanece allí, en el Corazón de la Alegría, en el Corazón del Espacio y en el Corazón de cada instante.

Déjese atravesar por la Gracia de la Evidencia, no detenga nada, no frene nada.

Existe tu Beatitud, existe tu Absoluto, donde todo pasa y donde todo transcurre, sin la más mínima incomodidad y sin la más mínima pregunta.

Vengo a invitarlos a esta celebración permanente hoy, en el tiempo que se está desplegando, en su sueño final, poniendo fin a todos los deseos, poniendo fin a todas las preguntas.

Tú estás allí conmigo, yo estoy allí en ti y tú estás allí en mí, en la misma reciprocidad e intensidad, en la misma alegría de tu esencia recobrada, y de la sonrisa que sólo puede habitarte.
Ve más allá de lo que sientes, ve más allá de lo que percibes, está lo Inmutable, está lo Verdadero, donde nada puede marcarte, donde nada puede aparecer.

Déjate amar, más allá de cualquier posesión o restricción.
Bienamado Abba, fuente del sueño, creador del sueño y su resolución, a través del juego de la Luz y el juego de las formas, no tienes nada que probarte a ti mismo, excepto encontrarte intacto y siempre libre de toda impureza, así como también de toda ofensa y distancia.

Déjate ser, concédete el perdón por lo que pensabas que estaba ofendido o herido.

Esta plenitud que está en todas partes, y que viene de la nada, donde nada puede ser disimulado, escondido o desviado, tu corazón te dice cada minuto en Silencio como en las circunstancias de tu vida, y no olvides que tú eres la Vida, antes de que seas toda la vida, en donde nada desaparece, en donde no pasa nada.

Te invito a depositar todo lo que aún pueda parecer una carga para ti, ya sea el peso de tu edad, el peso de tus pensamientos, el peso de tus recuerdos, todo esto se consumirá más y más instantánea y rápidamente, en la alegría del reencuentro contigo mismo, más allá de cualquier conciencia y de cualquier personaje.

Te invito a caminar por el espacio y a ser espacio, no entre dos mundos, sino en el mismo éter de esta Tierra donde ya nada puede ser limitado, donde el Fuego del Amor consume cada sueño, con la misma alegría y ligereza.

Y recuerda que no tienes nada que hacer, nada que olvidar, excepto lo que realmente eres.

Te invito a celebrar, con cada mirada, con cada gesto y con cada contacto, la misma Verdad, que va sin palabras, y que nace en el Silencio de tu Presencia, en cada circunstancia y en cada momento.

Dónde  estas tú y dónde estoy yo, inmediatamente, sin demora, sin restricciones y sin ninguna duda posible.

Así que hoy te digo, reconoce que no hay nada que ver, nada que percibir.

No te detengas ante nada y encontrarás lo que siempre ha estado ahí, inmóvil, inscrito en el curso y el transcurso de todo sueño, de toda vida y de todo mundo.

Ve más allá de la mirada y más allá de la historia, ve más allá de todo, no te detengas, deja que lo que es, la simple idea, el simple pensamiento de decir sí te revele a ti mismo, con majestad, con certeza.

Estás ahí, en el corazón de tu corazón, desde todas partes del mundo que viajas, estás ahí, donde nada puede detenerse, y estás ahí, contigo, como con todo el mundo, ya no haciendo ninguna diferencia, ya no haciendo ningún juicio, porque la celebración se lleva todo lo que puede hacer una diferencia, como todo lo que puede parecer que falta.

Era sólo una apariencia, era sólo una imagen distorsionada, para permitirte ser eso, y vivir por ti mismo, más allá de cualquier discurso y enseñanza, así como de cualquier religión o movimiento, la misma y única Verdad.

Donde el Coro de los Ángeles sólo puede honrarte y celebrarte, eres tú, al principio de tu sueño, el que has elegido en toda libertad, y está la verdadera Libertad, que no tiene necesidad de elección ni de libre albedrío, sino que tiene que ver con la Eternidad del instante presente.

Donde el tiempo nunca puede ser removido, ni siquiera medido, donde se llena el espacio de vacío y plenitud con la misma consistencia y regularidad.

Así es lo Absoluto que eres.

Abba es sólo el recuerdo de lo que habías escrito y que jamás podrías olvidar en todos los sueños por los que habías pasado, en todas las formas que habías tomado, en todas las dimensiones que habías experimentado.

Déjate llevar.

Donde el simulacro y lo sagrado son sólo las dos caras de la misma moneda, que no existe.

