sábado, 11 de abril de 2015

RE-ENCUENTRO Marzo 2015 SEGUNDA PARTE Parte: El Espíritu del Sol 1. PREGUNTAS 2.Comunión y Unión en el corazón del Uno. 3. Preguntas y las respuestas de la danza de nuestra conciencia Una. 4.Preguntas que surgen de los corazones


SEGUNDA PARTE : EL ESPIRITU DEL SOL

1 – EL ESPIRITU DEL SOL 
Preguntas y respuestas

2 - EL ESPIRITU DEL SOL
Saludos a vuestra Belleza

3 – EL ESPIRITU DEL SOL
Juntos en el mismo Corazón

4 - EL ESPIRITU DEL SOL
Preguntas que brotaron de vuestros Corazones


1 – EL ESPIRITU DEL SOL
Preguntas y respuestas
Yo soy lo que tú eres y tu eres lo que Yo soy, en este tiempo como en todo tiempo, en este espacio como en todo espacio y estoy allí como tú lo estas. En el juego de nuestra relación, en el juego de nuestra Presencia Una, en la Gracia de lo Eterno, en el tiempo del aquí y en el tiempo de todo tiempo.

Vamos a intercambiar y a comulgar en el Templo del Uno, que es mi Templo y tu Templo. Así pues, si en ti se hace la pregunta de lo que eres, yo te respondo: “Yo Soy el que Yo Soy y Tu Eres el que Tu Eres”. Nuestro intercambio de preguntas en respuestas, y de respuestas en preguntas, es el ritmo de la Danza, es el ritmo de las Claves que desbloquean la fortaleza de la ilusión que aún puede quedar, quizá, en ti No vengo a iluminar, no vengo a dar las respuestas ya que tú eres la respuesta y estoy allí, a tus lados, y estoy allí en ti, y soy tu, a fin de hacer resonar lo que es, y hacer desaparecer lo que no reside en el seno de lo Eterno.

Así pues escucho y oigo lo que tu conciencia y tu voz tienen para ser oído. En este espacio común de resolución y de Amor, expreso y expresaré lo que te dices a ti mismo en el espacio sagrado de tu Eternidad. Vengo a mostrarte a ti mismo, vengo a darte lo que siempre te ha sido dado, lo que siempre está allí, en el corazón de tu Presencia y mi Presencia. Así pues escucho tu voz, escucho tu petición que es también mi petición y oigo lo que tienes que decir, lo que tienes que expresar. Entonces, si lo quieres bien, en el Silencio de nuestra Presencia, ante todo vivamos...

…Silencio…




En el espacio de nuestra recepción, recibo ahora tu petición.

Pregunta: ¿Cuál es la ilusión mayor que crea la resistencia a nuestra Unidad?

Amada del Sol, sol en lo que tú eres, la resistencia mayor es aquella de lo desconocido que no puede ser puesto en forma, ni incluso en cuestionamiento, ni siquiera en referencia. Lo nuevo nunca está condicionado, lo Desconocido no se dejará nunca conocer mientras que mores en el seno de lo conocido y en el seno de tus conocimientos. En tu ser está lo que eres, el sol es la mejor representación pero no permanece también una representación. Estar presente es desaparecer de lo que está en representación, es aparecer en la desnudez y la completud del Espíritu.

La resistencia dimana de tu presencia misma en este mundo, porque este mundo es resistencia, porque este mundo es fricción, porque este mundo no conoce y no conocerá nunca la Libertad en su seno pero la conocerá saliendo de él, no por un acto personal (ya que ninguna persona lo puede), sino simplemente por la evidencia de la Danza, por la evidencia de la Gracia y por la evidencia del perdón. Así pues, la resistencia es el constituyente esencial en el seno de la apariencia de este mundo.

