viernes, 12 de diciembre de 2014

SNOW (Nieve) - Estrella de MARÍA. “Acción de Los cuatro Elementos y del Quinto Elemento Éter en la fusión disolución que es la acción de la develación y la acción que permite borrar las dudas, borrar la Ilusión y establecer el Amor.” Por Joseph. 11 de diciembre de 2014. Con audio. ¡Compartir!!!

  

Soy SNOW. Por la Gracia del Gran Espíritu, por la reunión de los Cuatro Elementos, que el Amor y la Verdad estén Aquí y Ahora.

Como Estrella, vengo hablaros de los Elementos como ya lo hice hace algunos años. Pero no voy a contemplar los Elementos solamente según lo que se realiza en los elementos de vuestra Tierra que observáis en este momento. No estáis sin ignorar que los Elementos están en acción, una acción de disolución, una acción de develación y acción que permite borrar las dudas, borrar la Ilusión y establecer el Amor.

Estos Elementos son constitutivos de toda vida, en todas las dimensiones y de todos los modos posibles. Cuatro Elementos que giran, tal una ronda alrededor de lo que es llamado el Quinto Elemento, es decir el Éter, el Éter Vibral original, el de la Luz Vibral y no de la luz proyectada, y no de la luz que circula. La que está establecida en el centro de vuestra Corazón, en el centro de vuestras Estrellas, al centro de vuestras Puertas.

Entonces los Elementos os dan a vivir un cierto número de elementos. Y si quieren bien, vamos a contemplar sucesivamente cada uno de los Elementos, en su manifestación en el seno del ego y en su manifestación en el seno de la Unidad. Esto os permitirá ayudaros a veros y a ver alrededor vuestro lo que se realiza en este momento.

Entonces, si quieren, vamos a comenzar por el Elemento FUEGO:
El Elemento Fuego está en relación y en resonancia con un cierto número de estructuras en vuestra vida. Un ejemplo muy simple: el fuego es lo que se eleva. El fuego, en el seno de la personalidad, es la cólera, pero también lo que es llamado el fuego vital, lo que va a traducirse por una consumación, no de la Ilusión, una consumación no de lo efímero pero una consumación ilusoria vivida a veces como un fuego de otra naturaleza. Pero no puede engañar.

Cuando el Fuego actúa, quema todo lo que es superfluo, pero dejando sólo la Eternidad, se vuelve dulzura y no más una mordedura. Se hace Evidencia, se hace Femenino a través de la manifestación en vuestro Elemento que le es complementario y suplementario, es decir el Agua.

Vivir el Fuego en el seno de la persona va quemar, realmente y concretamente, va a hacer circular y atizar ella misma el Fuego Vital. Este Elemento Fuego que se pone en movimiento va a crear lo que yo llamaría, y lo que es observable para el que lo ve, en una híper rotación de lo que llamáis chakras, dando la ilusión de una combustión pero que sólo hace disolver todavía más lo que estaba alcanzado y vivido en el seno de la Unidad.

El Fuego Vibral es el Fuego Original Primordial. Él, es Amor. Él no quema. Él no ve nada más que el Amor, pone fin simplemente a todo lo que es efímero, a todo lo que es oposición en vosotros, él quema toda noción de dualidad, toda noción de acción-reacción y también toda posibilidad de condena, de lo que sea, en vosotros-mismo, como al exterior vuestro. Ver, a veces la percepción de este Fuego al interior de sí puede tener similitudes pero los resultados son profundamente y diametralmente opuestos.

Así, el Fuego Vital, el fuego de la personalidad, os reenvía a la encarnación, a sus resistencias. Entonces, en este momento las cosas no son fluidas. No podemos decir que hay alumbramiento, porque hay permanencia de la duda y oscilación entre la personalidad y Êtreté.

El Fuego Vibral no deja ninguna duda porque os instala cada vez más profundamente en el Êtreté e instalándoos en el Êtreté, os desvela, a través de lo que quema en el seno de lo efímero, la estructura de vuestro cuerpo de Êtreté que está presente en vosotros, ahora.