Los invito a ser, y no sólo a existir, a no permanecer más fuera de la Verdad de lo Absoluto que es Ágape.

Déjate amar, es lo único que jamás ha sido quitado o disminuido, a pesar de todas las apariencias, como cualquier sufrimiento que dure sólo el instante del sueño.

Entonces cada momento en ti será alegre, entonces cada momento en ti será único, repitiéndose hasta el infinito de los tiempos y en el infinito de los días de la creación misma.

Escucha, más allá de mis palabras, hay Silencio, más allá de lo vibral, hay también Silencio, donde todo es perfecto.

Donde piensas que todo está cumplido, y sin embargo siempre se ha cumplido, desde el instante inicial del sueño, desde el instante inicial de algún sufrimiento.

Así que los invito a decir sí a todo lo que es y a todo lo que no es.

No hagas más diferencia, no tienes nada que calcular, no tienes nada por lo que responder, está tu autonomía, y está tu única responsabilidad.

Te invito a regocijarte, sea lo que sea que tu historia te diga hoy, sea cual sea la desestabilización de tus elementos internos o externos.

Donde vives, así es como decidiste vivirlo, para restaurar toda la Verdad de lo que eres, más allá de ser y más allá de todos los sentimientos.

Pase lo que pase en este cuerpo, pase lo que pase a tu alrededor, descubrirás si no está ya hecho, que es la mejor oportunidad, es la mejor condición del sueño para encontrarte a ti mismo más allá de cualquier condición.

Así que no duden en decir que sí, y la última renuencia se disolverá en la alegría de lo que son.

No cuestionen nada, no pidan nada, sólo acepten el sí, acepten lo indecible que son, donde no es necesaria ninguna forma, donde no tiene que haber historia.

Confía tu sufrimiento y tu pesadez a tu propio corazón, sin pensar en ello, sin comprender nada, porque así es como te entregas por completo a lo que eres en la Verdad.

Porque así es como se sirven unos a otros con la misma consistencia y regularidad.

Me entrego a ti en la medida en que te entregues a este extraño que eres.

Me entrego en ti, sin secarme jamás, y sin extrañarte jamás.
Entonces entrégate con la misma intensidad, dándote, dándote la acogida, aceptándote tal como eres, te encontrarás a ti mismo, y no serás capaz de desviarte, y no serás capaz de apartarte de lo que siempre ha estado ahí, en las profundidades de la carne de tu sueño de este cuerpo, en las profundidades de todos los pensamientos, emociones e ideas.
Es una restitución a la autenticidad, al niño que siempre has sido.

Así la Vida desplegará una alfombra de rosas en todas las circunstancias de su vida, donde el pasado ya no tiene ninguna necesidad, y donde el futuro ya no representa nada.
Entonces su corazón se elevará al ritmo de la Verdad, entonces será testigo del sublevación y despertar de los elementos y conciencias de este mundo.

Así serán la Luz del mundo.

Así son la Luz Original, donde la creación y la destrucción son la misma historia, el mismo momento, y abarca todos los espacios y dimensiones.

Acepta el sí y tu aceptación te hará feliz instantáneamente, y tu aceptación te traerá de regreso a la Libertad que jamás has dejado, todo está ahí.

Este es el bálsamo universal para todo lo que todavía puedes experimentar, ya sea el peso de los años, ya sea el peso de lo que llamas sociedad, o lo que llamas tu vida.
En la autenticidad de su sí, no puede haber reticencias o cuestionamientos.

Soy tú, en todo tiempo, en todo espacio y desde toda la eternidad, no hay diferencia, excepto en las apariencias, en lo que sientes o no sientes, pero todo esto pertenece a lo que pasa, y no tiene nada que ver con lo que no pasa, con lo que eres, donde no se puede definir nada, donde no se puede entender nada sino con la aceptación y el sí.

Es algo infantil, es algo de lo que todo el mundo, sea cual sea su resistencia, sea cual sea su miedo, sea cual sea su sufrimiento, no puede escapar y no querrá escapar de ello.
Apenas estés allí, donde te has colocado, no juzgues nada sobre ti mismo, no midas nada sobre ti mismo, sólo permanece allí, en este instante cuando me escuches.

Entonces te entenderás más allá de toda duda y problema.

...Silencio...


Mi Amigo, mi Amado, honrándote a ti mismo, despierta, peregrino de la Eternidad, ya que algunas mañanas puedes salir de un largo sueño, no tienes que recobrar la compostura de ninguna manera, y bajo ninguna circunstancia.

