jueves, 10 de septiembre de 2015

Cuando hablamos estamos dando vida a lo que estamos diciendo, plantando una semilla. Gillian MacBeth-Louthan


Cuando hablamos estamos dando vida a lo que estamos diciendo, plantando una semilla. Vamos a recibir exactamente aquello que estamos diciendo. 


Las palabras son como semillas - tienen un poder creativo. Nosotros somos quienes somos hoy debido a las palabras que hemos hablado en el pasado. Todas nuestras palabras se van a volver una profecía que se cumple por su propia naturaleza. Escuchen lo que dicen sobre sí mismos. Los pensamientos negativos no tienen que convertirse en palabras negativas. 

Al momento en que dicen algo abiertamente eso adquiere un significado totalmente nuevo y una energía totalmente nueva. Si no les gusta lo que están experimentando, cambien sus palabras. Nosotros profetizamos el futuro mediante las palabras que decimos en el ahora. Nuestras palabras siempre son una profecía que se cumple por su propia naturaleza. 

No planten semillas negativas - profeticen solamente lo bueno y con la intención de lo bueno. Ustedes pueden cancelar los planes mejor preparados del Universo mediante sus propias palabras negativas y cavilaciones negativas. La muerte y la vida son el poder de sus palabras. Van a tener aquello que digan. 

Sus palabras darán vida exactamente a lo que están diciendo. Es mejor no decir nada que decir algo negativo. Las palabras negativas cancelan el plan de Dios -- maldicen su futuro -- están maldiciendo su vida con sus palabras. Ustedes pueden usar sus palabras para maldecir su vida o para bendecirla. 

Digan palabras de fe; declaren el favor de Dios en su luz y en su corazón. Cambien la atmósfera de todo sitio al que vayan con sus palabras == llamen a lo bueno, llamen a la luz, llamen al amor, y llamen a la ayuda divina. No hablen de los problemas sino de las soluciones. No somos los reporteros de sus vidas sino los pronosticadores de sus vidas. Deberíamos llamar a lo invisible como si ya fuera visible. Llamen a lo que desean, llámenlo con palabras llenas de fe, llámenlo luz. Cambien su mundo cambiando sus palabras. La muerte y la vida yacen en el poder de su lengua. 

¿Están dando nacimiento o están destruyendo? Con cada palabra que dicen se alinean las circunstancias. Lo que han creado con sus palabras puede ser cambiado. Cuando reaccionamos negativamente a un cambio repentino y al caos en nuestras vidas estamos retrasando el propósito de su creación. Si aceptamos el caos como una oportunidad para la elevación espiritual, entonces desaparece el dolor. Nosotros mismos determinamos el ritmo al cual pasará la turbulencia. 

 Hay incontables futuros existiendo al mismo tiempo. Nuestro propio comportamiento determina a cuál universo vamos a entrar. La profecía es ver el futuro de nuestras acciones presentes. 

Traduccion:
Gloria Mühlebach
http://www.thequantumawakening.com/index.html

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