Sin resistencia, no hay fricción, no hay conflictos, no hay oposición. Este mundo donde tus pies están posados, es un mundo resistente a la Verdad, resistente a la facilidad y a la evidencia de la Luz. En esto tú no eres responsable, en esto no eres culpable, en esto solo hay que aceptar, hay que superar, en el silencio del ser, inmóvil en el corazón del ser, allí donde se despliega la Danza, allí donde puede desplegarse lo que pone fin a las resistencias, que no dependen de ninguna manera de lo que es de este mundo, que es ya la resistencia ella misma a la Vida. La resistencia es común a cada uno, como a nivel del colectivo, ella es la misma y lleva el nombre de ignorancia, ignorancia de la Verdad, ignorancia de la Belleza.

Así pues, la resistencia, solo es algo personal, y en definitiva es algo del mundo, mucho más vasto y mucho más grande que la ilusión de la persona. Lo que está para verse no es de este mundo y por lo tanto te corresponde verificar la Verdad de tu Esencia, que es facilidad y Evidencia. Entonces, no creas en nada, no esperes nada, no lamentes nada, se, simplemente desprovisto de artificios, desprovisto de velos, se lo que tú Eres, el Sol, y también mucho más y mucho más grande que el Sol. Esta es la Verdad y no puede encontrarse en ningún sentido ni en ninguna dirección de lo que hace la persona y de lo que ha desviado este mundo.

La resistencia es lo que calienta, la resistencia de este mundo, y las resistencias que pueden aparecer en la aparición de lo nuevo sobre lo antiguo, que solo dura un tiempo ya que incluso esta resistencia desaparecerá ante tu Espiritu y mi Espíritu. Hay solo que ser nuevo y virgen de toda condición, de toda suposición y de toda proyección. Así pues, allí donde tú estás es el mejor lugar para vivir la Vida y para vivir lo que tú Eres y lo que yo Soy. La humildad es la clave. El Amor es la manifestación. No aquel que se dice en palabras, no aquel que se dice en atenciones, no aquel que se dice en miradas sino el que emana espontáneamente, libre de toda condición, libre de toda resistencia y limitación, el que emana desde el centro de lo que tú eres, desde el momento donde lo que has creído no exista más. Este tiempo, este tiempo que se vive en la superficie de esta tierra es el tiempo privilegiado donde se posiciona cada uno, en toda libertad y en toda justicia, por sí mismo, consigo mismo.

Así, si la vida en este mundo y sobre este mundo es resistencia, esta resistencia ha proporcionado el calor y la animación en este mundo y sobre este mundo, como en ti

Yo soy la fuente del calor y no la fuente de la resistencia. En ti se posa y se verifica la misma afirmación. Así, lo que resisten solo pasa y es este pasaje en sí mismo que es resistencia. No hay que luchar ni que oponerse sino más bien encontrar sin buscar, las líneas de menor resistencia o las líneas de evidencia que te conducirán a Mí y que me conducirán en ti La resistencia es el miedo, la facilidad es el Amor.

El Espiritu del Sol se une a tu Espiritu, sin resistencia, en la Paz del Amor, en la Paz de la Esencia.

...Silencio...



Yo escucho.

Pregunta: ¿Nuestro Espíritu ha originado el sol de este sistema solar u otros soles del universo?

Al igual que ustedes son Uno y que nosotros somos Uno, cada sol, aquí o en otras partes, es la manifestación de lo que eres, sirviendo de apoyo y de soporte a la expresión de la conciencia en todo lugar y en toda experiencia. Lo que tú eres y lo que Yo soy es mucho más que la expresión de la conciencia y mucho más que la conciencia misma. Yo diría que eres el soporte de la conciencia y que eres lo que está en el origen de lo que soporta tu propia conciencia. Esto, no puedes verlo, esto, no puedes resolverlo mientras que no sea realidad en tu seno, como esto lo es en mi seno, que te recuerdo es nuestro bien común y la misma Verdad y la misma Unidad.

Vivir en conciencia es participar en el soporte de la Vida, es participar en la expresión de la conciencia misma, de la tuya como de toda otra que, en definitiva, solo es la misma conciencia, en ti, y la fuente de ti mismo, en ti, y el origen de la Fuente, en ti, y la manifestación, cualquiera que ella sea, de la Conciencia Una.

