sábado, 30 de julio de 2016

MENSAJE DEL PUEBLO DE LAS CABRAS MONTESAS RECIBIDO POR CAROLINA LEROUX, COMUNICADORA ANIMAL

 

¡Saludos! Somos el pueblo de las Cabras Montesas, aquel que vive en las altitudes, alimentados de la increíble presencia de los Seres, que llamáis «montañas».

Las montañas están vivas y son inmutables, pero variables en lo infinitamente pequeño de su estructura. Ellas son el reflejo de la estabilidad, de la perseverancia y de la pureza para los Seres que las admiran, y el reflejo del sufrimiento y de la muerte para aquellos que las desafían, con arrogancia en el corazón. Las montañas están vivas y están aquí para endulzar los corazones duros que a ellas se miden, por su lenta erosión o por confrontación directa.

Aquí, en la montaña, el oxígeno se enrarece para dejar lugar al néctar de los Dioses: el oxígeno liquido (lo que algunas culturas llaman el prâna). Los que son capaces de captar bien el oxígeno líquido no sufren mucho de la altitud, y es por eso que las montañas son a menudo los refugios de santos, de hombres y mujeres que están despiertos…

Nosotros, el pueblo de las Cabras Montesas, somos las guardianas de estos lugares y velamos por el bienestar y por el equilibrio de las montañas. Veis, amigos humanos, las montañas no sólo están vivas, sino que son también, muy a menudo, puntos de entradas y salidas (de las que somos las protectoras) de los pueblos que viven bajo tierra.

¿Cómo, no lo sabías? ¿Pensabais ser los únicos? ¡Desengáñense y sobre todo prepárense porque de aquí a unos años, seréis llevados a encontrar estos Seres en carne y hueso! Son muy pacíficos, y por razones evidentes, escogieron no exponerse masivamente a las violencias de las sociedades pasadas y actuales.

Por supuesto, si no deseáis encontrarlos, será hecho según vuestra voluntad, como siempre. El libre albedrío - aunque en parte aminorado estos últimos años por la llegada masiva de la Luz de Vida, esta todavía muy vivo sobre la tierra.

Nosotras, las Cabras Montesas, somos a menudo las mensajeras de los intra-terrestres, estos Seres que pueblan el interior de varias grandes montañas; estamos conectadas a ellos telepáticamente y difundimos sus frecuencias, sus mensajes de armonía y de Paz a todos los Seres del pueblo animal, y a todos los humanos que allí se abren. Los animales que tienen cuernos son captadores y difusores de frecuencias, de informaciones. Ellos anclan lo que reciben en su respectivo entorno, y lo utilizan a fines específicos de su mandato en encarnación. Para los animales terrestres, los cuernos sirven de antenas, en cierto modo. Los animales que evolucionan principalmente en el agua no necesitan del mismo sistema de transmisión, ya que el agua es el más grande conductor de energía, de frecuencia y de información que existe sobre este planeta.

Nosotros, el pueblo de las Cabras Montesas, sabemos también donde se encuentran los puntos de entrada de las ciudades intra–terrestres. No obstante, los códigos de apertura de estas entradas que vibran a frecuencias más elevadas, actualmente sólo son conocidos por los Seres que viven bajo tierra. Esto evita las intrusiones. No! no es un cuento de hadas, es la verdad! ¡Y pronto lo veréis con vuestros ojos! Sabemos bien que los Seres humanos se sirven mucho de su sentido de la visión, para asimilar y validar sus experiencias terrestres. Esto es solo para algunas cosas, pero bastante limitado para experimentar el vastedad del Universo que nos rodea.

- Nos gustaría sugeriros emplear vuestras antenas.

Evidentemente, ellas son diferentes de las nuestras pero pueden ser de gran eficacia. ¡Vuestras antenas interiores están vinculadas a vuestras hebras de ADN, actualmente en gran cambio! Es además la razón por la que cada vez más Seres humanos utilizan lo que llamáis la intuición, y que cada vez más Seres humanos se van a re-conectar a sus habilidades telepáticas.

Nosotros, el pueblo de las Cabras Montesas, vamos en altitud para captar y emitir las diferentes transmisiones que nos son confiadas. La altitud eleva las frecuencias vibratorias, purifica tanto físicamente como psíquicamente y permite una más grande claridad. Somos muy respetadas en el mundo animal por nuestra capacidad de captar los mensajes y frecuencias que vienen a veces de muy lejos. El elemento aire se vuelve, en su forma refinada, el elemento Éter que desafía las leyes llamadas “normales” del tiempo lineal y del espacio.