El cuerpo de Êtreté, ya no está más en el Sol, no está más a vuestro costado sino que está frente a vosotros o en vosotros. Y si está frente a vosotros, por supuesto, las percepciones no serán las mismas. El Fuego Vital recuperará la delantera, mientras que si está en vosotros, el Fuego Vibral eliminará todo Fuego Vital y os conducirá a una Paz inquebrantable, una Transparencia inquebrantable y una Humildad sin falla, condiciéndoos a nunca más juzgar a quienquiera, cualquiera que sea el camino o cualquiera que sea la persona. Porque esto os mostrará el Gran Espíritu y la ilusión incluso de concebir que hay otra persona que vosotros mismos.

Por supuesto, es un cambio de paradigma total y completo que os invita a vivir lo desconocido pero que no puede desvelarse sólo si vosotros-mismos detenéis toda agitación, si detenéis toda adhesión a otra cosa que vosotros mismos en vosotros mismos, al Corazón del Corazón y en ninguna otra parte.

Entonces vamos a considerar ahora, si queréis, el Elemento AGUA:

De la misma manera que existen unas Aguas de arriba, existen aguas de abajo. Entonces, vamos a contemplar el agua de la personalidad. El agua, en el seno de la personalidad, es un espejismo. Él va a llevaros a creer en unas quimeras y a vivir unas quimeras.

Él va proponeros, con fuerza visiones a las cuales vais a adheriros, una implicación con las memorias del pasado. Esto va a daros y proporcionaros una búsqueda permanente de sentido, una búsqueda permanente de ilusiones, una búsqueda permanente de Luz al exterior.

Mientras que el Agua Interior y el Agua del Fuego Vibral es profundamente diferente. Concurre a establecer el Femenino Sagrado porque el Agua es de naturaleza femenina. El Agua os pone en el Agua de la Gracia y en el Don de la Gracia, es decir os permite vivir, de manera no continua pero de modo cada vez más cercano, la bajada del Espíritu Santo en vosotros y el ascenso, sobre todo, del último elemento de la Onda de Vida, situado delante del pie, en la raíz de los dedos del pie.

Este tercer componente de la Onda de Vida realiza en vosotros lo que es llamado el Femenino Sagrado, y el Femenino Sagrado está ligado al agua. Entonces, si todavía estáis en el agua de la personalidad, estáis sometidos a vuestros deseos, a vuestras pasiones, a vuestros impulsos. Aceptáis sin ninguna dificultad a la dualidad. Hacéis preguntas sobre el emplazamiento justo permanentemente mientras que el Agua de arriba, es la influencia y el Bautismo del Espíritu, son los dones, la aparición de los dones, el hecho de ver claro, de no dejarse más abusar por el brillo del ego, de no más dejarse abusar por algo que no esté en acuerdo con la autenticidad de la Luz Vibral.

El Agua da una forma de plasticidad. Mientras que el agua de abajo os disuelve en la Ilusión, el Agua de arriba os pone en lo que yo llamaría la integridad y la plasticidad, es decir la capacidad de ser flexibles, a no rebotar sobre lo que puede a veces venir a chocaros sino a dejar todo esto atravesar.

El Femenino Sagrado es la acogida total de vuestra Dimensión Divina. En estos casos, no puede existir ni la menor ambivalencia ni la menor manifestación de cualquier dualidad en vuestra mirada, en vuestros posicionamientos corporales y también en lo que sale de vosotros. Porque el Silencio está ligado al Agua y no al Fuego.

El Agua Primordial, el Agua de arriba es el que va a conduciros a florecer la Gracia, a florecer el Femenino Sagrado así como la tercera Onda de Vida. Entonces el Agua de arriba es el que viene lavar, al mismo tiempo que el Fuego, lo que llamamos vuestras vestiduras, las vestiduras efímeras situadas a nivel de este cuerpo y de la Ilusión de vuestra dimensión.

Ahora pasemos al Elemento TIERRA:


Entonces la Tierra, en el seno de la personalidad, por supuesto es el cuerpo físico. La Tierra en el seno del cuerpo de Eternidad, en el seno de la Unidad, es vuestro cuerpo de Eternidad. Entonces en los días que vienen vais a ver, o no ver, lo que se realiza en vuestro cuerpo de Êtreté que está ahí, en vosotros y alrededor vuestro. Vais a asistir a vuestro nacimiento, a vuestro Bautismo, a vuestra revelación, a vuestra constitución, sin pasar por el mental pero pasando directamente por el Corazón, que os lo recuerdo, es comprensión inmediata, instintiva, intuitiva y perfecta de la Verdad.