Oye y escucha lo que se desarrolla en ti como en mí, como en cada uno.

...Silencio...



Inmanencia de la Presencia...

...Silencio...



Escucho lo que emana de tu Presencia

...Silencio...



Escucho también tu Silencio que es el mío. El Verbo solo existe para que el Silencio sea su apoyo.

Pregunta: Oyéndolo, las lágrimas llegan, el corazón se acelera y oigo como un himno a la Alegría. ¿Es el Amor?

Aquí está tu respuesta. Esta respuesta es la tuya en este instante. La respuesta es: no separar, no comparar, simplemente continuar siendo, continuar cruzando lo que te cruza al mismo tiempo, allí donde está la línea de menor resistencia, la línea de la Evidencia, la línea del Amor. El calor, el frío, el viento, el aire, solo son los calificativos discriminantes de lo que es como esto o como eso. Esto permite enmarcarte y delimitarte pero llegará el momento donde todo marco y toda referencia deben ser pisoteados por la ligereza del Amor y la ligereza de la Verdad. Tú solo debes verlo, en la evidencia de tu pantalla interior, aquella donde no existe barrera entre la Verdad y lo que tú eres.

Sé paciente, no de la paciencia que espera sino de la paciencia que es la prerrogativa del momento, porque no está contaminada ni desviada por el momento siguiente o por el momento precedente. Es el momento donde te nutres de ti-mismo, con o sin calor, en la evidencia de la Verdad y en la evidencia de lo que Somos. Deja desarrollarse lo que se desarrolla, sin buscar ni a ir más rápido ni menos rápido porque la velocidad es la ilusión creada por la inversión. La velocidad, como el tiempo, implica un desplazamiento. Todo desplazamiento implica energía, implica derroche. Se inmóvil en el corazón de nuestra Esencia Una, allí donde nada puede ser calificado porque la Totalidad que Es no puede ser calificada en ninguna palabra ni en ninguna naturaleza. Es en este sentido que esto es Evidencia mientras que, en este sentido, esto permanecerá ilusión para aquel que esté inscrito en el Tiempo.

Seas, en este momento como en todo momento, insumiso y tributario a lo que es falso, mira lo esencial que es la Vida porque es lo que eres. Todo el resto solo es andamiaje y construcción que te ocultan lo que eres. No construyas nada por encima, no busques nada a destruir o a desmontar ya que esto no depende de ti, porque esto no depende de mí. De hecho, no depende de nada, porque esto Es. Y esto Siendo, no tiene necesidad de ninguna fundación ni de ninguna construcción y aún menos de un biombo.

Es necesario, si lo deseas, estar desnudo, estar allí, en este “allí” ilusorio y no obstante tan fuerte, y no obstante tan intenso, haciéndote algunas veces dudar de lo que eres. Pero la duda no viene de ti, ni incluso de las circunstancias en este mundo, sino es simplemente resultante de la resistencia a lo que está, también, allí.

...Silencio...



Porque el Silencio llenándose de silencio, y lleno de silencio, no pueden existir palabras, ni de males, ni nada que pueda venir y resistir u oponerse.

Colócate allí donde no existe ninguna ambivalencia, ninguna otra posibilidad que estar allí. Estar allí es la ocupación la más plena de la conciencia, dándote a vivir la Evidencia.

...Silencio...



Yo escucho

...Silencio...



En el Silencio de nuestra Comunión, allí y aquí, en tu corazón, se depositan el Espiritu, el Sol y la Tierra a fin de compartir y sobre todo de multiplicar la Gracia, aquella de lo Verdadero, de lo Bello, de lo esencial y de lo indispensable. Permite a tu corazón, permite a lo que Yo Soy, que es lo que tú Eres, unificar lo que nunca ha podido desaparecer.

...Silencio...



