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Yo soy Maria, Reina de los Cielos y de la Tierra, les doy todo mi amor, mis queridos niños.
Vengo a comulgar con vosotros en este período muy importante de reajustes mayores y de alineamientos de las almas en encarnación sobre este planeta. Vengo a vosotros a fin de compartir este espacio de comunión, de dar mi bendición sobre el conjunto de este lugar y sobre el trabajo que aquí se desarrolla en preparación del advenimiento de la Santísima Trinidad, de la instauración de la gracia perpetua que vendrá en muy pocos años sobre este planeta. En este lugar sagrado y bendito, vengo a darles el toque de mi Divinidad y el toque de la madre que soy. Vengo a darles la efusión del corazón. Vengo a darles algunas cosas que van a serles extremadamente útiles durante las semanas que vienen para permitirles recibir esta fluidez de la Unidad que está en vuestro corazón a fin de que vuestro corazón se abra de manera lógica, justa y permitirles entrever totalmente la Divinidad y la Luz que son. En esto, me es posible hoy actuar en vuestras estructuras internas, de preparar el advenimiento de la Luz de la quinta dimensión en vuestros corazones, a fin de trabajar un poco más conforme a la energía de mi Divino Hijo. En esto, queridas almas, acoger, por un trabajo de apertura del corazón, la energía Divina del Espiritu Santo, de la polaridad femenina de Dios en vuestras estructuras, en el seno de vuestra esencia primordial que alberga en vosotros en lo más profundo de vuestro ser, en vuestro corazón, a fin de que sean inundados de la Luz de la Fuente, y que les sea revelada finalmente a ustedes mismos, a vuestra Divinidad, a vuestra humanidad, a vuestra fraternidad a fin de que ustedes despierten alrededor de ustedes y en ustedes este amor último, esencial de reconexión a vuestra Divinidad, de reconexión a vuestra Unidad, a vuestra uni-Divinidad.
Si pues, queridos niños, les pido acoger en vosotros, en lo más profundo de ustedes, esta irradiación de amor total, de amor del Uno, de amor Luz, de Unidad de Luz en vuestro seno. También, en este recogimiento y este silencio, voy a dejar ahora irradiar la energía de mi sagrado corazón en el seno de vuestro corazón.
Hagan silencio y abran y acojan. Tendremos un espacio de preguntas posterior a esta irradiación. Conténtense de vivir el instante y de acoger esta dimensión que viene hacia ustedes.
Esta alineación que les permitirá estar perfectamente de acuerdo con las energías de la dimensión de Luz que viene hacia ustedes en este período de Navidad extremadamente importante. No olviden que mañana será el 12-12 y que a las 12:12 horas se abre la puerta del 12-12 (puerta extremadamente importante después de las del 11-11) último momento del año 2005. Año 2005, año de transición donde comienzan el último ciclo de siete años a fin de centrarse totalmente, de identificarse totalmente hacia vuestra Fuente multidimensional, a fin de recobrar vuestra Unidad perdida, vuestra Divinidad perdida por el fenómeno de la caída.
Mis queridos niños, después de la efusión del sagrado corazón, si tal es aún vuestro deseo, estoy lista ahora para responder, antes de regresar a mis espacios, no a una multitud de cuestionamientos, sino a una cuestión importante, yo soy María, Reina de los Cielos y estoy ahora a vuestra disposición.
Pregunta: ¿A qué llama “Sagrado Corazón”?
El corazón es el centro y la Fuente de toda vida: el corazón de Dios y el pensamiento de Dios, el punto de Luz en el pensamiento de Dios y la triple Fuente que anima vuestra alma, vuestro Espíritu y vuestro cuerpo. Lo que he llamado el sagrado corazón es la reunificación, en vuestro corazón, de las tres dimensiones de vuestro corazón que les permiten reconectar a vuestra Fuente y de emitir en permanencia esta Luz ardiente, energía seráfica que va a permitir activar vuestra irradiación de Luz Divina a fin de ponerlos en estado de concordancia, pero también de irradiar desde vuestro corazón y de vuestro ser, a través de cada una de las parcelas de vuestro ser, este amor inefable que es la finalidad de toda vida, desde el átomo hasta miríadas complejas de los sistemas solares y de las galaxias, que es el regreso a la Unidad y a la Fuente. El sagrado corazón es la toma de conciencia de la triple unicidad de la voluntad del Padre. Esto corresponde a lo que los Angeles Shaddaï El Shaï han llamado la fusión de los tres corazones. La energía que viene hacia vosotros es una energía a la vez extremadamente poderosa pero también inteligente. Esta es capaz de vencer las resistencias de los seres de Luz que ustedes son y de permitirles ir hacia esta fluidez, esta fusión de los tres corazones. Solo hay una preparación para el nivel de vuestra actitud mental, actitud intelectual, de paz, de serenidad, de alegría y de amor. Nada más es necesario.
Ahora, queridos niños, es tiempo para retomar mis espacios etéreos. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Les doy mi bendición, mi amor de madre. Sean bendecidos, sean felices. Yo los amo. Estén seguros de mi amor indefectible.
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Traducción: OD
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