El Agua es un médium y lo médium, del mismo modo, puede expresarse en lo bajo, como en lo alto. La mediumnidad de abajo os ata a la materia, procura resolver los problemas. La mediumnidad de arriba, os da a ver simplemente la Verdad del Absoluto, la Verdad de la Unidad, la Verdad de vuestro ser Eterno donde ningún efímero puede venir contrariar lo que sea.

Ahora nos queda el Elemento AIRE:

El aire de la personalidad da la variabilidad, el aire de la personalidad da circulación de la energía acoplada al Fuego Vital que se traduce por unas manifestaciones innumerables alrededor vuestro. Cualquiera que sea la forma. Esto puede ser la presencia de innumerable de entidades, no vistas alrededor vuestro pero que penetran en vosotros. Esto puede ser también la adhesión a lo que yo llamaría, lo que no tiene consistencia para la Luz, las proyecciones de orgullo, las proyecciones de poder, las proyecciones de la antigua energía ligada a lo que llamaríamos las energías patriarcales.

Ahora, si vuestro Aire es rarificado, si tocan lo que es llamado el Aire de arriba, vuestra visión toma otra dimensión. Que esto sea la visión de los ojos, la visión del Corazón, éstas van a borrarse delante de la Visión de la consciencia, que no llama a ninguna vibración, a ninguna percepción, sino que es una relación directa con la Verdad. Esta relación directa con la Verdad de vuestro Corazón y la Verdad absoluta os da una holgura en lo que sois, os confiere una fluidez en el seno de este mundo, cualquier cosa que quede en vuestro cuerpo, como en el seno de todo lo que concurre en vuestras relaciones en vuestras vidas.

Entonces, el Aire es relación, la relación se hace bajo la égida del Amor o bajo la égida de la posesión. Esto no puede ser de ningún modo ambas, esto va a ser cada vez más lo uno o lo otro.

En el caso de la posesión de vosotros mismos por otra cosa que vosotros mismos, o en el caso cuando ejercéis una posesión de un objeto o de una persona, recaéis incansablemente en el avasallamiento del otro y vuestro propio avasallamiento.

En cambio, el Aire de arriba os da a ver de manera panorámica, esto os da a ver por la clara visión y sobre todo por el ojo de la consciencia ella misma, que no está localizada en ninguna parte en el cuerpo pero que es la respiración de cada célula, dándoos entonces a sentir directamente, por una reacción corporal, lo que es bueno para vosotros y lo que no es bueno para vosotros, de manera muy simple. El aire crea movimiento a nivel de la personalidad, él crea la Ilusión, el crea la circulación de lo que ya no tiene más que circular sino simplemente vibrar.

Mientras que el Aire al nivel del Espíritu va a daros a vivir esta visión panorámica sin juicio alguno, pero va a daros que ver, en cierto modo, el alumbramiento de la escena de teatro y lo que subyace la escena de teatro.

Entonces en ese momento, ya no podrán más adherir a lo que sea de otro que a la Verdad. No la vuestra, no a la que interpretan pero a la Verdad, la única que es Eterna, que es la del Amor, de la Luz y del Corazón.

Entonces, estos Elementos interiores no tienen verdaderamente todo lo que os habíamos propuesto, en la época, de encontrar al exterior, en la naturaleza, porque ahí esta vuestra naturaleza interior que está por recorrerse.

Por supuesto, algunos de vosotros todavía necesitáis las correspondencias en el seno de la naturaleza, pero la mayoría de vosotros, os rencontraréis para vivir esta naturaleza en sí. ¿Esta naturaleza esta rectificada? ¿Está al derecho o al revés?

Si vuestra naturaleza está al derecho, el conjunto de los Elementos que os componen, desde el átomo hasta el conjunto de la consciencia, va revelaros a la vez vuestro cuerpo de Êtreté en su aparición, va revelaros a la vez vuestra capacidad para estableceros en el seno del Silencio Interior, del Absoluto o de la Unidad, o de la Luz Blanca, con la más grande de las evidencias y facilidades.

Ahora, si el conjunto de los Elementos todavía están bajo el dominio de la personalidad, entonces vais a observar unas confusiones en los diferentes sectores de vuestra vida. Será sólo que a través de vuestras percepciones que se volverán falseadas, a través de vuestras adhesiones que os pondrán problema o, a través de las manifestaciones de vuestro cuerpo que os pondrán problemas.