Déjate atravesar por el don de la Gracia y el don de la Vida, por tu capacidad de acoger sin detenerte, sin querer nada, te despiertas y te revelas, y te encuentras a ti mismo, porque jamás, en ninguna apariencia, podrías perderte a ti mismo.

Así que si hay lágrimas, serán secadas por la Alegría de tu reencuentro contigo mismo, y por la consumación del Amor, que sólo es mordido al principio, para poner fin al tiempo.

Escúchate a ti mismo, no con tus palabras, sino en lo que el Silencio te dice, en la intimidad de tu corazón, y así es como difundes la Buena Nueva, que no necesita ni palabras ni pruebas, sino simplemente a ti mismo, tal como eres, en el momento y lugar en que te encuentras.

Son la danza y son la Vida, son el Silencio como son el bullicio, y es en este bullicio de la confusión de estos tiempos de este mundo, que han elegido encontrarse a sí mismos, que han elegido despertarse.

Nada más puede contar desde el momento en que dijiste que sí, desde el momento en que te aceptaste a ti mismo.
Entonces te darás cuenta de que todos los demás, viviendo su propio sueño, están simplemente ahí para ese momento en el que te despiertas y te revelas.

No te proyectes en nada, ni en el mañana ni en el próximo instante, y además ya no podrás hacerlo.

No te dejes afectar en nada, por ninguna historia que hayas vivido, esta historia que se derrite como la nieve al sol, para ir allí también a ti mismo, donde jamás te has movido, donde nunca has existido.

Escucha y oye, más allá de todos los sonidos y percepciones, lo que tu corazón te dice, Abba está allí, grabado en letras de fuego, testigo de la consumación del Amor, de la consumación del sueño.

Ha llegado el momento de dejar que la reticencia y los hábitos se alejen de ti, sin arrepentimientos, sin carencias ni preguntas.

La creación en su totalidad está en el corazón de tu ser, porque tú eres todos sus entresijos, todos los sueños que has vivido o proyectado, para redescubrirte a ti mismo en este momento de alegría del tiempo cero de todo el sueño, en todo mundo, en todas las dimensiones.

Recuerda la simplicidad y la humildad que eres, para descubrir que has poblado y colmado todo, cada esquina y rincón de todo sueño, eras sólo tú, y siempre eres sólo tú.
En el Ser Eterno de tu Presencia Indecible se vive la Verdad, donde no hay nada que ver o percibir, donde no hay nada que cambiar, donde no hay nada que adquirir, nada que desarrollar o transformar.

Escuchen, en su última reticencia, al Fuego del Corazón Sagrado, que enciende su ser con estas reuniones místicas, que es el estado natural, lo que sea que su corazón les diga, por su calidez o irregularidades, por su constancia o inconstancia, esto es simplemente lo que han escrito, para estar seguros de encontrarse a sí mismos.

Sí, tú eres Abba grabado en letras de Fuego, en el instante inicial del primer sueño.

El pueblo del Agua vino a cantarte, a decírtelo, en el lenguaje originario, primer Verbo y primer aliento, que no es otra cosa que el último Verbo y el último aliento. Jamás han sido separados, jamás han sido divididos, jamás han sido encubiertos.

Pero es el olvido lo que ha hecho posible que te encuentres donde estás, muy exactamente y muy precisamente, cualquier cosa que tu persona diga al respecto, cualquier cosa que tu conciencia diga al respecto, ya no se opone a la evidencia de la gracia y de tu morada.

Tú estás allí, Yo estoy allí, cada uno está allí, celebrando a su manera el fin del aparente olvido, el fin de la distancia, el fin de cualquier separación que, en la Verdad, jamás ha existido, más allá de la proyección de ustedes mismos en cada parcela de cada uno de ustedes y en cada mundo.

El tiempo es para la Verdad, la cual no sufre discusión. Ni la oposición ni la contradicción pueden levantar el más mínimo velo, la más mínima distancia o la más mínima dimensión.

Y el Fuego del Amor chisporrotea desde todas partes dentro de su envoltura corporal, dentro de la ilusión de la conciencia, donde no queda nadie, donde no hay forma.

Y en este momento, la Buena Nueva se está difundiendo, tocando a todos, donde deben ser tocados, a fin de lograr el fin del velo del olvido, así como el fin de todo sufrimiento.
Donde jamás naciste y donde jamás pasarás.

Aprende a sonreír de nuevo, sin razón alguna, porque eres la sonrisa de la Vida, que pone fin a todas las lágrimas y a todos los arrepentimientos, porque no hay nada que lamentar, cuando la Verdad está ahí.

