jueves, 11 de junio de 2015

LA ÚLTIMA PROFECÍA DE PETER DEUNOV SOBRE LA EDAD DE ORO

  
¡La última profecía de Peter Deunov sobre la Edad de oro está en concordancia con todos los mensajes actuales que vienen del Cosmos! Algunos días antes de su salida en el otro mundo, y cuando estaba en estado de trance profundo médium, hizo una profecía extraordinaria a propósito de la época enturbiada que atravesamos hoy, del “tiempo del fin”, y del advenimiento de la nueva Edad de oro de la humanidad. 

He aquí este testamento conmovedor. Es de una actualidad tan vibrante que llegamos a dudar que estas palabras hayan podido ser pronunciadas hace más de 70 años.

“En el curso de los tiempos, la conciencia del hombre atravesó un muy largo período de oscuridad. Esta fase, que los Indios llaman “Kali Yuga”, está a punto de acabarse. Nos encontramos hoy en la frontera entre dos épocas: la de Kali Yuga y el de la Nueva Era en la cual entramos. Un mejoramiento gradual ya se produce en los pensamientos, los sentimientos y los actos de los humanos, pero todos pronto estarán sometidos al Fuego divino, que los purificará y los preparará en vista de la Nueva Época.

Así, el hombre se elevará a un grado superior de conciencia, indispensable a su entrada en la Nueva Vida. Es esto que se entiende por “la Ascensión”. Unas décadas pasarán antes de que este Fuego venga, que transformará el mundo aportando a una nueva moral.

Esta inmensa ola llega del espacio cósmico e inundará toda la Tierra. Todos aquellos que intentarán oponerse a eso serán llevados y trasladados en otra parte. Aunque los habitantes de este planeta no se encuentren al mismo nivel de evolución, la nueva ola será sentida por cada uno. Y esta transformación alcanzará no sólo la Tierra, pero también el conjunto del Cosmos.

La única y mejor cosa que el hombre ahora pueda hacer, es de volverse hacia el Creador y, mejorándose conscientemente, de elevar su nivel vibratorio, a fin de encontrarse en armonía con esta ola poderosa que pronto le sumergirá.

El Fuego del que hablo, el que acompaña las nuevas condiciones ofrecidas a nuestro planeta, renovará, purificará, reconstruirá todo: la materia será afinada, vuestros corazones serán liberados de la angustia, de las confusiones, de la incertidumbre, y se harán luminosos; todo será mejorado, elevado; los pensamientos, los sentimientos y actos negativos serán consumidos y destruidos. 

Vuestra vida actual es una esclavitud, una prisión pesada. ¡Comprendan vuestra situación y libérense! Se lo digo: ¡salgan de vuestra prisión!

Es realmente desconsolador de ver tantos extravíos, tanto sufrimiento, tanta incapacidad a comprender donde se encuentra vuestra verdadera felicidad. Todo lo que esta a vuestro alrededor va pronto derrumbarse y a desaparecer. 

No quedará nada más ni de esta civilización ni de su perversidad; toda la Tierra será sacudida y ningún rastro subsistirá de esta engañadora cultura que mantiene a los hombres bajo el yugo de la ignorancia.

Los terremotos no son solamente unos fenómenos mecánicos, tienen como objetivo también de despertar el intelecto y el corazón de los humanos, a fin de que se liberen de sus errores y de sus locuras y de que comprendan que no están solos en el universo.

Nuestro sistema solar ahora atraviesa una zona del Cosmos donde fue destruida en otro tiempo una constelación que dejó allí su huella, su polvo. 

Esta travesía de un espacio contaminado es una fuente de envenenamiento, no sólo para los habitantes de la Tierra, pero para todos los habitantes de los demás planetas de nuestra galaxia.

Sólo los soles no están afectados por la influencia de este entorno hostil.
Esta región se llama “la decimotercera zona”; la llamamos también “la zona de las contradicciones”.