Entonces podemos decir que los Elementos situados al nivel del Êtreté no tienen ningún componente ligado a la personalidad, dándoos a desplegar, a vivir, a experimentar durante este período cada uno de los Elementos. Luego los Elementos acoplados dos por dos, y luego la totalidad de los Elementos.

Los Elementos únicos, ya los conocen; están representados por los Triángulos de la cabeza. Los Elementos agrupados dos por dos, los conocéis también; están agrupados dos por dos. Los Elementos cuatro por cuatro, son la totalidad de la Corona radiante de la cabeza, de la Corona radiante del Corazón y del conjunto de los potenciales vibratorios que os recorren.

Entonces por supuesto, los resultados son otros. En un caso se vuelven cada vez más calmado, cada vez más presentes a vosotros mismos viviendo, por momento, el hecho de estar ausente en este mundo, no como una voluntad de huir de lo que sea pero más bien como una desaparición real y concreta de este mundo.

Entonces por supuesto, el que vive la exaltación de los Elementos a nivel de la personalidad, va a reconstruir historias y argumentos que no tienen nada que ver con la Eternidad y que, ellos, van a manteneros a vosotros mismos en vuestra propia ilusión. Estas ilusiones pueden ir muy lejos, pero el que acepta ponerse en el Silencio Interior, las verán enteramente e íntegramente en lo que os concierne, permitiéndoos entonces reajustar vuestra visión exterior que concierne a sus hermanos y sus hermanas. Entonces ahí también los frutos, los resultados, son profundamente diferentes.

Pero para poder beneficiaros, más allá del análisis que os di de los Elementos, en sus diferentes componentes de personalidad o de Êtreté, es a vosotros que os convienen experimentar, en vosotros, la acción de los unos y de los otros, con el fin de estableceros en el seno de la Morada de Paz Suprema o en el seno de la dualidad de la personalidad. Los resultados, lo suponéis, son profundamente diferentes.

En el caso de los Elementos arquetipos, lo que llamamos con vosotros el aliento del Gran Espíritu, es decir lo que los Ancianos llamaron los Hayoth Ha Kodesh, va a daros a vivir los Jinetes, pero los Jinetes, para vosotros, no representan ninguna amenaza en el seno de la Eternidad, todo lo contrario. Pero si los Jinetes son vividos en el seno de la personalidad, éstos van a reenviaros a cosas que no tienen nada más que ver con la Verdad.

Estáis en este momento presos de las quimeras, de las proyecciones, de los miedos, de los sufrimientos y a veces en manifestaciones contradictorias con el Amor.

Es a vosotros que os conviene de veros, una vez más, no para juzgaros, no para poneros un acto, no para encontrar paradas pero más bien para atravesar esto en toda independencia y en toda autonomía. No hay otra posibilidad.

Entonces os invito hoy a encontrar vuestros Elementos Interiores, como en algunos momentos en que os hablé de la naturaleza y de vuestro medio ambiente, con el fin de sacar lo que era necesario a cierta forma de equilibrio de la personalidad pero también del Êtreté. Hoy, por supuesto, pueden continuar esto a la saciedad, pero lo más importante es este matrimonio de los Elementos en vosotros, y sobre todo el matrimonio de los Elementos a otro nivel de lo que puede sobrevenir en el seno de la personalidad.

La satisfacción, la Paz, la ecuanimidad, la desaparición, los principios del éxtasis, los éxtasis, lo vivido del Êtreté firman la presencia de los Jinetes en vosotros porque no actúan más sobre la personalidad, porque esté disuelta, sino más bien como la revelación del Êtreté. Si el Êtreté no se revela a través de lo vivido directamente de la estructura del cuerpo de Êtreté en el seno de vuestro cuerpo de carne, en este momento, vais a ser llevados por manifestaciones elementales de las diferentes emociones. Os vais a dar cuenta que van a manifestarse en vosotros cada vez más aprehensiones, cada vez más miedos, cada vez más dudas, cada vez más incertidumbres.