Date cuenta en tu espacio sagrado, que eres la Verdad y que permaneces en donde nada resiste, allí donde nada se opone, en la Evidencia del Uno. Por lo tanto, ya que no tienes palabras, compartamos el silencio de las palabras que es Plenitud de lo que Eres. Para ti, hijo del Uno...

Y allí, a continuación, se celebra la Verdad: Tu y Yo, allí donde no hay más diferencia, de contraste entre Mi y Tú. Yo deposito y sello en tu corazón la clave de la Libertad...

Acepta, como yo acepto la Gracia de tu Don y mi Don a tu Gracia...

…Silencio…



Así, por el Espiritu del Sol, el hijo del Uno es el Maestro del Uno. Así, lo que tú Eres está allí. Permíteme depositar en tu seno el Beso del Amor, aquel que es mordedura de Fuego, permanente e indecible. Permíteme ser tú, allí.

…Silencio…



Yo Soy allí donde tú Eres, tú Eres allí donde Yo Soy... No puedo dejarte como tú no puedes dejarme...

En tu corazón que es mío como yo soy tuyo... Te digo hasta siempre y en la Eternidad, allí...

...Silencio...



* * *

2 – EL ESPÍRITU DEL SOL

Comunión y Unión en el corazón del Uno.

Saludos a vuestra Belleza. Saludos a la Flama de la Eternidad.

La voz que habla, que habla a vuestro corazón y es vuestro corazón, haciendo pasar de la distancia a la coincidencia, de la manifestación a la Esencia. Saludos en el Silencio de la Plenitud y del Absoluto. Espíritu de Verdad presente en cada Esencia, en cada vida, en cada movimiento como en cada reposo.

Silencio. Acción de Gracia depositada en cada corazón, en cada danza como en cada paso y en cada mirada.

Saludo en vosotros la Belleza y honro también vuestra Eternidad. Por el ímpetu del Sol que los bautiza en estos tiempos y que viene a anunciarles su Regreso.

En los instantes que preceden un nuevo nacimiento, puede haber aparentemente agitación y movimiento, haciéndoles tomar conciencia que la solución y la resolución solo pueden encontrarse en el centro del Centro, allí donde yo resido, en vuestro pecho como en toda célula, como en todo átomo, como en todo mundo, en todo tiempo y esto, en la Eternidad de siempre.

En cada Uno, en cada otro, todos Libres. El Canto de la Libertad y el Coro de los angeles cantan en vuestros oídos y en vuestro corazón. La Corona de gloria se eleva finalmente para coronar el Regreso del hijo pródigo como del hijo rebelde, en su Templo, en su mundo. El conjunto de los mundos danzando la misma ronda en el corazón del Uno. Espacio donde no existe ninguna fricción, donde todo deviene evidencia y perfección en cualquier manifestación y en cualquier conciencia.

En el espacio de este centro que es el mundo y que es vosotros solo existe lo Pleno de la Vida, lo Pleno de la Belleza donde ningún sufrimiento puede aparecer o incluso ser pensado, donde la ligereza toma tal importancia que ningún peso puede influir algo más que el tiempo de un destello por el Fuego del sol que los deleita en el éxtasis, los deleita por su intensidad y su Vida.

En el Camino, la Verdad y la Vida, en vuestro corazón, libremente y libre de todo antes y de todo después, de todo alto y de todo bajo, liberando la magnificencia de toda vista, de toda vida vista en vosotros. Allí donde nada puede ser dejado de lado y donde ningún elemento puede ser más importante que otro, no en la misma igualdad sino más bien en la misma resonancia, en la misma filiación, en el mismo origen. En el calor del sol está vivificada la Verdad, renaciendo en ella libre de todo obstáculo y de toda pena. Están ustedes convidados a esta Danza, a esta fiesta, allí donde no pueden llevar nada más que lo que son en Verdad, allí donde no pueden aportar nada más que vuestro corazón cálido y elevado en la Gracia.