Nuestro planeta quedó encerrado durante miles de años, pero nos acercamos finalmente a la salida de este espacio de tinieblas, y estamos a punto de alcanzar una región más espiritual, donde viven seres más evolucionados. La Tierra ahora sigue un movimiento ascendente y cada uno deberá esforzarse para armonizar-se con las corrientes de la Ascensión.

Los que se niegan a someterse a esta orientación perderán la ventaja de las buenas condiciones que les son ofrecidas en lo sucesivo para elevarse.

Ellos se quedarán atrás de la evolución y deberán esperar decenas de millones de años la llegada de una nueva ola ascendente. 

La Tierra, el sistema solar, el Universo, todo se mueve en una nueva dirección bajo el impulso del Amor.

¡La mayoría de ustedes todavía consideran el Amor como una fuerza irrisoria, pero en realidad, es la más grande de todas las fuerzas! 

El dinero y el poder continúan siendo venerados como si el curso de vuestra vida dependiera de ello.

De ahora en adelante, todo será subordinado al Amor y todo lo servirá. 

Pero es a través de los sufrimientos y las dificultades que la conciencia del hombre deberá despertarse.

Las terribles predicciones del profeta Daniel escritas en la Biblia se remiten a la época que se abre. Se producirán inundaciones, huracanes, incendios gigantescos y terremotos que barrerán todo. La sangre fluirá en abundancia. Habrá revoluciones; terribles explosiones resonarán en numerosas regiones de la Tierra.

Allí donde está la tierra vendrá el agua, y allí donde está el agua vendrá la tierra…

Dios es Amor; y sin embargo se trata de un castigo, de una respuesta de la Naturaleza contra los crímenes perpetrados por el hombre desde la noche de los tiempos contra su Madre, la Tierra. Guarden pues vuestra paz y vuestra fe cuando vendrá el tiempo del sufrimiento y del terror, porque esta escrito que ni un cabello caerá de la cabeza del justo.

No se desanimen; sigan simplemente vuestro trabajo de perfeccionamiento personal. No tenéis ninguna idea del futuro grandioso que os espera.

Una Nueva Tierra pronto saldrá a la luz.

En unas décadas, el trabajo será mucho menos esclavizante, y cada uno tendrá tiempo a consagrar a actividades espirituales, intelectuales y artísticas. Las cuestiones de las relaciones entre el hombre y la mujer será resuelta finalmente en la armonía: el uno como el otro tendrán la posibilidad de seguir sus aspiraciones. Las relaciones de parejas serán fundadas sobre la estima y el respeto recíprocos.

Los humanos viajarán a través de los diferentes planos y salvarán los espacios intergalácticos. Ellos estudiarán su funcionamiento y serán rápidamente capaces de conocer el Mundo Divino, de fusionar con la Cabeza del Universo. La Nueva Era es la de la sexta raza.

Vuestra predestinación es de prepararos a acogerla, a vivirla. La sexta raza se edificará alrededor de la idea de Fraternidad. No habrá más conflictos de intereses personales; la única aspiración de cada uno será conformarse a la Ley del Amor. La sexta raza será la del Amor.

Un nuevo continente será formado para ella. Él brotará del Pacífico, para que el Muy Alto pueda establecer finalmente Su morada sobre este planeta. 

Los fundadores de esta nueva civilización, yo les llamo “hermanos de la Humanidad” o también “Hijos del Amor”. Ellos serán inquebrantables en el bien y representarán un nuevo tipo de hombres.

Los hombres formarán una familia, como un gran cuerpo, y cada pueblo representará un órgano de este cuerpo. En la nueva raza, el Amor será manifestado de manera tan perfecta, que el hombre actual todavía sólo puede tener una idea muy vaga.

La Tierra queda un terreno propicio a las luchas, pero las fuerzas tenebrosas van a retroceder y será liberada de ellas.

Los humanos, viendo que no queda más otro camino, emprenderán en el de la Nueva Vida, el de la salvación.