Esto permite de recibir emitir mensajes de toda clase a grandes distancias e inclus lo que llamáis el pasado y el futuro …

Esta facultad nos permite enviar mensajes de Amor y de frecuencias muy elevadas a las cuatro esquinas del Globo, a cada momento de lo que llamáis vuestra historia.

- Esto forma parte de nuestro papel y es uno de los regalos que deseamos legaros, amigos humanos …

Además, nosotros el pueblo de las Cabras Montesas, tenemos otro regalo para vosotros: el Discernimiento.

Esta facultad es alimentada por nuestros regulares viajes en altitud, y el tipo de mensajes que somos llamados a transmitir. Curiosamente, cuando se observa una cabra, estaríamos tentados de pensar que le falta discernimiento ya que ¡comemos y digerimos más o menos cualquier cosa! ¿No es extraño?

Esto no es por azar, amigos humanos, porque las frecuencias vibratorias de Paz y de Amor generalmente mantenidas por las cabras de todo género, nos permiten transmutar todo lo que tragamos. Hay allí para vosotros una clave importante, porque todo poder manifestado a nivel físico tiene su correspondencia en los niveles mentales, emocionales y psíquicos. Nuestro discernimiento está pues basado en la frecuencia de la Vida, y del Amor: sólo retenemos estas dos formas de alimento, poco importa lo que ingerimos.

Transformamos lo que comemos, alimenticio o no, en Luz y en vitalidad …

¡Esta habilidad de transformación nos hace poderosos alquimistas! Otro de los atributos divinos que poseemos, y que nos gustaría compartir con vosotros es nuestra capacidad a ser UNO, con la montaña que es un Ser vivo y un organismo mineral. Los minerales poseen una conciencia propia. Ellos son responsables de mantener las ilusiones que llamáis solidez, la duración y estabilidad del tiempo. Es sobre ellos ponéis vuestros pies, cada día. Los minerales nos dan el soporte, el continente en el cual creamos nuestras vidas y en el cual podemos vivir la ilusión de la dualidad (lo lleno y lo vacío).

Los minerales, por lo menos según vuestras leyes de física, representan lo sólido, lo lleno, lo pesado, lo denso; ellos son lo contrario al vacío. Porque ellos perduran al interior del sistema llamado “tiempo”, almacenan y guardan premiosamente un gran saber, una sabiduría y un poder que les es particular. Sabemos bien que muchos de entre vosotros, los minerales no tienen ninguna vida, que son sólo materia inerte. ¡Desengáñense! Ellos no tienen un sistema nervioso, pero los minerales tienen una memoria increíble (variando según la suerte) y una capacidad a transformarse, alquímicamente, entregándose a las fuerzas de la vida o a las energías de los Seres que poseen los conocimientos necesarios. No es por azar que ciertas piedras sean consideradas como más “preciosas” que otras. ¡Esto hace referencia directa a su composición química y a sus capacidades alquímicas!

Fue un tiempo, sobre este planeta, en el que el oro fue muy ansiado y pillado por pueblos del espacio. Es por eso que algunas civilizaciones terrestres también se pusieron a ansiarlo; muchos Seres perdieron la vida y muchos otros, incluso civilizaciones enteras, escogieron pasar a otras dimensiones para escapar de la destrucción maciza que arrastraba invariablemente la caza al oro. Vuestra historia humana, bien limitada, sólo refleja una parte de la verdad... Todavía hoy, el oro tiene un gran valor para la humanidad pero la mayoría de entre vosotros no saben por qué, sino que son sus propiedades alquímicas que hacen al oro precioso.

A semejanza del oro, los cristales de cuarzo también tienen, un papel importante en nuestro planeta. Ellos son capaces de almacenar muchísimo saber y conocimientos; son también grandes amplificadores de energía. Los diamantes, por su dureza y su construcción molecular, son unas piedras de manifestaciones de la 3ª dimensión, son emociones y estados de ser cristalizados en su más alta manifestación, su más gran belleza terrestre. Podríamos hablaros mucho tiempo de este mundo extraordinario que es el de los minerales, pero para nosotras, lo esencial es que captabais el hecho indudable de que estáis rodeados de vida y sobre todo de conciencia, hasta en los lugares que no esperabais.

Las montañas, formadas de minerales de toda clase, son Seres de una gran conciencia y sabiduría, pero no funcionan ni en el mismo espacio-tiempo ni según las mismas reglas que vosotros, amigos humanos.