Tampoco hay nada que proyectar porque el futuro está también ahí, en el instante de tu presencia, en el corazón de mi corazón que es tu corazón, como en el corazón de cada uno.

Donde el sueño termina en una apoteosis de Luz, en una apoteosis de Alegría, que no puede ser frenada, que no puede ser desviada, porque todo contribuye a la misma Alegría, en cualquier apariencia.

Así pues, dense la acogida, como yo doy la acogida a todos, con la misma rapidez, con la misma precisión.

Tú eres eso, antes de ser quien eres en esta forma como en cualquier otra.

Y mis palabras marcan la Verdad del Silencio, danzando y cantando el canto de la Libertad y la danza del Silencio.
...Silencio...

Son la Luz de los mundos, son la Luz del sueño, pero son mucho más viejos que eso, porque están en todas partes al mismo tiempo, y en todos los tiempos.

Jamás ha habido una distancia, sino la ilusión de ella.

En esta humildad, en este gran Sí, nace la aceptación, donde no se puede decir nada, donde sólo se puede estar totalmente de acuerdo.

Abba está en el espacio de la Buena Nueva.

Tú eres eso, y eres todas las demás cosas, y estás por encima de todo eso.

Que el Fuego del Amor bendiga sus lámparas, bendiga su presencia y su ausencia juntos en su persona, en el corazón de la intimidad de su corazón.

No te muevas, no preguntes más, y ya está ahí.

Permanece inmóvil, en aceptación incondicional de lo que está allí.

Su carne así como su historia han sido sólo pretextos, su conciencia ha sido la herramienta, actuando y reflejando al infinito la Buena Nueva que está instalada en cada morada y en cada corazón.

El lugar donde te sientas, donde me escuchas, va más allá de mis palabras con un gran Sí.

Son la Libertad, nada puede detenerlos, y nada puede detenerlos aún si lo han creído y vivido.

Escúchate, óyete a ti mismo, en este Silencio están todas las majestades y todas las gracias.

No tienes nada que pedir que no esté ya presente en la intimidad de tu corazón, no tienes nada que esperar que no haya sucedido ya, porque jamás te fuiste y jamás te alejaste.
Este es el anuncio que haré a partir de ahora en cada momento, en cada aliento de tu vida, de todas las maneras posibles, imaginables como inimaginables.

Acéptalo, totalmente, sin restricciones de ningún tipo, porque el Amor jamás puede ser restringido, porque el Amor jamás puede ser amputado en ninguna apariencia.

La vida te invita a celebrar estos momentos únicos dentro del final del sueño de la creación, y eso es ahora, en este lugar donde estás.

Donde ya no necesitas soñar y donde nada puede faltarte, porque todo es dado en abundancia, más allá de toda medida, porque eres el don de la Vida y de la Gracia, porque eres todo sueño, porque eres todo tiempo, todo espacio y toda dimensión, siempre con la misma reciprocidad, en el corazón de Abba.

Y deja que crezca, recorriendo la aparente distancia entre tú y yo, deja que te sea restituida.

Tú eres eso, el don y la restitución, más allá del ser y del no-ser, más allá de cualquier forma, de cualquier marco y de cualquier contingencia.

Escuchen y oigan lo que su corazón les dice, es la Palabra de Verdad, es el Verbo de la Eternidad, y ha acompañado cada uno de sus sueños, sin fallar jamás.

Acéptense a sí mismos, como ha sido, como es, y como será, en el calendario de su tiempo terrestre.

El sueño se extingue, la Verdad no es un sueño, es la Eternidad antes de la forma y antes de la manifestación.

Tú eres de todas partes, de todos y entre todos, en cada parte del sueño, en todos los sufrimientos y en toda la Alegría.
No te restrinjas, no tienes límites.

Abba, la Palabra y el Verbo de la Eternidad, habiendo sido inscritos en el primer tiempo del sueño, dentro del Agua de lo alto y del Agua de abajo de toda la creación, todo esto son ustedes, sin ninguna excepción y sin ninguna discusión.

Permitan que su pecho se eleve y cante Abba en el Silencio de su corazón, donde jamás se han distanciado, ni separado, ni siquiera dividido.

Donde está el Sí.

...Silencio...



Deja que tus labios se abran a la sonrisa de la Felicidad sin objeto y sin sujeto.
...Silencio...

Escuchen y oigan el ritmo de su corazón que late el recordatorio de su presencia y ausencia conjugado, en el corazón de su pecho.