Todo esto corresponde de la acción de los Elementos a nivel de la personalidad. Entonces, ahí también, no hay nada más a hacer que de atravesar esto sin identificarse, sin pararse, sin alimentar, por vuestra consciencia, lo que se realiza y de hecho no se despliega sino que se elimina. A vosotros de verlo y a vosotros de actuar, siendo todavía más, o no, Amor.

Así, la acción de los Elementos es vivida o bien por la personalidad o bien por el Êtreté. Lo vivido del Êtreté os quita de encima, de manera definitiva, los componentes y engramas (Un engrama es una estructura de interconexión neuronal) correspondiente a la vida de este cuerpo, realizando la desaparición de vuestras necesidades, la desaparición y la limitación importante de vuestros deseos, la capacidad a colocaros cada vez más en el Silencio Interior y sobre todo la ausencia de mirada sobre vuestros hermanos y sobre la vida, llevando un juicio cualquiera hacia el sí mismo o, sobre el otro.

Porque en la evidencia de lo que tienen que vivir, como esto fue dicho, todo elemento, toda persona, toda situación está en su muy justo lugar. No hay otro lugar posible para lo que ahora se despliega en vosotros y alrededor vuestro. Esto fue llamado por las Ancianos y por las Estrellas, mis hermanas, la asignación vibral. Esta asignación, lo comprendieron, se deriva directamente de la alquimia de los Cuatro Elementos en vosotros, permitiéndoos de reencontrar el Éter Original del Amor Vibral, o entonces de hundiros en los Elementos que corresponden a la persona, llamados el amor-sentimiento o el amor-emoción.

Comprended bien que el Amor Vibral no es sin emoción y sin mental sino él es simplemente preponderante con relación a los dos otros amores. Él es incondicionado, no condicionante y sobre todo totalmente libre.

Entonces, a vosotros es de ver. De la misma manera que vivieron los elementos y encontraron los elementos en la naturaleza, vais a encontrar, si aun no está hecho, los Elementos al interior de vuestro cuerpo y de ahí, según cómo vais a acogerlos, cómo vais a vivirlos, se realizará o bien el Fuego del Elemento, o bien el Fuego del Elemento concerniente al vibral, o el fuego del Elemento que corresponde a la personalidad. Y bien evidentemente, como lo sospechan, las consecuencias y el resultado no tienen estrictamente nada que ver puesto que ellas son, como dije, directamente opuestas, incluso diría diametralmente opuestas.

Todo esto va a hacerse en la evidencia, todo lo que aún era para vosotros confuso o que os podía dar, hasta ahora, una cierta forma de vacilación, no tendrán más curso en los días y semanas que vienen. Así como esto fue dicho tanto por ciertas Estrellas como por los Ancianos, esto se realizara hasta el solsticio de invierno, que es un período extremadamente importante donde van a validar vuestros apegos o van a validar vuestro desapego total de las futilidades de lo efímero de este mundo. Y esto sólo puede producirse en vosotros.

Bien evidentemente lo que se presentará a vuestra vida, las adhesiones qué vais a llevar o la rotura con lo que fue llevado hasta ahora depende sólo del nivel de donde percibís los Elementos, del nivel desde donde viven los Elementos en vosotros y no al exterior de vosotros. Porque esta vivencia interior de los Elementos participa en lo que fue llamado el Silencio Interior.

El Silencio Interior no conoce ninguna lucha, ninguna discriminación, porque el Silencio Interior os establece en la Alegría absoluta de la Presencia de Cristo, de María y de Mikaël en el seno de la Nueva Eucaristía, y os permite de vivir el Corazón sin interferencia alguna de la personalidad. Y si la personalidad interviene, entonces en este momento lo verán claramente y se reirán de ello, pero no seréis sujetos a cualquier adhesión de las quimeras elementales de la personalidad.

Esto va hacerse de manera cada vez más clara y los frutos serán profundamente diferentes, sin importar lo que quieren parecer, cualquiera que quieran dejar aparecer. Porque el resplandor de un ser establecido en el seno de la Unidad o del Absoluto no puede engañar de ninguna manera, que sea por sus palabras, que sea por su Presencia, por el equilibrio de los Elementos y por la transmutación final de los Elementos vibrales en la quinta fuerza que es el Éter. Entonces, en este momento, vais a vivir y a sentir cosas extremadamente precisas a nivel de vuestra Corona de la cabeza, ahí donde están situados los Elementos.

