miércoles, 10 de septiembre de 2014

Testimonio de Pluma Ligera. Con audio. ¡Compartir!!!


Testimonio de Pluma Ligera. Abandónense a la Gracia. “Abandónense a su Gracia, y de su pecho brotará, el Hombre nuevo, el Hombre recto y resucitado, Coronado en Cristo, despierta vuestro Andrógino primordial, firmando el Regreso de vuestro Femenino Sagrado, en la gloria del Padre.”  

 
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… Abandonarse a la Gracia, es entregarse al Manto Azul de nuestra Madre Divina, es aceptar dejarse llevar por el flujo y reflujo de las aguas de nuestra Madre, que viene con sus atributos de rigor, a demoler el castillo de arena que es la ilusión, con el fin de invitarnos a través de su Amor, a redescubrir nuestra Verdad, de vivir nuestra Eternidad que siempre estuvo aquí, y al Regreso a nuestra Morada de Paz.

Abandónense a su Gracia, y de su pecho brotará, el Hombre nuevo, el Hombre recto y resucitado, Coronado en Cristo, despierta vuestro Andrógino primordial, firmando el Regreso de vuestro Femenino Sagrado, en la gloria del Padre.

Entonces mis Hermanos y Hermanas, si la vida os da a vivir momentos difíciles, sólo la visión limitada, el miedo, lo calificará de sufrimiento, pero si tal es vuestro juramento, vuestra resonancia, firmando vuestro compromiso al Regreso a la Morada de Paz Suprema, a vuestra Verdad de Eternidad, entonces veréis que no hay separación alguna entre lo que viven y el Amor.

Reconocerán la Obra de nuestra Madre en todo, que viene con su AMOR a recordaros lo que Sois en realidad, invitándoles con la manifestación de rigor, no a juzgaros, pero a abandonaros y a entregaros a Ella.

Os invita a ver la Verdad en lo que la vida os da a vivir en este cuerpo, en vuestra vida, no en el sufrimiento, sino en la manifestación de su AMOR, invitándoles, si os abandonáis, si estáis conforme, a liberaros de la ilusión de este viejo mundo que ya no está más aquí, dejando el sitio al Nuevo Mundo.

Lo efímero es el miedo, efímeros son los sufrimientos, solo reconocerlos como tales, es aceptar los brazos de Amor que nuestra Madre Divina nos tiende en cada instante, es entregarse totalmente a su Gracia, es darle sus miedos, sus creencias, sus conceptos, sus costumbres, que desde tiempos lejanos edificamos como castillos.

Pero nuestra Madre está aquí, para el que eligió el Regreso a la Verdad, de ver, que todo esto se construyo con arena. Desde el inspire al expire de la manifestación que Es, Ella viene a barrer, disolver, y destruir estos castillos de arena.

Una vez más, no vean esto como un juicio, o una ira, sino como el Amor que lleva a sus niños, a los que viene a buscar, y para recordarles su Verdad de Seres de Amor que Son, a los que viene a recordar el Juramento del Regreso a su UNIDAD, a la FUENTE, al Padre que os espera, para no ser más que UNO, y sumergirse en el inmenso Océano de AMOR y de PAZ.

El precio del Regreso a nuestra Morada de Paz, es el sacrificio de esta ilusión, de este efímero, vivido en nuestro cuerpo de materia, en cada instante de los límites de este cuerpo, de nuestra Visión en la Gracia de nuestra Madre, que viene limpiar, disolver estas ilusiones, dejando aparecer entonces la Verdad.

Confiar vuestra alma entera, en la Sencillez y Humildad, es haceros totalmente Transparente, y volveros como un Niño.

Abandonen vuestros miedos, miedo de perder, miedo de lo desconocido, reconocerán entonces lo que Sois de toda Eternidad, y seréis reconocidos del UNO.

El precio del Regreso a nuestra morada de Paz, puede ser el sacrificio de esta ilusión, de este efímero vivido en nuestro cuerpo de materia, en cada instante de los límites de este cuerpo, de nuestra visión en la Gracia de nuestra Madre, que viene limpiar, disolver estas ilusiones, dejando aparecer entonces la Verdad.

Hermanos y Hermanas que viven en el miedo, en el sufrimiento, vengo testificar de la PAZ, de la ALEGRÍA, del AMOR que se revela a vosotros, si tal es vuestra elección y conformes al abandono, y a la Gracia. AMOR que se os revela, si tal es vuestra elección y estáis conformes al abandono, y a la Gracia.

Denlo todo sin mentira, pero con la sinceridad del Corazón.

Hermanos y Hermanas, atizados por el miedo, que sean parado, o que dieron media vuelta, vengo a testimoniar del Regreso a la verdadera Vida, a la Verdad, vengo a testimoniar el éxtasis de Paz y Amor que Vive, que vibra en el Corazón, pero también más allá, de este cuerpo, de estos cuerpos.

Os vengo a testificar de la no-separación, de lo que Sois, cualesquiera que sean las manifestaciones en este cuerpo, en vuestra vida. Os vengo a testificar finalmente del AMOR de nuestra Madre, más allá de nuestra percepción, de nuestra conciencia, más allá de las palabras que tienen poco sentido para expresar su inmensidad y su intensidad.

Bien más allá de nuestra comprensión, está el vector de nuestro Regreso, a nosotros de aceptarlo, de concienciar-lo, no por cualquier mentalización, pero con el Corazón.

En el Corazón del Corazón se encuentra la Verdad, y nuestra Madre, la de todos está aquí para recordárnoslo.

Gracia y Bendiciones a nuestra Madre Divina, reconocida Madre de todas las madres e hijas, de todos los padres e hijos encarnados sobre la Tierra.

Madre Divina reconocida, Creadora de todos los Seres del Universo a la imagen del Padre Divino.

Gracia y bendiciones a todos nuestros hermanos y hermanas encarnados obrando en el Regreso a su Verdad Eterna, gracia y bendiciones a nuestros Hermanos y Hermanas de Luz, en otros Cielos, que nos acompañan en esta Obra al Blanco, firmando el Regreso de nuestra Tierra a su Morada de Eternidad.

Gracia y bendiciones a nuestra Tierra-Madre GAIA, por su perdón, por su paciencia y su espera, afín de permitirnos vivir Aquí y Ahora, sobre su cuerpo la Ascensión, firmando nuestro Regreso a nuestra Verdad, Morada de Paz, Ser, el Si... cualquiera sea el nombre, siempre estuvo ahí, y se revela a nosotros, si tal es nuestra elección.

Pluma Ligera

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