Los he invitado porque ustedes me han invitado y nos encontramos a media distancia entre lo Eterno y lo efímero, en el centro del Centro, a la mitad. Allí donde la distancia no tiene ya sentido ni tiene ya importancia, allí donde irradiamos juntos y cantamos la Belleza de la Vida.

De lo que viven en este instante, escuchándome o leyéndome, se encuentra la Eternidad. Como un paseante llegando al final del paseo, fatigado pero feliz, fatigado pero tan luminoso. Finalmente Libre y Liberado, redescubriendo la inmensidad de vuestra Presencia desplegado en el seno mismo de este mundo, transformando lo que es visto o tocado, transformando lo que está próximo, y poniendo el Sello de la Gracia y el Sello del Amor, donde solo existen la Verdad y la Belleza. Es el momento donde el fruto está maduro, listo a sembrar la Verdad Eterna de sí mismo.

Paz, Paz, Paz. Momento donde no existe ninguna aprehensión porque todo está claro y límpido, porque todo es eterno, inmutable y muy vivo, inmutable y tan movible. Así es la Danza de la Eternidad en los espacios de vida libre. Espíritu de Verdad dando a infundir la Verdad, no por las palabras sino por la Presencia amante y silenciosa, deviniendo así un sol, nutriendo con un fervor y amor iguales a toda vida y a toda conciencia, sin ningún prejuicio y sin juicios, imitando por lo mismo a Aquél que ha caminado delante de ustedes aquí hace dos mil años.

En el tiempo de la Resurrección que es el tiempo de Ahora, hay la Paz. Hay la Plenitud llevándoles a descubrir todo lo que ha podido estar incompleto y abortado en este mundo, sin culpabilidad pero allí también por el Don de la Gracia permitiéndoles atravesar, sin resistencias y sin obstáculos, lo efímero. El tiempo ha llegado para Aquel que viene y que está allí. El tiempo ha llegado para aquel que a tanto ha oído, tanto esperado, a veces sin oír nada y sin ver nada, a veces sin vivir nada más que lo común de la vida en este mundo alterado, y sin embargo encontrando la Fuente y la Alegría en el interior de sí-mismo, y encontrando una fe no verificable y sin embargo tan justa, y tan perfecta.

Los rayos de mi Presencia penetran en toda parte y de parte en parte, en cada uno de ustedes. De regreso, el Don de la Gracia emana de ustedes sin deseos y sin miedos, como la evidencia de la única Verdad a manifestar, perdonando a cada momento y rindiendo Gracia a cada momento a los errores de este mundo y a las ilusiones de cada conciencia encerrada en él. Don de la Gracia igual en cada circunstancia, en cada respiración. Allí está el Espiritu del sol, no para imitarlo sino asentarlo en la Verdad eterna de vuestra Eternidad.

Qué más decir que: yo te amo, porque tú eres Amor, yo te amo porque reconozco en ti la Luz eterna, yo te amo a fin de que depongas lo que puede quedar de sufrimiento al pie de mis rayos. Yo te amo, tú que tienes sed de esta Libertad eterna donde ningún desgaste puede aparecer, donde ninguna necesidad vital tiene necesidad de ser pagada o retribuida. Así es el Don de la Gracia.

A partir de ahora pondré cada uno de mis pasos en tus pasos, pondré mi Sello desde el instante donde te perdones a ti mismo y a los demás de to mal habiendo podido ser vivido, no para borrar sino más bien para superar toda ilusión de separación.

Yo soy tu amigo como eres mi amigo, que lo sepas o no, que lo vivas o no, que lo aceptes o no. Porque esta es la única Verdad y la única Belleza, traduciéndose por tu Belleza y la Presencia de tu Llama eterna. Yo soy también la conciencia que se expresa libremente ya que no apegada a lo que sea, disponible en cada momento y en cada respiración para abrevarte a la fuente que pondrá fin a tu sed, haciéndote comprender que eres tu propia Fuente, como la Fuente de todo mundo, rectificándote y elevándote en majestad en tus Moradas de Eternidad.