Si son los Elementos de la personalidad, habrá una disminución del Éter, es decir que la percepción de vuestra Corona radiante de la cabeza va a estrecharse para alcanzar sólo un punto situado a nivel de la cumbre del cráneo, al nivel de lo que fue llamado el punto ER de la cabeza o el Éter de la cabeza. En cambio, si hay en vosotros un despliegue de los Elementos, lo que va a pasar es que vais a vivir, sentir los Elementos a nivel de la cabeza, no como una Corona radiante pero como la integración en el seno de vuestra estructura efímera, de los Triángulos elementales, es decir de la estructura vibral del cuerpo de Êtreté en el seno mismo de esta personalidad y de este cuerpo todavía presente.

Entonces, en un caso como en el otro la diferencia es muy simple, no podréis interpretar lo que está vivido en términos de energía pero bien en presencia o en ausencia de los Elementos. Esto no podrá engañaros de ninguna manera. Y por supuesto aparecerá luego la Fusión del conjunto de las Presencias vividas hasta ahora como exteriores a vosotros. Que esto concierna esencialmente al conjunto de los Arcángeles, al conjunto de los Ancianos y al conjunto de las Estrellas, observareis que todo esto sólo existe en definitiva dentro de vosotros y no en una proyección, llevada por razones precisas que eran para llevaros hasta allí.

Entonces la Fusión de los Elementos en vosotros, os restituye a la Eternidad y sobre todo os da a vivir, con anticipación del Choque de la humanidad, la capacidad de transferir vuestras Consciencias a voluntad, sin ningún esfuerzo y sin deseo alguno, ni voluntad alguna incluso, lo que sois en los diferentes planos de experimentación. Pero no seréis retenidos ni enganchados por cualquier plano de manifestación, simplemente estaréis cada vez más presente, yo diría, en el centro de la Cruz, por vuestra propia Crucifixión y Resurrección.

Esta Crucifixión y esta Resurrección no dejan ninguna duda cuando ellas son vividas, porque hay efectivamente una transmutación de los elementos constitutivos de la persona dirigida incluso, por supuesto, al modificar la estructura física de este cuerpo, a abrir el ADN espiritual, a revelaros vuestros Linajes, no mas pidiendo al exterior o al interior pero simplemente viviéndolo en esta vida. Porque cada Linaje tiene un comportamiento específico y aprenderán muy rápidamente reconoceros en vuestras acciones, a ver cual Linaje actúa en este momento, cuales son vuestros potenciales del Êtreté que corresponden a vuestros Linajes y no a otra. Así es como se realiza vuestra desaparición.

Poco a poco, este cuerpo de Êtreté apareciendo en la verdad de los Elementos a nivel vibral, os llevará a ver vosotros mismos, no mas a través de la visión llamada luciferina, tampoco con la visión del Corazón, pero directamente por lo vivido de la Vibración en el seno del Corazón, que tenéis tal vez ya observado, a través del emplazamiento del Canal Marial, a través de su presencia o su ausencia, con función a los reflejos fisiológicos y en particular lo que es llamado los dolores del hígado, los dolores del páncreas, los dolores del alma y los dolores del Espíritu, que sólo traducen, como fue dicho, por la capacidad a desviaros de la materia y a disolver el alma, y a dejar el Espíritu Santo manifestarse en todos sus componentes.

En un caso hay Unidad, en un caso hay establecimiento en el seno del Êtreté que se revela, ya no más como otra dimensión, o en otra parte, pero directamente aquí; ahí es donde os paseáis en vuestros Elementos interiores y no más en los elementos exteriores. Vais a observar también que según lo que frecuentáis como personas, como elementos de la naturaleza exterior, la sincronización entre los Elementos vibrales y los elementos de la naturaleza os aparecerán como una evidencia.

Un ejemplo: si observáis un fuego, observareis en vosotros que el Elemento Fuego se activa. Si se zambullen en el agua o observáis el agua, comprobareis que el Elemento Agua se activa en vosotros a nivel vibral, poniendo fin a la ilusión astral del agua, es decir las emociones, del juego de las posesiones, del juego de seducciones cualesquiera que sean. Solo podréis ser Transparentes y expresar, de toda forma posible, sin voluntad alguna, lo que es llamado la Verdad del Gran Espíritu.