Nosotros, el pueblo de las Cabras Montesas, estamos vinculados a la montaña de modo intrínseco, ya que sólo somos UNO con ella. Os desvelamos allí un gran secreto, amigos humanos, porque la unicidad que vivimos con la montaña corresponde a un estado que, cuando aplicado a toda cosa que os rodea, os hace vivir la felicidad y la certeza que la vida es Eterna. Es también este estado de Unión que nos permite tener las pezuñas seguras y evitar las caídas, incluso en lugares peligrosos.

¡Haciéndose UNO con vuestro medio ambiente, os volvéis en cierto modo invencibles!

Para llegar a este estado, debéis saber en vuestro ser entero que el mundo que os rodea, que la roca más pequeña al árbol más grande, está dotada de una conciencia. Para hacer UNO, tenéis que encontrar el diapasón, la frecuencia emitida por la conciencia inherente a toda cosa y fundiros con ella. Esto os parece tal vez complicado, pero sepan que es la gran sencillez de lo que os comunicamos lo que os lleva a más confusión…

La fluidez en la cual vuestro ser es cada vez más llamada a evolucionar facilitará esta fusión.

Desde hace siglos, vuestro error más grande, amigos humanos, fue consideraros superiores a la naturaleza e intentar conquistarla, subyugarla. La verdad es que todo Ser vivo es parte integrante de la naturaleza. Podéis intentar todo lo que querráis ignorar esta verdad, pero ella quedará inmutable, ya que es el mismo fundamento para la vida sobre la tierra. 

¡Vuestras creencias sociales, políticas, económicas y sobre todo espirituales son fundamentalmente erróneas! Amigos humanos, vuestro deseo de dominar la naturaleza y los Seres dichos inferiores a vosotros, sólo crea desequilibrio y des-armonía, precursores de violencia y enfermedades de toda clase.

Nosotros, el pueblo de las cabras montesas, os invitamos a venir a visitar nuestras “residencias”. Os invitamos a venir a aprender a hacer UNO con la montaña, para recargaros y para aplicar esta capacidad en todos los entornos en los que os encontráis. Si conseguís integrar esta habilidad fundamental, es decir de hacer UNO con las montañas, estos Seres de densidad según vuestros criterios, imaginen cómo os será fácil de aplicarlo en otros entornos: ¡el bosque, el mar, el aire y todos los espacios emotivos, mentales y espirituales qué dan forma a la experiencia de vuestra Vida!

Antes de dejaros, amigos humanos, deseamos legaros un último regalo: el de la vitalidad. En vuestro mundo, parece que este atributo es legendario entre las cabras... Sin embargo, es primordial que sepáis esto: nuestra vitalidad siempre esta puesta al servicio de nuestro medio ambiente. Ella no combate el medio ambiente, se asimila a eso, se alimenta de eso y lo sirve en cambio. Nuestra vitalidad no sirve para esclavizar o conquistar. La utilizamos para el servicio, para crear la vida y salvaguardarla en la armonía. Nuestra vitalidad es alimentada por nuestra capacidad en ser UNO, entonces de abandonarnos, a ser permeables a nuestro entorno natural. Nuestra vitalidad es un vehículo de creación de la vida, respetando los diferentes ciclos que la gobiernan. ¿Pueden decir más, amigos humanos?

Nosotros, el pueblo de las cabras montesas, os saludamos reiterando nuestra invitación: venid a visitarnos y venid a aprender a ser UNO, a confundiros con la montaña. Ella os enseñará los fundamentos de vuestra misma existencia terrestre, porque está constituida de la conciencia mineral, esqueleto de la materia. La montaña está también, a ciertos casos, habitada por Seres excepcionales y pacíficos que velan, por vuestro seguridad, sobre vuestro bienestar, desde milenios. Los intra-terrestres a los que estamos vinculados harán su aparición entre vosotros de aquí a unos años, y os podréis encontrar si lo escogéis y si vuestra frecuencia vibratoria se alinea a la del Amor.

Si no pueden visitar físicamente nuestras “residencias”, utilizad la meditación que os ha sido sugerida en estas comunicaciones y conectáos a nosotros. Recibid la vitalidad, el coraje y el discernimiento que son nuestros atributos divinos y atreveos a la experiencia de la Unión. No hay experiencia más grande que esa...

Esto engendrará grandes cambios en vuestras vidas. ¡Lo prometemos!

Namaste



Fuente: http://comunicación-animal.net

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