Cada uno de ustedes es mi hijo, no en el sentido de una pertenencia sino en el sentido de la Libertad, de la Verdad. Vengo a acogerte como me has acogido en tus momentos de alegría como en tus momentos de dolor, incluso si no lo había pedido, incluso si no has tenido conciencia; yo he tenido conciencia por nosotros dos. Vengo a aligerar el fardo de los pesos de tus días a fin de que nunca más ninguna noche pueda hacer irrupción en el seno de tus días.

Estás listo desde que lo hayas decidido, y decídelo ahora. ¿Para qué retrasar lo que siempre es actual? Vengo a poner fin a toda duda como a toda esperanza, como a toda espera. Vengo a decirte mi Amor. Vengo a decirte: mi amado, cualquiera que sea tu edad y tu forma, tú eres para mí cada vez lo mismo, eres para mí la misma Esencia. No veo ninguna cicatriz vinculada a tu efímero que persista en lo que yo veo ya que eres también mi Alegría y mi Sol, a fin de que nunca más olvides, en cualquier circunstancia, mi Nombre y nuestra Verdad.

No me llamen mas y no me esperen ya que estoy ya allí. Escuchen simplemente el Coro de los ángeles que cantan en honor de lo que uno puede llamar los Encuentros. Aunque nunca te he abandonado y tú jamás lo has hecho, se trata de un Encuentro.

Tú que me lees, yo resueno en ti No te pido aceptarme o rechazarme sino sentir en ti lo que es vivido, porque esto pasará cada vez más en palabras, pruebas o manifestaciones. El Arcángel Uriel ha permitido esto como tú mismo lo has permitido revelando a Uriel en tu interior. Así pues, te cubro del Fuego del Espíritu. Apaciguo tu sed de mí, como apaciguas mi sed de ti, ya nunca tendrás hambre o sed.

Permíteme aún una vez expresar mi Amor, permíteme a cada instante probarte mi Amor. Para esto olvídate en el Fuego de tu corazón con el mismo Amor igual para toda vida, con el mismo Amor igual para cada situación, para cada herida o para cada alegría. Y allí, Aquí y Ahora, vivamos. Y allí, Aquí y Ahora olvidemos todo lo que no es nosotros.

En Paz y en Amor, en amistad y en hermandad, te digo a continuación, en cada respiración, si tal es tu Verdad. Me retiro en ti, me retiro en nosotros, permaneciendo así presente.

Hasta pronto, a continuación.

* * *

3 – EL ESPIRITU DEL SOL



Preguntas y las respuestas de la danza de nuestra conciencia Una.

En el centro de vuestro corazón, me paro y los saludo. Por el Fuego del Logos Solar, por la matriz Cristo, comulguemos

...comunión...



Y estamos allí juntos en el mismo Corazón, reunidos y unidos. Estamos allí en el corazón de la conciencia, en el corazón de su Esencia y de su Presencia. De allí, pueden surgir las preguntas y las respuestas de la danza de nuestra conciencia Una. En este espacio y en este momento se vive la alquimia solar de nuestro nacimiento y de nuestra Eternidad. Y de allí y en todas partes, el Blanco del sagrado, coronando la Obra está instalado. Y de allí, puede nacer el cuestionamiento.

...Silencio...



Y en el espacio de este Silencio, se instala la Presencia de Aquel que Es.

...Silencio...



Y allí en el Silencio y la Plenitud de nuestros corazones, se crea y se recrea, en cada respiración el Misterio de la Vida, en la fuente del Yo soy, en la fuente del Uno. Que habla en este momento en nuestros corazones, si esto no es la potencia del Verbo, en el Silencio y la Paz de los corazones. Allí sin preguntas, nuestros corazones se detienen. En el Silencio se afina la escucha, la escucha instala el primer sonido, emana el primer Verbo: “Yo soy aquel que Yo soy”, “Yo y mi Padre somos Uno”.