Ningún ego estará presente en vuestras palabras. Vuestras palabras fluirán naturalmente y espontáneamente sin dificultad alguna, sin hacer ningún esfuerzo mental ni de reminiscencia, ni de construcción. En estos casos, todo se realizará normalmente. En cambio, en el momento en que seréis sometidos, de manera normal, en las fluctuaciones entre los Elementos vibrales y los elementos materiales de la personalidad, constatareis vuestra propia desaparición en el seno de la personalidad.

Por supuesto, en estos momentos de éxtasis que son por el momento extremadamente cortos, esto os puede parecer anormal, dando la sensación de perder vuestros medios o de no poder hacer lo que tenéis que hacer. Y ahí, es a vosotros que os incumbe de saber lo que queréis privilegiar: lo Eterno o lo efímero. Pero en un momento dado esto no podrá ser los dos al mismo tiempo y ahí tendréis que situaros de manera definitiva y exclusiva en uno o en otro.

Todo esto está a observarse, a vivir porque la experiencia confiere la independencia. No es más cuestión de proyección de Luz, ya no es más cuestión de creerse esto o aquello, excepto si la personalidad está adelante, pero más bien de vivir la Verdad en vuestra carne, con el fin de espiritualizar la materia y no de huir de la materia.

Esto es muy importante, pasar de los elementos exteriores a los Elementos interiores, pasar de los elementos transitorios y efímeros a los Elementos eternos. Esto se manifestará a vosotros de diferentes modos, dándoos a vivir, sobre todo por los Triángulos elementales del cuerpo de Êtreté constituyendo la cabeza de vuestro cuerpo de Eternidad, un cierto número de cosas. Aprenderéis, por la experiencia, un cierto número de cosas y las viviréis de manera totalmente adecuada.

He aquí lo que os tenía que decir como Snow. La Claridad, la Precisión, todo esto os va aparecer cada vez más claro y cada vez más evidente, desde el momento en que salís de la confusión de los elementos de la personalidad para penetrar de lleno en la realidad eterna de los Elementos a nivel vibral.

He aquí los elementos que tenía que llevar a vuestra atención, con el fin de ayudaros entre la confusión y la Claridad. Con el fin de permitiros, no juzgaros, ni condenaros pero de colocaros en el lugar que es el más adecuado para vosotros, independientemente de toda influencia exterior, en el Silencio Interior de vuestro Ser y en ninguna otra parte. Porque sólo en el Silencio Interior del Ser, es que los Elementos pueden casarse, casarse y obrar en vosotros en la restitución definitiva a vuestra Unidad, o en el Absoluto.

He aquí lo que está por vivirse, he aquí lo que ahora se realiza para cada uno de vosotros, de un modo más o menos rápido pero en todo caso en un lapso del tiempo extremadamente corto. Todo esto os será perceptible y reconocible sin dificultad alguna, sin alinearos, sin meditar, sin sumergiros en la naturaleza pero directamente en vosotros.

Y comprenderéis, en ese momento, que la Luz solo puede estar en vosotros y en ninguna otra parte, en ninguna proyección, en ninguna hipótesis y sobre todo, en ninguna manifestación en el seno de este mundo otro que lo que la vida os pide.

Vamos, si quieren, a proponeros a vivir, juntos, el Elemento vibral uno por uno.

Y vamos a comenzar, por supuesto, con el Fuego Vibral


... Silencio…


Y ahora vamos a pasar con el Agua Vibral



... Silencio…



Y ahora al Aire Vibral

 


... Silencio…



Y pasamos finalmente a la Tierra Vibral



... Silencio…



En nombre del Gran Espíritu y del Gran Todo, Snow rinde Gracia a vuestra acogida y vuestra presencia. Que las Bendiciones del Gran Espíritu y el Aliento del Gran Espíritu os sostengan y os lleven al Fuego de la Verdad.

Hasta pronto.

Transmitido por Joseph

 
http://om-ventoux.e-monsite.com/blog/messages-canalises/2014-11-26-snow-les-4-elements.html#ASzX9uKsjGmjSZ7t.01
Original en francés:
http://om-ventoux.e-monsite.com/blog/messages-canalises/2014-11-26-snow-les-4-elements.html#ASzX9uKsjGmjSZ7t.01

Traducción: Pierre Díaz
https://www.facebook.com/pierre.diaz.75?fref=nf

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