En su orgullo insensato, algunos continuarán hasta el final a esperar continuar llevando sobre la Tierra una vida que la Orden Divina rechaza, pero cada uno acabará por comprender que la dirección del mundo no le pertenece. Una nueva cultura saldrá a la luz, que descansará en tres principios directivos: la elevación de la mujer, la elevación de las humildes, débiles, y la protección de los derechos humanos.

La Luz, el bien y la justicia triunfarán; es sólo una cuestión de tiempo. Las religiones deben ser purificadas. Cada una cierra una partícula de la Enseñanza de los Maestros de la Luz, pero oscurecida por la aportación incesante de las desviaciones humanas.

Todos los creyentes tendrán que unirse y ponerse de acuerdo sobre un principio, el de situar el Amor como base de toda creencia, cualquiera que ella sea.
¡Amor y Fraternidad, es esta la base común!

La Tierra pronto será barrida por las ondas extraordinariamente rápidas de la Electricidad Cósmica. De aquí a unas décadas, los seres malos y extraviados no podrán sostener su intensidad. Entonces serán absorbidos por el Fuego Cósmico que consumirá el mal que los posee.

Luego ellos se arrepentirán, porque es escrito que “cada carne glorificará su Creador”. Nuestra madre, la Tierra, se desembarazará de los hombres que no aceptarán la Nueva Vida. Ella los rechazará como frutos averiados.

Ellos no podrán pronto más reencarnarse sobre este planeta; los espíritus criminales tampoco.

Sólo quedarán los que poseerán el Amor en ellos. No hay más lugar sobre la Tierra que no sea manchado de sangre humana o animal; hace falta pues que ella sufra una purificación. Y es por eso que ciertos continentes actuales serán sumergidos, mientras que otros surgirán.

Los hombres no sospechan de qué peligros son amenazados. Ellos continúan persiguiendo objetivos fútiles y buscando el placer. Los de la sexta raza serán al contrario conscientes de la dignidad de su papel y respetuoso de la libertad de cada uno. Ellos se alimentarán exclusivamente de los productos del mundo vegetal. Sus ideas tendrán el poder de circular tan libremente como el aire y la luz de nuestros días.

Las palabras “Si no nacéis de nuevo...” se aplican a venida de la sexta raza. Lean el capítulo 60 de Issais. Él se remite a la llegada de la sexta raza, la Raza del Amor. Después de las Tribulaciones, los hombres dejarán de pecar y reencontrarán el camino de la virtud. El clima de nuestro planeta será moderado por todas partes y las variaciones brutales no existirán más. El aire volverá a ser puro, lo mismo que las aguas. Los parásitos desaparecerán.

Los hombres se acordarán de sus encarnaciones pasadas y sentirán el placer de comprobar que son liberados finalmente de su antigua condición. Lo mismo que quitamos la vid de sus parásitos y sus hojas secas, así actúan los Seres evolucionados para preparar a los hombres a servir el Dios del Amor.

Ellos les dan buenas condiciones para crecer y desarrollarse y, a los que quieren escucharlos, ellos dicen: ' ¡No temáis nada! Todavía un poco de tiempo y todo va a arreglarse; estáis sobre el buen camino.

Que el que quiere entrar en la Nueva Cultura estudie, trabaje conscientemente y se prepare. “Gracias a la idea de Fraternidad, la Tierra se hará un lugar bendito, y esto no tardará. Pero antes, grandes sufrimientos serán enviados para despertar las conciencias.

Los pecados acumulados durante millares de años deberán ser rescatados. La ola ardiente que emanará de Arriba contribuirá a liquidar el karma de los pueblos.

La liberación no puede ser más restablecida. La humanidad debe prepararse para las grandes pruebas ineluctables que vienen y que aportarán el fin del egoísmo. Bajo la Tierra, algo extraordinario se prepara. Una revolución grandiosa y absolutamente inconcebible se manifestará pronto en la naturaleza.

¡El Creador decidió enderezar el mundo, y Él va a hacerlo! Es el fin de una época; un nuevo orden va a reemplazar al antiguo, un orden en el cual reinará el Amor sobre la Tierra.

Peter Deunov - Propos sur l’Avenir - 1944

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