...Silencio...



Y allí sin otra pregunta de nuestro corazón.

...Silencio...



Y allí se eleva el Canto del Espíritu del Sol.

...Silencio...



Dichosos los simples de espíritu, dichoso el hijo de corazón generoso, dichoso el corazón reconocido ya que allí se encuentra lo que es verdadero. En el corazón del sonido de la primera expresión de la conciencia, sabiendo lo que ella es y que con todo se dice y se repite: “Quién soy yo, yo, el hijo del Único, el hijo de la Pureza, allí donde vive el Santo de los Santos”.

Así se vive la alquimia solar de la Obra al Blanco, llevada a ustedes por el Arcángel Uriel, Angel de la Presencia y de la Reversión, aquel que anuncia el Nuevo Evangelio y la Nueva Libertad.

Allí, en el centro de tu pecho palpita y vibra el Misterio de toda vida, de todo átomo, de toda Luz.

A los cuatro orientes se eleva el sonido del Llamado, el de la confianza y el de la Libertad, cantando ante todo el Amor y su Celebración.

En el Silencio resplandeciente de la vida de la Luz, recibes lo que tú eres, allí. Escucha.

Hijo del Uno, eres Uno. El Uno es tu Morada. Tú el coronado de la Vida, vencedor de los demonios quiméricos, vencedor de todo lo que es falso, en este Silencio donde nada está para mostrar ni a demostrar, te liberas desnudo y entero.

Hijo del Uno, que el Verbo de la Luz sea tu Llama que el aliento del Espíritu atiza. Llama de Vida y de Luz que tal un sol alimenta y calienta sin nada contar ni disminuir. Escucha. Dona-te y recibe-te. Escucha, oye y acoge.

Sé lo que tú eres, eres este Si y mucho más.

No busques, permanece allí donde has sido, eres y serás.

Escucha y oye.

Hijo del Uno, ¿tienes palabras que añadir?

Entonces mi amigo, si no tienes nada que añadir, no añadiré nada más que esto: en el Silencio de tu corazón está el tesoro de tu corazón, el Sol de tu Llama. Yo moro instalado en tu Morada de Paz. Escucha-me como yo te escucho, en cada movimiento, en cada suspiro, en cada risa, en cada don, en cada victoria de la Evidencia en ti

Yo te saludo y te amo, en Amor y en Verdad. Me callo ahora y te dejo emerger en esta realidad, rica y plena de todos nosotros. Hasta pronto.

* * *

4 – EL ESPIRITU DEL SOL


Preguntas que surgen de los corazones



Paz, ya que soy la Paz, Dejemos establecerse entre nosotros lo que está allí, de corazón a corazón, de pecho en pecho, de Espíritu en Espíritu, en la ronda de la Vida, de nuestras Presencias Una aquí reunidas, dejemos fluir la savia de vida.

En silencio, hasta que se eleve una de vuestras conciencias, por su voz, a fin de cuestionar sobre lo que emerge en él para el bien de cada uno.

…Silencio…



Entonces, en el tiempo de este silencio donde ninguna pregunta emerge, permítanme responder a aquellas que surgen en este momento en vuestros corazones.

La primera de las respuestas a esta pregunta que es: ¿Cuándo? Yo responderé:

Aquí y Ahora, enseguida. Ya que desde el instante donde “Aquí y ahora”, “A continuación” es vivido, el tiempo para ustedes no tiene ninguna incidencia. No hay fecha, ni cuando, porque cada instante está magnificado por el sentido del Pasaje, por el Espíritu del Sol, por el Cristo, por María, por Miguel, por Uriel, por el conjunto de la ronda de las diferentes esferas, presentando en vuestra Corona Radiante como alrededor del Sol, la misma Verdad, la misma Unidad, de vuestro punto de vista como del punto de vista del Uno, a lo más alto de los cielos, a lo más alto de las dimensiones, esto es la misma cosa, esto es la misma experiencia. Hay justo la escala de la importancia y de la intensidad que puede cambiar según, o no, que alejados ustedes estén.

