domingo, 17 de marzo de 2019

María Magdalena –Marzo 2019 por Marlene Swetlishoff


 

 Amados,

¡Vengo en las alas del amor!.... Está ocurriendo una aceleración dentro de esas almas que han estado preparando el mundo a medida que este se desplaza hacia los reinos superiores de la conciencia. En un nivel profundo, ya sea que se observe conscientemente o no, la metamorfosis continúa produciéndose en sus cuerpos físico, mental y emocional y, en la medida que los remanentes de lo que ya no sirve salen a la superficie, los aspectos espirituales superiores de su propio ser brillan y se engranan. Cada uno de ustedes se está convirtiendo en una luz mayor dentro de su cuerpo físico.

Esto también está provocando resistencia a la luz que irradian por parte de aquellos a su alrededor, en formas que intentan disminuir esa luz. Es una respuesta intuitiva y visceral a la comprensión innata de que el status quo que ha estado vigente durante mucho tiempo está cambiando y que ustedes, los iluminados, están cambiando y transformándose. Sienten que también deben cambiar y despertar más plenamente, por lo que reaccionan de maneras que no están en armonía con ese proceso y puede ser un momento difícil a medida que comienzan los ajustes y la comprensión.

Sin embargo, la luz brillante que irradian no puede ser negada, debe irradiarse a todos en sus esferas de influencia. Este es el siguiente paso en el proceso de ascensión y aquellos que antes hicieron el esfuerzo durante muchas décadas hacia lo que está ocurriendo actualmente se están moviendo hacia esta fase. Se requiere mucha paciencia y confianza para pasar por esto, ya que incorporar la luz en el cuerpo físico no es algo común y puede ser peligroso para quien experimenta esta metamorfosis. Confiar en los aspectos más elevados para atravesar esta etapa es absolutamente necesario para poder avanzar a través de la misma.

Todo lo que alguien hace a partir de este punto requiere confianza en su guía interior... corresponde a todos los que han llegado a esta etapa del proceso de ascensión dar un gran salto de fe y saltar al precipicio, por así decirlo, a lo desconocido. Se necesita claridad y pureza para convertirse en los inmaculados poseedores de esta santa luz y estado de ser. El mundo de la dualidad debe dejarse atrás para siempre para sostener esta gran luz en la que se están convirtiendo y el desapego del mundo de la dualidad ocurre naturalmente.

Sus cuerpos están haciendo ajustes y, con bastante frecuencia, no es agradable experimentar estos sucesos alquímicos a medida que ocurren. Muchas cosas cambiarán y estos cambios serán tan únicos y diversos como las personas que los están experimentando. Muchos de ustedes han experimentado iniciaciones en los niveles internos, generalmente durante sus ciclos de sueño, y saben en los niveles internos que han pasado al siguiente. Confíen en lo que les imparten sus guías espirituales personales y registren con frecuencia estas ideas, signos y revelaciones a medida que ocurren; es, normalmente en retrospectiva, que se ve la imagen más grande de las piezas del rompecabezas que se ofrecen una pieza a la vez. 

Yo Soy María Magdalena


©Marlene Swetlishoff.
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Traducido por Esther Abreu