lunes, 13 de febrero de 2017
LA GRACIA DE MARÍA - 11 FEBRERO 2017
Entiendan bien de que hay seres sobre la Tierra, en esta tercera dimensión que hacen el mal. El Comendador de los Ancianos y algunos Arcángeles hablan de “chicos malos”. Estos seres han abusado de su poder sobre la Tierra, desde muchísimo tiempo. Ellos, se mantienen con la misma forma desde tiempos inmemoriales. El Absoluto, contiene esas nociones de bien/mal, por supuesto, Él no excluye nada, pues es todo y nada a la vez. Pero vivirlo es totalmente distinto, y vais cada vez más a ver con vacuidad, que la consciencia que Sois, en la forma que habéis escogidos de endosar temporalmente, tiene sus responsabilidades. Sois responsables a todos los niveles.
¿Qué queréis hacer aquí en la Tierra? ¿Generar discordia y continuar amedrentando a hermano o hermana, pretextando de que sois Absoluto? ¿Violar, torturar, matar, mentir o maltratar a vuestros allegados? ¿Sabotear o hacer daño a vuestro alrededor? ¿Es lo que veis de la vida?
Una vez más, no es cuestión aquí de fijarse en lo que sea, sino simplemente de invitaros a ver lo que generáis. ¿Acaso os mantiene en la Dicha? Por supuesto, estos seres inconscientes de lo que realmente son, no se dan cuenta de lo que siembran alrededor de ellos, porque si vivieran verdaderamente el Amor, si vivieran en Unidad y en Verdad, no podrían atacar a quienquiera que fuese.
No podría haber la menor sombra de guerras. Ellos no podrían espoliar, no podrían mentir, ni difamar o condenar a quienquiera. No en el mismo mundo de mis niños. Condenar en el sentido de desquitar al otro que es vosotros-mismos. Condenar, es tener la intención de perjudicar, de rebajar. Violando al otro, os violáis vosotros-mismos, y os condenáis. Ahora, si la Justicia os condena por vuestros actos, os pone simplemente frente a vosotros-mismos. Hay hermanos y hermanas conscientes, en cada sector de toda actividad, que actúan en consecuencia, cualesquiera que sea el papel o forma que endosan. Están al servicio del Uno.
Mintiendo al otro, se mienten a si-mismos. Engañando al otro, os engañáis. Atacando al otro, os lo hacéis a vosotros-mismos. Hubo uno que dijo “Lo que hacéis al más pequeño de entre vosotros, es a mí que lo hacéis”. No pueden pretender ser amados y ser la Vida, haciendo daño o engañando al otro. Lo que hacéis a uno, se lo hacéis a los demás, a masas enteras.
El arconte desvía las leyes cósmicas con fines personales y destructivas. Él utiliza la seducción para corromper, porque la corrupción es lo que le anima. Él rompe la armonía y se sirve de la inocencia de cada uno. Él se corta de la Gracia. El Amor no destruye nada, cuando no perjudica a nadie. El Amor restituye, y si hace falta que suceda, a veces por la destrucción, lo hará. Él viene a mostrarles que todo lo que habéis construido fuera de la Ley de Uno, no es real. Y lo que no es real, tarde o temprano se dé-construye.
La Vida no está aquí para la maldad. Ella sólo quiere vuestro bien. Ella es Dicha y ligereza. Nunca es cuestión de sufrimiento en el Amor. En cambio, la ausencia de Amor da lugar al sufrimiento. No estáis aquí para sufrir el mal que os hacen. No sois nada de todo esto. Tampoco estáis aquí para hacer daño. ¿Cómo quieren que vuestros hermanos galácticos de los mundos Libres se acerquen, si sienten que tenéis actitudes y pensamientos distorsionados? ¿Qué queréis? ¿De que lado te sitúas?
La redención es simplemente el hecho de reconocer el daño que sembraron o que todavía siembran, Frente al Amor que Sois, frente a la Verdad que Sois. Nunca es demasiado tarde para ello. Nunca es demasiado tarde para Ver, a fin de pasar a otra cosa, porque mientras esto no sea visto, no pueden aspirar a los mundos Libres. De ser Libres, de toda eternidad y de vivirlo plenamente aquí, en el seno de esta densidad, es lo que os es pedido. Nunca es demasiado tarde para escuchar la Llamada.
Así, sepan que no puedo condenar a ninguno de entre vosotros, porque mi Amor de madre no puede concebirlo. Vean solamente lo que os incita a actuar de otro modo. No estáis aquí para esperar el cambio. Estáis aquí para sembrar la Alegría y la Verdad que Sois. Esto ocurre Ahora, porque en el Aquí y el Ahora, hay todas las posibilidades. Sois el motor de esta Ascensión, y la Tierra os necesita más que nunca, para dejar espacio a la Verdad. La verdad de la sencillez e inocencia del Niño. La verdad del Último. Aquel que no puede dejar lugar a creencias. Aquel que no conoce nada, pero que es el Conocimiento. Aquel que es la Gracia, y que vive plenamente todo lo que la Gracia le tiende.
Así aquel que sigue las líneas de menor resistencia, no puede conocer el menor sufrimiento. Puede verla alrededor suyo, pero no puede estar directamente afectado.
Soy María, reina de los Cielos y de la Gracia.
Os quiero y os saludo.
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