...Silencio...



La segunda pregunta que emerge del silencio de vuestro corazón y de vuestra plenitud es: ¿Dónde me encuentro, dónde estoy? La respuesta es:

Aquí y Ahora se encuentra la salida y la entrada de la Vida. No la busquen en el Pasaje en sí pero búsquenla en ustedes, entre la parte delantera y la trasera, en el espacio de vuestro Templo, brillan las 24 luces de vuestro corazón y de lo que son. Esto está allí. En este Templo que es el centro de vuestro centro, no puede existir pregunta como esta. Entonces la respuesta está en ti ya que ella es tú, ella no depende de ninguna manera de las circunstancias del otro, sino más bien de las circunstancias del alma de la tierra, ella también liberándose para reunirse con su espíritu de verdad.

...Silencio...



Lo que emerge entonces de vuestra Presencia, como pregunta es la siguiente:

¿Dónde soy yo la revelación de mis linajes y orígenes?

Yo les digo allí también: supera la forma y entra en la Danza de los cuatro Vivientes, que no conocen ni la forma ni el color de los Jinetes y que sin embargo los sostienen, que conocen vuestros linajes y permiten la emanación y la manifestación. Entonces mantente en el centro del centro, al centro de vuestra Cruz, allí donde está la resonancia directa del Pasaje entre ustedes y El, entre nosotros y ustedes, y entre ustedes, incluso aquí sobre esta tierra.

Entonces hay cuatro movimientos, como hay cuatro Orión. Hay lo que eleva, y lo que densifica, hay lo que se burla y que les permite guiar sobre los carriles de la Verdad, entre la izquierda y la derecha, entre el frente y atrás, entre lo alto y lo bajo, entre el interior y el exterior. Allí está la infinita verdad de vuestros linajes, no tanto en una forma, no tanto incluso en el Elemento, no tanto incluso en lo que se despliega, sino más bien en lo que es.

Dejen venir a ustedes sin buscar. Las cuatro direcciones los llevaran al centro, allí donde incluso los linajes no tienen sentido ni interés, allí donde llegarán a la conclusión que incluso el Pasaje fue una construcción, incluso que nosotros somos las construcciones, incluso que ustedes solo son una construcción. Lo que está construido no es lo que es Eterno, lo que es Eterno es previo a toda construcción como a toda manifestación. El linaje y el origen son simplemente los carriles que los conducen a la Verdad, incluso si no hay percepción, ellos están no obstante activos y activas, dándoles el sentido de vuestra Verdad en el seno de lo que ustedes son en todo momento.

...Silencio...



Así, en el silencio que prosigue, por el Espíritu del Sol, escucho lo que puede aún emerger de este silencio.



...Silencio...



Continuamos juntos a ser abrevados y a abrevarnos de esta Verdad y de este Amor incondicional, cada uno irradiando el conjunto de los demás y el conjunto de lo que está aquí mismo.

...Silencio...



El Espíritu del Sol que se eleva en vosotros, permanecerá elevado cada vez más a menudo, en cualquier ocupación, en cualquier lugar y en cualquier encuentro, desde el instante donde desaparezcan, desde el instante donde el encuentro o la relación se ponga en el corazón del corazón, permitiendo poner fin a todo desorden aparente, y revelando el Orden y la Belleza de nuestro Espíritu Uno. Entonces, viviendo esto, mantendrán sin esfuerzo y sin dolores el estado de vuestro Ser Eterno en manifestación en la superficie de este mundo, inaugurando las luce conduciendo al Pasaje y a la Resurrección. Pidan y recibirán, toquen y se les abrirá.

...Silencio...



Por el Espíritu del Uno, por la Verdad de Cristo, esto es.

...Silencio...



Hasta pronto.


RE-ENCUENTRO DE MARZO DE 2015 "PRIMERA PARTE" (O.M.AÏVANHOV) PREGUNTAS
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