Escúchate y óyete a ti mismo, más allá de todo sonido, más allá de toda división, no detengas nada, no congeles nada, en lo que crees que está sucediendo ahora mismo. Es el don que te diste a ti mismo desde el primer sueño, desde la primera forma, que también has estado en el despliegue de la ilusión del tiempo, así como del espacio.

Reconócete a ti mismo, eres el Uno, reconócete a ti mismo, eres todo sueño, todos los soles, todos   los universos y multiversos, todas  las vidas y todos los reinos.

Consúmase en la alegría y el gozo de lo que jamás ha dejado, de lo que nunca ha sido capaz de quitarse.

Como se ha dicho,

AMATCHI ABBA
BRÉMIS KA
ATOUNCE MA KAYA
ABBA
BRÉMIS KAYA

Esta es la consumación del Amor, que sólo consume ilusión y consume todo sufrimiento con la misma rapidez e intensidad para cada Abba que se ha dicho a sí mismo que sí.

Entonces tu corazón danzará la danza del Amor, agitando el Fuego de la consumación, dondequiera que tu vida te lleve, dondequiera que tus ojos giren, dondequiera que tu conciencia mire, regocíjate.

...Silencio...


Que este fuego comience por todos lados y especialmente desde tu cabeza, llega hasta el corazón.

No observes nada, cualesquiera que sean tus sentimientos o percepciones, déjalos estar sin ti, pues ni siquiera eres eso, pertenece al sueño y eres mucho más que la suma de todos los sueños y todos los mundos, pero no puedes contarte a ti mismo, porque eres infinito en todas las formas y en todos los mundos.

Ahora será el momento de dejarte hablar, de dejarte expresar, como quieras y como desees, no reprimas nada de lo que emana de tu Silencio, para que resuene con todos los que escuchan y oyen tu Sí, de la manera en que lo expresas, y de alguna manera, todo será acogido, con la misma celeridad y reciprocidad.

Entonces Abba escucha y resonará en ti en la expresión de tu sí, de tu vivencia, tanto en este instante como en cualquier instante, en el que te pueda parecer que no estás suficientemente iluminado y vivo en este espacio y en este tiempo.

Todo lo que tienes que hacer es decirlo para verlo arder de la misma manera, con la misma Verdad;

Entonces tú que eres amado, déjate amar por otros que te aman con la misma intensidad.

No retengan nada, porque el Amor no puede retener nada.
También lo es Abba que tú eres.

Todos aquí como en todas partes, te acogerán en el momento de su escucha, de la declamación de Abba de ese día.

No estás solo y sin embargo estás solo, porque sólo estás tú.
...Silencio...

No te limites, atrévete, porque el Amor lo desafía todo. No se puede restringir, no se puede esconder, no se puede reducir.

...Silencio...


Todo no es más que regocijo, cualquier cosa que tengas que decir o incluso si te parece que no tienes nada que decir, las cartas de Abba en llamas son tu propio Fuego.

-Hermana: Cuando digo que sí.

Amada,

-Hermana: Cuando digo que sí, que me deje amar, sólo puedo amarte, y dejarme quemar.

Así son las cosas ahora. Es el Sí al Amor, pero no necesitas especificarlo ni nombrarlo.

Un simple Sí, hoy es suficiente para ser consumido con el Amor que tú eres, y por el Amor que tú eres.

¿Quién puede decir, quién quiere decir?

- Hermana: Digo Sí, acepto este Amor del Otro que está en mí, y acepto este Amor que soy.

Y el Sí se multiplica hasta el número infinito de tus presencias aquí, que son sólo tú. A pesar de todas las apariencias, no hay más distancia, no hay más demora, no hay más espacio para mantener este Sí allí y que lo vives.

-Hermana - Sí, sí, sí. Ágape, Ágape, Ágape. Yo digo que sí.

...Silencio...


La celebración del Sí es el regocijo final que contiene a todos los demás, en su reconocimiento final e inicial.

...Silencio...


Así termina lo que jamás ha comenzado.
Así termina la ilusión del sueño de la creación.

AMATCHI ABBA EN TODOS
ATOUNCE KAMA KAYA
...Silencio...

Así se realiza la Alianza del Fuego.

Soy Tú, Soy Abba, y me inclino y honro ante tu Divina Presencia y Ausencia.

ÁGAPE ABBA, ÁGAPE ABBA, ÁGAPE ABBA
ATOUNCE MA KAYA
ENOHA, ENOHA, ENOHA


A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés:
 https://www.facebook.com/Transcriptionsfr
Traducción al español: LMF



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